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El amor enseña más que el sufrimiento

Lita Cabellut

El amor enseña más que el sufrimiento

Lita Cabellut

Artista


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Lita Cabellut

Es una de las artistas españolas actuales más cotizadas del mundo. La historia de Lita Cabellut es una fuente de inspiración que nos habla sobre el poder de la educación y la cultura: fue una niña analfabeta y disléxica que pedía limosna en las calles de Barcelona. Tras vivir ocho años en un orfanato, la adoptó una familia que se ocupó de darle el amor que merecía. Su pasión por el arte comenzó con doce años, cuando la llevaron a visitar el Museo del Prado. La pequeña Lita quedó maravillada observando las obras de sus pasillos. Según sus propias palabras: “Aquellos cuadros convirtieron mi vida en color".

En la actualidad, Cabellut reflexiona en su obra sobre la condición humana y la sociedad, donde temas como el dolor, la soledad, la identidad y la memoria también tienen cabida. Sus cuadros aúnan la delicadeza y la violencia. En ellos propone un viaje al interior del ser humano en toda su complejidad, capturando la esencia emocional de sus sujetos. Además de su trabajo como pintora, también ha incursionado en el mundo del cine, la fotografía y la danza, ampliando su expresión artística a diferentes medios. Afincada en Holanda desde hace años, fue nombrada 'Artista del año 2021' en los Países Bajos. En 2018 recibió el premio ‘Fuera de serie’ de las Artes y en abril de 2011 recibió el ‘Premio de Cultura Gitana de Pintura y Artes Plásticas’ del Instituto de Cultura Gitana. Admiradora de figuras como Goya, Lorca o Camarón, su vida y su obra reflejan una profunda conexión con sus raíces gitanas y una búsqueda constante de la belleza y la verdad.


Transcripción

00:27
Lita Cabellut. Primero de todo, os quiero agradecer que estéis aquí. Me voy a presentar. Soy Lita. Pero lo más más importante es que os quisiera introducir a quien hizo que fuera lo que soy hoy. La Lita, la mujer, la artista que estáis viendo ahora fue una niña de 12 años. Una niña que tuvo la oportunidad de que una persona maravillosa me llevara al Museo del Prado. Yo no había tenido nunca relación con el arte. El arte estaba muy lejos de mi vida. Entrar en el Museo del Prado y pararme, justamente, no en el pintor que ahora es mi favorito. Es alguien a quien admiro muchísimo, pero no tanto como a Goya, que a Goya es un amor platónico, eterno e incondicional. Era otro pintor. Era Rubens. «Las tres Gracias». Y, cuando vi ese cuadro, supe, entendí, que había conocido en ese momento la cosa más importante en mi vida. No sabía qué consecuencias tendría. Era demasiado joven. Era demasiado nueva en la vida en que había entrado. Pero supe que ese encuentro en el Museo del Prado con el arte marcaría mi vida, definitivamente.

02:12

Y lo dije. Lo dije. Cuando salí, dije: «Yo quiero pintar. Yo quiero crear mundos como ellos crean. Yo quiero poder abrir ventanas en lienzos. Crear paisajes que sean míos». Y esa niña fue la que, hoy en día, ha traído a esta Lita aquí. Os la quería presentar. Y por eso es tan importante, y lo repito una y otra vez, y lo repetiré toda mi vida, la educación, la noción, el conocimiento. Que nunca eres demasiado joven para encontrarte con algo tan grande como es el arte. El arte, para mí, no solamente es algo que podemos gozar, mirar, que nos puede parecer chocante o nos puede parecer emocionante. No, el arte es el cerebro de la inteligencia. El arte es nuestra ética. El arte es lo que nos diferencia entre un animal y un ser humano. Es lo que nos hace sentir. Es lo que nos hace conmovernos. Claro que hay muchos sentimientos a los que podemos darles un apodo, pero el arte no justifica ningún sentimiento. El arte impacta. El arte es algo aplastante. Es algo divino y esto es lo que nos hace seres humanos.

