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La educación y el viaje de la humanidad hacia la diversidad

Oded Galor

La educación y el viaje de la humanidad hacia la diversidad

Oded Galor

Economista e investigador


Creando oportunidades

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Oded Galor

El economista Oded Galor lleva más de tres décadas investigando el por qué de las diferencias en el crecimiento económico y la desigualdad en el mundo. Profesor en la Universidad de Brown, en Estados Unidos, y fundador de la teoría del crecimiento unificado, Galor ha sido pionero en desarrollar una hipótesis sobre el impacto de la diversidad, la educación y la economía en los diferentes ritmos de crecimiento. Ha trabajado en universidades y centros de estudio como el Centre for Economic Policy Research en el Reino Unido, la Universidad de Tel-Aviv, el Departamento de Economía de la Universidad Hebrea, la Universidad de Poznań y comparte su conocimiento como editor jefe del Journal of Economic Growth, el Journal of Population Economics y coeditor de Macroeconomic Dynamics.
En su reciente libro ‘El viaje de la humanidad’ descubre en la Prehistoria los orígenes del diferente reparto de la riqueza en el mundo. “El misterio del crecimiento indaga sobre qué hizo que las sociedades sufriesen una transformación drástica del nivel de vida en los últimos doscientos años tras cientos de miles de años de estancamiento. Y el misterio de la desigualdad indaga en el origen de la desigualdad por todo el mundo. ¿Por qué algunos países son ricos y otros pobres? ¿Por qué vemos esa diferencia en el nivel de vida que tuvo lugar en los últimos doscientos años?”, platea el profesor Galor. En su opinión, el avance de la tecnología, los recursos destinados a mejorar la educación de los hijos, instituciones democtráticas, intercambio económico y diversidad influyen e influirán en la prosperidad de los países.


Transcripción

00:12
Oded Galor. Soy Oded Galor. Soy un científico interdisciplinar especializado en el campo del crecimiento económico, la macrohistoria, la evolución cultural, y el campo matemático de los sistemas dinámicos. Hace poco publiqué un libro: ‘El viaje de la humanidad. El big bang de las civilizaciones: el misterio del crecimiento y la desigualdad’, en el que comparto ideas que recogí durante tres décadas de investigación sobre los orígenes de la riqueza y la desigualdad en el mundo.

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Borja Santos. Profesor Galor, muchas gracias por conceder esta entrevista a ‘Aprendemos juntos’. Soy Borja Santos, y es un placer que hablemos sobre crecimiento, desigualdad, educación y futuro. Me gustaría empezar por saber más sobre usted y por qué te dedicas a investigar sobre la desigualdad en la actualidad.

01:14
Oded Galor. Pues, a grandes rasgos, soy un investigador interdisciplinar especializado en los campos del crecimiento económico, la macrohistoria, la evolución cultural, la demografía y el campo matemático de los sistemas dinámicos. Nací y me crie en Jerusalén y, para sorpresa de nadie, dada la inevitable presencia de la historia en la vida cotidiana de la ciudad, desarrollé una afinidad por la comprensión de las raíces del comportamiento humano y el origen de la religiosidad, la etnicidad y, en definitiva, la prosperidad humana. A lo largo de mi carrera académica, fui interesándome cada vez más por el estudio de las raíces de la desigualdad en y entre naciones. Esto me fue orientando progresivamente al campo del crecimiento económico que nos permite entender mejor este proceso. Pero en el transcurso, desarrollé una pasión y una curiosidad por el campo matemático de los sistemas dinámicos y la teoría de bifurcaciones. Y durante ese proceso, gané mucha experiencia que me permitió entender cómo las condiciones iniciales influyen en el comportamiento de cualquier sistema, ya sea matemático o económico.

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Y, en última instancia, esta experiencia me permitió desarrollar la teoría unificada del crecimiento que aclara los grandes misterios del viaje de la humanidad desde la aparición del ‘Homo sapiens’ en África hace trescientos mil años. De hecho, ‘El viaje de la humanidad’, el famoso libro de ciencias que publiqué hace poco, es un intento de compartir esta sabiduría o compartir estas ideas con el público general.

La educación y el viaje de la humanidad hacia la diversidad. Oded Galor
03:21
Borja Santos. En su último libro, ‘El viaje de la humanidad’, explora el viaje de las sociedades humanas desde el ‘Homo sapiens’. Plantea dos misterios: el misterio del crecimiento y el misterio de la desigualdad. ¿Cómo funcionan esos misterios?

03:38
Oded Galor. Así es. El libro que acabo de publicar, ‘El viaje de la humanidad’, explora la evolución de las sociedades humanas desde la aparición del ‘Homo sapiens’ en África hace casi trescientos mil años. A grandes rasgos, los dos misterios principales que caracterizan el viaje son el misterio del crecimiento y el misterio de la desigualdad. El misterio del crecimiento indaga sobre qué hizo que las sociedades sufriesen una transformación drástica del nivel de vida en los últimos doscientos años tras cientos de miles de años de estancamiento. Y el misterio de la desigualdad indaga en el origen de la desigualdad por todo el mundo. ¿Por qué algunos países son ricos y otros pobres? ¿Por qué vemos esa diferencia en el nivel de vida que tuvo lugar en los últimos doscientos años? Durante casi toda la historia de la humanidad, las sociedades vivieron en un estado de estancamiento. Algunos lo definimos como un estado de estancamiento maltusiano. Es un período en el que el progreso tecnológico, en gran medida, se traduce en más gente en lugar de gente más rica. Durante este período, con el avance de la tecnología, los recursos se expandieron temporalmente y los padres pudieron mejorar el bienestar de su hijos a la vez que mantenían a más hijos. Pero pasado un tiempo, debido a la expansión de la población, los recursos por persona volvieron a su posición de equilibrio y no cambió el nivel de vida en ese momento.

