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¿Qué cuentan sobre nosotros las emociones de los animales?

Frans de Waal

¿Qué cuentan sobre nosotros las emociones de los animales?

Frans de Waal

Primatólogo


Creando oportunidades

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Frans de Waal

Doctor en Biología por la Universidad de Utrecht, con especialización en Zoología y Etología, el investigador Frans de Waal lleva más de 40 años estudiando el comportamiento de los primates, para determinar sus similitudes y diferencias con los humanos. Su primer estudio sobre la colonia de chimpancés cautivos más grande del mundo, en el parque zoológico de Arnhem (Países Bajos) en 1975, dio pie a la publicación de su primer libro, ‘Política del chimpancé', en 1982, al que siguieron títulos como ‘Bien natural’, ‘El mono que llevamos dentro’, ‘Primates y Filósofos’, ‘El último abrazo’ o el más reciente, ‘Diferentes. Lo que los primates nos enseñan sobre el género’.

Desde los años 80, cuando se trasladó a Estados Unidos, ha trabajado en varios centros de investigación de primates y amplió su especialización hacia la psicología, convirtiéndose en profesor Charles Howard Candler de Comportamiento de Primates en el Departamento de Psicología de la Universidad de Emory, en Atlanta (Georgia), donde también dirige el Living Links Center, en el Centro Nacional de Investigación de Primates Yerkes. Frans de Waal es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y de la Real Academia de Artes y Ciencias de Países Bajos.

Sus investigaciones le han llevado a la conclusión de que los humanos solo somos simios con elevada inteligencia y lenguaje, pero escasas diferencias respecto a nuestros parientes chimpancés o bonobos. En su trabajo destaca que ni la empatía, cooperación, altruismo o equidad son características exclusivas de los humanos, ni la violencia lo es de los grandes monos. “La gente a veces se olvida de que son animales y son primates. Puede que sean primates muy inteligentes, pero socialmente, emocionalmente, somos primates. No somos muy distintos de un chimpancé o un bonobo. Intelectualmente, tal vez somos algo distintos: tenemos el lenguaje, que es algo muy especial. Pero la forma en que reaccionamos, amar, odiar, tener celos o afectos, todas estas cosas son muy similares a lo que se observa en los primates”, concluye el investigador.


Transcripción

00:10
Edgar Costa. Vamos a hablar de animales y de lo que tienen en común con los humanos. Para eso tenemos al invitado perfecto, Frans de Waal. Muchas gracias por estar aquí en Aprendemos Juntos.

00:18
Frans de Waal. Es un placer.

00:20
Edgar Costa. ¿Qué le hizo decantarse por la etología y la psicología social, y qué impacto tuvieron esas disciplinas en su forma de ver el mundo?

00:28
Frans de Waal. Soy un amante de los animales. Tuve animales desde muy pequeño, sobre todo animales acuáticos. Vivía en los Países Bajos. Gatos, pájaros… Todo tipo de animales. Y por eso quería trabajar con animales, estaba convencido y estudié biología. Mi trabajo con los primates es algo secundario, es una elección posterior que hice. Pero sí quería trabajar con animales. Y siempre me he sentido muy unido a ellos.
Hay muchas personas que se sienten unidas a los animales. Sin duda muchos niños se sienten así. Para mí fue una especie de progresión natural hacia la biología.

01:04
Edgar Costa. Ha mencionado a los primates. Y creo que puede darse fácilmente que miremos a los primates y pensemos: “Vaya, qué parecidos somos”, pero seguro que usted, al haberlos estudiado, puede explicar qué es lo relevante de esas similitudes.

01:16
Frans de Waal. Sí. No es solo que seamos similares, es que somos primates. La gente a veces se olvida de que son animales y son primates. Puede que primates muy inteligentes, pero somos primates. Y creo que la psicología humana… Socialmente, emocionalmente, somos primates. No somos muy distintos de un chimpancé o un bonobo. Intelectualmente, tal vez somos algo distintos. Ciertamente, tenemos el lenguaje, que es algo muy especial. Pero la forma en que reaccionamos, amar, odiar, tener celos o afectos, todas estas cosas son muy similares a lo que se observa en los primates.

