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¿Qué es la alta capacidad?

Jana Martínez-Piqueras

¿Qué es la alta capacidad?

Jana Martínez-Piqueras

Maestra y experta en altas capacidades


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Jana Martínez-Piqueras

Jana Martínez-Piqueras es una destacada experta en altas capacidades y presidenta de ‘Indifferent Minds Foundation', donde ofrece asesoría, formación y atención a familias y profesionales en este ámbito. Su labor se centra en transformar la percepción y el apoyo a personas con altas capacidades, promoviendo una educación inclusiva y adaptada a sus necesidades únicas. Además, comparte su conocimiento y experiencia a través de conferencias y talleres de enriquecimiento a profesores y psicólogos, contribuyendo significativamente al avance y comprensión de las altas capacidades en la sociedad. Según explica: “Un 15% de las personas tiene alta capacidad. Esto significa que aprenden, piensan y sienten de forma diferente. No es una patología, pero si no se detecta y atiende, sí puede generarlas”. Y añade: “La neurociencia ha demostrado que el cerebro con alta capacidad es funcional y morfológicamente distinto. Así que tenemos que tratarlo distinto… si queremos que funcione”.

Martínez-Piqueras fue directora del ‘Programa de atención a la Alta Capacidad’ en el colegio San Patricio de Madrid y, también, cofundadora y directora de la ‘Unidad de Altas Capacidades’ de la aseguradora de salud Sanitas. En la actualidad, diseña e imparte formación en el ámbito sanitario, educativo y empresarial para su detección. También asesora a centros educativos para la atención en el aula y orienta a las familias con las gestiones y necesidades que se presentan. Todo ello, concluye, “para que cuando se sospeche una "diferencia", se encuentre la respuesta y un acompañamiento en la pregunta de: "¿Y ahora qué?".


Transcripción

0:22
Jana Martínez. Mi nombre es Jana, soy maestra, por encima de todo, soy experta en alta capacidad y presidenta de la fundación Indifferent Minds. Y vengo a compartir con vosotros una tarea que nos han mandado a todos en algún momento de la vida, que es recortar. Un niño llega al cole, llega cargadito de ilusiones, va a aprender un montón y entre las tareas que le dicen es: «Mira, vas a recortar esto». Le suelen dar un plátano, un pollo… He puesto un desigual porque me parecía que era adecuado. Entonces, el niño empieza y hace lo que puede, porque, claro, nunca se ha enfrentado a la esta… Y es que al niño, que es zurdo, no le han dicho que las tijeras de zurdo son diferentes. Entonces, el niño está intentando, con el mismo empeño que los demás, no se nos olvide, que su dibujo salga recortado y no puede. Claro, el niño, sin información, está diciendo: «Jolines, están aquí todos recortando y les está quedando niquelado y yo tengo esta birria y le estoy poniendo todo el empeño». Si la profe le hubiera dicho: «No pasa nada, tú eres zurdo y, por eso, no te sale, porque estas tijeras tienen las cuchillas de otra manera», el niño no se hubiera sentido así. Entonces, la información cuida de la gente, cuida de los niños y pone nombre a las cosas en lugar de que sean fantasmas. Desde aquí, empezamos a hablar de alta capacidad.

2:02
Ana. Hola, Jana. Me llamo Ana, soy integradora social y me gustaría preguntarte sobre las diferencias que ves tú del término acuñado actualmente, «altas capacidades», y el que era antiguamente, «superdotado».

2:18
Jana Martínez. Realmente son términos que hablan de cosas distintas. El término «alta capacidad» es un término más amplio que habla de una neurodivergencia, como es la alta capacidad, formada por un cerebro, ya está demostrado, que es bioquímicamente diferente, con una configuración distinta y, por tanto, con un funcionamiento distinto. ¿Eso qué implica? Que esa manifestación de estas diferencias se da de diferentes formas. Entre ellas, un componente de creatividad muy alto. También están los talentos, que son potencial en un solo campo o en más de uno si hablamos de un talento complejo… En el caso, hay otro término, que son los precoces, que son personas, niños, que hacen cosas que, por su momento evolutivo, no les corresponde. Con lo cual, está mal utilizado. Los dos términos están en vigor, solo se utilizan de manera confundida. Es una NEAE: Necesidad Específica de Apoyo Educativo. Necesitan ayuda. También para comprender esto, vamos a dejar de valorar a las personas con alta capacidad como que son unas afortunadas. «Qué suerte tienen». Ni tienen suerte ni no tienen suerte. Tienen alta capacidad, no suerte. Con lo cual, el término correcto para hablar de todo el colectivo sería «alta capacidad».

3:37
Sol. Hola, Jana. Yo soy Sol, soy investigadora en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y te quería preguntar por este concepto que se tiene de la alta capacidad, que habitualmente nos viene a la cabeza: estudiantes que son muy brillantes, que sacan todo sobresaliente… Entonces, ¿es esto siempre así?

