El misterio de Pontecorvo
José Luis Crespo
El misterio de Pontecorvo
José Luis Crespo
Físico y fundador de Quantum Fracture
Creando oportunidades
Ciencia y curiosidades del universo
José Luis Crespo Físico y fundador de Quantum Fracture
¿Tiene sentido preguntarnos si la Tierra es plana?
José Luis Crespo Físico y fundador de Quantum Fracture
José Luis Crespo
Pokémon, Rick y Morty o tu cuñado terraplanista pueden ser personajes perfectos para aprender de ciencia. O al menos así lo ve el físico José Luis Crespo, que desde hace una década explica —con lenguaje sencillo y mucho gancho— conceptos científicos complejos en Quantum Fracture. Su canal de youtube, inspirado por los creadores de contenido norteamericanos, fue el primer canal de divulgación científica de España en superar el millón de suscriptores.
Crespo estudió Física en la Universidad Autónoma de Madrid y encontró su camino en la comunicación científica. Hoy es uno de los youtubers de ciencia más seguidos de habla hispana y sus fieles ya se cuentan por millones en las diferentes redes sociales. A través de contenidos educativos innovadores y accesibles, rigor científico mediante, Crespo aborda temas que van desde la física cuántica hasta la cosmología. Un trabajo que ha sido reconocido con diversos galardones como el Premio de Internet en Divulgación Científica 2018.
Amante y defensor de la divulgación científica en redes, Crespo reconoce la labor de los maestros: “Los verdaderos héroes son los profes, que están en clase con 30 chavales intentando enseñarles algo”. Y anima a usar en clase los recursos de las redes para promover más científicos y menos pseudociencias.
Transcripción
Una historia más, una historia más. Cuando vas al mundo en miniatura, cuando vas a lo que se llama «el mundo cuántico», cuando de repente cruzas esa línea de los nanómetros, 0,000… nueve ceros, cuando vas al mundo en el que viven los átomos, te das cuenta de que las reglas de ese mundo cambian completamente. Son totalmente diferentes. No son como las reglas del mundo clásico en el que vivimos. De repente te das cuenta de que cosas, como que un objeto tenga una posición, son cosas que se pueden romper. Que un objeto al menos parece como si pudiera estar en varios sitios al mismo tiempo o parece, al menos, que tiene varias velocidades al mismo tiempo o varias energías. Incluso sucede de vez en cuando que en una cierta región del espacio no sabes el número de partículas que hay, en el sentido de que… Y no es que tú tengas un problema y no puedas decir cuántas son, cuántas partículas hay ahí, sino porque ese número no existe, está indefinido. Esto lleva de cabeza no solo a científicos, que es una cosa que es difícil de comprender, sino también a filósofos, que intentan llevarlo todo a tierra. Y sin duda eso abre la puerta a que haya un mundo completamente diferente, en el que puede haber aplicaciones tecnológicas que sean muy interesantes. Una cosa que ahora mismo se llaman tecnologías cuánticas, una cosa que mucha gente está estudiando hoy en día.
Más cosas, más cosas raras. Si coges una nave muy rápida o si te mueves de una forma muy veloz a través de cualquier transporte, el tiempo para ti pasa más lento. Os pongo en contexto. Por ejemplo, imaginaos que tuviéramos una nave espacial superponte, unos motores horriblemente grandes, un montón de energía puesta ahí. Y es una nave que puede acercarse mucho a la velocidad de la luz. La velocidad máxima que permite el universo. Y con muy cerca me refiero a algo así como 99,99999 % de la velocidad de la luz. O sea, estás casi ahí, casi tocándola. Si montas en esa nave y te pasas un par de semanas en ella. Estás aquí en la Tierra, te montas en la nave, te das una vueltecilla por los alrededores del sistema solar y vuelves. Cuando vuelvas, después de esas dos semanas, habrán pasado 100 años. Es como que la experiencia del tiempo cambia completamente. Lo que eran dos semanas dentro de la nave se han convertido fuera en 100 años. El flujo del tiempo ha pasado más lento para ti. Esta fue una de las cosas que nos enseñó Albert Einstein en uno de sus primeros trabajos que tuvieron como mucha repercusión, la relatividad especial. Y que esto sea así, y sé que parece ciencia ficción, permite que mucha tecnología pueda ejecutarse bien, como puede ser, por ejemplo, que los satélites que forman el GPS funcionen correctamente. Esos satélites, por lo rápido que giran y lo precisos que tienen que ser, necesitan tener implementado dentro de su código que estas cosas pasan, que el tiempo pasa más lento cuando te mueves muy rápido.
Dejadme una más. Una historia más. Esta me parece superchula. El Sol… Esto seguramente lo habéis escuchado, que todos somos polvo de estrellas, que los elementos químicos de los que estamos formados realmente nacieron en el corazón de las estrellas. Por así decirlo, las estrellas, o al menos su núcleo, son una especie de hornos cósmicos. Son lugares donde los distintos átomos y los distintos núcleos se fusionan unos con otros. Y, así, partiendo del elemento más sencillo de todos, el hidrógeno, poco a poco vamos formando los demás. Los hidrógenos se combinan, forman helio, el helio se combina con hidrógeno, forma litio y poco a poco así vas rellenando la tabla periódica con todos los elementos. Vas progresivamente alcanzando nitrógeno, carbono, oxígeno y más o menos cuando estás ahí, carbono, oxígeno, algunas estrellas paran. Esos hornos ya no pueden alcanzar temperaturas mayores. No pueden alcanzar las condiciones que permiten crear el resto de elementos. En ese momento, el Sol va a ser un poco… Este caso va a suceder con el Sol. Esas estrellas mueren, mueren desprendiendo sus capas exteriores, las expulsan al espacio y lo que queda de esa muerte es el horno. Lo que queda es el núcleo de la estrella ahí parado. Ese núcleo, en este caso, por ejemplo, que es puro carbono, puro oxígeno, vamos a pensar uno que sea como puro carbono ese núcleo expuesto y que poco a poco se va a ir enfriando con el paso de los miles de años. Entonces, estos objetos se llaman «enanas blancas». Las vemos en el cielo.
Hay muchas estrellas que ya han pasado este proceso y esas enanas blancas están ahí. Bueno, pues resulta que estas enanas blancas, que son puro carbono, se especula, y se lleva especulando esto creo que desde los años 60, que al menos una parte de la enana blanca, como simplemente un núcleo muerto en el que ya no arde, ya no hay reacciones de energía que mantengan a la estrella, es solamente una cosa que está poco a poco enfriándose. Se piensa que al menos capas de esta estrella, poco a poco, en ese enfriamiento, podrían cristalizar. Entonces claro, si tú tienes una cosa que está hecha de carbono y poco a poco cristaliza en condiciones de presión absurdamente grandes, ¿qué es eso? ¿Qué es carbono presurizado? Es diamante. Es decir que en el cielo puede haber ahora mismo estrellas hechas de diamante, enteras ahí flotando en el espacio. Te estalla la cabeza, ¿no? Todas estas cosas, cuando tenía 14 años y las empecé a descubrir viendo vídeos en YouTube, fue una revelación para mí. Recuerdo un documental en concreto, que era sobre la teoría de cuerdas, que me abrió las puertas a todo este mundo de la física y de la física moderna, en el que de repente cosas que parecen completamente de ciencia ficción, cosas que no deberían existir, que son magia, de repente te das cuenta de que tienen una base científica y son cosas que están pasando y que son reales. Eso me flipó. Me flipó completamente y desde ese momento quise saber más. ¿Cómo se escribe esto con ecuaciones? ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo piensan los físicos respecto a todo este tipo de cosas? Eso fue a mí lo que me impulsó a decir: «Quiero estudiar una carrera de Física, quiero ir a la universidad».
