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Cinco principios de la filosofía budista para tu vida

Thubten Wangchen

Cinco principios de la filosofía budista para tu vida

Thubten Wangchen

Monje budista tibetano


Creando oportunidades

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Thubten Wangchen

Thubten Wangchen es un monje budista tibetano cuya vida está dedicada a la búsqueda de la paz y la libertad, tanto para su propio pueblo tibetano como para el mundo en general. Desde muy joven se vio obligado a abandonar su hogar y buscar refugio en las calles de la India debido a la difícil situación en el Tíbet. Una experiencia que lejos de detenerle, abrió su corazón fortaleciendo una profunda conexión con el budismo y su mensaje de compasión y sabiduría.

La educación y la disciplina han sido sus principales herramientas para encarnar los grandes principios de la filosofía budista: la compasión, la sabiduría, la pureza, la paz y la prosperidad: “Todos queremos prosperar y tener salud. Todos tenemos proyectos, grandes o pequeños. Si tienes una motivación pura, estás en paz, tienes sabiduría y compasión, al final el resultado es la prosperidad y el éxito. Todo saldrá bien, aunque haya pequeños problemas de por medio, aunque haya celos o envidia… No pienses en ello, olvídalo. Tú concéntrate en tus proyectos y lo demás llegará”.

En la actualidad es director fundador de la Casa del Tíbet en Barcelona, un hito importante en su vida y un lugar de encuentro para la comunidad espiritual. Wangchen es un ejemplo inspirador que ha convertido sus desafíos personales en un llamado a la compasión y al amor. Su vida es un recordatorio poderoso de que, incluso en medio de la adversidad, se puede encontrar significado y propósito al trabajar por el bienestar de los demás con la esperanza de crear un mundo más justo.


Transcripción

00:21
Thubten Wangchen. «Namaste. Tashi delek» a todos y todas. Muchísimas gracias por haberme invitado a este programa tan importante. Bienvenidos a todos vosotros. Me llamo Thubten Wangchen. He nacido en Tíbet. Soy tibetano, pero cuando tenía solo cinco años perdí mi país. El Gobierno chino, el Régimen chino, invadió ilegalmente Tíbet y después incluso provocó grandes destrucciones en Tíbet: monumentos, a nivel cultural… Incluso más de un millón de tibetanos murió, los mataron, e incluso mi propia mamá fue víctima de aquel momento. Yo tenía solo cuatro o cinco años cuando perdí a mi mamá. ¿Pero qué le vamos a hacer, no? El ánimo y la esperanza en la vida son muy importantes. Y después mi padre decidió exiliarse y escapar del Tíbet por su seguridad. Muchos tibetanos empezaron a escapar hacia Nepal e India. Mi padre ha sido muy buen padre. Me llevó sobre sus hombros.

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Dejó todo: nuestra casa, nuestro terreno y todos nuestros bienes. Se llevó solo su cuerpo y su alma. Salimos, y el camino fue peligroso, pero por suerte pudimos sobrevivir. Después, el Gobierno indio y el pueblo indio fueron muy amables. Nos abrieron la frontera a los tibetanos. Sin visado y sin billetes, dejaron entrar a cualquier tibetano a India. Después, su santidad el dalái lama y ochenta mil tibetanos pudieron escapar. Entre ellos, mi padre y nosotros: yo, mi hermana y mi hermano. Somos tres. Después, entramos en India. Sí, también es un país interesante. Seguro que alguno de vosotros ha visitado India, y Nepal también. Dos países donde se puede aprender y abrir el corazón y la mente, porque es una cultura diferente, se lleva una forma de vida diferente, hay diferentes religiones y tradiciones. En ese sentido, tuve mucha suerte de poder entrar a India. Pero también mendigué. Los tibetanos no teníamos nada. Yo mismo, desde los seis a los nueves años, fui mendigo. Y dormía en la calle. Y los indios fueron muy amables. Y todavía son muy amables con nosotros. En aquel momento nos salvaron la vida.