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Así, en un período de trescientos mil años, el noventa y nueve coma nueve por ciento de la existencia humana, vemos que la renta per cápita fluctúa sin evolución rozando el nivel de consumo de subsistencia. A grandes rasgos, podemos definir este período como un período en el que la vida humana es desagradable, brutal y corta, como sugiere Hobbes. La vida humana no difiere mucho de la vida de otras especies en ese período. A los humanos les preocupa sobrevivir y reproducirse. El nivel de vida roza la subsistencia. Y apenas hay diferencias en las condiciones de vida en el tiempo y el espacio. Para ilustrarlo, hace pocos siglos, un cuarto de los recién nacidos no llegaba a cumplir un año. De los que sí, la mitad no llegaba a edad reproductiva. Es más, hace apenas unos siglos, la esperanza de vida fluctuaba en un rango muy limitado entre los veinticinco y los cuarenta años y rara vez se superaban los cuarenta. Además, muchas mujeres morían en el parto en esa época. Y lo que es más sorprendente, hace unos siglos, las crisis económicas no exigían apretarse el cinturón, sino que daban pie a hambruna e incluso la extinción, en algunos casos.

07:14

Pero en los últimos doscientos años, se produce una transformación asombrosa en el nivel de vida mundial. Presenciamos una metamorfosis enorme en la vida de los humanos en la Tierra. La renta per cápita en el mundo entero se multiplica por catorce. La esperanza de vida se duplica y las condiciones de vida en el mundo empiezan a diferir de un lugar a otro. A grandes rasgos, ese es el misterio del crecimiento. ¿Qué dio pie a ese cambio drástico del nivel de vida en los últimos doscientos años tras trescientos mil años de estancamiento? Curiosamente, en el paso del estancamiento al crecimiento las sociedades del mundo despegan en distintos momentos. Algunas sociedades, notablemente las europeas occidentales y sus descendientes norteamericanas, despegaron temprano, hace doscientos años. Otras sociedades se quedaron rezagadas y despegaron bien entrado el siglo veinte. Como este despegue está relacionado con el incremento por catorce de la renta per cápita, surge una brecha enorme en la economía mundial. De hecho, gran parte de la desigualdad que vemos hoy en día en el mundo se originó por el hecho de que algunas sociedades pasaron del estancamiento al crecimiento mucho antes que otras. Ese es el misterio de la desigualdad. ¿Cuál es el origen de la tremenda desigualdad del nivel de vida en el mundo hoy en día? ¿Por qué hay sociedades ricas y otras pobres? ¿Qué propició esa divergencia abismal en el nivel de vida en los últimos doscientos años?

09:18
Borja Santos. Profesor, para ilustrar la transformación del nivel de vida que tuvo lugar en los últimos dos siglos, usted lleva a cabo un experimento muy interesante. Plantea que los habitantes de Jerusalén de hace dos mil años pudieran viajar en una máquina del tiempo y de repente vivieran en la era otomana y luego viajar a la actualidad. ¿Qué podemos observar en este viaje imaginario?

09:49
Oded Galor. Para entender la gran metamorfosis que sufrió el nivel de vida en los últimos doscientos años, presento el siguiente experimento social. Propongo que pensemos en los habitantes de Jerusalén en la época de Jesús. Hace dos mil años. El Jerusalén romano. Supongamos que metemos a esa gente en una máquina del tiempo y viajan mil ochocientos años al futuro al Jerusalén bajo mando otomano a principios del siglo diecinueve. A pesar de dar un salto tan grande en el tiempo relativo a la humanidad, un salto de casi dos mil años, esa gente podrá adaptarse de inmediato a las nuevas condiciones económicas. Es más, sus conocimientos previos serán de provecho. La tecnología apenas habría sufrido mejoras y los individuos podrían adaptarse de inmediato al nuevo entorno tecnológico. Las profesiones requerirían habilidades muy parecidas. La esperanza de vida sería la misma y por ello no haría falta adaptarse a situaciones con una visión de futuro. Ahora, vamos a pensar en los habitantes de Jerusalén pero en el período otomano, a principios del siglo diecinueve. Los metemos en la máquina del tiempo y viajamos solo doscientos años al futuro. Del Jerusalén del siglo diecinueve al Jerusalén del siglo veintiuno. Es un salto bastante modesto, solo son doscientos años.

11:35

A pesar de dar un salto modesto con la máquina del tiempo, esa gente estaría perdida y desubicada. Estarían destrozados. Sus conocimientos previos estarían obsoletos, las nuevas tecnologías les parecerían brujería, las profesiones requerirían habilidades incomprensibles y la esperanza de vida se habría duplicado al instante. Necesitarían cambiar de mentalidad a una mentalidad con visión de futuro. Una mentalidad que tome decisiones sobre educación, sobre ahorro, sobre inversiones, sobre el ciclo de la vida. Es decir, en el contexto de los últimos doscientos años, ha habido un cambio drástico en el entorno que haría que la gente de hace doscientos años se perdiese en el entorno actual. O de cualquier otra época de la historia. Si traes a alguien de hace dos mil años a hace doscientos años, esa persona se adaptará al instante. Esto nos demuestra lo drástica que ha sido la transformación que ha sufrido el nivel de vida en los últimos doscientos años. Es muy importante entender, al contrario de lo que expone la idea convencional extendida por escritores de importantes libros de ciencias, que, en realidad, las condiciones de vida no han mejorado progresivamente desde la Revolución Agrícola hace doce mil años. De hecho, no hubo cambios en el nivel de vida durante casi toda la historia y ha sido recientemente cuando se ha dado esta metamorfosis brutal en las condiciones de vida.