Hay chavales que quieren estudiar Física porque les gustan mucho las matemáticas, les gusta mucho la resolución de problemas. A lo mejor porque han tenido profesores brillantes que les han motivado a ello. Yo he tenido profes muy buenos, eso sin dudarlo, pero a mí lo que me ha motivado más a estudiar Física ha sido la comunicación de la ciencia, la divulgación científica. Gracias a toda esa divulgación que consumía, yo quise saber más y saber de verdad qué eran esas cosas. Es muy irónico que, al final, he acabado trabajando de esto, profesionalmente haciendo divulgación. Esta cosa que a mí me ha apasionado tanto de pequeño. Y la cuestión es que, mientras todo esto sucedía, mientras yo consumía un montón de divulgación, estaba cociéndose una revolución, al menos en lo que es comunicación, y es la aparición de los youtubers. Yo soy de esa generación que veíamos al Rubius, que veíamos a Willy Rex, que veíamos… Esa generación en la que ese YouTube primigenio ya se estaba cociendo. Y la cuestión es que yo no solo veía estos youtubers clásicos, que yo creo que todos los de mi quinta los hemos visto, sino que también veía a unos youtubers, en Estados Unidos fundamentalmente, que hablaban de ciencia. Yo acostumbrado a esta divulgación clásica del documental, del libro, de la charla clásica, de repente me encuentro que hay gente súper punki que está, básicamente, contándote las cosas como si estuvieras en un bar con una servilleta, que te lo cuenta de un modo superagradable, que no es esta cosa seria y formal a la que estaba yo acostumbrado. Y que, además, se atrevían a hablar sobre temas de los que es muy difícil contarlos, es muy difícil divulgarlos porque son muy técnicos y aun así ellos lo intentaban y lo conseguían de un modo fabuloso. Veía no solo como una forma muy amigable y muy cercana de hacer divulgación, sino una manera muy innovadora.
Eso a mí eso me flipó completamente y en el momento en el que vi… «¿Y hay un canal de este tipo en español?» Y vi que no había absolutamente nada. Había profes que hacían experimentos, pero no este rollo que yo veía en canales estadounidenses. Yo no encontré nada. Y fue poco a poco ahí donde se fue fraguando en mi cabeza la idea de QuantumFracture, la idea de un canal de divulgación científica en español, que tuviera este rollo, que tuviera esta alma de querer aproximar la ciencia a la gente desde un modo super amigable y súper cercano. Desde entonces han pasado diez años y al final acabé estudiando Física, acabé aprendiendo lo que es la Física de verdad. Pero poco a poco esa alma por querer hacer divulgación, que al principio era completamente un hobby, querer hacer vídeos en mi canal de YouTube porque me lo pasaba bien, se ha convertido en un amor de verdad por esta profesión. Y desde hace unos seis años llevo trabajando profesionalmente en hacer estos vídeos en YouTube con un pequeño equipo. No estoy solo yo. Yo tengo unas ganas muy grandes, no solo de que la gente pueda pasar un buen rato o más bien que la gente pueda aprender cosas de ciencia que les vayan a servir en su vida, sino que también pasen un buen rato. Y luego también una importancia social que yo creo que es muy importante, que es que saber de ciencia también es cultura. Hay una cultura científica. Eso es muchas veces lo que necesitamos, porque hay mucha gente ahí fuera que nos quiere timar, que nos quiere contar que hay cosas que son científicas cuando no lo son. La cultura científica es una cosa que es muy necesaria en la sociedad. Está muy bien saber quién es Rosalía de Castro, eso estoy de acuerdo, pero saber quién es Schrödinger, por qué es importante, o quién es Margarita Salas, por qué es importante, también lo creo. Así que desde QuantumFracture nosotros intentamos empujar la cultura científica todos los días. No soy un gran científico. No soy una persona que ha hecho un gran descubrimiento. Pero ese empujar la cultura científica es una cosa que me la tomo bastante en serio.
“Los científicos intentan buscar y aproximarse lo más posible a los cómos y a los porqués”
«¿Qué es la ciencia?» es una pregunta supercomplicada, superdifícil, pero yo creo que una de las pautas, una de las cosas que primero se cuentan para cualquier persona que quiera introducirse es que la ciencia tiene unos pasos, que la mayoría de científicos lo que hacen es hacer suposiciones sobre las cosas que están pasando. Tú tienes una cosa que no sabes explicar y primero lo que haces es observarla. La observas, vale, existe. Hay un problema, esto no sé bien explicarlo. Después, piensas un poco qué podría ser con las cosas que tienes. Pones las cartas sobre la mesa y dices: «Vale». Haces una hipótesis, haces una suposición, supones lo que puede estar pasando. Esta es la explicación a esa cosa que no entiendo. Y después pasas a confirmar de algún modo esa hipótesis. Por ejemplo, diciendo: «Vale, mira, si esto es lo que explica esta cosa, tiene que pasar esto, esta consecuencia. Si cambio esto, debería pasar esto, si cambio esto y no pasa esto, eso quiere decir que mi hipótesis está mal, y a la basura». Ese momento en el que pones a prueba tu hipótesis de un modo u otro, haciendo experimentos, en este caso, acumulando muchas más observaciones, es lo que se llama «experimentación», haces un experimento. Y, por último, cuando ya tienes todos tus experimentos y tienes tus hipótesis delante y sabes muy bien todas sus consecuencias, pues empiezas a mirar: «Vale, ¿estos resultados están encajando bien con mis hipótesis?». Pues cuando más o menos todo hasta cierto punto lo tienes todo bien cuadrado, dices: «Muy bien, conclusión. ¿Qué conclusión tengo? Pues esta hipótesis». es la mejor y seguramente sea esto lo que está pasando en la vida real. Muy más o menos y tan más o menos que a veces esto no es del todo cierto, es lo que es la ciencia.
Podríamos comenzar con lo que he dicho antes. Podríamos comenzar con que los objetos parecen no tener… En el mundo cuántico parecen no tener una posición o una velocidad concreta, parecen no estar en un sitio concreto, muchas veces, sino que pueden estar como… Parecen estar dispersos en el espacio. Su característica posición podría estar no definida, algo que es completamente absurdo en nuestro mundo, o sea, todas las cosas, si las… Todas las cosas que existen están en un sitio o tienen un color o tienen un tamaño. En el mundo cuántico estas cosas pueden romperse y además tienen relaciones extrañas entre ellas. Hay una cosa muy famosa, el principio de incertidumbre de Heisenberg, esta idea de que, cuando sabes dónde está algo, ya no puedes decir qué velocidad tiene y, al contrario, cuando sabes decir qué velocidad tiene, ya no puedes decir dónde está. Realmente lo que está pasando ahí no es que tú tengas un problema en saber estas magnitudes, tengas un problema en el sentido de que no tienes instrumentos lo bastante buenos o que estás, de algún modo, perturbando el sistema. Lo que quiere decir realmente es que ese objeto no tiene ni su posición ni su velocidad determinados. Esa cantidad es que no existe, no está. No está, y tiene una relación extraña en la que, cuando sabes una, la otra se define y, cuando se define la otra, la otra se indefine. Es extraño, es contraintuitivo, no te cabe en la cabeza, pero es así como funciona el mundo. Recuerdo que a Luis Ibáñez, es un físico teórico español muy importante, le hacían la pregunta de ¿qué pasa con la cuántica? La cuántica no se entiende, que esta es una gran frase de Richard Feynman, que quien crea entender la cuántica es que se está mintiendo a sí mismo.