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En aquel momento, su santidad el dalái lama le dijo a Nehru que los niños y niñas que entonces mendigaban en las calles eran el futuro del Tíbet. Educar a los niños y niñas era muy importante porque eran el futuro de nuestro país. «Por lo tanto, ¿nos ayuda a montar escuelas para educar a los niños?». Y, enseguida, Nehru dijo que sí. Preparó escuelas en diferentes partes de India y empezó a buscar a los niños y a las niñas calle por calle. Y, por suerte, yo era un niño de la calle. Me llevaron a la escuela, donde éramos casi mil niños y niñas que estudiábamos juntos. La situación era un poco pobre, pero estaba muy contento con la vida escolar. Teníamos comida suficiente y cama para dormir. Fueron muy amables. La educación es principal. Nos inspiraban los profesores, los lamas. Nos inspiraban mucho. Siempre venían a clase con una sonrisa, siempre nos daban consejos. Antes de enseñarnos las lecciones, nos daban consejos: «Sed buenos chicos, no os enfadéis tanto, sed amables». Eso fue lo que nos motivó. Cuando tenía dieciséis años decidí hacerme monje, dedicar más tiempo a la espiritualidad. Y después he tenido mucha suerte.

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Fue buena decisión, porque aquel mismo año me aceptaron en el monasterio privado del dalái lama. No es muy fácil entrar. Yo no tenía nada, ningún enchufe. Y me aceptó muy fácilmente. Fue una gran suerte. Fue el mejor regalo de mi vida. Estuve once años con su santidad dalái lama en su monasterio escuchando sus palabras, sus consejos, y también observando lo que él hacía, lo que él pensaba. No soy un fanático. Nada. Pero lo he visto con mis propios ojos, he vivido con él. Así que yo puedo decir contundentemente que es un ser, una persona, que tiene el corazón lleno de amor, bondad y compasión. Al final de todo, me tocó mi karma, venir a España. Ahora estoy muy contento. Al principio dije: «No, España, no. No hablo español». El dalái lama me dijo: «Vete tres años. No más. Tres años está bien. Será interesante. Ve y aprende lo que no conoces. Hay cosas interesantes. Y lo que tú conoces, lo que tú sabes, cuéntaselo a la gente. Pero no forzadamente. A quien tenga interés. Lo que tú sabes, explícaselo. Pero no intentes convencer a nadie. Tolera a todo el mundo».

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Los tres años pasaron muy rápidamente. Al final me recibió el dalái lama. «Ya han pasado los tres años. Ahora es el cuarto. ¿Qué hago?». Y me dijo: «Puedes volver cuando quieras a India, ¿pero tienes algún problema con quedarte en España?». Yo le dije: «No, tengo residencia. Podemos renovar». «Puedes hablar sobre diferentes temas: sobre derechos humanos, sobre la meditación, sobre el yoga, sobre la medicina tibetana, sobre cualquier cosa, en nombre de la cultura. También puedes hablar sobre el budismo, la filosofía, a través de la cultura del Tíbet. Por lo tanto, es muy interesante. Quédate allí y sigue trabajando en la cultura». Bien, muy bien. Y después ya dejé de trabajar como traductor del centro, poco a poco. Intenté establecer un centro cultural en Barcelona. Me costó mucho, mucho, pero bien. Con fuerza y paciencia, me llevó muchos años. Y al final, en el 94 conseguí abrir la Casa del Tibet, el centro cultural Casa del Tibet, en Barcelona. Yo soy el fundador, el director, también el portero… Intento hacer un poco de todo. Es importante. Mucha gente viene con curiosidad, quiere aprender mucho sobre meditación, filosofía… Vienen enfermos buscando soluciones. Vienen a la Casa del Tibet y yo los recibo con el corazón y los escucho.

09:30

Mucha gente está sufriendo y no tiene a alguien para expresarse y compartir. En Occidente hay muchas personas que sufren soledad: viven solas, sus hijos o sus hermanos están muy ocupados y les quieren contar cosas, pero nadie tiene tiempo. Sobre todo ahora en el siglo xxi. Vivimos a toda prisa, todo el mundo tiene mucho trabajo y nadie tiene tiempo para escuchar a sus hermanos, sus abuelos o sus padres. Es lo que tiene el mundo moderno. No es malo, pero tenemos que mirar un poco más. ¿Bien? Entonces, cualquier pregunta es bienvenida. Gracias.