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Y es muy importante recalcarlo porque nos sugiere que para entender el misterio del crecimiento y para entender el misterio de la desigualdad tenemos que entender mejor cómo las condiciones de origen, las condiciones presentes en el pasado lejano, influyeron en la evolución de las sociedades y su capacidad de pasar del estancamiento al crecimiento y cómo influyeron en última instancia en el nivel de desigualdad tal como lo vemos en el mundo en la actualidad.

La educación y el viaje de la humanidad hacia la diversidad. Oded Galor
14:01
Borja Santos. Entonces, usted ha trazado el viaje del hombre
desde el ‘Homo sapiens’ hasta la actualidad. ¿Por qué hay que
remontarse hasta la prehistoria para entender la desigualdad en la
sociedad actual?

14:14
Oded Galor. Es una pregunta muy interesante. Evidentemente, vivimos en el presente y queremos entender la desigualdad que se da en el mundo actual. Gran parte de la desigualdad que vemos hoy en el mundo tiene que ver con la diferencia de ritmos de transición del estancamiento al crecimiento de cada país y cada región del mundo. Durante esa transición, vemos una divergencia abismal entre la riqueza de las naciones con el consiguiente aumento de la desigualdad en el mundo. Si queremos entender la desigualdad actual, hay que remontarse, al menos, hasta principios del siglo diecinueve y preguntarse por qué razón unas sociedades despegan antes que otras. Naturalmente, esto nos hará retroceder más aún en la historia de la humanidad porque implicaría que esas sociedades que despegaron antes tenían ciertas condiciones, características institucionales, características culturales, legado geográfico y características sociales que propiciaron que se produjese esa transición. Pero muchas de esas características se formaron en un pasado lejano. La lección principal de ‘El viaje de la humanidad’ es que gran parte de la desigualdad mundial actual se originó por fuerzas que intervinieron hace cientos de años, miles de años e incluso decenas de miles de años.

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Intentemos entender ese proceso. Si pensamos en el proceso de desarrollo, podemos identificar tres fases fundamentales de desarrollo. La primera es la época maltusiana. Esto abarca el noventa y nueve coma nueve por ciento de la existencia de la humanidad. La época maltusiana viene seguida de lo que conocemos como régimen postmaltusiano. Un despegue temprano que se caracteriza por el vínculo maltusiano entre recursos y crecimiento de población. Y por último, recientemente, en el período posterior a mil ochocientos setenta, en las sociedades más desarrolladas del mundo, vemos la transición al régimen de crecimiento moderno. Durante gran parte de la existencia humana, el noventa y nueve coma nueve por ciento de la existencia de la humanidad, las sociedades están en un estado de estancamiento maltusiano. La época maltusiana se caracteriza por dualismos muy interesantes. Por un lado, hay un estancamiento del nivel de vida, como demuestran la renta per cápita y la esperanza de vida. Pero, por otro lado, hay un dinamismo en cuanto a la población, la tecnología y la adaptación humana. De hecho, estas tres fuerzas, o estas tres ruedas de cambio, son las que dictan la evolución de la sociedad del estancamiento al crecimiento y determinan, en gran medida, la desigualdad que vemos hoy en el mundo. Para entender la desigualdad actual tenemos que poner la vista atrás y preguntarnos qué fuerzas dictaron la evolución de las sociedades a lo largo de la historia y por qué esas ruedas de cambio intervinieron a distinta velocidad en distintos puntos del mundo.

17:47

¿Por qué en algunas sociedades las ruedas de cambio fueron rápidas y propiciaron la transición a principios del siglo diecinueve mientras que la velocidad de esas ruedas de cambio en otras regiones del mundo fue mucho más lenta? Piensa en la humanidad. La humanidad empezó en África hace trescientos mil años. El ‘Homo sapiens’ surgió en África hace trescientos mil años. El tamaño de la población mundial era bastante limitado en aquella época. La población mundial de entonces tenía una herramienta valiosísima: el cerebro humano. El cerebro humano le permite a la humanidad en África ser innovadora. Y esa innovación permite que las sociedades desarrollen herramientas cada vez mejores. El ritmo del progreso tecnológico no era como el que tenemos ahora. Estamos hablando de tecnologías líticas, con piedras. Y una herramienta de piedra reemplaza a otra de piedra. El salto de una herramienta a otra no es demasiado grande, pero, aun así, se está dando el progreso. Es un progreso lento, y puede parecer casi insignificante, pero durante un período de más de trescientos mil años, permite pasar de la tecnología lítica a las máquinas de vapor en los albores de la Revolución Industrial. Además, cuando la tecnología se está expandiendo, cuando las herramientas de las que se disponen son mejores, pueden ayudar a más gente. ¿Por qué importa eso? Porque a mayor población, mayor número de innovadores potenciales, mayor demanda de innovación y, por ende, mayor velocidad de progreso.