Tal vez no somos capaces de que se nos meta en la cabeza, porque hay que pensar que nosotros somos un cerebro de simio que ha evolucionado y ha crecido y se ha adaptado a este mundo real con estas reglas. Claro, ahora estamos cambiando las partidas del juego, ahora estamos… Nos hemos movido a un juego diferente, entonces, nuestro cerebro no está adaptado en que las reglas fundamentales sean totalmente distintas. Luis Ibáñez decía que no, que la teoría cuántica, la mecánica cuántica, se entiende perfectamente, pero porque es un modelo, porque es una teoría, porque son unas reglas. Otra cosa son los problemas que tú tengas con ella. Pero esa teoría se conoce y está ahí y la conocemos desde hace ya… Bueno, depende del nivel de sofisticación que quieras, pero la conocemos casi 100 años. Tenemos aplicaciones de ella. El láser no funcionaría si no lo entendiéramos. Los transistores que forman toda nuestra electrónica no funcionarían si no tuviéramos claro cómo funciona. Y así con muchas más cosas que, además, van a venir dentro de poco. Ordenadores cuánticos, tecnologías cuánticas, las aplicaciones del entrelazamiento cuántico. La idea de que dos objetos, gracias a este rollo de que no tienen sus propiedades definidas, pueden de algún modo compartir información de forma fantasmal. Comillas en todo esto. Es una cosa complicada de explicar. Todo eso también va a abrir campos nuevos, como es la comunicación cuántica, incluso la criptografía cuántica, mandar los mensajes más seguros del mundo. Estos son cosas que van a venir gracias a este mundo raro que poco a poco estamos siendo… Ya no solo comprenderlo o estimarlo, sino que estamos siendo capaces de manipularlo. Esto vendrá. La cuántica es un campo muy grande en el que trabaja muchísima gente.
Estoy hablando de que el universo al completo, lo que estoy hablando es de decenas de miles de millones de años luz, están compactados en lo que es el tamaño del sistema solar. Son cantidades… Estamos hablando de factores enormes de compresión. La teoría del Big Bang te dice esta evolución que ha hecho, de plasma muy caliente a plasma un poquito más frío, a nube y después a la estructura del universo, galaxias, etcétera. La teoría del Big Bang te dice cómo estos procesos han ido sucediendo. ¿Qué pasa? «Big Bang». Parece que, como el universo se ha amplificado, es porque ha habido algo al principio. Como una especie de explosión que le ha dado a todo lugar. Y uno lo podría pensar: «Sigue echando la película hacia atrás». ¿Qué pasa si sigues echando la película hacia atrás desde ese universo plasma supercompacto? Lo que ocurre es que la teoría se rompe. Lo que pasa es que tú puedes decir: «Vale, vamos a seguir comprimiendo». Sigues comprimiendo y, al final, ¿qué está pasando?, que hay un t igual a cero, hay un principio de los tiempos en el que todo el universo estaba hipercomprimido en un lugar. Bueno, por un lado, está la movida de que pensamos que el universo es infinito. Esa es una cosa. Y realmente lo único que podemos hablar es del universo que vemos, el universo observable. Sabemos que hay más cosas fuera del universo observable, pero por ahora solo nos podemos centrar en lo que vemos. Y eso sí que es un universo entero que ha sido colapsado a tamaños enormemente pequeños. Pero lo que pasa es que esa extrapolación que hace el Big Bang, que te lleva a la teoría del Big Bang, sabemos que no es del todo correcta, porque la teoría del Big Bang y la maquinaria teórica que hay detrás de ella, que es la relatividad general, la teoría de Einstein, sabemos que no es la última palabra. Sabemos que, cuando las cosas se hacen demasiado pequeñas o cuando las energías son demasiado altas, la cuántica tiene que entrar.
Ahí volvemos otra vez. Tenemos la relatividad por un lado y tenemos la cuántica por otro. Entonces, en esos entornos tan extremos que sucedieron en ese universo superantiguo, sabemos que la teoría de la relatividad no es suficiente. Tiene que entrar la cuántica de algún modo que no conocemos, y nos podrá explicar entonces qué pasó en el inicio del universo. Por ahora lo que tenemos, la teoría del Big Bang, es que hay una especie de corte, hay una zona no segura, en la que no podemos estar seguros de qué pasó, pero sí que podemos decir que el universo evolucionó desde un estado ridículamente comprimido a lo que tenemos ahora. Eso es básicamente la teoría del Big Bang. Hoy en día tenemos una pequeña evolución de la teoría del Big Bang, que es una especie de DLC que le metemos a esta película, que es inflación cósmica. Es intentar dar una respuesta a: «En estos estados tan tan comprimidos, ¿qué paso? ¿De dónde sale todo esto?». Inflación te dice que hubo un proceso cuántico, aquí entre la cuántica, que hizo que el universo se expandiera muy rápidamente y diera lugar a esta pelota comprimida que poco a poco se convirtió en el universo que vemos. Esta es una teoría que todavía está en el aire. Todavía no sabemos si es cierta. Es una teoría que explica muchas cosas que no podemos explicar de otro modo en el universo. Pero no tenemos una afirmación, no tenemos una confirmación experimental dura que te diga: «Esto es». La teoría de la inflación hace predicciones. Todavía no hemos visto que ninguna de esas predicciones sean esta cosa. Así que, por ahora, el origen del universo y de dónde surge todo lo que vemos sigue siendo en parte un misterio. Aunque tenemos buenas ideas.
Entonces, si la Tierra fuera plana y las estrellas también giraran, entonces siempre veríamos en todos los puntos de la Tierra, no importa desde donde mires, que ese giro es en un sentido. Porque tú tienes esa bóveda de estrellas, todo es plano, tienes la bóveda de estrellas y todo gira en un sentido y da igual donde te coloques en ese plano, siempre gira en el mismo sentido. Pero eso no es lo que pasa. Lo que pasa es que, una vez te vas al hemisferio contrario, las cosas cambian. Incluso si estás en el ecuador, puedes ver que en un lado gira en un sentido y en el otro, en el otro. El cielo te está gritando que lo que está pasando es que estás en la superficie de una esfera, la esfera rota, y las estrellas, estás viendo desde tu punto de vista que las estrellas están girando. Ese argumento me parece destructor. No hay forma de que en terraplanista te puedo decir: «No, bueno es que…». No hay forma. Ese es un argumento completamente destructivo para mí. Hay muchísimas cosas más al margen de todas las fotos, vídeos… ¿Cuánta gente amateur que tiene…? Hay uno muy bueno que es la gente que tiene drones. Parece ser que hay gente que tiene drones de algún tipo o que tienen acceso a drones militares, no lo sé muy bien. Pero pueden demostrar, por ejemplo, que pueden hacer… Con los drones, pueden dibujar triángulos haciendo movimientos y que los ángulos del triángulo no suman 180 grados. Dentro de un plano, si tú dibujas cualquier triángulo, eso tiene que sumar siempre 180 grados. Esto es como geometría clásica de matemáticas de la escuela. Pero lo que pasa es que, si trazas triángulos en la superficie de una esfera, esos ángulos pueden ser mucho mayores.