¿Qué cuentan sobre nosotros las emociones de los animales? Frans de Waal
01:55
Edgar Costa. Una cosa que podemos observar en la forma en que los primates afrontan el peligro es la cooperación, y cómo puede ser importante para salvar sus vidas. ¿Qué podemos aprender sobre ese comportamiento?

02:09
Frans de Waal. Creo que es importante porque, hace 50 o 40 años, la gente solo hablaba de agresión, competencia y dominancia en primates. Así que tenían una visión muy negativa. Ahora nos fijamos más en la cooperación, la empatía y el altruismo que se ven. Creo que muchos animales sobreviven gracias a la cooperación. Ocurre en delfines, elefantes, lobos, y también en los primates. Muchos animales sobreviven gracias a la cooperación. Dependen unos de otros, lo que significa que necesitan cuidarse entre ellos hasta cierto punto, necesitan resolver conflictos entre ellos. Por eso me interesa mucho cómo lo hacen, cómo resuelven los conflictos. Todo eso es esencial para su supervivencia. Por sí solos no pueden… Hay períodos en la vida de los primates, por ejemplo, cuando se cambian de grupo, se van del grupo donde nacieron a otro grupo… En esos periodos en que están solos, no sobreviven muy bien. Necesitan compañeros, necesitan ayuda, necesitan llamadas de alerta y necesitan apoyo para poder sobrevivir.

03:12
Edgar Costa. ¿Cómo funciona esa cooperación?

03:14
Frans de Waal. La ayuda puede oscilar desde lo más extremo… Por ejemplo, cuando un chimpancé es atacado por un leopardo en un bosque, que es un depredador muy peligroso, otros acudirán para ahuyentar al leopardo, lo cual es muy peligroso para ellos. Pero otro tipo de ayuda es mucho más simple. Pongamos que alguien está herido y los demás tienen que ir más despacio, porque no puede seguir el ritmo de su viaje a través del bosque. O tal vez haya una madre para la que sus hijos pesan mucho, y otro individuo puede ayudar a cargar a las crías. Así que hay todo tipo de formas de ayuda. Lamer las heridas de alguien, cuidar a las crías de alguien, o ayudar políticamente a alguien. Entre los machos hay mucha política. Por lo general, el macho alfa no es alfa por sí solo, tiene apoyos. Tiene amigos o tal vez ciertas hembras que lo ayudan a mantener su posición. Y lo apoyan en las peleas con otros.

04:17
Edgar Costa. Háblenos un poco sobre esa figura, el macho alfa o la hembra alfa. En algunas colonias de primates se observan esos elementos de liderazgo que son…

04:26
Frans de Waal. Sí.

04:27
Edgar Costa. ¿Cómo funciona eso? ¿Quién decide quién es el líder, o cómo aceptan a alguien?

04:32
Frans de Waal. Sí. Deciden el macho alfa por coaliciones. Por eso es un proceso político. En algunos animales, como los pollos, hay un orden jerárquico, y el pollo más grande y agresivo será el jefe.
En los chimpancés, no funciona así. El macho alfa necesita apoyos, porque no puede hacerlo solo. Por eso a veces el macho más pequeño puede ser el macho alfa, porque tiene los mejores seguidores.
Sus seguidores suelen ser otros machos, pero a veces también son hembras. Y lo ayudan a desafiar al macho alfa establecido, y a veces se producen peleas. Las peleas físicas en realidad no son tan comunes, pero desde luego hay enfrentamientos entre ellos.
Ser el macho alfa es una combinación entre fuerza física, por lo que deben ser sanos, y también procesos políticos. Las hembras son un tema muy distinto. También hay hembras alfa en los grupos de primates. Todo grupo de primates tiene una hembra alfa. La edad es una ventaja para las hembras. No así para los machos. Cuando los machos envejecen, los más jóvenes los echan de su puesto. Pero las hembras pueden ser alfa durante mucho tiempo, porque la edad es algo positivo para ellas. Ahí está, por ejemplo, Mama, la hembra alfa de una colonia de chimpancés que fue hembra alfa durante 40 años. Tenía 59 años cuando murió. Ya casi no podía caminar y estaba casi ciega, pero seguía siendo la hembra alfa del grupo. Eso no es posible para un macho, a un macho lo expulsarían mucho antes.