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Pero es que, además, cuando la tecnología avanza, requiere una adaptación de la sociedad humana al entorno tecnológico, una adaptación cultural y demás. Esas tres ruedas de cambio se retroalimentan a lo largo de la historia. Empezamos con una población mundial modesta hace trescientos mil años que contribuye al progreso tecnológico, el progreso tecnológico propicia un aumento de población, el aumento de población acelera el progreso tecnológico y esas ruedas de cambio van cada vez más y más rápido. Entonces, llega un momento en la historia de la humanidad en que hay un punto de inflexión. El entorno tecnológico evoluciona tan rápido que para sobrellevar ese entorno tecnológico los individuos tienen que invertir en la educación de sus hijos. La educación se vuelve esencial para que los individuos puedan navegar el entorno tecnológico. Esa inversión en educación no es gratuita. Requiere recursos. Para empezar, los padres llevan una vida modesta que roza el nivel de subsistencia y para poder invertir en la educación de sus hijos tienen que ahorrar en otros aspectos. Y los aspectos en los que ahorran es el número de hijos. Es decir, invierten en el capital humano de sus hijos, en la educación de sus hijos, pero a costa del número de hijos. Esto es crítico porque marca el inicio transición demográfica: el rápido descenso en la natalidad. Un descenso de casi el cincuenta por ciento de la natalidad en un rango de cuarenta o cincuenta años entre mil ochocientos setenta y mil novecientos veinte en las sociedades más desarrolladas del mundo.

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¿Por qué es tan importante? Porque el efecto de contrapeso de la población ya no se produce y ahora cuando la tecnología avanza no la consume tanta gente, lo que permite que las sociedades gocen de mayor prosperidad. A grandes rasgos, esa es la resolución del misterio del crecimiento. En el transcurso de la historia, las ruedas de cambio intervienen. En un momento dado, llegan a un punto de inflexión tras el cual, para seguirle el ritmo al entorno tecnológico cambiante, los individuos deben invertir en la educación de sus hijos. Esa inversión se lleva a cabo a costa del número de hijos y, cuando la población desciende, el crecimiento queda liberado del contrapeso de la población y el progreso tecnológico, la formación del capital humano y el descenso de la natalidad, y esas tres fuerzas permiten que el mundo navegue hacia el régimen de crecimiento sostenido. Pero, curiosamente, como decía antes, no todas las sociedades despegan a la vez. Algunas despegan antes que otras y, como consecuencia, se produce una divergencia abismal en la economía mundial.

23:09
Borja Santos. Ahora me gustaría preguntarle por una de sus ideas más famosas: la teoría unificada del crecimiento. Si tuviera que explicarle esta teoría a un adolescente de forma sencilla, ¿qué le diría?

23:24
Oded Galor. La teoría unificada del crecimiento es un intento de capturar el proceso del desarrollo al completo para entender el proceso de crecimiento desde la aparición del ‘Homo sapiens’ en África hace trescientos mil años hasta la actualidad. Ahora bien, es una tarea complicada porque no se trata solo del hecho de que sea un período de trescientos mil años, sino porque este período se caracteriza por tres regímenes distintos: la época maltusiana, el régimen postmaltusiano y el régimen de crecimiento moderno. Antes de desarrollar la teoría unificada del crecimiento, teníamos teorías separadas: una para explicar el desarrollo económico en el régimen crecimiento moderno, otra para explicar el desarrollo económico durante la época maltusiana, pero no había una teoría que permitiese relacionar el proceso de desarrollo al completo. No es una mera cuestión de completar la teoría, sino de la esencia de entender el proceso de crecimiento. Para entender la desigualdad mundial actual hay que entender por qué algunas sociedades pudieron despegar de la época maltusiana antes que otras. Hay que entender por qué se da el caso de que algunas sociedades despeguen a principios del siglo diecinueve, mientras que otras lo hacen a finales del siglo veinte. Esto requiere una teoría unificada porque requiere relacionar la intervención de las fuerzas que intervenían en la época maltusiana y las que intervienen hoy en día.

25:12

La teoría unificada del crecimiento pretende descubrir esas ruedas de cambio, es decir, las fuerzas que intervinieron en la época maltusiana y generaron una época de estancamiento, un estancamiento del nivel de vida durante el noventa y nueve coma nueve por ciento de la existencia humana, pero que, sin embargo, acabó contribuyendo al paso del estancamiento al crecimiento. La belleza y el ingenio de la teoría unificada del crecimiento es vincular esos regímenes. Ahora bien, eso conlleva una dificultad matemática enorme que es cómo modelar una fuga en un equilibrio aparentemente estable que perduró casi toda la historia humana. ¿Cómo se explicaría un despegue desde un agujero negro? ¿Cómo se escapa de un agujero negro? El ingenio que se presenta en la teoría unificada del crecimiento se basa en un enfoque de la teoría de bifurcaciones que sugiere que la transición del estancamiento al crecimiento se asocia en gran medida a una fase transitoria, es decir, con un cambio drástico en la estructura de la economía una vez se alcanza el punto de inflexión. Cuando el progreso tecnológico alcanza un punto crítico pasado el cual la educación se vuelve esencial para seguirle el ritmo al entorno tecnológico cambiante, la natalidad se resiente, el equilibrio maltusiano se rompe y desaparece y el mundo se dirige a un nuevo equilibrio. Permíteme ilustrarlo con una metáfora muy sencilla que nos es familiar a todos.