Imaginaos, por ejemplo, que tenéis un dron de este tipo. Estáis en el Polo Norte, partís hacia el ecuador, llegáis, yo qué sé, a, por ejemplo, a Yucatán, a México, y una vez estáis en Yucatán, giráis el dron 90 grados, cambiáis la cardinalidad totalmente y os vais a Sáhara, por ejemplo, y una vez estáis en Sáhara, volvéis a cambiar la cardinalidad y volvéis otra vez hacia el norte. Es muy… O sea, esto más o menos en la cabeza es como: «Vale, todos estos movimientos los puedo hacer, me puedo ir aquí, me puedo ir allí y después subo al Polo Norte». Pues ahí estás, haciendo giros de 90 grados en cada parte. 90 más 90 más 90, si no me equivoco da 270, lo cual no son 180 grados. Haciendo triángulos más pequeñitos, porque, evidentemente, hacer estos vuelos supongo que rompería un montón de reglas internacionales, pero haciendo triángulos más pequeñitos, hay mucha gente que ha demostrado que puedes trazar triángulos que no son de 180 grados. Este, por ejemplo, también es un argumento buenísimo, hay gente que lo está haciendo hoy en día. Y por lo demás, bueno, hay muchas cosas más que se pueden se pueden decir. Pero la cuestión más clara con todo esto es que con un terraplanista no discutes, con un terraplanista, te estás golpeando la cabeza contra la pared. Los vídeos que nosotros desde QuantumFracture hemos hecho sobre terraplanismo, aparte de que es una idea fascinante, en plan de, esta gente, realmente, en qué cree, cuál es su cosmovisión del mundo. Como si intentaras ponerte en la cabeza de los antiguos mesopotámicos y ver cuál era la concepción… Como una cosa de mitología. Pero nuestra intención nunca ha sido convencer a terraplanistas. Yo tengo que decir que esa gente, una vez ha entrado ahí, están en un pozo del que es difícil salir, debo decir, debo decir, porque son muy dogmáticos con lo que piensan y siempre van a querer darle la vuelta. Yo siempre he hablado de terraplanismo porque creo que es una manera fabulosa de hablar de cosas de ciencia. Aquí hemos hablado un poquito de geometría, aquí hemos hablado un poco sobre cómo funciona el cielo y, oye, siempre me ha parecido una muy buena manera de que esa ciencia entre a la gente a través de una cosa que nos fascina a todos, que es gente que piensa hoy en día que la Tierra es plana.
Para mí el mito más extendido de la física es que los átomos son un núcleo así pequeñito y como unas bolitas que están así girando en torno a él. No, totalmente no. Además, que es otra cosa de estas de las que sabemos que es así desde hace 100 años, totalmente. Digamos que es una imagen del átomo que es muy intuitiva, pues, mira, el átomo está hecho de electrones, protones y neutrones. Los protones y neutrones están aquí encerrados en este sitio y los electrones están como dispersos de algún modo, los electrones tienen que estar girando en torno a eso. Estrictamente, los electrones sí que están girando en torno a los núcleos atómicos. Lo que pasa es que volvemos a lo mismo, son objetos cuánticos y sí, están girando, pero están girando de manera cuántica. Es decir, que cuando vemos esa imagen de los electrones simplemente haciendo órbitas como lo hace la Tierra alrededor del Sol, nos estamos engañando un poco. Y además es una cosa que sabemos desde hace también mucho tiempo. Esta idea del átomo de este modo, de las órbitas solares, proviene… Es anterior a Bohr, es decir, que tiene un montón de tiempo. Pero muy poco después, cuando ya teníamos una mecánica cuántica mucho más establecida, sabíamos ya, o al menos teníamos las matemáticas que nos estaban mostrando que lo que estaba pasando era mucho más complejo.
A lo mejor os suena Schrödinger, el del gato de Schrödinger. Bueno, pues en el mismo artículo científico que presenta la ecuación de Schrödinger, que es como una de las ecuaciones maestras de la física, en ese mismo artículo, el tío resuelve cómo tiene que ser el átomo, aplicando esta nueva ecuación, la ecuación de Schrödinger. En el mismo artículo, o sea, la leche. Y lo que nos muestra es que los electrones, al tener esta extraña propiedad, o al tener esta posibilidad de no estar en ningún sitio del espacio o al menos parecer que no está en ningún sitio del espacio, o parecer que no tiene una velocidad, o parecer que… Lo que ocurre es que, al final, lo que imaginamos es que hay como una especie de nube de electrón que está rodeando el átomo y que esa nube es el electrón. Si queréis pensarlo así, es una manera de verlo, es una manera de pensarlo, es como si el electrón estuviera en todos los sitios de ese espacio al mismo tiempo. No es que esté orbitando, es que está literalmente en todas partes. Y, cuando nosotros queremos ir y ver ese electrón, queremos detectarlo de algún modo, entonces, ese electrón ya está en un sitio, lo determinamos en ese sitio. Su propiedad posición no estaba determinada, estaba indefinida. Nosotros forzamos que esa propiedad se defina. Cuando nosotros queremos, haciendo experimentos.
Estas formas, además, son especialmente bonitas. Se llaman… No son órbitas, aunque es el equivalente cuántico a girar. Cuando tú haces que algo cuántico gire, se toman estas formas en las que tenemos como ese electrón desparramado en muchos sitios al mismo tiempo. Una vez más, esto es una forma de pensarlo. Y, como no son órbitas, pero son algo parecido a las órbitas, en el mundo cuántico se llaman «orbitales». Hay orbitales muy distintos de formas muy raras. Los más sencillos, los de energía más baja, son como una esfera, una esfera que rodea el núcleo atómico. Otros ya son lóbulos, tienen lóbulos así, muy chulos. Además, tienen propiedades muy raras, tienen cambios de fase, pueden combinarse unos con otros… Los químicos lo pasan superbién con este tipo de cosas. Ese yo creo que es uno de los misconceptions, de los grandes errores que transmitimos a la gente. Está muy bien saber que los átomos tienen estos tres componentes, yo creo que por ahí hay que empezar. Pero ese salto de decir que los átomos son mucho más complejos es una cosa que a lo mejor todavía se nos escapa un poco, y desde la comunicación de la ciencia está bien comentarlo. Y está bien comentarlo porque, si no fuera así, si los átomos realmente estuvieran en órbita sin más y no fueran de este rollo en el que tienes nubes de probabilidad de encontrar los electrones, no existiríamos ninguno de nosotros. Los enlaces moleculares, la idea de que los átomos se unen unos con otros para formar cosas mucho más complejas, moléculas mucho más complejas, es gracias a que, de algún modo, si tú tienes dos átomos y tienes a sus electrones en este estado extraño en el que están en varias partes al mismo tiempo, pueden llegar al momento en el que lo más favorable energéticamente, lo más favorable para ellos, sea que esas dos nubes conecten a los dos átomos, que conecten a los dos núcleos. Y esa nube de conexión es el enlace químico. O sea, gracias a la cuántica podemos explicar por qué la química existe.