10:23
Armando. Hola, Wangchen. Usted nació en un lugar que se traduce como «valle de la felicidad». Hay personas que piensan que la felicidad no existe o que es algo pasajero. Otros creen que lo que no hay que buscar es la felicidad, sino la alegría o la paz. ¿Qué piensa de esto?

10:44
Thubten Wangchen. ¡Guau! ¡Qué pregunta! La felicidad es un tema tan importante… Es algo que le gusta a todo el mundo y que todo el mundo busca. La felicidad… Solo deseándola y rezando por ella, no va a venir. La felicidad la tiene que cultivar uno mismo. Hay muchos niveles de felicidad. Hay felicidad temporal, felicidad mundana y felicidad duradera. La mayoría no dura mucho. Es como las olas del mar. Pasa rápidamente. La felicidad no es automática, no se compra en los supermercados. La felicidad está en el interior de cada uno de nosotros y tenemos que trabajar más en nosotros mismos. No hay que mirar solo afuera, al exterior. «Qué bonito, qué barato, qué rebaja». Las cosas de fuera. No. Hay que mirar un poco en el interior. ¿Cómo piensas tú? ¿Cómo actúas tú en cada momento? ¿Cómo hablas con tus vecinos, tus amigos? ¿Bien o mal? Tienes que controlar tu cuerpo, tus palabras y tu mente. Para mirar hacia afuera tenemos dos ojos. Para mirar hacia nosotros necesitamos un espejo. Mirar, criticar, señalar, a alguien es muy fácil. Pero antes de criticar a alguien, tienes que pensar y mirarte a ti mismo.

12:40

Antes de salir a la calle, la mayoría os miráis en el espejo, ¿no? Os arregláis. Yo no tengo pelo, pero, si tenéis pelo, os arregláis el pelo para que esté bonito, tenga tal forma… Así, más guapo, más guapa. Que si cremas, colores… Eso es bueno también. Y después salimos a la calle, una vez controlada nuestra apariencia. Pero lo más importante es ver en el espejo tu interior, tu reflejo. ¿Qué motivación tienes hoy? ¿Qué actitud tienes, cómo está tu vida? Por la mañana, tenemos que agradecer que estamos vivos. Yo lo hago, por lo menos. Cuando me despierto por la mañana, lo primero que digo es: «Gracias. Estoy vivo un día más». Cada día debemos agradecer. Muy importante. Últimamente nadie agradece. Todo es muy superficial. Hay muchas prisas. Y no hay tiempo para agradecer a nadie. Los niños no agradecen a sus madres. La madre ha preparado la mochila, el bocadillo… Y no se lo agradecen. Qué pena, ¿no? Es muy importante agradecer lo que tenemos. Cuerpo sano, mente sana. Ya sabemos que, en este mundo, seas quien seas, cada cual tiene sus problemas. A todos los problemas podemos buscarles un remedio. Hay soluciones. Si no buscas soluciones, el problema va empeorando. Es como una bola de nieve.

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Todo el mundo tiene preocupaciones. Hay momentos buenos, hay momentos malos, momentos críticos. Pero de todo se aprende y con el tiempo todo se puede arreglar. No hay ningún problema que no tenga solución. Excepto cuando llega la muerte, eso no se puede solucionar. Tenemos que morir. Esto es muy importante, ¿vale? No hay que preocuparse tanto. Si no hay solución, tampoco. ¿Por qué te preocupas? Si no hay solución. Si hay solución, busca la solución, los remedios, y no te preocupes. Todo irá mejor. Esa es la cosa: tener más alegría y más paz con uno mismo, menos estrés. Eso es la felicidad. La felicidad existe. Ojalá todo el mundo tuviera felicidad. Algo que siempre pienso es que nadie quiere sufrir. El niño, el abuelo que va a morir esta semana… Todos quieren vivir en paz. No quieren sufrir. Los pobres, los ricos, quien sea. Mujer, hombre. Diferentes razas, diferentes creencias. No importa. Los no humanos, los animales, también quieren vivir en paz. No quieren sufrir, no quieren recibir torturas.

Cinco principios de la filosofía budista para tu vida. Thubten Wangchen
16:00
Mario. Buenas, Wangchen. Me llamo Mario. He escuchado que «budista» significa «persona girada hacia el interior». ¿Podrías contar un poquito más sobre eso?