06:11
Edgar Costa. Ha mencionado a Mama. Creo que, en la historia de la etología, ese momento, el reencuentro que tuvo este chimpancé con el biólogo, Jan van Hoff…

06:22
Frans de Waal. Sí.

06:23
Edgar Costa. Fue la última vez que se vieron. Estaba muy enferma. Y ni siquiera lo reconoció al principio. Pero en el momento en que lo hace es precioso. Está cargado de emoción. Háblenos más sobre esa historia.

06:38
Frans de Waal. Sí, ella se estaba muriendo. Y estaba aislada del grupo en ese momento, porque estaba en una jaula durante la noche. Casi nunca entramos en una jaula con un chimpancé adulto. Los chimpancés adultos son mucho más fuertes que nosotros, los machos adultos se consideran cinco veces más fuertes que un hombre y las hembras, tres veces y media más fuertes. Así que no debes entrar a una jaula con un chimpancé adulto. Pero como se estaba muriendo… Y Jan van Hoff, el profesor, la conocía desde hacía 40 años. La conocía desde hacía mucho tiempo, así que él entró con ella. Llegado un punto, se dieron un abrazo, se tocaron y se abrazaron. Y te das cuenta de que Mama en realidad lo está tranquilizando. Mama se llamaba así porque era una figura muy maternal. Y creo que pudo haber notado que el profesor estaba muy nervioso al entrar en su jaula, así que lo tranquilizó. Se puede ver ese movimiento. Lo que me parece interesante de todo ese encuentro es que la gente se emocionó mucho viéndolo. Y lo puedo entender.

07:45

Pero la gente también se sorprendió mucho. Les sorprendió lo humana que es la expresión de un chimpancé, la expresión facial y los gestos de las manos. Y eso me pareció raro, y por eso titulé mi libro ‘El último abrazo de Mama’. Porque llevamos 50 años diciendo que los chimpancés son nuestros parientes más cercanos. Así que ¿por qué les sorprende que sus expresiones y sus rostros sean tan parecidos a los nuestros? Tienen los mismos músculos faciales. El rostro comunica emociones, igual que en nosotros. Básicamente el mismo tipo de emociones que tenemos nosotros. Así que me chocó un poco que la gente se sorprendiera de que fuera tan parecido, porque la vida emocional de un chimpancé es muy similar a la nuestra.

08:30
Edgar Costa. Esas emociones son algo a lo que se dedica. Por ejemplo, en las últimas décadas, hemos apreciado emociones en animales más parecidos a los humanos. Pero recientemente usted empezó a observar emociones en todos los animales, incluyendo invertebrados como pulpos o langostas. ¿Por qué es tan importante ese concepto de emociones? Y también, ¿qué podemos aprender de él?

08:54
Frans de Waal. Lo curioso es que, cuando yo era un estudiante, no nos permitían hablar de las emociones en los animales. Darwin, mucho antes, en el siglo XIX, ya había hablado de las emociones de los animales.
Después hubo un período de aproximadamente un siglo en el que los conductistas, como Skinner y otras personas, dijeron: “No, los animales son como máquinas”. Muy cartesianos. “Los animales son como máquinas”. No se hablaba de emociones. No se hablaba de consciencia. No se hablaba de que piensan. Nada de eso. Y ahora hemos vuelto a una época en la que hablamos de emociones. Y, por supuesto, con animales como los primates, que tienen las mismas expresiones faciales, es muy fácil hacer comparaciones y decir: “Están sintiendo estas emociones”. Pero ahora también hablamos de que los peces tienen emociones, las abejas, hormigas e invertebrados también.
La capacidad de sentir de los animales, es decir, su capacidad de tener experiencias conscientes, ahora se reconoce en muchas especies. Y claro, esto tiene consecuencias éticas, porque la gente no siempre lo tiene en cuenta, pero si hablas de los sentimientos de una langosta, por ejemplo, tal vez necesites tenerlo en cuenta al matar a una langosta. Así que tiene consecuencias éticas y es un gran tema de debate ahora mismo.

¿Qué cuentan sobre nosotros las emociones de los animales? Frans de Waal
10:14
Edgar Costa. Usted despertó polémica cuando empezó a hablar de emociones en los animales, y no solo eso, también de empatía. Es un concepto que entra en juego si hierves a una langosta. Incluso podemos sentir cosas, como cuando antes hablaba de un chimpancé calmando a un humano. Ese tipo de cosas, como la empatía, ¿están en nuestro ADN, o es algo que aprendemos o desarrollamos culturalmente?