3:57
Jana Martínez. Sí, si están bien atendidos. O sea, ellos tienen el potencial. Ahora, un potencial no sale sin los recursos. Para que un niño pueda enseñar lo que realmente es capaz de hacer, el entorno educativo, social y familiar tiene que respetar y acompañar. Sin acompañamiento es muy difícil que eso ocurra. El entorno educativo es clave y España tiene una dificultad en este aspecto. Tenemos que cuidar mejor a nuestros niños, porque no lo hacemos bien en los sistemas. Con lo cual, tenemos en cifras del Ministerio un 70 % de bajo rendimiento y, dentro de ese 70 %, un 50 % de fracaso escolar. Y no sé si alguien puede concebir lo que puede ser saber que puedes hacer grandes cosas. Y sin embargo, esas grandes cosas, en el entorno donde todos esperan que ocurran, que es el escolar, nunca están. Y no solo nunca están, sino que, encima, te vuelven a echar de clase porque se te ha caído el boli por decimocuarta vez, porque no te está interesando nada lo que te han contado. Tú quieres que te interese, tú quieres estar bien. Y no encuentras quien comprenda ni tu deseo, ni tu necesidad. Y enfrentarse a eso es costosísimo. Yo, concretamente uno de mis hijos, cuando le dije que iba a hablar con su profesor porque estaba siempre fuera, me dijo: «Tú no hables con nadie que me renta». Él estaba mejor fuera que dentro. Pero eso está mal, porque nosotros llevamos a nuestros hijos a los coles y vosotros vais a los coles porque el objetivo es aprender y nadie aprende fuera. Entonces, claro, si vosotros vais al cole pensando: «Voy a aprender hoy». Estáis ocho horas y de aprendizaje os lleváis una… Pues, hombre, es que os estamos mandando a un sitio muy costoso. Normal que no queráis ir todos. No tenemos un concepto de la educación que sea el adecuado porque los maestros son superhéroes. Un maestro tiene que lidiar con una diversidad grandísima, tiene que atender corazones, no solo cuerpos, pero necesitan, para ser mirados así, una formación muy amplia y un componente humano con unas características, porque si no, no funciona.

¿Qué es la alta capacidad? Jana Martínez-Piqueras
6:21
Itziar. Hola, Jana. Soy Itziar. Estoy en segundo de la ESO. Siempre se ha escuchado que lo que define si una persona tiene o no altas capacidades es el coeficiente intelectual, que, si es mayor de 130, significa que esta persona tiene altas capacidades. ¿Cómo se define la inteligencia de una persona?

6:38
Jana Martínez. Pues mira, yo voy a responderte, pero creo que son dos cuestiones. En mi opinión, definir la inteligencia de una persona es como definir un olor o cosas así. Si es algo abstracto, ¿cómo voy a definir una inteligencia? Los instrumentos con los que se mide, que tiene que haber algo para concretarla, son instrumentos que… Fijaos, a día de hoy, yo cuento lo que hay, no sé si se estará elaborando otra cosa, pero, en este momento, son instrumentos pensados para buscar discapacidad y no alta capacidad. Son instrumentos para un pensamiento convergente y no divergente, para un pensamiento secuencial y no todo el visoespacial. Son test que están obsoletos, en algunos momentos, porque no da tiempo a actualizarlos por los baremos que hay que sacar. Entonces, un test que tú lo vas a completar de una manera o de otra según cómo te hayas levantado, según el humor que tengas, depende de cómo te caiga el evaluador… Si encima, como en algunos momentos ocurre en los centros escolares, te sacan en los momentos del recreo, pues ya de muy buen humor no estás. Y si encima acabas de tener una clase de matemáticas donde te han dado una nota que no era lo esperado, pues ya estás peor todavía. Entonces, claro, determinar la inteligencia así es ridículo. No estoy diciendo que las pruebas no valgan para nada… Fijaos, se estima que un 10 % de la población tiene altas capacidades. España tiene identificado un 0,64 %. Fijaos qué «gap» tan grande.

8:17

Con esto estoy diciendo ya que los instrumentos que se están usando no deben de estar muy bien. Pero dentro de todo eso, si yo me voy a una ingeniería, por ejemplo, a la ingeniería… Voy a la Escuela de Caminos. Pues ahí no hay nadie que no sea muy inteligente, eso te lo prometo. Y si ahí evaluáramos, habría muchas altas capacidades, pero no todos los que están, porque si no, ahora mismo ya está: «Todos los que han conseguido entrar en Medicina este año, los que entren con la PAU que van a poner, pues ya tendrían alta capacidad». No, esa es la prueba de que alta capacidad no va asociado a alto rendimiento ni a un test de inteligencia, porque seguro que esas personas la pasarían también. Pero no todos tienen un perfil de la personalidad, de todo lo que hay que valorar y de pensamiento divergente que justifique esa manera de estar en el mundo, de pensar, de sentir y de aprender distinta.

9:17
Pablo. Hola, Jana. Yo soy Pablo, estudio segundo de la ESO. Ya hemos visto que no hay una única manera de tener altas capacidades, pero ¿hay algo que las una? ¿Se podría decir que hay algo que todas las capacidades tienen?