16:11
Thubten Wangchen. Esta pregunta parece muy cortita, pero es muy profunda. «Girar hacia el interior». En tibetano, la palabra «budismo» es «nang pa». «Nang» es «interior». «Pa» es «seres que miran hacia el interior». Nosotros intentamos dedicar más tiempo al estudio y a conocerse a uno mismo. ¿Estudiar para qué? Para conocer tu interior, como ya hemos hablado, para conocer mejor tus acciones, tus pensamientos, si haces las cosas bien o mal, correcta o incorrectamente. Es muy importante hacer introspección. Sé buena persona, ten buen corazón, trata bien a todos, no hagas daño a nadie y ama al prójimo. Ese es el mensaje. Es muy simple. Por lo tanto, no hay superior, no hay inferior. Todos somos iguales. Buscamos paz interior, una vida un poquito mejor, y tenemos unos valores. Todos los humanos somos humanos. Hay cosas buenas y malas por todas partes. Alguien le preguntó a Buda: «¿Qué es ser budista?». Y Buda respondió muy simplemente: «Intentar hacer acciones positivas, aunque sean pequeñas, para ayudar a los demás. Y evitar, refrenar, las acciones negativas para dañar a otros. Y sobre todo controlar tu mente”.

18:05

Si haces el bien, sigue, con más fuerza. Y, si tu mente gira en una dirección negativa, tienes que controlarla y parar. Hay que controlar la mente, porque es como un mono. Como un mono joven. Los monos no pueden parar, van saltando de una rama a otra. Igual que nuestra mente. Ahora estamos aquí, pero nuestra mente: «¿Dónde comemos después de este programa? ¿Qué comemos, a qué restaurante vamos? ¿Espero a mi familia o no? ¿Mi hijo vuelve de la escuela o no?». La mente puede estar pensando en cualquier tema, aunque físicamente estemos aquí. Por lo tanto, pensar mal es bastante fácil. Pensar bien es bastante difícil. Por lo tanto, necesitamos más disciplina, más control. El budismo mira más hacia el interior, eso es la introspección. Y quiero hablar de tres puntos importantes para la vida cotidiana. La medición es interesante. Intentar meditar, aprender un poco de meditación. Hay diferentes niveles. Meditar quiere decir reflexionar sobre tus actos, tus acciones. Meditar es importante. Después, la atención en el día a día. Como el «mindfulness», la atención plena. Cualquier movimiento, acción o proyecto, antes de empezarlo hay que pensar bien qué va a pasar, si va a salir bien, si habrá beneficios, obstáculos…

20:03

Reflexionar y poner atención en la vida cotidiana. La atención es importante. Y después es importante no quedarnos en la teoría y ponerlo todo en práctica. Día por día. Poquito a poquito. Si solo tienes la teoría de conducción, no puedes sacarte el carnet. Primero te sacas la teoría y, después, la práctica. Entonces puedes tener el permiso de conducir. Por lo tanto, hacedlo. No digo que vosotros no hagáis nada. Seguro que alguno de vosotros hace yoga o medita, le gusta recitar mantras. Hacedlo. Aunque sea poco, algo pequeño, no pasa nada. Pero no esperes enseguida llegar arriba. Hay que pasar por el entresuelo, el primero, el segundo… Hasta el ático. No vas a llegar al ático enseguida. Paso a paso vamos a llegar y vamos a ser mejores.

21:08
Kaktika. Hola, Wangchen. Es un honor estar aquí. Quería preguntarle: en la filosofía budista hay cinco principios importantes. ¿Nos podría hablar un poquito de ello?

21:21
Thubten Wangchen. Hay muchos principios importantes. Pero dentro de tantos, como usted ha dicho, hay cinco. El primero es la compasión. Tiene que salir algo del interior y no sentir solo pena por alguien. Es querer ayudar de verdad. Ver el sufrimiento de otros y querer solucionarlo, ayudar a aquella persona. Eso es compasión, amor y bondad. Gratitud por las personas que estamos aquí. Los cocineros, los campesinos que plantan los tomates, el trigo, las patatas, etc. Al comer, hay que agradecer a los campesinos que han trabajado, al supermercado que ha vendido y al cocinero que ha cocinado para que tú puedas disfrutar. Agradecer por los demás. Por los carpinteros, albañiles, electricistas… Darnos cuenta de lo que estamos disfrutando. Y, cuando veas gente sufriendo, gente pobre o en una mala situación, si verdaderamente quieres desarrollar tu compasión, ve a ayudar a esa persona que no conoces. Si piensas esto, da unos pasos más para ayudar a aquella persona. No compadecerse solo de palabra: «Qué pena, pobre, qué lástima», solo de palabra y sin moverse. Si alguien da comida a los pobres para que luego venga la televisión y dé la noticia de lo generoso que es ese señor… Si se hace por interés, esa motivación mancha.