“El mito más extendido de la física es que los átomos son un núcleo pequeñito y hay unas bolitas que están girando en torno a él”
Vivimos en un espacio que es dinámico. Y, de hecho, es curioso porque hay una sustancia dentro del universo que es la que le está obligando a crecer cada vez más y más rápido. Os cuento más sobre esto ahora. Por otro lado, por culpa de que la luz nos tarda en llegar, por culpa de que ahora mismo esos fotones, esas partículas de luz, están llegando ahora mismo de regiones muy lejanas, podemos llegar a ver cómo era el universo cuando era un bebé, que esto también es una cosa muy chula. No sé si habéis escuchado esto de que la luz que nos llega del Sol o de la Luna tarda un tiempo en llegar. Hay tantísimo espacio que, cuando hay un fotón, hay una partícula de luz, que choca en la Luna y va hacia nosotros, esa distancia que tiene que cubrir ese fotón es bastante grande. De aquí a la Luna es un segundo. Eso quiere decir que, si tuviéramos que ver una señal en la Luna, tardaríamos un segundo en verla. Cada vez que miramos la Luna por la noche, la estamos viendo con un segundo de retraso. No estamos viendo exactamente lo que está pasando. Lo mismo pasa con el Sol. La distancia de aquí al Sol es ocho minutos luz. Es decir que, cuando vemos el Sol en el cielo, no lo miréis muy de seguido, ya sabéis lo que pasa, estamos viendo el Sol ocho minutos en el pasado. No estamos viendo lo que está pasando ahora, sino ocho minutos de retraso. Y así podría seguir cada vez que me voy más lejos. La estrella más cercana son cuatro años. Es decir, que estamos viendo esa estrella cómo era hace cuatro años en el pasado. En la galaxia eso puede convertirse en decenas de miles de años. Ha podido estallar una estrella en nuestra galaxia y hasta después de decenas de miles de años, no lo sabremos. Y, cuando te vas fuera de nuestra galaxia, se vuelve aún peor. Estamos hablando de millones de años. Cuando vemos esas galaxias en el cielo con un telescopio, estamos viendo cosas que pasaron hace millones de años. Entonces, claro, cuanto más te alejas, más al pasado te remontas. Cuando miras al cielo, miras al pasado. Y, cuanto más lejos, más. Entonces, claro, eso quiere decir que si yo miro lo bastante lejos, ¿puedo llegar a ver el Big Bang? ¿Puedo llegar a ver lo más pasado de todo?
No del todo, como alguien del público sugiere, efectivamente, porque digamos que hay un límite. Antes os he hablado de que el universo era un plasma. En el pasado ancestral estaba todo tan junto que el universo era como el interior de una estrella. Y pasa una cosa en los interiores de las estrellas y es que la luz no es capaz de moverse muy bien por ahí. Digamos que los plasmas son la pesadilla de la luz. En los plasmas hay una cosa que se llaman «cargas libres», partículas cargadas. Y la luz no puede evitar chocar como si estuviera en un pinball por todas esas cargas. Así que, digamos que hubo un momento del pasado del universo en el que, el universo era tan denso y era todo plasma y cargas libres, que la luz no era capaz de viajar en línea recta. La luz estaba atrapada. No era luz como tal y como la concebimos hoy en día en este sentido. Así que ese es el límite que podemos ver cuando miramos muy muy lejos, muy al fondo, más allá de las galaxias, más allá… Cuando miramos superatrás, lo que vemos es ese plasma. Lo vemos en una frecuencia que no es el visible, lo vemos en microondas. Eso, eso quiere decir… Eso tiene que ver con que, esa luz que nos ha venido, la expansión del espacio le ha ido quitando poco a poco energía hasta que ha llegado a nosotros. Eso hace que el visible pase a espectro microondas. Pero este es un gran descubrimiento que hubo en el siglo XX, poder ver el universo bebé, que está ahí, al fondo. Es una cosa que se llama el «fondo cósmico del universo», el «fondo cósmico de microondas». Es una imagen del universo bebé.
Y viendo esa foto… Y me preguntaréis, ¿cómo es eso? ¿Cómo es esa foto? Porque, claro, es la foto más antigua que puede existir, es la foto de cómo era todo. Pues es muy aburrida porque es una foto como si fuera de un color plano. Si pudiéramos ver microondas y las microondas fueran verdes, veríamos verde. Ya está, verde en todas partes, sin más. Eso es simplemente porque el universo era muy parecido en todas partes. Era supersimilar. No importa donde mires. Por eso el plasma es como muy verde. Pero es cierto que mirando esa foto te puedes dar cuenta que existen como unas pequeñas manchitas, como si fueran grumitos. Cosa que tú dices: «Bueno, poco interesante, muy bonito». Pero viendo esos grumitos somos capaces de extraer mucha información. Somos capaces de extraer de qué está hecho el universo. Incluso cosas que no vemos a simple vista. Es como si de algún modo viendo una sopa o un estofado, cómo ebulle, cómo cambia, simplemente mirándolo, pudiéramos saber de qué está hecho. Si tú miras, por ejemplo, que esa sopa, esas burbujas, por ejemplo, digamos que les cuesta mucho romper, simplemente viendo esas burbujas vas a decir: «Mira, va a ser un estofado superdenso, esto va a costar tragarlo». Mientras que, si ves que burbujea muy rápido, sabes que es muy ligero y va a ser una sopa. Pues algo así, mirando cómo ebulle ese plasma ancestral, podemos saber de qué está hecho. Y, cuando vemos de que está hecho, y aquí yo creo que es otra de las supercosas sobre el universo hoy en día, es que sabemos que no solo está hecho de materia. No solo sabemos que está hecho de esta materia de la que están hechas las cosas, no está hecha simplemente de átomos o, como dicen los cosmólogos, «de materia bariónica», sino que está hecha de sustancias raras, sustancias extrañas.
Son dos fundamentalmente. Una de ellas se llama «materia oscura». Es algo que es prácticamente idéntico a la materia, digamos que pesa, es gravitatoria, tiene masa, pero por algún motivo no la vemos, no somos capaces de verla, es una materia invisible. Está ahí, rodea galaxias, rodea todas las estructuras del universo. Está en cantidades enormes. De hecho, hay cinco veces más de esta materia que materia bariónica, que la materia de la que estamos hechos. Cinco veces más, pero no somos capaces de detectarla de maneras electromagnéticas, son invisibles totalmente. Hoy en día no se sabe de qué está hecha esta materia oscura. Hay muchos candidatos, pero todavía no sabes realmente cuál es la sustancia que lo forma. Materia oscura, oscura no solamente porque es invisible, sino porque no sabemos qué es. Lo que me lleva a la tercera cosa. La tercera cosa es incluso más abundante que estas dos. Si la materia oscura y la materia de la que estamos hechos es materia, al fin y al cabo, eso forma el 30 % del universo. El otro 70 % es esta otra cosa. Es una cosa que se llama energía oscura. Lo cual es un nombre un poco horrible o un nombre que no dice mucho, porque… Energía. Bueno, sí. O sea, todas las cosas en un sentido u otro tienen energía, pueden ser transformadas en energía o tienen asociadas energías potenciales. Así que decir «energía» tampoco dice mucho. Y decir «oscura» quiere decir que no tengo ni idea de qué es. Es como decir «cosa desconocida», literalmente.