9:34
Jana Martínez. Sí, sí que hay rasgos que son muy característicos de la alta capacidad. Por ejemplo, la velocidad de procesamiento, la velocidad con la que asocias ideas de una manera casi intuitiva, innata: te dan una idea y tu cabeza, además, se ramifica, que es otra de las características, el pensamiento arborescente muy denso, que te lleva a que esta palabrita que te han dicho te ha posicionado en un universo casi paralelo, y en décimas de segundo. La capacidad de asociar ideas, tus procesos de inducción, de deducción son muy rápidos, de comparar, de sacar conclusiones… Por otro lado, está una parte emocional, donde tienes un sentido de la justicia tan marcado, desarrollado de una manera muy precoz, que además aunque vaya contra ti, aunque te inmoles, y «Eso no es justo, es que no lo quiero, es que no puede ser así». Luego, tiene una parte también de perfeccionismo muchas veces, de necesidad, de rigor contigo mismo, de rigor, de decir: «Esto lo tengo que hacer bien», de un nivel de exigencia que va más allá… Y aquí voy a aprovechar a decir algo muy importante, porque mira… Yo tengo alta capacidad, pero yo crecí sin información. Entonces, siempre crecí pensando: «Tú tienes una dificultad, que el problema es tuyo». Socialmente, no tengo palabras para decir lo complejo que es la adolescencia. Un día, ya casada, después de hace mucho tiempo, mi marido me hizo el mejor favor que me han hecho nunca.

11:13

Y es que estábamos discutiendo, por supuesto yo tenía razón, desde mi perspectiva, y me sujetó por los hombros y me dijo: «Pero ¿no entiendes que eso solo lo ves tú?». ¡Guau! No lo había visto así nunca. Yo estaba atribuyéndole que él no había hecho las cosas porque era un dejado, porque no eran importantes para él… «Entonces, si tú no has hecho eso y no lo has puesto bien… ¿Por qué no lo has hecho? Pues porque eres un dejado, porque no estás involucrado en el trabajo en equipo, en el cole… ¿Por qué este me ha presentado esto? Si al otro pobre le está pareciendo que es magnífico». Es que mi baremo estaba confundido. Si yo no tengo esa información, estoy juzgando a los demás desde una perspectiva confundida. Estoy siendo injusta, algo que detesto. Entonces, ni yo te comprendo a ti, ni tú me comprendes a mí. De ahí surge que algunos empiecen, en esos momentos, a aislarse, porque sienten mucha soledad y dicen: «No ven el mundo como yo». Entonces, es una percepción sutil que no sabes determinar, pero que estás viendo que las leyes, el patrón por el que se está rigiendo el otro, desde luego, no es como el tuyo. Es muy importante que nadie conceptualice la alta capacidad en un entorno de patología o de dificultades que ya vienen dadas. No es así. La alta capacidad no es una patología, pero si no se atiende, sí puede desarrollar patologías. En este caso, pueden ser desde estados de ansiedad, insomnios crónicos, depresión, aislamiento… Hay patologías que se desarrollan que son consecuencia de mucho tiempo de no comprenderse. Es muy importante detectar muy bien y de manera precoz la alta capacidad, porque cuanto antes tienen la información, más les estamos protegiendo de que tengan un recorrido que no esté ajustado a su necesidad.

13:20
Arantxa. Hola, Jana. Soy Arantxa. Como madre, no sé si me gustaría saber si mi hijo tiene altas capacidades o no, porque no le pongan la etiqueta o por saber que algo le hace mal. ¿Crees que sería conveniente que el niño y la familia conocieran que el niño tiene altas capacidades?

13:39
Jana Martínez. ¿Alguien duda de conocer si su hijo tiene dislexia? ¿Alguien duda de conocer si su hijo tiene déficit de atención o cualquier otra neurodivergencia? Pues la alta capacidad tampoco se puede dudar. Tanto en cuanto algo necesita un tratamiento diferente, tiene que ser conocido cuanto antes. Luego está el cómo tú le digas a tu hijo qué es tener alta capacidad. Si le llevas a confusión, y la propia palabra puede indicar confusión, porque alta capacidad parece que… Pues entonces, el error es educativo de los padres, pero no del conocimiento en sí mismo. Entonces, hay que decirles que ser alta capacidad no significa «ser mejor que» ni «más que». Eso es falso. Pero sí es «ser distinto a». Y desde esa diferencia, enseñarle poquito a poco a gestionarla desde bien pequeño. Entonces, un nivel de frustración tan elevado, como puede llegar a tener una alta capacidad, tiene que saber ser gestionado por la familia y tiene que ser conocido por el propio niño según va creciendo. Por ejemplo, ¿hay alguien que quiera contar su experiencia de cómo ha sido la diferencia de conocer o no que tiene la alta capacidad?