23:17

La compasión tiene que salir del corazón, puramente. Y ayudar sin intereses. Vamos al segundo: la sabiduría. La sabiduría es muy importante. La inteligencia. Todos los conflictos a nivel personal, nivel familiar, nivel social, entre países… Todos se producen debido a la ignorancia, que complica. Por lo tanto, la ignorancia es la raíz de todos los sufrimientos, de todos los problemas. Menos ignorancia quiere decir más sabiduría, más luz, más inteligencia. La sabiduría y la compasión… Nosotros tenemos un ejemplo tradicional, que son las dos alas de un pájaro. Un ala no puede volar. Para que un avión o un pájaro puedan volar, necesitan dos alas, equilibrio. Estas dos alas se refieren a la compasión, en el corazón, y a la sabiduría, en la cabeza. Con esas dos, la compasión y la sabiduría, puedes volar donde quieras. Volar a Nirvana, al paraíso. Solo con compasión y sin sabiduría no puedes volar. Con mucha sabiduría, pero sin compasión altruista, no puedes volar a ningún sitio. Por tanto, la compasión y la sabiduría, en el campo espiritual, son muy importantes.

25:03

Y tercero, la pureza. En el sentido de la motivación, la actitud. Todos necesitamos actitud sin manchas. La actitud tiene que ser limpia y pura. No esperar tanto. Ayuda, haz las cosas, sin esperar nada a cambio, fama, agradecimiento, una medalla, un premio, etc. Ahí falla la actitud. La pureza se refiere a que, en cualquier acción, la motivación no debe fallar, tiene que ser muy pura. El próximo es la paz, vivir en paz. Intentar vivir en paz y dejar a los demás vivir en paz. Mucha gente es egoísta. «Yo quiero paz». Lo quieren tener todo, pero un vecino hace una fiesta y pone música y enseguida se enfada. Aquel también quiere disfrutar un poco de «party» con sus amigos. Hay que tener un poquito de paciencia, porque a veces tú también quieres hacer una fiesta. Tú quieres paz, quieres disfrutar tu vida. Los demás, igual. La paz es muy importante. Más paz y menos estrés, ansiedad y frustraciones. Después, en cuanto a la paz mundial y los políticos. Hay congresos sobre la paz mundial. Se dicen palabras bonitas, pero después nadie aplica nada para de verdad tener paz.

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Por lo tanto, la paz mundial tiene que empezar por uno mismo. Si tú tienes paz en tu casa, tu familia está en paz, tu vecino está en paz, tu edificio está en paz. Pero, si tú no tienes paz, entonces todo es complicado, te pones de mal humor, pones mala cara, te enfadas, criticas a los demás… Ahí empiezan los conflictos.. Por tanto, la paz es muy importante. Lo último es… Todos queremos tener éxito en la vida, nadie quiere fracasar. Todos queremos prosperar, tener salud… Por supuesto. Nadie quiere enfermar. Cualquier tipo de éxito, pensamientos, deseos, sueños que tenemos, proyectos… Todo tiene que salir a la luz. Todos tenemos proyectos, grandes o pequeños. Y, si tú tienes la motivación correcta, estás en paz, tienes sabiduría, tienes compasión, al final el resultado es la prosperidad, el éxito. Todo saldrá bien, aunque haya pequeños problemas de por medio, aunque haya obstáculos. Puede haber celos, envidia… Pero no pienses en ello, olvídalo. Tú concéntrate en tus proyectos, en tus ideas. Y ya está. Esta es una muy breve explicación de los cinco grandes principios del budismo.