10:43
Frans de Waal. Nacemos con empatía. Todos los mamíferos tienen empatía, en el sentido de que son sensibles a las emociones de los demás y les afectan las emociones de los demás. Pero hubo un tiempo en el que los psicólogos no querían hablar de empatía animal. Porque tenían una definición de empatía de muy alto nivel. Pensaban que la empatía es imaginar cómo se siente alguien, que es imaginar su situación, que es algo muy complejo, y no creo que muchos animales hagan eso.
Pero muchos animales son muy sensibles a las emociones. Tu perro es sensible a tus emociones. Y hay experimentos con perros que demuestran que, si te pones a llorar, el perro se acercará a ti y te lamerá la cara o pondrá la cabeza en tu regazo. Muchos animales tienen ese tipo de empatía. Y en chimpancés y bonobos es muy común lo que llamamos “comportamiento de consolación”. Si uno lo está pasando mal y está llorando, otros se acercan, lo abrazan y lo calman. Eso también es un acto de empatía. Así que creemos que la empatía existe en todos los mamíferos. También hay estudios con aves en este momento.

11:46

La empatía está muy extendida, y creemos que evolutivamente apareció con el cuidado materno. Así que, ya sea un ratón o un elefante, si tiene crías, tiene que reaccionar a sus emociones, como cuando tienen frío o hambre. Las hembras tienen que hacer eso. También entra en juego la oxitocina, que es una hormona materna, y hasta cierto punto está relacionada con la empatía, por eso las hembras tienen más empatía que los machos en general. Esto es así en muchas especies, incluyendo la especie humana. Así que la empatía es una característica biológica.

12:21
Edgar Costa. Ha mencionado la diferencia entre machos y hembras. También habla de esto en su último libro. ¿Cómo podemos observar eso en nuestros ancestros primates? Y las diferencias entre macho y hembra, ¿son biológicas o es algo más cultural?

12:41
Frans de Waal. Sí, es muy difícil separar ambas cosas. Hay algunas diferencias biológicas en el comportamiento. Por ejemplo, el comportamiento de juego de las hembras jóvenes en los primates está dirigido a bebés y a muñecas. Si les das muñecas, jugarán con muñecas. En la naturaleza, hacen muñecos con troncos de madera y los cargan a la espalda o en la barriga. Además de en el comportamiento de juego, hay diferencias entre sexos en el comportamiento agresivo.
Los machos son más violentos físicamente que las hembras en muchas especies. Se observan estas diferencias, pero siempre están sujetas también a la cultura. Siempre se pueden transformar, porque somos seres culturales. Y siempre tenemos la capacidad, por ejemplo, de reducir o aumentar la agresividad, lo que queramos en nuestra cultura. Así que esa distinción entre biológico o cultural es muy difícil de hacer. Pero hay ciertas cosas que son universales.
Por ejemplo, antes mencioné la violencia física. En todas las sociedades humanas, si vemos las estadísticas de asesinatos, hay más hombres que asesinan que mujeres. Esa es una característica que compartimos con otros primates, que los machos son más violentos físicamente. Lo cual no significa que no puedas alterar eso culturalmente, se puede reducir o se puede aumentar. Pero tiene un elemento biológico.

14:01
Edgar Costa. ¿Y qué sucede cuando ciertas comunidades están dirigidas por hembras o por machos? Me hace pensar en la historia, en los líderes humanos. Pero también podríamos pensar en los bonobos, que mencionó antes, que son dirigidos por matriarcas, por figuras femeninas fuertes. ¿Cómo es esa sociedad y cuáles son las características de esos líderes en ese caso?

14:22
Frans de Waal. Sí, la gente a veces piensa que el liderazgo es más natural en los hombres que en las mujeres. No estoy de acuerdo con eso, porque en todos los grupos de primates vemos hembras alfa. Siempre hay una hembra de alto rango y a veces son muy poderosas. Por eso creo que hay que distinguir entre dominio físico y poder político. En términos de dominio físico, los machos son más grandes y fuertes. Así que eso es fácil. Pero, por ejemplo, Mama, la chimpancé, que vive en una sociedad dominada por machos, como ocurre con los chimpancés, era muy poderosa y muy importante. Al menos tan poderosa políticamente como el macho más mayor del grupo. Y esos dos, el macho mayor y Mama, eran los que lo decidían todo.