14:52
Chica 1. Yo no sabía lo que me pasaba. Yo estaba en Infantil y yo recuerdo que me frustraba un montón. Y me frustraba tanto que yo decía: «Bueno, pues voy a ir a mi bola y ya está». Y me ponía en la silla de los castigados que había frente a una pared, solo mirando a la pared, a hacer fichas como loca. Y todo el rato a la profesora: «Toma, toma, ya ha hecho todo». Y, claro, ¿qué pasa? Que la profesora no podía atenderme a mí solo. Entonces, cuando se iba al resto, yo me limitaba a ir a por ellos. Me metía ahí debajo de la mesa y les molestaba. Les movía la mesa para que no hicieran las cosas y tal. Y yo recuerdo que ahí fue cuando mi profesora de Infantil, que menos mal que lo dijo, dijo: «Oye, a lo mejor a esto hay que prestarle atención». Y ya llamaron a mis padres… Y en el colegio, fue cuando me empezaron a sacar de la clase para hacerme los test esos. Y yo recuerdo que ese era mi momento favorito del día, porque eran fichas superentretenidas que no eran ni la clase de Plástica ni la clase de Matemáticas ni nada. Era otra cosa. Y a partir de ese momento… Yo no estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando. Yo llegué un día a clase y me dijeron: «Bueno, ¿quieres subir un curso?». Y dije: «Vale». Pero totalmente de forma impulsiva, de la forma de decir: «Bueno, pues claro, porque si aquí no lo estoy pasando bien, pues me voy a otro lado». Y así fue. Y menos mal que luego pude ir a un programa especializado en altas capacidades. Eso yo recuerdo que me ayudó un montón. Y a la vez, bueno, pues luego ya estar en el instituto y que me dieran un espacio donde decir: «Oye, mira, es que tienes esta necesidad y nosotros podemos ayudarte a tener los recursos necesarios». Porque al final, dentro de la alta capacidad, pues es muy variada, pero también como que siempre nos focalizamos en todo lo académico y así. Y también es muy importante focalizarnos también en: «Vale, ¿y entonces en qué otras cosas le podemos ayudar?».

16:43
Jana Martínez. Sí. ¿Imaginas cuál hubiera sido tu recorrido, tu desarrollo, si no hubieras tenido esta información o esta atención?

17:09
Chica 1. Personalmente, yo hubiese acabado desquiciada y frustrada. Y seguramente, no sé si hubiese llegado al fracaso, pero seguramente estaría cercano. Al menos esa parte social, seguramente sí, porque me hubiese quedado sola y aislada. O sea, si no me hubiese llegado esa salvación de decir: «No, es que tu camino es este». No… Me quedo ahí, me bajo del barco.

¿Qué es la alta capacidad? Jana Martínez-Piqueras
17:24
Chica 2. Hola, Jana. Como mamá, si pudiera sospechar en algún momento que algún hijo mío pudiera tener altas capacidades, me preocuparía cómo gestionar este tema desde el punto de vista emocional. ¿Qué pasa con la gestión de la emoción en estos chavales?

17:44
Jana Martínez. Pues mira, hay que tener mucho cuidado con la gestión de la emoción, porque lo tradicional y lo más coherente desde el punto de vista de la psicología, por supuesto, es abordar primero lo emocional, luego lo cognitivo. Pero es que en alta capacidad no funciona así. Un cerebro de alta capacidad que no está correctamente estimulado se deteriora emocionalmente muy rápido. Entonces, en muchos colegios, frenan la parte educativa, porque dicen: «No, primero, vamos a intervenir en esto y luego ya…». No va a funcionar. Tienes que rescatarle del aburrimiento, porque, claro, muchos padres me dicen: «Es que los niños tienen que aprender a aburrirse». Sí, claro, yo estoy de acuerdo, porque hay un punto, pero ¿cuánto? ¿Y durante cuánto tiempo? Hombre, cuando el tiempo ya es excesivo, ya solo deteriora. Entonces, cuando nosotros mandamos a nuestro hijo sabiendo que ya se lo sabe todo, pero como aguanta y es un campeón, pues allí va. Claro, pero es que eso es frágil. El equilibrio en alta capacidad es muy frágil. Lo que está claro es que, como madres, como padres, no se puede compensar solo el deterioro que puede ocurrir si, en la parte educativa, en el centro escolar, no están bien. Aunque luego le llenéis de clases extraescolares que cubran todos sus intereses. Aunque luego en casa sean muy comprendidos. La intervención tiene que ser global. Tiene que ser desde la parte emocional, por supuesto, porque el niño no se encuentra bien, pero inmediatamente tiene que haber medidas educativas. Estos niños… La alta capacidad tiene ley orgánica detrás.