Cinco principios de la filosofía budista para tu vida. Thubten Wangchen
28:46
Sandra. Hola, lama Wangchen. Muchas gracias por sus enseñanzas y su conversación. Y yo quería preguntar sobre la compasión. Es una práctica que ha comentado que es muy importante dentro del budismo. Si nos pudiera profundizar un poquito sobre la práctica en sí. Cómo significa que algo que nos da mucha satisfacción, que realmente es importante para nosotros.

29:10
Thubten Wangchen. La compasión es un sentimiento y una actitud. Es querer evitar, parar, el sufrimiento o el dolor de otro. El amor es el sentimiento de querer que todo el mundo tenga paz, felicidad. Eso es amor. Es un poco diferente. La compasión y el amor. Nadie quiere sufrir y todo el mundo quiere paz y felicidad. Y la paz y la felicidad, como antes he dicho, solo rezando no viene. No hay ninguna fábrica que fabrique felicidad o compasión. Es un trabajo interior de cada uno, más bien espiritual. Si tú tienes bondad y compasión, tienes satisfacción. Ve siempre alegre, con una sonrisa. No es muy fácil conseguir compasión. Pero la teoría hay que saberla. Tanto los jóvenes como los mayores. Hay libros como «El poder de la compasión», «El arte de la compasión». Todo tiene que empezar gradualmente, poco a poco. Así, todo es posible. Si quieres tener compasión, incluso si no sabes meditar mucho, o no tienes tiempo… La mayoría de vosotros puede intentar aprender la recitación del mantra «om mani padme hum». Aunque no seáis budistas. Este mantra nos llena el corazón y nos da mucha paz.

31:04

Los grandes maestros, los médicos, a alguien que se altera mucho le van a dar algún tipo de medicamento para calmarse. Pero este médico, o lama, va a aconsejar a aquella persona recitar «om mani padme hum». Así te bajará tu tensión, tu enfado, tu ira, tus cosas, tu enfado. Es verdad. Mucha gente lo ha hecho. Hay pruebas. «Om mani padme hum». Mentalmente ayuda mucho, de verdad. No hace falta ser budista. Este «om mani padme hum» tiene magia. No hay que gastar nada, es gratis. Fíjate después de unos meses. Antes te enfadabas mucho, por los vecinos, por cualquier ruido, cualquier semáforo… Pero después de decir «om mani padme hum», pase lo que pase, no te va a importar mucho. Sentirás menos ira y menos enfado.

32:10
Paulina. Hola, soy Paulina y quería preguntarle qué importancia ha tenido y tiene la educación en su vida.

32:16
Thubten Wangchen. ¿Qué importancia tiene la educación en mi vida? Sí, mucha. Siempre he considerado que la educación y el aprendizaje son muy importantes. Sobre todo, he podido valorar la vida que he tenido desde pequeño hasta ahora. Y después de todo el esfuerzo que he tenido poner, estoy muy orgulloso. Tengo sesenta y ocho años, pero todavía soy joven. Quiero aprender más también. El aprendizaje no tiene límites. Hasta que muera puedo seguir aprendiendo cosas diferentes, ideas diferentes. La educación es muy importante. Incluso, como he dicho antes, cómo el dalái lama pidió al Gobierno indio educación para los niños de la calle, porque son el futuro. «Es muy importante, por favor». Y el Gobierno indio lo consideró y recibimos educación. Gracias a eso, he llegado a este asiento. Si no hubiera recibido esa buena educación, no sé dónde estaría. Otra cosa importante que todos tenemos que tener es disciplina. Un poco de disciplina. Los niños en casa… Ahora, en el mundo moderno, los niños y niñas son muy libres, no escuchan a papá, ni a mamá, ni a los profesores. No ha de ser tan así. Los niños nos saben controlar. Papá, mamá y los profesores tienen que darles una guía.

