Luz Rello. Pues, a la hora de detectar la dislexia, los docentes y el centro tenéis un papel crucial y fundamental. O sea, porque vosotros tenéis la posibilidad, más ahora, de poderlo hacer rápidamente, mediante test de cribado… como vosotros… Y, además, tenéis todo el espectro de la clase, ¿no? Tenéis, ahí, una visión general que no tienen todas las personas. Y, además, vosotros tenéis la posibilidad de hacerlo antes de que la dislexia se convierta en un problema. Porque, normalmente, se hace después, cuando ya se está suspendiendo, tienes malas notas… Entonces, de repente, dices: «Bueno, pero si trabajo, soy inteligente, ¿qué pasa aquí?». Y dicen: «A lo mejor tiene dislexia». Pero, vosotros, desde el centro, podéis hacerlo antes y podéis convertiros en los héroes de los niños. Yo tengo mi maestra, que se convirtió en mi heroína, y yo creo que todas las personas con dislexia tenemos a alguien que nos ha salvado que se convierte en nuestro héroe. Entonces, eso, desde el punto de vista de la detección, es crucial. Y, luego, en el colegio, podéis tener en cuenta, a la hora de presentar el texto, pues presentar, en los exámenes, el texto con letra palo seco, sin serifa, con la letra grande, sin usar las cursivas. A la hora de pensar cómo presentar el contenido del texto, podéis poner las palabras clave en negrita. Esto, hemos visto en investigación, que mejora la comprensión y que mejora la memoria. Podéis hacer integración en la clase. Además, es algo que los profesores hacéis mucho y lo hacéis bien. Cuando un niño veis que está despistado, le ponéis delante para que no se despiste. Esto lo podéis aplicar, también, al caso de la dislexia. O sea, cuando sabéis que un chaval tiene dificultades de lectoescritura, explicarlo en clase para que la clase sea integradora. Es decir: «A él le cuesta esto, así que vamos a ayudarle en esto». Y, así, con diferentes personas, podéis hacer una clase en la que diferentes niños, con diferentes fortalezas, se vayan compensando y vayan ayudándose unos a otros. Y también podéis hacer mucho a la hora de la evaluación. O sea, en los exámenes, hacéis de vez en cuando exámenes orales, eso ayuda mucho a las personas con dislexia. En los exámenes orales, eso sí, dejad un poco de espacio, de tiempo para que se piensen la respuesta, porque si no, es mucho más estresante que un examen escrito. Entonces, exámenes orales, pero exámenes orales easy, friendly. A la hora de, no solamente exámenes orales, si leéis, por ejemplo, las preguntas en alto cuando estéis haciendo un examen… Porque, muchas veces, los disléxicos respondemos, pero respondemos mal porque hemos entendido mal la pregunta. Tú te lo sabes todo, pero respondes mal. Entonces, al leer la pregunta en alto ahí ya te aseguras de que estás evaluando el conocimiento, no estás evaluando la capacidad de leer la pregunta. Y luego, a la hora de evaluar, el tema de las faltas de ortografía. A ver, eso está muy discutido, hay que aprender a escribir correctamente, eso lo tenemos que aprender todos. Pero sí es verdad que en momentos de estrés, sobre todo en exámenes, exámenes, a lo mejor, en los que te juegas mucho, como Selectividad, las personas con dislexia procesamos las faltas de ortografía de manera diferente que las personas sin dislexia. En concreto, no nos afecta a la comprensión, mientras que a las personas sin dislexia sí les afecta. Tener en cuenta que las faltas de ortografía se procesan de manera diferente, cognitivamente diferente a las personas sin dislexia, e intentar que la sanción sea menor.