27:03

Piensa en una acción tan cotidiana como poner agua a hervir con una tetera en el fuego. Decides hacerte un té en un momento dado del día, pones la tetera con agua en el fuego y lo enciendes. Al principio no pasa gran cosa, el agua está tranquila bastante tiempo, pero conforme aumenta la temperatura del agua, vemos movimiento en las moléculas de agua hasta que llegamos al punto crítico, al punto de inflexión de cien grados, y vemos la fase transitoria de líquido a gas. Lo mismo ocurre con la historia de la humanidad. Vemos las ruedas de cambio rotando a lo largo de la historia, vemos que el ritmo del progreso tecnológico se acelera cada vez más y más y más, pero no influye en la inversión en educación en un período de más de trescientos mil años. De repente alcanzamos un punto de inflexión en el que el entorno tecnológico interviene tan rápido que para poder seguirle el ritmo a ese entorno tecnológico cambiante los padres tienen que educar a sus hijos. Ese proceso da lugar a la fase transitoria en la que se resiente la natalidad y el equilibrio previo, el maltusiano, se esfuma sin más. Como digo, esto se basa en la idea matemática de la teoría de bifurcaciones que demuestra que los cambios en los parámetros pueden dar lugar a un cambio drástico en la estructura equilibrada de los sistemas complejos. Pero lo curioso es que esta metáfora nos explica muy bien también el misterio de desigualdad.

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Vuelve a pensar en hervir el agua. Cuando el agua rompe a hervir ves que algunas moléculas pasan de líquido a gas antes que otras. Igual que en la economía mundial. Algunas sociedades despegan antes que otras. Y a raíz de eso hay una brecha abismal en la economía mundial. Igual que hay una brecha enorme entre las moléculas de gas y las que siguen en la tetera en forma líquida. ¿Por qué es importante esto? Porque sugiere que hay dos elementos importantes que determinan qué sociedades avanzarán más rápido que otras. En el caso de la tetera, depende de dónde la coloques. Si la pones en un rincón, puede que la conversión tarde más en producirse, por lo que la geografía de la tetera importa y mucho. También hay elementos aleatorios. Algunas moléculas de agua tienen más suerte que otras y se transforman antes que otras, al igual que algunas sociedades tienen más suerte y se transforman antes que otras. Como decía, la teoría unificada del crecimiento es una teoría ingeniosa que nos permite entender el paso del estancamiento al crecimiento gracias a las ideas de la teoría de bifurcaciones.

La educación y el viaje de la humanidad hacia la diversidad. Oded Galor
30:24
Borja Santos. Los últimos doscientos años han sido un terremoto para la civilización. ¿Cómo explica el big bang de nuestra civilización?

30:33
Oded Galor. Cuando pensamos en la desigualdad que vemos hoy, gran parte tuvo lugar en los últimos doscientos años. Si pensamos en la renta per cápita y la brecha de la renta per cápita de hace doscientos años, la región más rica del mundo era tres veces más rica que la más pobre, pero en el mundo actual es como quince veces más rica, veinte veces más rica e incluso hasta cien veces más rica, dependiendo de cómo definamos las regiones. Como decía, el grueso del big bang de las civilizaciones tuvo lugar en los últimos doscientos años. La cuestión es qué fuerzas intervinieron hace doscientos años que dieron lugar a ese despegue diferenciado del estancamiento al crecimiento por todo el planeta. ¿Por qué algunas sociedades despegan antes y otras mucho después? Me pregunto cómo influyó la colonización en la desigualdad actual. ¿Es la razón de que unas civilizaciones despeguen antes y que otras se queden rezagadas? Luego me pregunto qué papel juegan las instituciones. ¿Puede que las instituciones sean el motivo del cambio? Me remonto aún más y observo el factor cultural, los elementos geográficos y la diversidad humana, cómo influían o cómo eran durante la migración de los humanos modernos desde África hace casi sesenta o noventa mil años.

32:14

Así que vamos a ir paso a paso. Hay quien defiende que quizá las instituciones eran críticas para comprender la brecha de la renta per cápita que vemos en la actualidad. La cuestión es si las instituciones pueden considerarse la fuerza principal, si son una fuerza clave. Vemos que a lo largo de la humanidad, unas sociedades implantan instituciones que favorecen el crecimiento, instituciones inclusivas e instituciones democráticas, mientras que otras sociedades implantan instituciones que lastran el crecimiento, instituciones autoritarias e instituciones extractivas. A raíz de esta diferencia a la hora de implementar instituciones surgen algunas de las desigualdades que vemos por el mundo. Pero, naturalmente, las instituciones no caen del cielo. Las instituciones no surgen de forma aleatoria en la vida de una sociedad. Normalmente, las instituciones evolucionan a la par que el desarrollo. Aunque hay casos de instituciones que surgen de forma aleatoria durante el desarrollo. Por ejemplo, en la península coreana. La división de la península coreana por el paralelo treinta y ocho generó una desigualdad tremenda en una península concreta y entre unas naciones que, aparte de eso, eran idénticas en muchos aspectos.

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Y sabemos que Corea del Sur es veinticuatro veces más rica que Corea del Norte. La esperanza de vida es once años mayor en Corea del Sur que en Corea del Norte. Aquí tenemos una situación crítica por la división arbitraria de Corea por el paralelo treinta y ocho en una esfera con influencia del comunismo y en otra esfera con influencia de occidente que está generando una brecha abismal. Si nos fijamos en esto, habrá un puñado de casos que podrán explicar la divergencia de las instituciones en situaciones críticas aleatorias. Normalmente, las instituciones evolucionan como consecuencia del desarrollo. Por ejemplo, cuando las sociedades entraron en la Revolución Neolítica y pasaron de la caza y la recolección a la agricultura, hubo un aumento notable de la densidad de la población con la consiguiente aparición de ciudades y, en última instancia, estados. Ese incremento de la densidad de la población genera una gran demanda de instituciones que medien entre individuos, que salvaguarden los derechos de propiedad y que garanticen que se busca el bien común. Pensemos ahora en la fertilidad del suelo para cultivos extensivos. Algunas regiones del mundo se caracterizan por unas características del suelo que sirven para cosechas que exigen grandes terrenos. Los cultivos extensivos dieron lugar a grandes terratenientes que influyeron en el ámbito político y, en última instancia, generaron una gran desigualdad en las instituciones extractivas.