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Imaginaos sin arte. Todos somos artistas. Todos. Hay gente que tiene una sensibilidad para el arte extraordinaria, pero no saben dibujar, no saben pintar, no saben esculpir, no saben hacer una obra de teatro, no saben escribir o componer música, pero sí la sienten. Pero sí la valoran. Pero sí la incorporan en su vida cotidiana. También son artistas. En realidad, todos somos artistas de una manera u otra. Entonces, mi profesión es haber aprendido un oficio, porque el arte es aprender y, hasta que no te sometes a esa disciplina de aprender, de entender lo que estás haciendo, de observar lo que no puedes hacer, cuáles son tus limitaciones, y, sobre todo, la observación y la repetición… Es como kungfú. Al final, te haces maestro en algo. Y yo puedo decir, después… Este año cumplo 50 añosque estoy dedicada al arte de corazón y de alma. Si no supiera un poquito de ello, habría perdido un poco el tiempo observando lo que estaba haciendo. Algo un poco bien tengo que hacer.

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Pero lo más importante es que yo no me siento artista porque hay algo tangible. Me siento artista porque he dedicado y dedico mi vida completamente a este oficio, a esta investigación, a este camino donde cada uno de la gente que se ha dedicado con tanta pasión, con tanta dedicación, va haciendo cada vez una piedrecita más en ese camino donde podamos caminar y evolucionar más fácilmente. Y eso lo ves en las grandes pinacotecas. Los maestros. Cuando ves a los maestros, dices: «Jopé, es que vosotros lo habéis inventado todo. Lo habéis hecho ya todo. Lo único, que nosotros hemos tenido que evolucionar en lo que vosotros habéis empezado». Es muy tangible. Es muy visible. Si ves a Jerónimo Bosch, el surrealismo, lo puedes comparar completamente con el arte digital que se está haciendo ahora. Él lo hizo ya. Simplemente, nosotros no estábamos todavía… No teníamos los suficientes… Pero somos una consecuencia. Somos una consecuencia de todos los que en el oficio dejaron su piel, dejaron su alma y se dedicaron a eso.

El amor enseña más que el sufrimiento. Lita Cabellut, artista
07:22
Freda. Hola, soy Freda. Vengo de la Escuela de Arte ESDIP y sé que uno de los artistas que más te ha influenciado es Goya y, de verdad, me gustaría saber qué significa Goya para ti y si nos quisieras contar algo más de él o… No lo sé, lo que quieras.

07:39
Lita Cabellut. Qué buena pregunta. Pues, a ver, Goya para mí es un referente. Es un referente, no solamente como artista, sino como ser humano. Es un ejemplo para mí. Podemos decir que Goya ha sido el hilo conductor en toda mi carrera y en toda mi formación personal. Goya era un gran humanista. Un gran humanista. Le importaba tanto hacer justicia de lo que estaba viendo, le importaba tanto que eso no se fuera a los libros de historia interpretados por cualquier político en su tiempo, por cualquier Gobierno, por cualquier religión, le importaba tanto que quedara testimonio de lo que era la sociedad en la que él vivía, que nunca deja de poner su opinión, su crítica y, muchas veces, muy neutral de lo que estaba pasando en ese momento histórico de su vida. Hay muy pocos artistas, entonces y hoy, que sean tan valientes, que estén dispuestos a vivir en la soledad, en el silencio. Porque, para él, el silencio era vital. Si él hubiera hablado, lo habrían matado. Y no lo hizo.

09:13

Y yo no creo que lo hizo para sobrevivir, sino para vivir y dejar testimonio. Goya ha sido el primer reportero en la historia de lo que ha pasado. Pero, también, Goya ha sido una especie de guardia civil de la ética. No se dejaba vencer para decir: «Sea lo que sea, cueste lo que cueste, voy a retratar, voy a poner en blanco y negro sobre papel, sobre lienzo, lo que estoy viendo y las injusticias que creo que son». Yo, la primera vez que entré en la sala de las «Pinturas negras» de Goya, entré y salí corriendo. Me asustó. No te lo puedes imaginar. Dije: «Es un pintor horroroso». ¿Por qué? Porque reconocí tantas cosas de las que yo había vivido que él había retratado… Era un mundo del que me había alejado y no quería volver a entrar. Y, cuando lo vi, dije: «Me puede. Esto es verdad». Mientras que los otros pintores pintaban cosas maravillosas y pintaban ilusiones y pintaban mundos irreales, mundos vestidos de colores bellos, él pintaba la verdad.