19:28

Es una ley orgánica diseñada para proteger a nuestros menores que se está saltando sistemáticamente sin que a nadie parezca importarle. El cambio tiene que ser social, pero también las instituciones tienen que ayudar a ese cambio, porque si no, están perdidos. Repito, hablamos de un 10 % de la población. Necesita recursos de formación de formación del profesorado, de formación de psicólogos, de formación de pediatras para saber derivar… Tenemos los tres colectivos que tienen que detectarles y que protegerles desinformados. Entonces, es durísimo para el profesorado querer y no saber. Pero, claro, tampoco se les puede pedir a la gente que se forme siempre fuera de las universidades. ¿Que luego te quieres convertir en experto? Oye, fenomenal, pues luego te haces un máster, te haces tal… Pero el conocimiento mínimo, ese tiene que salir de base, porque es lo suficientemente importante y con las consecuencias lo suficientemente graves como para que venga incorporado.

20:29
Juan Diego. Hola, Jana. Me llamo Juan Diego. Una pregunta: ¿los niños con altas capacidades se divierten de la misma forma?

20:36
Jana Martínez. Sí, de alguna manera sí, porque, claro, ¿a ti qué te divierte? Lo que te motiva, lo que te hace sentir bien, donde estás encajado… Entonces, desde esta particularidad que hemos hablado de encajar, pues, por ejemplo, si a un niño le motiva mucho la naturaleza, es muy frecuente ver… De hecho, son muchos casos de niños en el patio del cole, sobre todo, que en lugar de estar jugando al fútbol, pues están… Yo tengo uno que cuenta hormigas. Lleva muchas, ¿eh? Es muy chiquitín, pero es muy gracioso, porque me trae la contabilidad de cada semana. Pero él está mucho más confortable así, diseñando circuitos para las hormigas, que, por ejemplo, jugando al fútbol, que es que no concibe dónde está la gracia. Y con esto, no estoy diciendo que a las altas capacidades no les agraden los deportes o el fútbol. No, no es así. Solo que su amplitud de temas a veces es muy grande y no está encajado en las inquietudes que suelen tener los niños de su clase. Otros, por ejemplo… Los dinosaurios son muy frecuentes, los minerales, que te traen piedras de toda clase y te dicen: «Mira, esto es…». Y además, la conocen y si no, la investigan. Pero lo que es el ocio en casa, pues no son niños de estar viendo documentales y solo la tele y solo leyendo. Ese concepto, quitároslo de la cabeza. Les encanta la Play como a todos. De hecho, por ejemplo, hay juegos que son para visoespaciales que son absolutamente maravillosos. Les encantan también los juegos de mesa. Hay juegos muy divertidos. Al principio, es muy difícil de enseñar los juegos de mesa a un niño con alta capacidad, porque el nivel de frustración es muy grande y, entonces, en cuanto pierden, entran en colapso.

22:23

Pero es algo que los padres tienen que saber y, por eso, tienen que entrenar de manera específica. Porque no es lo mismo para ellos, además, un juego de azar que un juego con lógica, que es donde están muy confortables. Pero hay que encontrar el equilibrio, hay que entrenarlo todo. En los juegos de pensar, está muy a gusto. Entonces, tengo que meter también un poco de azar, porque tengo que enseñarle para la vida y en la vida hay mucho componente de suerte, mucho componente de azar. Si es todo lo contrario, si es muy físico, pues le tengo que también enseñar a estar atento a una tarea a lo mejor conceptual. Todo el rato, a través del juego, se compensa. Y lo que es el ocio en adultos… Esto sí que es bastante importante, porque cuando vas entrando en la adolescencia es cuando tienes más coste en las conversaciones sociales. Recuerdo mucho la anécdota de una chica que había estado en el confinamiento fenomenal y cuando tenía que volver al cole, la niña tenía 15 años, me dijo: «Jana, yo vuelvo al cole, pero es que si tengo que volver a hablar de champús…». Ella estaba horrorizada de visualizarse otra vez en el patio hablando de champús, que era el tema recurrente con sus amigas de 15 años. Tienen que adaptarse también a un tema de conversación en el patio y a un juego que a veces tienen que elegir. Me dicen: «Es que yo no quiero estar solo, pero tampoco quiero hacer lo que están haciendo los otros». Y entonces, tú le dices: «Venga, propón tú algo». Y dice: «No, no, si nadie me sigue». Entonces, elegir entre la soledad o conformarte con lo de siempre, que a ti te está resultando tan rutinario, pues no es fácil.

24:02:00

Entonces, necesitan mucho cambio de conversación, mucho dinamismo. Y, a veces, es sorprendente en adultos cuando están en una conversación y te está interesando muchísimo, pero, de repente, tu cabeza ya ha llegado al final de la conversación. Y no sabes por qué esa conversación, que te tenía a cien y estabas encantado, la verdad, de repente, dices: «Ya me he aburrido, ya me acabo de ir». Pero no estoy juzgando la conversación, no estoy despreciando el tema, solo mi cabeza ya lo ha pulido y no consigo atender más. Entonces, el coste social que tienen las personas con alta capacidad muchas veces es muy elevado. No lo pasan nada bien, pero aprenden a gestionarlo. Y para aprender también hay que darles tiempo, no nos sale a la primera.