34:05

Pero tiene que ser de corazón. Hay que enseñarlos. Es una lástima que los niños no tengan tiempo, que estén tan ocupados con sus maquinitas. Es una lástima. Hay que enseñar disciplina a los niños, y también a la gente mayor. La disciplina es muy importante en la vida. Para aprender algo, hay que ser disciplinado cada día. Si quieres hacer yoga o meditación, dos días de yoga o meditación no van a tener ningún efecto. Hay que continuar, otra vez, cada semana. Entonces saborearás los resultados del yoga o de la meditación. Después, atención, ética, disciplina. Ética y moral. Seguro que vosotros habéis estudiado mucho y seguro que alguien tiene un diploma puesto en la pared. Yo no tengo ningún diploma, pero mi educación desde pequeño, en el monasterio, con el dalái lama, me enseñó a mantener la paz, el equilibrio, la armonía, la unión con la naturaleza, a respetar el medio ambiente. Todo son cosas muy importantes que he aprendido en mi vida. El respeto hacia los demás y vivir en armonía con la naturaleza, con el medio ambiente, con quien conviva en el trabajo, en las reuniones, en la familia, en la calle… Hay que abrir la mente, sonreír y romper el ego.

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Si tienes mucho «yo», rómpelo. Saluda a todo el mundo. Por eso, en el saludo indio, en el saludo tibetano, todos vamos agachando la cabeza para mostrar respeto a los demás. Todo esto es muy importante y lo aprendí en mi educación. A ser buen monje, actuar lo más correctamente posible y prestar atención a lo que hago, lo que digo, y a tener disciplina. Y ya está. Yo he aprendido esto, igual que lo podéis aprender vosotros. Eso ha sido lo más importante en mi vida.

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Adrián. Hola, soy Adrián. Quería preguntarle… Bueno, usted mantiene una vida muy alejada del ruido, muy centrada en la meditación y, por ello, es muy distinta a la nuestra. ¿Cómo diría que nosotros podríamos manejar mejor emociones como la ansiedad o el miedo?

37:07
Thubten Wangchen. Guau. Sí. Tú eres joven y tu pregunta, muy profunda. Sí, nuestras vidas son muy diferentes. Hay quien vive en la montaña, hay quien vive en la playa, en grandes ciudades como Nueva York, Londres o Madrid. Son grandes ciudades. Y es verdad que mucha gente se agobia. Hay mucho tráfico, ruidos, no les gusta nada, pero siguen viviendo ahí. No les gusta nada, pero la gente aguanta. Pero también hay mucha gente que dice: «Estoy cansado de los ruidos, de la gran ciudad. Me marcho. Me voy a India, me voy a Nepal, para buscar la paz». Hay gente que dice eso, pero si tu actitud interior no cambia y solo cambia el lugar donde vives, lo que cambian son los problemas. Ya no tienes el problema del ruido, los coches por todos lados. Pero cuando vas a Katmandú, Nepal, a las montañas, al Himalaya o a India, pasas unos días muy contento, pero después ya empieza otro rollo, otra queja, otro problema. «Uy, no hay ducha, no hay agua caliente, el wifi no llega. Hay muchos perros ladrando por la noche». Mucha gente se queja de cosas así. Yo conozco a mucha gente.

38:53

Hago muchos viajes a India, Nepal… Aquella parte. Mucha gente quiere ir allá, pero después de una semana… La segunda semana la gente ya se aburre. La ciudad tiene cosas buenas que el campo no tiene. Y el campo tiene cosas buenas como el silencio, la tranquilidad. Por lo tanto, en cuanto a tu pregunta, más o menos es la cosa. No importa la situación, lo primero es la aceptación. Aceptar la situación que vives. Si vives donde hay mucho ruido, intenta aceptarlo. Si no puedes aguantar, en vez de quejarte busca otro piso, otra zona. Cámbialo. Esa es una cosa. Otra cosa es que necesites silencio. Medita un poquito. Aunque haya ruido, si tú meditas, vas a oírlo, pero no te va a molestar, porque estás en estado de meditación. El silencio es un tema muy importante. Hablamos mucho, demasiado. Cada día, cada hora. Pero, si lo piensas bien, hay muchas palabras y no tanto sentido. Y eso también crea problemas. Habla menos y tendrás menos problemas. El silencio tiene mucho valor. Esto llena mucho. La meditación, el silencio y la introspección sobre tus valores. Así todo irá bien, no te quejarás tanto de los ruidos, y podrás disfrutar del campo, de la montaña, de la playa, de la ciudad…