10:46

Y la verdad es la vida. Goya pintaba la vida. La vida como es. Él también ha pintado las praderas maravillosas con sus colores pasteles y sus mujeres vestidas de muñecas preciosas y los perritos que estaban por allí. También lo ha pintado, pero nunca dejó de no pintar la otra parte. Porque era muy consciente, Goya, de que la vida no solamente tiene un color. Tiene muchos colores, muchos matices. Y nos pasamos de los pasteles a los blancos y negros. Y nos emocionamos, pero también nos duelen los dientes. Y esto lo hizo Goya. Goya ha sido el periodista más valiente que la historia ha conocido hasta ahora.

11:43
Javier. Hola, Lita, me llamo Javier y vengo del máster de PHotoESPAÑA. Me gustaría saber cuáles son los temas y los personajes que más te han interesado para incluir en tu obra y por qué.

11:55
Lita Cabellut. Los temas siempre son tú, nosotros, yo. Siempre ha sido la humanidad, el ser humano. Esto es lo que siempre me ha conmovido y me ha importado en mi arte. Hay veces que digo que yo soy más contadora de historias que pintora porque, para mí, la pintura o mis esculturas siempre tienen esa carga de la historia del personaje que estoy pintando. Normalmente, mis personajes son siempre, la mayoría, son «underdogs». Son gente que no tiene voz. Que no tienen visibilidad. ¿Por qué me interesa tanto? Quizás porque yo he convivido con ellos. Porque sé lo importante que es que se les oiga, que se les vea, que se les toque, que se les haga enorme. Si yo, por ejemplo, pinto un indigente de la calle, me apetece mucho, tengo casi una necesidad de pintarlo 2,80. Más grande que nosotros. Porque quiero que se les vea. Porque quiero que no pasen desapercibidos. Este es uno de mis temas más importantes. Y, también, la enorme necesidad de conocerme a mí misma.

13:38

Todos nos parecemos. Todos reflejamos en el mismo espejo. El ser humano puede tener diferencias de carácter, diferencias patológicas, pero somos una raza que todos nos parecemos. Pintándote a ti, espero encontrar un trocito de mí. Espero entenderme mejor a mí a través de ti. Quizás tú representas algo que yo no me atrevo a ver en el espejo. Quizás tú representas algo que no me atrevo a decir. Y esta es mi búsqueda continua. En realidad, yo siempre digo que el pintor que hace retratos lo que está haciendo es un inmenso autorretrato, una vez y otra vez y otra vez. Porque solamente podemos pintar aquello que conocemos realmente. La empatía no sale de nuestro cuerpo. Tenemos una idea maravillosa… Hemos creado una idea maravillosa sobre la empatía muy sentimental, que, si te duele a ti, me duele a mí. No, no hemos crecido lo suficiente para sentir esto. Si te duele a ti, me duele a mí porque hay algo que reconozco en ti en mí.

15:10

Estáis viendo detrás de mí, seguramente, un tríptico. Y este es un tríptico que fue una serie que hice sobre «Bodas de sangre» inspirada en Federico Lorca. Es curioso, porque yo he tenido dos maestros en mi vida. He tenido el maestro que me ha enseñado a ver alrededor mío, a observar lo que estoy viviendo, a sentir el impacto que tiene lo que me rodea, la sociedad, en mi propia piel, en mi propia ética. Este fue Goya. Y otro maestro… Esto pasó justamente antes del COVID, como dos años antes del COVID. Me ha enseñado la renovación. La renovación en el arte. Fue Federico. Lorca es uno de los grandes maestros en mi trabajo. ¿Y por qué? Porque me enseñó Lorca que hay que romperse. Hay que desprenderse de todo eso que nos condiciona para poder sentir, crear y opinar y, sobre todo, para expresarse. Y esto fue Lorca.