La energía oscura se sabe que existe porque a principios de siglo XXI, esto fue hace muy poquito, relativamente, unos 20 años, se descubrió que el universo no solo es que crezca, sino que cada vez crece más y más rápido. Como si el velocímetro poco a poco fuera acelerando. La expansión del universo cada vez acelera más y más. Y lo que te dice la teoría sobre que el espacio cambie, la relatividad general, es que solo puede pasar eso por culpa de una sustancia que tenga un comportamiento muy raro. Es esta energía oscura. Hoy en día no se sabe qué es esa energía oscura y de hecho ahí puede ser que esté uno de los misterios más grandes de toda la física. Que no entendamos bien qué es la energía oscura conecta con que no entendamos bien muchas cosas de física de partículas, que no entendamos bien cosas superprofundas de física y que ahí hay una revolución que está esperando y que seguramente cambiará todo lo que pensamos. Estas son las cosas que sabemos y que no sabemos del universo y que lo hacen tan apasionante. La cosmología hoy en día yo creo que es uno de los campos de la física que es más… Es la leche. Cada día está habiendo descubrimientos con telescopios, con cosas nuevas y yo creo que es un campo de estudio fascinante.
Ya no solo es coger los termómetros de todas las partes del mundo, hacer un promedio y ver que la cosa está subiendo descaradamente. Es ver que pasa lo mismo con los termómetros marinos. Pasa lo mismo cuando uno mide la temperatura con satélites. Es lo mismo cuando uno ve otros parámetros como crecimiento del nivel del mar, acidificación de los mares, proxies que llevan desde cosas también biológicas… Todo lo que tú creas que puede estar conectado con el clima, se está viendo que está siendo modificado y a nivel global. Por eso es un calentamiento global y por eso es un cambio climático global asociado a eso. Es complicado ya defender ese punto de vista de «No, no, aquí no está pasando nada». Yo creo que todos en nuestras carnes lo estamos viviendo de un modo u otro, ya en nuestras vidas, como hay cosas que están pasando que antes no pasaban. Hay otro nivel más y es decir: «Ok, esto está pasando, confirmo lo de las gráficas, alright, pero no es culpa nuestra. Esto de que el clima está cambiando, bueno, esto ha pasado en la Tierra durante un montón de miles de millones de años desde que existe la Tierra. Esto cambia, el clima ha cambiado, es algo normal y ahora se está viendo una fluctuación más de esos comportamientos naturales de la Tierra. Y no es culpa nuestra. De hecho, ¿nosotros cómo vamos a poder cambiar algo tan complejo como es el clima de todo el mundo?». Esto es nivel dos. Vale. Hay científicos de todo el mundo que trabajan en modelización del clima. Es decir, en grandes computadores, hacer modelos del clima, meter todos los datos posibles, y no son perfectos, no son lo mejor del mundo. Nada lo es realmente. Pero sí que son muy precisos y pueden catalogar exactamente quién es lo que se llama «el forzamiento más grande», es decir, quién tiene realmente el poder, quién está ahora mismo cambiando el clima. Y esa gente, que son expertos en esto, se lo toman en serio, son científicos, trabajan… No es cualquiera. Son gente que tiene recursos y que trabaja en esto. Pues han visto… Han intentado descartar todas las cosas.
Es decir, vamos a hacer esto en serio. Si no somos nosotros, ¿qué puede ser? Si empiezas a pensar cosas como: «Mira, es el Sol. La actividad del Sol ha aumentado. Y por eso ahora mismo la temperatura está subiendo». Los ciclos solares se tienen muy bien categorizados y hay muchas maneras de ver cómo han cambiado a lo largo de la historia. Desde los anillos de los árboles, que hay algunas cositas muy divertidas, desde los núcleos de hielo que se extraen desde la Antártida, hay un montón de maneras muy sofisticadas. Aparte de los datos satelitales que tenemos. Y, aunque es cierto que el Sol tiene cambios de actividad cada siete años y luego cambios muchísimo más grandes, no son capaces de dar cuenta del enorme crecimiento que ha habido en los últimos años. No es posible. Eso por un lado, no es posible. El Sol no es el culpable. Otros dicen que tiene que ver con que la órbita de la Tierra cambia un poquito. Eso se llaman «ciclos Milanković». Simplemente la órbita de la Tierra a lo mejor se estira un poquito, cambia… Son cosas normales del sistema solar. Pero ¿qué pasa? Que, cuando uno lo estudia, ve que son ciclos de miles de años o un millón, decenas de millones de años… Es decir, este cambio lo hemos sufrido en cuestión de cientos de años. 100 años. Tampoco ha podido ser esto. Y así podría seguir con muchas más cosas que incluso que tienen que ver con… Los volcanes. Lo de los volcanes se dijo un montón de veces. De cuestiones biológicas. Se ha hecho incluso el carbono-14 al aire, ¡el carbono-14 para ver de dónde salía. Y el carbono-14, lo que te revela, y otras pruebas que se hacen, lo que te revela es que, de algún modo, ese CO₂, ese dióxido de carbono que, ¡vaya de repente está en el aire!, y que cada vez sube más y cada vez hay más, proviene de un sitio en el que, o proviene de un lugar en el que, digamos, no hay carbono…
El carbono-14 se ha agotado, es decir, está todo muerto. Proviene de algún lugar, proviene de una sustancia no biológica o al menos cuyos… El sujeto del que viene lleva muerto durante un montón de tiempo. Es decir, casi te está apuntando todo lo científico a «Esto sale de los hidrocarburos, esto sale de nuestra gran fuente de energía. Aguantar hoy en día, a su vez, esta idea de que son fuentes naturales las que están causando este calentamiento, después de tener todas las gráficas de CO₂ disparadas desde hace 100 años, y poco a poco cómo van subiendo, que lo ves incluso en cómo se acidifica el mar, que tiene que ver con ese CO₂ que captura el océano, a mí me parece también ridículo. El IPCC en sus informes ha llegado al punto en el que ha dicho que es que es incontestable que el cambio climático está producido por el ser humano. Y para que un científico te diga algo tan contundente… Los científicos siempre te dicen «es posible que», «es bastante seguro que»… Siempre te hablan en esta terminología. Que alguien te diga que algo es una certeza es porque tiene que haber muchísima evidencia de que esto es así. Nivel dos. Ahora entramos en otro momento diferente. Ahora entramos en el nivel tres, que es, vale, existe un problema. Vale. Es nuestra culpa. Es culpa de toda la humanidad. Pero, vamos a ver cómo lo arreglamos.