15:10

Los bonobos son distintos, porque están dominados por hembras. Así que tenemos dos parientes cercanos: los chimpancés, dominados por machos, y los bonobos, dominados por hembras. Las hembras no dominan físicamente, son más pequeñas que los machos. Pero colectivamente tienen una sororidad muy fuerte. Se apoyan mutuamente. Y colectivamente han arrebatado el dominio a los machos. Y aun así es… Debo decir que estas jerarquías, las jerarquías sociales, en todas las especies, están segregadas. Hay una jerarquía de machos y hay una jerarquía de hembras. Los machos se preocupan por su posición entre los machos, y las hembras se preocupan por su posición entre las hembras. Pero lo que ocurre entre ambos sexos es muy diferente. No hay mucha competencia entre sexos. Tampoco en la sociedad humana. Creo que la mayoría de la competencia es dentro de cada género, no entre géneros. La gente suele hacer comentarios sobre si es natural que los hombres dominen a las mujeres o no.
No es una pregunta sencilla, y tampoco es una pregunta muy relevante, porque creo que las vidas de hombres y mujeres suelen estar muy segregadas.

16:23
Edgar Costa. En su libro ‘Bien natural’ señala una cosa que suele hacer la gente, que es considerar la violencia en los primates como algo innato, algo instintivo. No sé si los humanos somos violentos por naturaleza. ¿Qué papel tienen la cultura o la biología en esos momentos de violencia?

16:44
Frans de Waal. Bueno, los humanos tenemos la costumbre, en cuanto hacemos algo malo, como un acto de violencia, de compararlo con los animales. Decimos que actuamos como animales. Y cuando hacemos cosas buenas, cuando somos amables y altruistas entre nosotros, entonces lo consideramos humano. Eso es algo que tomamos como propio. Y no lo comparamos tanto con los animales. Pero yo creo que ambas facetas, tanto el comportamiento positivo, el buen comportamiento, como el comportamiento agresivo y competitivo, provienen de nuestros orígenes como primates, y podemos ser ambas cosas. No siempre somos buenos y no siempre somos agresivos. Todo el espectro de comportamiento puede apreciarse en otras especies. Y además tenemos dos parientes cercanos. En los chimpancés, la violencia es bastante habitual. En los bonobos es muy infrecuente. Son criaturas muy pacíficas que mantienen la paz en el grupo. Así que todo ese espectro también está presente en nuestros parientes.

17:44
Edgar Costa. Supongo que ciertas circunstancias pueden provocar ciertos comportamientos. Una cosa interesante que ocurre en esta época es que tenemos acceso constantemente a vídeos de animales, y por algún motivo son una de las cosas más populares que la gente necesita ver.
Y podemos observarlos. Aunque no estemos investigando, los estamos observando. Por ejemplo, hace poco vi uno en el que un oso entra en una jaula en la que hay dos cerdos grandes…

18:11
Frans de Waal. Ah, sí, lo he visto.

18:13
Edgar Costa. Y de pronto los cerdos se defienden y dices: “Vaya”. Si tuvieras que apostar, apostarías por el oso, pero lo que se produce ahí, esos instintos de violencia y de integración, entran en juego todos esos elementos que están en esa naturaleza…

18:30
Frans de Waal. Es muy interesante que tengamos estos vídeos, porque antes, en nuestro campo, el del comportamiento animal, a las personas que salían y volvían con una historia como esta, les decían: “Es solo una anécdota. Solo es una historia curiosa”. Y podría ser verdad o no. Nadie lo sabe. Hoy en día, todos tienen una cámara, porque todos tenemos una en el teléfono. Y ahora la gente graba estas cosas, por lo que son más convincentes. Si vuelvo del campo y digo: “No os voy a contar lo que he visto, sino que os lo voy a enseñar”, se vuelve mucho más convincente. Así que los vídeos nos han ayudado mucho.

19:09
Edgar Costa. La mayoría de las interacciones que tenemos son con mascotas. Por ejemplo, mucha gente ha experimentado que un perro muerda sin querer a su compañero humano y cómo después se siente muy mal por ello. ¿Cómo lidian los animales con las emociones?