¿Qué es la alta capacidad? Jana Martínez-Piqueras
24:50:00
Chica 3. Hola, Jana. Tener una capacidad superior a veces tiene ventajas, pero también supone un reto tanto para la persona que las tiene como para su entorno. ¿Nos podrías contar un poco las dificultades que se encuentran?

25:05:00
Jana Martínez. Bueno, es muy importante ser consciente de que la alta capacidad, desde que abre los ojos hasta que se acuesta, está en formato adaptación casi siempre. Porque te tienes que adaptar a unos tiempos que, por ejemplo, no son los tuyos. Entonces, tú harías las cosas mucho más rápidas, darías menos rodeos y ejecutarías de otra manera. Tienes que adaptarte a unos contenidos, en el caso del cole, que, por ejemplo, ya te sabes casi todos. Con lo cual, estás solo esperando que otros aprendan lo que tú aprendiste cuando te lo han enseñado el otro día, pero no necesitan repetir tanto. Entonces, mientras esos procesos de repetición están ocurriendo en las clases, la alta capacidad está solo en formato: «Aguanto, aguanto». También tienen que adaptarse muchas veces a un ruido, por ejemplo, que les resulta mucho más estridente, porque algunos tienen sobreexcitabilidad sensitiva. Entonces, el tema del ruido es muy caótico. Los olores los perciben con mucho impacto, texturas en la boca o contactos físicos. Tienen que adaptarse también a los estándares, como aquel que dice, de calidad, que a ti te están generando «discomfort», aunque para otros estén bien, porque tú lo hubieras hecho más preciso, a lo mejor, más completo en el trabajo en equipo o en tu puesto de trabajo hubieras perfeccionado eso mucho más. Con lo cual, uno se acuesta agotado, pero es que cuando te acuestas, tienes que convivir con tu cabeza que no se calla, que tiene una sobreexcitabilidad grandísima, cognitiva e imaginativa. Con lo cual, estás luchando porque se calle esto que habla aquí todo el rato. Como me dicen algunos: «¿Cómo hago para callar mi cabeza, Jana?». Esa es la preguntita del millón. Pues es que no se puede callar, tienes que aceptarlo. Entonces, la alta capacidad tiene dos tareas muy importantes que hacer, que realmente lo tenemos todos los seres humanos, que es una la adaptación y otra la aceptación. Es aceptar tu diferencia sin enfrentarte a ella, sin que te suponga un enfado personal de decir: «Yo no quiero ser esto, no quiero tener esto». Entonces, ahí tiene que haber siempre adultos a su lado con conocimiento para comprender qué es lo que está pasando.

27:33:00
Irene. Hola, Jana. Soy Irene, soy maestra también. Me gustaría conocer tu visión de qué tenemos que hacer desde las escuelas y desde las aulas para poder potenciar y acompañar a todos estos niños y niñas.

27:50:00
Jana Martínez. Pues hay un punto que es de conocimiento de cómo son, y digo cómo, no cuánto, que es lo que se busca en las escuelas frecuentemente, y hay otro punto que es de conocimiento de herramientas y de estrategias específicas de la profesión. Entonces, para mí el punto cero es queriendo hacerlo. Esa es parte de la dificultad, como en las escuelas esto se minimiza, se llega a escuchar: «No, es que tengo muchos que atender». Ya, y a este. Entonces, ¿por qué esos muchos sí son tenidos en cuenta y estos otros no? Por eso digo que el primer paso es querer. Luego, desde querer, hay que conocer la idiosincrasia que tienen estas personas, estos niños. Dentro de la idiosincrasia, tienes que tener muy claro cuál es el perfil del niño en el que vas a intervenir. Entonces, desde ese concepto equivocado de que todos los altas capacidades tienen que saber mucho cálculo, tienen que saber cosas que no se les ha enseñado… «¿Que tú no lo sabes? Pero si tienes alta capacidad». Tienen que ser como pequeñitos señores que saben estar en todas partes. Desde ese concepto, se les hace muchísimo daño. El profesor tiene que ser prudente. Cuando un profesor dice en público: «¿Pues tú no eras tan listo? ¿Tú no tenías alta capacidad? Esto deberías hacerlo», ahí está abriendo la puerta a los peores fantasmas, incluso del propio niño, porque el propio niño también ha crecido pensando a veces que tenía que saberlo. Y él sabe que es capaz de saberlo, pero no de esa manera que se le está enseñando. Lo que para unos es buenísimo, como por ejemplo… Pues eso, te explico tal cosa de cálculo y, entonces, ahora haces mucho cálculo para tú conseguirlo.