Es decir, a lo mejor intentar arreglarlo es peor o tiene peores repercusiones que simplemente dejarlo ir y mitigarlo. Es esta idea de que de que, al final, hace falta que cambie algo, que cambie nuestro… Cambie cómo generamos energía, que cambien nuestros transportes, que haya una evolución en cómo somos como civilización. Y que haya cosas que cambien. Ahí hay un negacionismo también muy fuerte en todo esto, pero incluso los expertos han visto las posibles consecuencias que puede tener no atajarlo. Y estamos hablando de cosas como mitigarlo. Aquí en España, aquí en Europa, al fin y al cabo vamos a poder, si hay una ola de calor muy grande, por ejemplo, pues al final el Gobierno de algún modo pondrá los recursos para poder… En otros países, si el nivel del mar sube, se podrán construir diques mayores. O, si hay zonas de España que de repente se desertifican un montón y ya no puede nadie cultivar, pues supongo que el Gobierno intervendrá para que eso… Para que la gente no sufra por esas consecuencias económicas. Pero uno tiene que pensar en qué pasará en otras zonas del planeta en las que no tienen esos recursos. Y qué consecuencias podría tener para el resto del mundo. Es decir, el cambio climático es muy complejo porque alterar el clima es alterar la parte fundamental de la civilización, la parte básicamente de agricultura. Y cuando modificas eso puede haber cambios muy graves, hay que tomárselo muy en serio, porque puede darle la vuelta completamente a la tortilla.
Sin ir más lejos, creo que los británicos están empezando a poder hacer vino. Ahora mismo, gracias a que sus temperaturas son más altas. ¿Dónde nos deja a todas las bodegas españolas en todo eso? Eso es un problema. «Ja, ja», pero hay mucha gente que vive de eso. Y, si eso cambia, tenemos un problema económico. El cambio climático no es solo salvar a los osos polares. Es una cosa multifactorial que puede afectar a la vida de mucha gente. Entonces, ¿cómo podemos resolver esto? Fundamentalmente, hay que hay que focalizarnos en dos cosas fundamentales, en dos sectores. Uno es la energía que consumimos todos los días, y por otro lado es el transporte, la energía que tienen los propios transportes. Creo que cuando esos dos factores, que son supercomplejos, porque tienen que ver con descarbonizar la energía, quitarnos la flexibilidad que nos da el gas natural, por ejemplo, o el carbón, para reemplazarlo con energías renovables, eso ya es una movida de por sí, enorme, porque cada energía, digamos, dentro del mercado eléctrico, tiene su función y cambiarlo requiere de un reto tecnológico muy alto, baterías, etcétera. Y lo mismo pasa un poco con el transporte. Hay que cambiar muchas cosas, hay que innovar en muchos sectores para que sea viable y tengamos una energía 100 % limpia. No es fácil. Va a haber retos sociales implicados con esto. Pero creo que, vamos, yo creo que, científicamente, desde el punto de vista técnico, es lo mejor que se puede hacer. Si no, habrá consecuencias muy graves que muchos expertos del mundo han apuntado en muchos sectores muy complejos.
Es un reto, pero, además, yo creo que saldremos reforzados de esto. Tampoco hay que verlo como una maldición. El hecho de que tengamos mucha mejor tecnología y ahora digamos: «Mira, sí, están los combustibles fósiles que son maravillosos, son pilas químicas que nos podemos llevar a cualquier parte», pero ¿acaso no es mejor también desarrollar tecnologías para no tener que usarlas? Ahora vivimos como secuestrados por esas tecnologías. No podemos vivir sin ellas. ¿No es también algo muy positivo invertir dinero en innovar, en crear cosas nuevas que nos permitan no estar secuestrados? Por mucho que… Esto yo creo que sería como una de las cosas más fuertes que le diría un negacionista. ¿No es casi mejor actuar a favor del cambio climático, aunque para ti el cambio climático no exista, porque realmente vamos a poder sacar cosas muy positivas socialmente de ello? Yo creo que toda la evidencia científica apunta a que tenemos que actuar y cuanto antes. Ya hemos pasado uno de los límites, la idea de que podíamos parar el cambio climático en un grado de subida en temperatura. Ahora ya estamos abocados a que ese grado se cumpla, incluso que pasemos a 1,5 o 2, ese límite lo pasamos ya hace bastante tiempo. Y lo que la evidencia científica nos dice, y, al final, esos informes científicos que están en la mesa de todos los políticos del mundo, es que se actúe cuanto antes y de la manera más fuerte posible. Las primeras potencias del mundo son las que más tienen que apostar a eso, ya que han sido también las que más han contaminado a lo largo de la historia. Y que esa tecnología que ellos creen también la repartan al resto del mundo para que todos juntos podamos transicionar a un mundo más verde.
“El cambio climático es uno de los retos del siglo. Lo que la evidencia científica nos dice es que se actúe cuanto antes y de la manera más fuerte posible”
Tengo que poner un contexto para luego poder explicarles esto de la tabla periódica. Tengo que encontrarle ángulo, tengo que encontrarle gancho. Tengo que buscar que les interese. Yo no tengo por qué… No tengo que aceptar que esa gente ya se va a sentir interesada de partida. Tengo que interesarles yo a ellos. Eso quiere decir que hay que hacer un trabajo previo muy grande de ver cómo uno lo hace, de ver ángulos. En ciencia también es muy importante saber sobre historia de la ciencia. A la tabla periódica no se llegó así por así. Incluso a las cosas matemáticas tampoco se llegó así por así. Hay un recorrido en el que la gente poco a poco las va descubriendo desde problemas mucho más pequeños y van llegando a ellas. ¿Por qué no utilizamos esa historia? ¿Por qué no utilizamos esos orígenes históricos para introducir las cosas en clase? Nosotros lo usamos todo el rato en divulgación para que las cosas interesen. Contexto. Dar contexto. ¿Por qué estamos estudiando las matrices? ¿Qué son las matrices? Ya no es tanto una cosa de practicidad. ¿Por qué funcionan? ¿Por qué son importantes unas matrices en ciencia de datos para…? No tanto es eso, sino ¿de dónde surgen? ¿Por qué debo estudiarlas? ¿Qué importancia…? ¿Cómo han llegado las mejores mentes del mundo a esto? Porque esa gente fue tonta al principio y poco a poco llegó hasta ellas. ¿Por qué no buscamos lo mismo para nuestros chavales? Esto lo hacemos en divulgación todo el rato: meter contexto. Y hay muchos contextos que son muy divertidos. Hay historias de la ciencia que son súper divertidas y que puedes introducir muchos de esos temas de un modo. Hay cosas científicas y matemáticas que se relacionan con cosas muy jugosas y muy curiosas, y puedes utilizarlas como una excusa para luego contar estas cosas científicas. Más o menos lo estaba haciendo aquí ahora todo el rato. De un modo u otro, a lo mejor sin mucho éxito. Pero yo creo que eso podría ser un excelente consejo para los profesores: preparar lecciones buscando ganchos.