19:28
Frans de Waal. Hay un debate sobre si los perros se sienten culpables o no, ya que lo has mencionado. Creo que los perros son capaces de anticipar el castigo. Si llegas a casa y el perro ha hecho algo malo y se esconde bajo la mesa, la gente piensa que se siente culpable, pero yo no lo tengo claro. El perro también anticipa que se ha metido en un lío. Pero al final la diferencia entre sentirte culpable y saber que te has metido en un lío no es tan grande. Los humanos adultos, como muchos políticos, por ejemplo, tampoco muestran muchos sentimientos de culpa salvo que los pillen. Así que los humanos también somos un poco así.

“Nacemos con empatía: es una característica biológica”
20:11
Edgar Costa. Los humanos expresamos muy claramente si tenemos miedo, por ejemplo, por cómo respondemos con nuestras expresiones faciales. ¿Qué ocurre con los animales? ¿Lidian con sus emociones de otra forma o…?

20:26
Frans de Waal. Hay una cosa interesante. Cuando los humanos tenemos miedo, se dice que tenemos los pies fríos. Y hay un equipo que lo ha demostrado poniendo a gente en situaciones de miedo, como entre escorpiones o en aviones girando en barrena. Y sí, la temperatura de tus pies baja. Tus pies se enfrían cuando tienes miedo. Si experimentas con el miedo en ratas, haciéndoles oler un gato, por ejemplo, que es algo que les da miedo, sus patas y su coxis se enfrían. Lo que ocurre con el miedo es que, cuando lo experimentas, se te va la sangre de las extremidades, porque se utiliza para la acción, como correr o esconderse. Así que la respuesta al miedo en todos los mamíferos es básicamente la misma fisiológicamente, y es probable que también neurológicamente, porque la amígdala está involucrada.
La reacción del miedo, que es probablemente la respuesta emocional más antigua, porque el miedo es una emoción crucial presente en todos los animales, es muy similar en todos los casos.

21:33
Edgar Costa. ¿Ha observado alguna característica que podemos aprender? ¿Analizar la biología o la primatología puede ayudarnos a ser un poco más compasivos o mitigar nuestra forma de enfrentarnos a los conflictos?

21:52
Frans de Waal. No sé si puedo dar consejos primatológicos sobre cómo lidiar con tu vida. Pero es cierto que, por ejemplo, la reconciliación es un proceso muy común en los primates. Tras una pelea, los chimpancés se besan y se abrazan, reparan su relación y luego se acicalan. Los bonobos lo hacen sexualmente, se aparean después de una pelea. Esto se ha estudiado en muchas especies, todos los animales tienen formas de reparar las relaciones. Y eso demuestra lo importante que son para ellos las relaciones sociales. Es imposible evitar las peleas. Es un poco como en una familia numerosa. Yo soy de familia numerosa. En una familia numerosa hay muchas peleas y reconciliaciones. Es necesario o se vendrían abajo.

22:42
Edgar Costa. ¿Qué tipo de anécdotas ha visto en su trabajo? Anécdotas que hagan pensar a la gente.

22:49
Frans de Waal. La reacción a la muerte es interesante. En primer lugar, muchos animales que sienten afecto, ya sea entre ellos o hacia los humanos, reaccionan ante la muerte. Por ejemplo, un perro puede tumbarse junto a la tumba de su amo durante el resto de su vida. Eso ha ocurrido. Y hay afecto, existe un sentimiento de pérdida cuando alguien muere. Por ejemplo, si un chimpancé muere en una colonia, no comen durante un par de días y están completamente en silencio, lo cual es muy poco habitual en los chimpancés. Lo hacen durante un par de días y están muy afectados. También hubo un caso hace poco de una hembra que estaba embarazada y tuvo un aborto espontáneo. Y fue interesante, porque todos los demás chimpancés la abrazaron, la besaron y se quedaron con ella. Y la trataron así durante casi un mes. Fueron muy cuidadosos y muy amables con ella. Es casi como si supieran que había pasado algo horrible, como si fueran conscientes del aborto y estuvieran reaccionando a ello. Son muy sensibles a estas cosas. Creo que muchos animales, incluyendo a los elefantes, simios, delfines, etc., entienden la muerte de otro individuo.
Saben que es un cambio irreversible. Por eso reaccionan de forma tan intensa.