16:47

Lorca me enseñó en qué punto estaba en ese momento de mi carrera, de mi carrera profesional conmigo misma, para decir: «No me importa lo que he aprendido. No me importa. Todo lo que he aprendido ya tendría que ser parte de mi mecanismo. Parte de mi movimiento. Ahora, de lo que me tengo que fiar es de mi inteligencia emocional. No lo que está condicionado, no lo que está aprobado, sino fiarme de lo que es realmente el arte. Y el arte no lo puedes influir, no lo puedes manipular. Lo único que puedes hacer es servirle. Es ser el eterno esclavo de algo tan maravilloso como es el arte». Y, de repente, vi un cuadro que acababa de terminar. Estaba a punto de irse para América y dije: «Sacádmelo del caballete. Del bastidor». «Pero ¿qué vas a hacer con este cuadro?». «Pues voy a intentar acercarme a lo que yo creo que son ejercicios de libertad. Desprenderme de algo donde yo creo que es mi máximo. Desprenderme de ello. Y dejar que el arte me sorprenda. Fiarme de que el arte es mucho más poderoso que todo lo que he aprendido, de todo lo que he conseguido en mi vida con el arte».

18:39

Y fue muy curioso porque lo abracé, lo enrollé, me entregué a ese momento realmente mágico. Me entregué con toda la confianza. Me giré y dije: «Vale, ponedlo en pie». ¿Y sabéis lo que encontré? Algo mucho mejor de lo que yo podría algún día pintar. Me encontré con una sorpresa inmensa. Primero, me encontré que toda la energía, toda la dedicación, toda la experiencia que estuvo antes de ese acto, no se puede borrar. Está ahí. Permanece ahí. No la puedes deshacer a no ser que la quemes. A no ser que lo tires al basurero. Me encontré con todo lo que yo era, pero transformado en liberación. En libertad. Y ahí es cuando entendí. «Esto es arte. Ahora empiezo». Yo os puedo decir… Voy a cumplir 63 años y ojalá que tenga muchos años de vida porque ahora estoy empezando a entender lo que es realmente el arte. Y el arte es olvidar lo que se ha aprendido y es ser verdad. El arte es verdad.

20:09

El arte es que estés dispuesto a morir en vertical y que estés dispuesto a fracasar. Porque, cuando yo arrugo los cuadros, no sé lo que va a pasar con los cuadros. No sé si, de repente, va a salir media cara, van a salir los ojos, va a salir la forma del cuerpo. No lo sé, pero no me importa porque he aprendido que no me tiene que importar. Lo que me tiene que importar es que el acto sea de verdad. Y, cuando es de verdad, no puedes estropear nada. Solamente puedes sorprenderte de que es algo muy divino con lo que estamos tratando. Algo mucho más grande que tú mismo.

21:09
Nesa. Hola, Lita, soy Nesa Salajan y mi pregunta va en relación a cómo funcionan las tecnologías a día de hoy, porque me da la impresión de que las artes plásticas o tradicionales, a lo mejor, a veces quedan relegadas a un segundo plano. Quería saber qué papel crees que tenemos los artistas o las personas que nos dedicamos a crear arte, como tú mencionas, en el mundo a día de hoy.

21:34
Lita Cabellut. Mira, yo creo que los materiales, y no importa qué tipo de materiales, siempre tienen que estar en disposición al arte. El arte evoluciona. Nosotros evolucionamos. Nosotros no somos los maestros que fuimos. Tenemos sus conocimientos, pero cambiamos los materiales. Cambiamos los espacios. Cambiamos nuestras necesidades. A mí lo que me fastidia muchísimo es que nos empeñemos en poner el arte en un cajón, en un sitio donde dice «esto es arte» y «esto no es arte». ¿Perdón? Pero si el arte es material. A mí cuando me preguntan: «Si tú no tuvieras lienzos, ¿con qué pintarías?». Pues con tus cordones de tus chancletas. Y, si no tuviera material para crear algo, seguramente sacaría el papel de mi casa. Usaría el papel de baño, si es necesario. Los materiales no influyen a la creación. Y, cuando nos limitamos nosotros, cuando nosotros empezamos a decir: «Si no consigo dominar esto, no soy artista»… No, por favor.