También se preocupan mucho de que los satélites de Elon Musk, estos que está poniendo en el cielo, las superconstelaciones, las megaconstelaciones que está haciendo, impidan hacer estas medidas correctamente en ciertos momentos. Ya otro problema será, como pasa en Don’t look up, si a los científicos les… Si a la gente le da igual lo que digan los científicos o los riesgos que tienen. En ese sentido, me parece muy mordaz la peli y tiene mucha razón en muchas cosas que suceden. Pero al menos que tengamos esta tecnología para saber que existe un problema y que puede venir y desarrollar la tecnología en este caso para desviar el… Otra cosa muy buena de la película: intentaron mandar misiles nucleares para intentar desviarlo. En el caso de la película es un cometa que tiene varios kilómetros de longitud. Cuando los asteroides están muy por debajo de eso, tienen decenas de metros, cientos de metros, pueden causar problemas. Hay un caso muy famoso de un asteroide que cayó cerca de una ciudad rusa. Provocó una onda de choque enorme que rompió cristales… O sea, no fue como la destrucción del mundo de los dinosaurios, pero sencillamente creó una onda de choque que mandó gente al hospital, rompió comunicaciones, rompió… Decenas de metros nada más. Si subimos ahí a cientos de metros, empiezan a ser problemas localizados de ciudades que pueden quedar desintegradas como si fuera una bomba atómica o, en este caso, cuando pasamos a kilómetros, pueden crear problemas de destrucción total de la Tierra o destrucción total en el sentido de cambio, un cambio climático en este sentido, causado por un asteroide que lo modifique todo, como fue el caso de los dinosaurios. Por fortuna, los asteroides así tan grandes están todos controlados, tienen órbitas estables que no se cruzan con la de la Tierra no pasa nada. Pero ahí está la hipótesis de Don’t look up de un asteroide muy grande. Y cuando son tan grandes solo hay una forma de desviarlos y es mandando todo el arsenal nuclear que tienes para intentar que se desvíe un poquito. Un poquito solo, con eso basta para que no choquen. Pero hay que saber que están ahí, eso es lo importante.
Estuvo trabajando en el proyecto de la bomba atómica, el Proyecto Manhattan. Solo que él estuvo trabajando en una sección del Proyecto Manhattan que se conoce poco, que es la de crear un reactor nuclear. Es decir, el nacimiento de las centrales nucleares. Él estuvo trabajando en eso porque él sabía muy bien cómo funcionaba la radiactividad y cómo se podía usar también para encontrar uranio, lo cual era superútil. Él estuvo allí en la base de operaciones en Canadá construyendo ese reactor nuclear y, cuando finalizó el proyecto, se mudó con su familia a Reino Unido, donde estaba el proyecto de cómo hacer… El proyecto de replicar ese reactor nuclear, pero en Reino Unido, el primer reactor nuclear británico. Y él estuvo trabajando allí durante mucho tiempo, estable y perfecto. Hasta que pasó algo. El tío se fue de vacaciones con su familia a Italia. Era italiano, así que se fue de vacaciones con su familia, volvió a ver a su madre, a sus hermanos de Italia, ahí de puta madre, sin problemas, en Italia de vacaciones. Y, sencillamente, cuando acabaron las vacaciones, se despidió de su familia y regresó a Reino Unido. Llegó el día en septiembre en el que el hijo de Pontecorvo tenía que volver a la escuela, pero el niño no apareció. Paso el siguiente día y el niño tampoco apareció. Bruno tenía que reincorporarse en su trabajo también unos días después. Pero de repente, ese día Bruno no apareció. Pasó el siguiente, tampoco apareció.
Se cuenta, creo, que los vecinos veían como el lechero dejaba botellas de leche delante de la puerta de los Pontecorvo, pero las botellas se iban poco a poco acumulando, y llegó un punto en el que las botellas se pusieron todas malas y el lechero ya no dejó ninguna más. Cuando habían pasado unas cuantas semanas en las que Bruno Pontecorvo no aparecía, a su supervisor empezó a caerle así una gota y avisó a sus supervisores arriba en el Ministerio del Interior británico. Claro, tenéis que pensar que Bruno Pontecorvo era… Estos son los 50, 1950. Es un físico que tiene secretos nucleares. Entonces, el Gobierno británico despliega una investigación. Hay gente que va a Italia, a ver si sigue ahí. Y su familia dice: «No, si se ha ido a Reino Unido, ¿no está allí?». De repente, el Gobierno británico va a la casa de Pontecorvo, rompe la puerta, entra para ver qué pasa y lo que se encuentran no lo comprenden del todo. Se encuentran que los juguetes de los niños siguen en el suelo, que las fotos familiares siguen perfectamente ahí, que la ropa de su mujer de invierno está toda ahí, perfectamente colocada. Si tú huyes, si tú te vas de un sitio, te llevas las fotos. Si tú huyes, te llevas toda tu ropa o te llevas parte de tu ropa. Pero parecía que simplemente los Pontecorvo se habían desvanecido. Se habían esfumado en el aire. Nadie sabía nada. Nadie sabía dónde estaban.
Y así quedó el misterio de dónde estaba Bruno Pontecorvo. Pues tuvieron que pasar tres años hasta que Bruno Pontecorvo reapareció. Y la forma que reapareció fue en un artículo de periódico, de un periódico soviético. Y es un misterio, sigue siendo un misterio qué pasó exactamente. Efectivamente, Bruno Pontecorvo estaba dentro de la Unión Soviética y pasó allí el resto de su vida. No se sabe muy bien qué pasó ahí. Es un misterio todavía que está completamente abierto. Esta es una historia apasionante que tiene muchísimos ángulos, que tiene muchísimas más historias. Un tío que hizo de todo y que tiene momentos muy apasionantes en su vida. Y a mí me parece una de las biografías más emocionantes que hay. Además, los testimonios de su familia, su mujer, también, una persona que debía de tener una depresión muy profunda. Es una historia supercompleja y con muchos matices de la humanidad y de lo compleja que podía ser la vida de un científico en esa época y lo que le causa a su familia. Por favor, una serie. Yo solo digo eso, por favor.
Campos que se comportan de forma cuántica, lo cual lo complica todo más, evidentemente. Digamos que no se entiende del todo. No se entiende del todo. Hay observaciones que tenemos. Hay problemas dentro de física, que todos se conectan de algún modo con este vacío, que se conectan con esa nada. Y que se sabe que te dan resultados que son erróneos. Sin ir más lejos, se ha intentado de algún modo utilizar la cuántica para explicar qué es esto de la energía oscura. Porque la energía oscura es esta cosa que llena el universo, que tiene un comportamiento que se parece bastante a lo que es el vacío. Y, de algún modo, estos campos podrían conectarse con esta energía oscura. La energía oscura podría ser estos campos en el fondo. Podría ser el candidato, esa podría ser la cosa que estamos buscando. Pero cuando los físicos hacen sus matemáticas, hacen que la teoría cuántica les diga qué es, qué detalles tiene, la teoría falla catastróficamente. Es algo así como decir: «Esto mide un centímetro» o «Mi predicción teórica es que esto mide un centímetro». Y vas al experimento a ver qué hay, y de repente ves que es una distancia como de aquí a Plutón. Pues evidentemente es un fallo un poquito grande. De hecho, el fallo es incluso más grande, tendría que hacer las cuentas para ver cuánto es. Pero ahí es donde se ve que en el vacío hay un gran secreto. Ahí está el secreto… Está el problema que conecta las grandes escalas del universo, lo grande, la energía oscura, con lo pequeño, las partículas subatómicas, la estructura misma de la materia. Ahí está el gran problema. Y, cuando sepamos eso, yo creo que se dará un vuelco, habrá una revolución, se cambiará completamente, seguramente, cómo entendemos la física y cómo entendemos el universo. El vacío, que no sabemos qué es el vacío. Y, después de toda esta chapa, agradeceros un montón todas las preguntas, siempre es un placer. Y ya sabéis que desde QuantumFracture tenéis un espacio para poder aprender más sobre estas cosas locas del universo, para poder aprender más y para tener una cultura científica mucho más grande. Os agradezco mucho todas estas preguntillas y estar aquí. Muchas gracias.