24:13
Edgar Costa. Es muy normal que a los niños les encanten los animales. Y a veces hay una progresión. Empiezan con el gato y el perro, los animales de granja, y luego los dinosaurios, pero en nuestra infancia siempre nos fascinan los animales, y quizá es algo que perdemos con el tiempo.

24:30
Frans de Waal. Yo diría que la mitad de la gente lo pierde. Nunca he conocido a niños a los que no les gusten los animales o a los que no les interesen. Duermen con animales de peluche. Creo que todos los niños consideran a los animales como semejantes. No piensan que son superiores a un perro o un caballo. No, no son superiores. Y cuando los niños llegan a la pubertad, la sociedad los adoctrina y les dice que son humanos, que son diferentes. “Los animales no son humanos, nosotros somos humanos”. Así que los adoctrinan diciéndoles que son diferentes. Creo que la mitad de ellos se convencen de eso y se convierten en personas a los que no les importan los animales. Les da igual. Y mucha gente, como con la que me encuentro sin parar cuando visito, por ejemplo, a los cuidadores de un zoo o a científicos que trabajan con animales… Mucha gente mantiene ese interés por los animales y no necesariamente se considera superior.

25:30

Es peligroso porque separa a los humanos de la naturaleza. “Somos humanos, somos los amos del universo, y ahí está la naturaleza”. Ha hecho mucho daño. Si te fijas en la crisis climática y en la crisis de la COVID, vienen de esa actitud de que no somos parte de la naturaleza, de que estamos fuera. Podemos hacer lo que queramos con el mundo, podemos echar a perder los océanos, podemos contaminar el medio ambiente, podemos matar animales en masa, exterminar animales, y no pasa nada porque somos los jefes del universo. Y esa actitud se nos ha vuelto en nuestra contra. Ahora tenemos la crisis climática como resultado. Lo mismo con la crisis de la COVID, por pensar que no pasa nada por comer cualquier cosa que queramos. La crisis del COVID es un pequeño virus que ha paralizado la economía mundial. Y nos demuestra que somos animales viviendo entre otros animales. Creo que la actitud de la gente que piensa que no forma parte de la naturaleza y que es algo más que un animal es una actitud destructiva y los filósofos tendrán que hacer algo para cambiarlo. Y, por supuesto, muchos lo hacen. Muchos filósofos en este momento están escribiendo sobre los vínculos entre humanos y animales y nuestro lugar en relación al resto de la naturaleza.
Ahora hay muchos filósofos interesados ​​en ese tema.

26:54
Edgar Costa. Supongo que todos podemos aplicarlo y ser un poco más humildes.
Y hablando de educación, cuando aplicas comportamientos animales a los niños o a nosotros como adultos en nuestra forma de aprender, podemos…

27:09
Frans de Waal. Los humanos tienen muchas ganas de diferenciarse del resto. De decir: “Solo nosotros podemos hacer esto o aquello”. Es cierto, los humanos somos animales especiales, pero los elefantes también son animales especiales. No tengo claro que seamos tan especiales. Y considero que los humanos somos básicamente animales. Y hemos tenido mucho éxito. Aunque no somos necesariamente la especie dominante. Hace poco se hizo un censo de hormigas. ¿Cuántas hormigas hay en el mundo? Creo que contaron 24 cuatrillones de hormigas, lo que significa que claramente hay más hormigas que humanos en el mundo, pero también en términos de biomasa, por lo que quizás sean más importantes que los humanos en este mundo.
Los gusanos son otro caso. Hay muchos más gusanos en el mundo, con una biomasa mayor que los humanos. Los humanos son una fuerza dominante en este momento en el mundo. Pero si mañana desaparecen los humanos, si desaparecen todos de la Tierra, la naturaleza continuará sin más y, un millón de años después, no habrá ni rastro de su existencia. Todo nuestro rastro habrá desaparecido.

28:22
Edgar Costa. Seguro que podríamos ser mejores personas si conectamos mejor con todo lo que nos rodea. Y te damos muchas gracias, Frans de Waal, por tu tiempo y por hacer que estos temas sean tan atractivos para seguir investigando.

28:37
Frans de Waal. Gracias.