29:39:00

En el caso de la alta capacidad, cuanto más cálculo se le pone repetitivo, una vez que él ya ha integrado el mecanismo, ya lo único que le lleva es cada vez hacerlo peor, porque ha sobresaturado su sistema y ya ha desconectado del todo. Y lo que empezó resultando curioso, ahora se ha difuminado y solo le genera incluso muchas veces rechazo. Fíjate qué contradicciones. Entrenamos a los niños todo el rato a tener cálculo mental, pero luego cuando se saltan los pasos, se les penaliza. Eso está mal para todos. Pero en el caso de la alta capacidad, por desconocimiento, no se está teniendo en cuenta lo que se llama aprendizaje autorregulado, que lo que hacen es dar saltos intuitivos. Y el profesor les penaliza por no haber puesto unos pasos que en su cabeza no han existido. Entonces, yo tengo muchos niños que me dicen: «Mira, Jana, yo sé que el problema me da 32 y luego me invento operaciones hasta que encuentre un 32. Si la encuentro y cuela, pues me lo he llevado bien, pero si no…». Hay que saber evaluarles muy bien, porque hay muchas respuestas que vienen dadas desde su pensamiento divergente. El pensamiento divergente les lleva a dar respuestas que no son las esperadas, pero eso no implica que estén mal. Si yo las penalizo, estoy censurando su esencia. Estoy censurando, a veces, incluso lo que busco que me enseñe.

31:02:00

Voy a poner un ejemplo. Recuerdo una vez… Estaba yo de profesora y vinieron unos niños de quinto y de sexto, y vinieron superenfadados por una comprensión lectora que les habían puesto. Y entonces, la comprensión lectora hablaba de un señor que se levantaba, iba a trabajar con… O sea, iba en chándal, cogía el autobús, hacía deporte, después se ponía el traje chaqueta y se iba a una reunión. Y entonces, en la pregunta, el profesor le había puesto mal a su respuesta, que era: «¿En qué crees que trabaja este señor?». Y él había puesto: «Futbolista». Y entonces, yo le dije: «Hombre, te has pasado un poquito. Explícame esto». Dice: «Hombre, Jana, está clarísimo. Un futbolista se levanta, va en chándal, se viste… O sea, hace deporte, luego se pone el traje chaqueta para ir con los de su equipo… Y ya cuando vi que la corbata era verde, supe que era del Betis». Luego, él tenía todos los datos, estaba justificado, y le habían penalizado, y estaba enfadadísimo. ¿Y al final ese niño qué aprendió? Pues dijo: «Ya lo he entendido, tengo que contestar lo que quieren que conteste». Tratad con cariño a todos los niños. También a los que os retan, a los que se salen del sistema, a los que están al este de la campana de Gauss… Porque lejos de tenerlo todo, como escucho en los directores de centro, están carentes de muchísimas cosas.

¿Qué es la alta capacidad? Jana Martínez-Piqueras
32:44:00
Gema. Hola, Jana. Soy Gema. Niños, niñas, jóvenes crecen. ¿Qué pasa con las altas capacidades en los adultos?

32:54:00
Jana Martínez. Pues mira, yo creo que… Lo que pasa ahora será diferente, quiero pensar, de lo que pase dentro de 15 años. Porque son muy poquitos los detectados, con lo cual son muy poquitos los que tienen equilibrio interno de saber que lo que les pasa está justificado. Es una pena porque son generaciones que han crecido sin información, pero sí con esa sensación. Entonces, muchos están en una trayectoria de periplos largos de psicólogos, de periplos largos de tratamientos, pero sin el enfoque muchas veces correcto. Es muy bonito cuando vienen a la fundación y vienen buscando ayuda… Enfocar a los adultos a mí es algo que me agrada mucho, quizás, por la empatía, por la igualdad de edad. Animo a todos los adultos que tengan dudas a que se evalúen, porque nunca es tarde para comprenderse. Nunca. Y sientes tanta serenidad de comprender, se te quita el concepto de soledad y, sobre todo, haces las paces con el pasado. Entonces, comprendes un poco tu adolescencia, sigues sin agradarte, siguen estando los mismos fantasmas de siempre, pero ya no es tu culpa. No eres tú que no supiste hacerlo, no eres tú la que no sabías conversar, no eres tú que eras muy exigente… No sé explicarlo, solo sé sentirlo. Y me gustaría que pudierais notarlo. Entonces, hay muchos adultos que sufren mucho porque no tienen el conocimiento personal, porque no se mira en esta dirección, porque parece que solo es para extraterrestres o para Einstein. Claro, todos los adultos te dicen: «Pero yo no soy Einstein». Claro, ni yo tampoco. Pero el mundo está lleno de gente que no es Einstein, Einstein solo hay uno. No solo Einstein tenía alta capacidad, por favor. En un 10 %, Einstein solo hay uno. Aparte que Einstein ya pasó. Tendremos que encontrar los próximos, no sé lo que haréis, pero haréis cosas diferentes. Nunca desde la prepotencia, porque esto tiene que quedar muy claro a lo largo de esta conversación: no hay prepotencia aquí, solo hay una humildad profunda. Porque, además, curiosamente, muy pocos altas capacidades presumirán, porque todos solo son capaces de ver lo que les falta por aprender, no lo que ya saben.

35:31:00
Lara. Hola, Jana. Soy Lara, estudio segundo de la ESO y me gustaría preguntarte si has aprendido algo de estos chicos y chicas con altas capacidades y si hay algún aprendizaje que quieras compartir con nosotros.