23:11

Esto es una cosa que, después de 50 años de usar todos los materiales, desde usar los materiales en forma casi renacentista hasta como yo estoy usando los materiales ahora, os puedo asegurar, y lo digo de verdad, en exclamo de admiración, el material no importa. Importa lo que tú haces con el material. Lo que tú estás intentando compartir con el que lo ve. Porque, al final, los artistas hacemos arte porque queremos compartir. Empatía es arte y nosotros necesitamos compartir eso. Los artistas que dicen: «Yo es que pinto solamente o yo creo solamente para mí mismo», quizás serán un uno por ciento en todo el mundo porque tendrán otros problemas que les impiden poder compartir. Pero el arte es compartir. No es nuestro. Ya, para empezar, todo lo que nosotros podemos crear y compartir, una vez has hecho la creación, eso ya tiene su identidad. Ya no es tuyo. Ya no te pertenece. Le pertenece al que lo ve, al que lo interpreta, al que lo siente, al que te lee o al que te rechaza. También es una actitud legítima. Pero los materiales no.

24:57

Hay que ser valiente, hay que probar todo y hay que tener… Hay que tener visión. Hay que tener visión de que el arte es libre. Y, en cuanto empiezas a condicionar el material, te estás cargando la libertad del arte. Si estamos en un momento que, colectivamente, vamos hacia una visión del arte, es porque nuestra evolución nos está llevando allí. Y claro que siempre tenemos que mantener las tradiciones, porque en el arte hay una base que tienes que aprender. Y esa base la tienes que aprender y dominar porque eso es lo que te hace que seas artesano de lo que vas a hacer para, después, poder realmente liberar todo tipo de prejuicios o de cosas que no puedes dominar para poder llegar a esa libertad. Lo más importante es que tenemos que formar un ejército de poetas. Un ejército de gente que defienda el arte y no luchar contra ese ejército con nosotros mismos, sino unirnos, porque, en realidad, lo que somos todos los artistas somos investigadores. Estamos investigando qué es lo que pide la sociedad, cómo estamos en la sociedad, qué papel tengo en la sociedad, qué percibo, qué es lo que realmente es real de lo que estoy viviendo.

El amor enseña más que el sufrimiento. Lita Cabellut, artista
26:41

Y eso, intentar no solamente acercártelo a ti mismo, acercarlo a toda la sociedad, porque, si no, los cambios no va a haberlos, los cambios van a ser individuales. Y el arte es algo colectivo. Esto yo lo veo clarísimo con los años. Yo soy artista porque estoy conectada con lo que está pasando alrededor mío, con lo que la nueva generación me está enseñando, las nuevas posibilidades que me están enseñando, y esto es muy importante de tenerlo clarísimo.

27:23
Cristina. Hola, Lita, me llamo Cristina. Soy gestora cultural formada con La Fábrica, Fundación Contemporánea. Y te quería preguntar. El arte ha cambiado de forma radical tu vida desde una edad muy temprana. ¿Qué papel crees tú que debe…? ¿O qué aporta el arte y la cultura a las personas de forma individual y al conjunto de la sociedad?

27:46
Lita Cabellut. Yo creo que es uno de los papeles más importantes y más necesarios. Si lo ves, todos los imperios y todos los gobiernos sabios en el pasado tenían como asesores a los artistas. ¿Por qué? Porque ellos veían lo que muchas veces nos cuesta ver en la sociedad. El artista tiene que llevar su visión ahí donde para de ver el ojo. Esta es la obligación del artista. Y de asesorar y de estimular y de programar y de romper y de empujar lo que es la base de la humanidad. La base de la humanidad es la ética. Y la ética es arte. Por ejemplo, el crimen más grande que hay en esta sociedad es sacar las clases de filosofía, las clases de ética, las clases de arte, en las escuelas. Esto es denunciable. Estamos en un momento tan peligroso, tan urgente, de hacer que vuelvan esas clases de nuevo. Porque eso es lo que va a mover a un niño a empezar a usar la inteligencia, el sentimiento, las pausas que necesita el ser humano.