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De nuevo, las instituciones son un resultado del desarrollo. Normalmente, cuando pensamos en instituciones, hay unas condiciones previas, como un legado geográfico o unas características sociales, que llevan a la creación de distintas instituciones por el mundo. Las instituciones son importantes para entender la desigualdad mundial, pero no son la fuerza principal. Para dar con la fuerza principal hay que remontarse aún más en la historia de la humanidad. Esto nos lleva al papel de la cultura, el factor cultural. De nuevo, vemos que algunas sociedades se caracterizan por rasgos culturales, por unas características culturales que favorecen el crecimiento mientras que otras se caracterizan por rasgos culturales que lastran el crecimiento económico. Esto genera cierta brecha. Tenemos un ejemplo en la península itálica. Evidentemente, todos los italianos viven bajo las mismas instituciones. Se rigen por las mismas instituciones en el sur de Italia que en el norte. No obstante, la renta per cápita en el norte es significativamente mayor que la renta per cápita en el sur. ¿Qué explica esa división en la propia península itálica? Lo que la explica son las diferentes características culturales que surgieron en el sur y en el norte. Resulta que en el sur de Italia, surgieron rasgos culturales como los lazos familiares que permitieron a la sociedad una cohesión muy estrecha en la familia, pero impedía la confianza fuera de la familia y, por ende, las transacciones globales y la participación ciudadana.

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Mientras que en el norte vemos la evolución de lo que llamamos «capital social»: confiar en desconocidos y participación ciudadana. El grueso de la división italiana se explica por esas características culturales. Surge entonces la cuestión de por qué se dan entonces características distintas en el sur y en el norte. ¿En qué se basan? De nuevo, las características culturales tampoco caen del cielo. Tenemos que volver a remontarnos en la historia de la humanidad y preguntarnos qué dio lugar a esa división cultural en el mundo. Esto nos lleva al legado geográfico, cómo influye la geografía en el desarrollo económico. Cuando hablamos de geografía hablamos del clima, de la fertilidad del suelo o de aislamiento geográfico. Como decía, muchas de estas fuerzas afectan indirectamente en el desarrollo económico actual mediante su influencia en la evolución cultural y su influencia en la evolución de las instituciones. Pero cuando pensamos en geografía, lo primero que nos viene a la cabeza al hablar de geografía es la llamada Revolución Neolítica o la Revolución Agrícola que tuvo lugar hace doce mil años. En cierto punto de la historia, vemos que las sociedades pasan de ser tribus que cazan y recolectan a comunidades agricultoras. Durante esa transición, surge una clase no productora de alimentos.

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La producción de alimentos está cubierta y, como consecuencia, algunos individuos no tienen que cultivar la tierra, sino que dedican su tiempo al conocimiento. Ya sea a la ciencia, la tecnología o la escritura. Estos individuos generan tecnologías y, a su vez, una ventaja tecnológica. Es decir, si experimentas la Revolución Neolítica miles de años antes que otras regiones del mundo, tienes una mejor tecnología y esa ventaja tecnológica se perpetúa en el tiempo. Es sabido que Jared Diamond, en su libro ‘Armas, gérmenes y acero’ defendía que muchas de las desigualdades que vemos hoy en día en el mundo se remontan a acontecimientos que tuvieron lugar, como decía, hace doce mil años, o sea, al inicio de la Revolución Neolítica. Según él, las variaciones actuales en la prosperidad económica tienen que ver con el distinto ritmo de transición por el mundo. Las sociedades con mayor biodiversidad se vieron favorecidas con un temprano paso a la agricultura y son más prósperas en la actualidad porque adoptaron antes la agricultura, tuvieron mejor tecnología antes y esa ventaja ha perdurado en el tiempo. De hecho, lo que demuestro en mi libro y mi investigación es que la hipótesis de Diamond es incorrecta. Es decir, la hipótesis de Diamond explica algunas variaciones en el desarrollo económico, pero hasta la Edad Media.

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En realidad, a partir de la Edad Media, desde que existen la globalización y el comercio, tener una ventaja comparativa en la agricultura, haber implantado antes la agricultura, no es necesariamente una bendición en cuanto a que te obliga a especializarte en la producción de bienes sin efectos colaterales tecnológicos y que acaba atrapándote y evitando que disfrutes de los efectos colaterales presentes en el sector urbano. Por ende, la ventaja tecnológica que sugería Diamond es válida a lo largo de la historia de la humanidad, pero a partir de mil quinientos hay un efecto añadido que es el efecto de la globalización y la especialización en bienes agrícolas no lucrativos y, en definitiva, el efecto de Jared Diamond se disuelve por completo al llegar a la actualidad.

42:23
Borja Santos. Si la diversidad humana influye en la prosperidad y el desarrollo económico, ¿por qué los fenómenos migratorios o las interacciones culturales se perciben como amenazas?