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Jana Martínez. A mí me enseñan todos los días, porque es una interacción con mucha gente, gente muy interesante, y me enseñan muchísimas cosas. Desde Vega, con cuatro años, hasta Dora, que tiene 65, que esa es la horquilla con la que interactúo. Aprendes todo el rato porque no solo te deslumbra lo que pueden compartir de conocimiento, que hay chicos que saben muchísimo y comparten muchos datos, a mí me deslumbra continuamente cómo hacen las cosas, cómo llegan a las cosas… Y eso es chulísimo: el saber escuchar su cabeza, porque te cuenta algo diferente a lo que dicen sus palabras. Pero luego hay una cosa que a mí me asombra, y que es con la que yo aprendo muchísimo, y es con la parte emocional. Yo tengo niños muy enfermos y también los tengo muy sanos. Vienen muy enfermos porque se han deteriorado por unas circunstancias que no han sido favorables, pero tengo auténticos superhéroes que han estado en la cama dos años, por ejemplo, y que se levantan y vuelven y retoman su vida y la retoman de manera expansiva y brillante. Acompañar eso, pues solo un necio no aprendería. Pero claro, es que, al lado de esos chicos, que unos vienen muy deteriorados, otros vienen en el principio y puedes rescatarlos y con cariño los posicionas bien. Hay familias… Entonces, yo de cada padre y de cada madre que interactúa con su hijo, me dejan sin palabras.

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Aprendo desde cómo interactúan… Porque también hay muchas cosas que digo: «Mira este qué bien ha hecho esto, me lo quedo». Porque cada uno tiene su conocimiento sobre su hijo, y luego yo lo aplico también, pero también su propia experiencia vital, que son chulísimas de recoger. Pero te enseñan, sobre todo para mí, la resiliencia, el no tirar la toalla. Ese ejercicio de confianza ciega que se hace en el hijo, no porque te necesite solo, sino… Ni porque le quieras, es que no hay confianza porque les queramos, es porque la generan. Es porque sabes dentro de ti que son capaces de ello y te sientes poderoso porque sabes que para que eso ocurra, para que haga esa persona lo que es capaz de hacer, tienes que estar a su lado. Sin condiciones. Pase lo que pase. Y entonces, yo, que tengo mis propios hijos, más todos estos chicos, hay muchas veces que flaqueo y muchas veces es la imagen de una de las madres la que está en mi cabeza y digo: «Si esta puede, yo también». Entonces, aprendo cada segundo de los chicos, de los padres… Me han llevado a tener que formarme un montón, porque en mi deseo de proteger, pues tengo que aprender de leyes, tengo que aprender… Claro, porque si no, no los cuido. Pero tengo que aprender de educación porque si no, no cambio las aulas. Pero tengo que aprender de psicología porque si no, no intervengo…

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Entonces, todo el rato se aprende, como en todos los entornos, pero sí considero que el mío es muy privilegiado por la diversidad que tiene y porque el componente humano es también muy intenso, muy extraordinario. Simplemente, retomo el ejemplo con el que he empezado de las tijeras. Imagínate ese niño con el que hemos empezado, si le hubieran dicho después de todo lo que hemos aprendido hoy en este rato, si a ese niño… Sobre todo os miro a vosotros, a los jóvenes. Le hubieran explicado: «Mira, tú eres zurdo y no pasa nada, necesitas unas tijeras diferentes y, si no te sale bien, no pasa nada porque yo te enseño». Estamos en un programa que se llama ‘Aprendemos Juntos’ y se nos ha olvidado que enseñar no es contar cosas, es garantizarnos que el otro las ha integrado. Unos las integrarán porque se las cuento, otros tendré que enseñárselas, otros tendré que cantar o bailar… Pues a la alta capacidad hay que enseñarle todo eso y, además, su diferencia. Para que cuando corte con tijeras, una de dos, o pide unas tijeras de zurdo o se conforma con haber hecho la birria de recorte sin que le duela. Las dos cosas están bien. Lo único que está mal es que el que haya cortado eso piense que no vale. Desde ahí, no se construye nada.

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Os pido, por favor, que después de esto, miréis con otra perspectiva a la alta capacidad, con una perspectiva más justa, sin expectativas que no sean las de personas que pueden hacer cosas bien y mal. Y, cuando veáis a un chico que está detectado de alta capacidad en el cole, ni le veáis como un superhéroe que vuela ni le veáis como alguien que sabe muchísimo de cálculo… Porque a lo mejor ese superhéroe no sabe de cálculo, a lo mejor ese es el que sabe tocar el violín o es el que… Pero en cálculo suspende y no pasa nada. Necesito que ayudéis de verdad en el cambio, porque el cambio real está en vuestra generación. Y con el deseo, por favor, de acompañarnos en cambiar las cosas, porque un mundo más justo lo queremos todos, pero la justicia no se imparte solo en una dirección, porque, entonces, deja de serlo. Gracias, chicos.