29:43

Sin esto, estamos perdidos. ¿Qué necesario es? Pues yo te diría que es como alguien que se está ahogando y no le das oxígeno. Es que es gravísimo. Y por eso tenemos que armar un ejército de poetas. Y por eso tenemos que empezar ya a nuestro alrededor a programar, a defender el arte. Que la calle está llena de arte. Todos los grafiteros que están pintando las paredes. Que hay muchos que dicen: «Qué porquería hacen». No, están gritando a grito puro. Queremos color. Queremos denunciar algo que necesita nuestra sociedad. Los músicos que están en la calle. Tendríamos que educar a los papás. Párate delante de un mural. Míralo. Dile a tu hijo: «Mira este mural. Mira los colores. Mira qué difícil es llegar allí para pintar esos ojos ahí, tan altos. Mira este músico. Párate un momento a escuchar ese músico que está ahí con su guitarra cantando. Vamos a escucharlo». Está lleno. En la calle, hay una gran explosión de arte. Lo único que no lo vemos. No lo vemos porque no es una prioridad.

31:20

Está en los museos la memoria de nuestros antepasados. Nosotros vamos al Museo del Prado y nos reconocemos y vemos y sabemos de dónde venimos, ¿verdad? Pues eso no es suficiente. No es suficiente. No es suficiente que estén allí. Tienen que estar por todos los sitios. Tiene que estar más palpable. Una cosa muy bonita en Holanda, en la ciudad donde yo vivo, en La Haya, hay un museo que se llama Mauritshuis y allí tienen a su gran pintor, que es Vermeer. ¿Pues sabes lo que han hecho? Han cogido a un par de grafiteros maravillosos y han hecho que representaran cuadros de Vermeer en zonas donde nunca jamás los niños o las personas irían a ese museo. En zonas públicas donde el arte no estaba presente. Esto es ser consciente de que es una herencia colectiva que ellos también tienen derecho a tenerla, a sentirla, a verla, a opinar. No me extrañaría que alguno de esos niños o algunas de esas personas fueran por primera vez a ver el cuadro original en el museo. Es ahí donde empiezan los cambios. Cuando devolvemos lo que es algo de la humanidad de vuelta y la gente lo recibe. Y es lo que ha hecho ese barrio. Están tan orgullosos de sus murales… Qué bonito, ¿no?

33:12

Así que Velázquez, Goya, Rubens, Greco, Zurbarán. Que se llene Madrid, que tenemos unos grafiteros maravillosos. Y esto empieza en las escuelas. Y esto empieza en tu propia casa, con tus vecinos. Si vives en una casa donde tienes muchos niños, pues tendríamos que decir: «¿Sabes qué? Vamos a organizar una tarde que vamos a pintar con esas tizas que se pueden pintar en el suelo. Una tarde, vamos a hacer un festival de pintura. Venga, a dibujar los niños. Ponemos un tema y los padres»… Estas son las pequeñas cosas donde ya empezamos a crear los cambios. Tenemos de verdad que rompernos, tenemos de verdad que deconstruirnos. Tenemos que construir una sociedad donde el arte no sea en los museos, no sea en las galerías. Que el arte sea en el portal de tu casa, en tu casa, en tu comedor. Con la gente cuando hablas. Luchar que en el vecindario haya conciertos, haya pequeñas cosas de teatro, aunque sea al aire libre. Hay que luchar por eso. Y pelearse en las escuelas. Y decir: «Estáis quitando a nuestros hijos lo más importante».

34:55
Mónica. Hola, Lita, soy Mónica Egido y soy artista visual. Vengo de PHotoESPAÑA y me gustaría preguntarte cómo han influido en tu vida y en tu obra todos tus orígenes y tu cultura gitana. Muchas gracias.