42:37
Oded Galor. Es una pregunta muy interesante. Nos permite cerrar lo que veníamos hablando sobre las raíces de la desigualdad actual. De hecho, al explorar los orígenes de la desigualdad nos remontamos doce mil años hasta los inicios de la Revolución Neolítica. Pero si queremos pensar en todas las fuerzas que influyen en la desigualdad actual, tenemos que remontarnos hasta África a la época en la que la humanidad migró de África hace sesenta o noventa mil años. Durante ese proceso migratorio, los individuos que partieron de África no abarcaban toda la diversidad que existía en la población africana. Cuanto más lejos migraron de África, menor era el grado de diversidad. Esto se debe a que el tamaño de la población de África era limitado, la población saliente era limitada, y, por ello, la población saliente no era una muestra representativa de la población africana. ¿Por qué es tan importante? Es importante porque la diversidad tiene efectos contradictorios en el desarrollo económico. Por un lado, la diversidad propicia el intercambio de ideas, la complementariedad en el proceso de producción y, por ende, la innovación y la productividad. Por otro lado, la diversidad se asocia con la falta de cohesión social. Genera desconfianza, desacuerdos sobre el bien común y, por consiguiente, conflictos sociales.

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Así pues, si la diversidad tiene efectos positivos en cuanto a innovación, y si la homogeneidad tiene efectos positivos en cuanto a cohesión social, implica que habrá una relación de parábola entre la diversidad y la productividad. Habrá un nivel intermedio de diversidad favorable para el desarrollo económico. Y, efectivamente, si nos centramos en la historia de la humanidad, parece ser que en la Edad Media sociedades como China, Japón y Corea tenían un nivel de diversidad que favorecía el desarrollo. Son sociedades que no nos parecen diversas, no obstante, era una época en la que el progreso tecnológico no era rápido y la cohesión social era muy importante. Por ello, el punto óptimo de diversidad se daba en estos lugares. Sin embargo, al adentrarnos en el mundo moderno donde el entorno tecnológico se acelera, la fluidez cultural ganó importancia para el desarrollo económico. Así, sociedades como las de Estados Unidos, tenían la diversidad óptima en ese momento. Así, sociedades cada vez más diversas toman la delantera en el mundo moderno ya que el progreso tecnológico se da más rápido. Si proyectamos esto hacia el futuro, si predecimos que el progreso tecnológico seguirá avanzando cada vez más rápido, eso implicaría que las sociedades más diversas tomarán la delantera.

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Pero como preguntabas muy acertadamente, hay gente que ve la diversidad como una amenaza potencial para su estilo de vida. Te has preguntado por qué ocurre esto. Como decía, la diversidad se asocia con efectos contradictorios. La cuestión es cómo analizas unos efectos que quizás se den en el futuro con respecto a efectos que se están dando en la actualidad. Si observamos la migración actual, y la migración influye temporalmente en la cohesión social, se ve el coste de inmediato. Pero si no lo piensas a largo plazo, no ves los beneficios que aportará. Esto sugiere que hay que invertir muchos más recursos en educar a la población para mitigar el coste de la diversidad. Básicamente, para que los individuos se toleren los unos a los otros, para que los individuos respeten a distintos grupos étnicos, a distintos grupos sociales, y así mitigar el coste de la diversidad. Si esto ocurre, las sociedades diversas tendrán un impacto más significativo aún en la prosperidad.

La educación y el viaje de la humanidad hacia la diversidad. Oded Galor
47:24
Borja Santos. ¿Usted cree que podemos revertir el cambio de la desigualdad y la pobreza? ¿Qué propone?

47:30
Oded Galor. Por supuesto. Una de las principales lecciones de ‘El viaje de la humanidad’ es que el futuro no está escrito. Si entendemos nuestra historia, podemos diseñar nuestro futuro. Pero la lección principal aquí es que no podemos invocar políticas del pasado ni aplicar una misma política para todas las naciones. De hecho, hay que diseñar políticas específicas para cada país acordes a su historia y su geografía para garantizar un uso adecuado de los recursos en sociedades en distintas fases de desarrollo, en sociedades con distintas carencias en cuanto a características culturales o características institucionales para garantizar que prosperen. Te pongo un ejemplo muy sencillo. Pongamos que hablamos del contexto de la diversidad. Puede darse el caso de que las sociedades homogéneas en exceso no gocen de prosperidad y que las sociedades heterogéneas en exceso tampoco tengan ese nivel de prosperidad. Vamos a centrarnos en una sociedad aparentemente homogénea en exceso.

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En estas sociedades, nos gustaría crear más pluralidad y más diversidad. ¿Cómo lo hacemos? De nuevo, podemos aplicar el sistema educativo con nuestros recursos limitados para enseñar a los estudiantes a desafiar el ‘statu quo’, enseñarles a pensar fuera de lo establecido, y así generar pluralismo en un entorno donde no lo hay. Si nos fijamos en otras sociedades aparentemente diversas en exceso, ahí el problema predominante es el coste de diversidad, la falta de cohesión social. Ahí habrá que invertir recursos para garantizar que haya tolerancia entre individuos, que respeten a otros grupos étnicos… Los recursos deberían invertirse en garantizar que el coste de diversidad sea el menor posible. Estas políticas de educación pueden ir enfocadas a rasgos culturales también. Si pensamos a largo plazo, tener visión de futuro es muy importante para la funcionalidad de la sociedad. Si sabemos que, por motivos geográficos, algunas regiones no desarrollaron esas características tanto como requiere la prosperidad futura, de nuevo, podemos invertir nuestros recursos limitados justo en esta dirección.