40:48

Si no, te molestará el ruido, y la montaña también te va a molestar. Porque la mente sigue igual. La mente seguirá confusa, conque la confusión estará en todas partes. La salud mental, la liberación del estrés, la ansiedad y el dolor… Por un lado, están los médicos, los hospitales y los psiquiatras que trabajan esto. Pero, por otro lado, cuando alguien está pasando por un momento de estrés, un momento de ansiedad… En esos momentos también se puede aplicar la meditación. ¿Por qué tengo tanto estrés? ¿Por qué estoy tan nervioso? ¿Por qué estoy de mal humor? ¿Por qué? Esa es la pregunta. La respuesta no es fácil, pero vendrá. Estás en un estado mental agotado, cargado de emociones negativas. En este caso, hay que rebajar un poco las emociones, respirar bien. No solo tomar pastillas para quitar el estrés o la ansiedad, o tomar pastillas para dormir. Hay pastillas para todo, pero mejor que las pastillas es utilizar tu sabiduría, tu corazón. Aplicar estas técnicas y herramientas de las que hemos hablado. Aceptación, más paz, no preocuparse tanto, amar y tener compasión por los demás. Estas cosas nos ayudan a rebajar el estrés y a dormir bien.

42:45
Sagrario. Hola, Wangchen. Ustedes hablan mucho sobre el karma e incluso creo que ha dado varias conferencias sobre el tema. ¿Podría explicarnos en qué consiste?

42:58
Thubten Wangchen. Gracias por la pregunta. El karma también es un tema muy importante. En resumen, el karma es la ley de causa y efecto. «Karma» es «acción» en sánscrito. Cualquier acción que hagamos, sea física, mental o verbal, es una acción. Según el tipo de acciones que hagamos, habrá un resultado, un fruto. La causa, el origen… Si la semilla es veneno, crecerá hierba venenosa. Si la semilla es de uva, crecerá uva dulce. Cualquier planta o flor que plantemos, crecerá según la semilla. Si sembramos semillas de rosas, no van a crecer frutos picantes. Es imposible. Si sembramos un limonero, no pueden nacer manzanas. El karma es eso. Qué origen es la acción que hemos hecho, ya sea bueno o malo. Hay karma negativo y karma positivo. Entonces, es lógico que, si uno hace buen karma, reciba felicidad, alegría. Si haces el mal, por supuesto, la consecuencia será miedo, susto y dolor. Esa es la lógica.

Cinco principios de la filosofía budista para tu vida. Thubten Wangchen
44:50

El karma positivo no puede resultar en sufrimiento. El karma negativo no puede resultar en felicidad. La ley de causa y efecto. Esto nos ayuda mucho a ser más correctos. Si haces el mal… Aunque no haya cámaras, si respetas el karma, no haces el mal. Generalmente, si no hay policía, vigilancia o cámaras, la gente hace tonterías, porque no hay nadie. Pero el karma está aquí dentro. Cada cosa que hago bien o mal causa una mancha. Provoca una mancha negra o una mancha blanca. El karma no puede desaparecer. Si se respeta el karma, la disciplina cambia. Nuestras acciones y nuestro pensamiento serán más correctos. Hablaremos mejor, seremos más simpáticos, más amables… Si no se respeta el karma, somos más brutos, engañamos más, mentimos más. ¿Por qué? Porque no se conoce el karma. Si se sabe que el karma existe, mantenemos una disciplina. Para ser mejor, no para castigarte ni quitarte la libertad. No es así. Se trata de ser mejor persona, más correcto.

46:36

Y, así, todo irá mejor. Estaremos más alegres, tendremos más paz y menos estrés. Eso es la felicidad. He aprendido de vuestras preguntas. Si habéis aprendido de mis respuestas no lo sé. En cualquier caso, a partir de hoy vamos a intentar ser buenas personas, mejores personas, vamos tener buen corazón. Corazón calentito. Siempre lo digo: un corazón frío no sirve de mucho. No perdáis la sonrisa. Si alguien está muy preocupado y tú le sonríes y saludas, esa persona se va a sentir mejor. Sed amables, tened más compasión, paciencia, amor, disciplina, atención, fuerza. A las cosas buenas hay que dedicarles tiempo. Nunca hay que rendirse. «Never give up». Sigue hacia adelante, trabajemos para desarrollar nuestra mente, nuestro cuerpo y ser mejores. La vida es corta. Os deseo a todos y a todas muchos éxitos, salud y alegría. Y que sonriáis. Muchísimas gracias a todos.