50:19
Borja Santos. En el pasado reciente ha habido guerras, pandemias y condiciones climáticas extremas, ¿cree que nos enfrentamos a un futuro más desagradable que nuestros antepasados o es optimista con respecto al futuro?

50:38
Oded Galor. Es una pregunta muy importante. Y… No me considero optimista con respecto al futuro, pero sí tengo esperanza en el futuro. No desde la ingenuidad, sino desde el conocimiento sobre las sociedades en el pasado. Como es natural, las sociedades humanas han sufrido catástrofes en el pasado. De hecho, en vísperas de la Revolución Agrícola, hace doce mil años, hubo una explosión de población y, como no habían descubierto la agricultura, en la ausencia del ingenio que nos permitió domesticar plantas y animales y transformarnos en comunidades sedentarias agrícolas, era muy probable que la especie humana sufriese una extinción brutal. No obstante, por suerte existía ese ingenio humano y la humanidad consiguió evitar esa potencial catástrofe. No hace mucho, a mediados del siglo catorce, la peste negra asoló Europa de forma catastrófica. La peste negra diezmó casi el cuarenta por ciento de la población europea. Pero, una vez más, la sociedad y la humanidad se recuperó de la catástrofe de forma muy resolutiva con mejor tecnología y con mejores instituciones. Y a fin de cuentas, la humanidad siguió su curso sin apenas cambios.

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Pensemos en las catástrofes del siglo XX. La Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la Gran Depresión, la gripe… Todo aquel que vivió esas catástrofes quedó destrozado. Pero, al fin y al cabo, si vemos la humanidad en su conjunto, el transcurso de la humanidad no se vio afectado por ello. El bienestar de la humanidad se resintió una breve época, afectó al bienestar de algunos individuos de forma catastrófica durante una época prolongada, pero el transcurso de la humanidad mantuvo el rumbo de su desarrollo a largo plazo. No obstante, como sugerías, es bastante probable que la humanidad se enfrente ahora al mayor desafío de todos: el cambio climático. La cuestión es si el cambio climático tiene la capacidad de descarrilar la humanidad por completo del camino que llevaba. Y… como es natural, me preocupa igual que a todo el mundo. El cambio climático es real, es visible y lo sufrimos de forma catastrófica en Europa y otros lugares. No obstante, creo que tengo esperanza, basada en la explotación de mis conocimientos de la historia de la humanidad, en cuanto a que veo que el ingenio humano siempre ha estado ahí para rescatar a la humanidad cuando ha sufrido grandes catástrofes. Lo vimos en el caso de la COVID 19.

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Imaginemos la COVID diecinueve en el siglo XVIII. La humanidad habría sido asolada durante décadas o incluso más. Pero aquí estamos, en el siglo veintiuno, la COVID 19 afecta a la población, está generando mucho desaliento en muy poco tiempo y daños irreparables a nuestro estilo de vida. Pero el ingenio humano está ahí desarrollando tecnologías y la humanidad se está recuperando de este bache bastante rápido. Cuando hablamos de cambio climático cabe destacar que el cambio climático, o la tendencia actual del cambio climático, surgió durante la Industrialización. La aceleración del progreso tecnológico dio lugar a la Industrialización, que a su vez dio lugar a la contaminación industrial y que a su vez, en última instancia, dio lugar al cambio climático actual. Recordemos que esta aceleración tecnológica se asocia con otras tres tendencias importantes. La primera es la inversión masiva en educación. La segunda es el descenso en las tasas de natalidad. No olvidemos que es la gente la que contamina la Tierra y, por ello, el descenso de la natalidad es muy importante para mitigar las emisiones de carbono y el cambio climático. Y el gran incremento del ingenio humano. Estos tres elementos generan esperanza respecto a dos elementos importantes.

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Primero, mientras sigamos dando incentivos para bajar la natalidad, mientras promovamos la igualdad de género, mientras incrementemos las recompensas por invertir en educación y en capital humano, y mientras promovamos el uso de métodos anticonceptivos, veremos esa tendencia de descenso de la natalidad pronunciarse cada vez más. La población mundial se reducirá y, por ende, el número de individuos que contaminan el planeta también se reducirá. Esto no revertirá el cambio climático, pero mitigará la tendencia actual del cambio climático y les dará a los científicos tres o cuatro de décadas en las que el ingenio humano generará tecnologías capaces de revertir el cambio climático. No obstante, cabe recalcar que hay que ceñirse a tecnologías ecológicas, hay que implantar y reforzar los estándares actuales de emisiones de carbono en el mundo. No podemos ser autocomplacientes, pero, como decía, si no lo somos, si seguimos como hasta ahora, y si aumentamos los incentivos para que los individuos reduzcan la natalidad, estaremos en posición de conseguirnos, como decía, dos o tres décadas para que los científicos desarrollen tecnologías que no podemos ni imaginar que, esperemos, no solo mitiguen la tendencia actual del cambio climático, sino que la reviertan. Como decía, mi esperanza se basa en mi comprensión del ingenio humano y la impredecibilidad del ingenio humano. El ingenio humano siempre ha estado cuando se le ha necesitado. Creo y espero que el ingenio humano estará ahí para rescatar a la humanidad en las próximas décadas.

58:04
Borja Santos. Bueno, profesor Galor, ‘El viaje de la humanidad’, qué gran conversación acabamos de tener. Muchas gracias.

58:13
Oded Galor. Muchas gracias, ha sido un placer.