35:06
Lita Cabellut. Esta es una pregunta que me cuestiono muchas veces yo misma, ¿sabes? Porque yo creo que el cuerpo tiene memoria. La herencia que tenemos no solamente es una herencia física, pero también patológica. Y yo vengo de un pueblo de donde vengo. Aunque no me he criado con la raza gitana, yo creo que influye muchísimo mi manera de sentir, mi manera de percibir cosas. No solamente el físico, pero también es lo que heredamos intelectualmente. Y yo creo que, si yo escucho a Camarón, que lo escucho mucho, pues siento mucho que somos de la misma talla. ¿Entiendes lo que quiero decir? Que tenemos esa pasión. El pueblo gitano es un pueblo en el cual la creación está muy a flor de piel. Con el baile, con el canto, pero mucho más que eso. Hemos sido artesanos por los siglos de los siglos.

36:38

Tienes que pensar que el pueblo gitano sobrevivía… Cuando pasaban las guerras, las batallas, venían primero a recoger lo que quedaba después del campo de la guerra, de la batalla que tuvieron, recogían los chatarreros, se llevaban las cosas y todo lo que sobraba, que era para tirar, que no era nada, venían los gitanos y hacían cosas con ellas. Hacían joyas. Hacían nuevas ropas. Nosotros somos muy mágicos. Vivimos en dos mundos. En el mundo del arte, que es como muy tocable. El arte está muy a flor de piel. Lo dicen muchas veces. «Qué arte, mi niña». Es que es así. Nosotros vemos arte por todos los sitios. Y esa es una herencia que estoy profundamente agradecida y profundamente orgullosa que la he heredado. Que no puedo hacer nada, no me la puedo quitar de encima. Yo veo arte en las basuras. Y digo: «Pues esto debe de venir de muy lejos». Sí. Y la parte nómada también. La parte de que, si hay que moverse a otro sitio, nos movemos a otro sitio. Esto lo tengo yo muy fuerte. Los rasgos gitanos es algo que no puedo evitar. Y no quiero evitar. Estoy muy orgullosa de ellos.

38:30
Aarón. Soy Aarón. Vengo de la escuela de arte ESDIP. Y me gustaría saber, ya que es tan recurrente el dolor y la violencia en tu arte, por qué. ¿Cómo ocurrió eso? ¿Cómo vino a ti?

38:43
Lita Cabellut. Pues yo creo que es una manera de manifestar para mí lo que amo la vida. Yo creo que es porque amo la vida tanto que… Este es un aspecto de la vida. El ser humano es violento. Tenemos emociones violentas porque es que estamos en pañales. Es que somos muy jóvenes para transformar la violencia en algo sensato, en algo bello, en poder controlar nuestros sentimientos. Yo creo que somos bebés, que apenas estamos gateando. La violencia es algo muy primitivo. Es algo que tenemos que estar constantemente autocorrigiendo. Y, seamos sinceros, no lo hacemos tan mal. Porque, con lo incapaces que somos, todavía podemos caminar por la calle y hay un porcentaje que se mata a palos, pero la mayoría podemos caminar sin que nos estemos mordiendo y atacando. Hacemos gran esfuerzo para no ser tan violentos como nuestra naturaleza de ser es. Yo soy muy realista en la vida. Muy realista.

40:19

Momentos felices son maravillosos. Y los abrazo y los intento retener. Pero es que no es la dictadura de la felicidad, como nos estamos empeñando, como las televisiones están intentando convencernos de que tenemos que estar constantemente en un estado de felicidad, de que, si conseguimos cosas que nos prometen, vamos a ser felices. Pero es que somos felices a momentos, como intensamente infelices, como intensamente agresivos, como intensamente tiernos. Todos estos temas que mucha gente se horroriza en mi obra… Que a mí me chocó muchísimo que no vean que todo esto está hecho, justamente, porque amo intensamente la vida. Pero la amo en todas sus condiciones. Cuando yo compro un ramo de flores en mi casa, lo pongo en los… Tengo siempre porque no puedo vivir sin flores. Pongo ese ramo de flores. Pero ¿sabes cómo la amo cuando está a punto de ya deshacerse completamente? Me parece igual de bella que el primer día que empezó a abrirse. Hay muchas veces que me preguntan: «Ese ramo está muerto, ¿no?». No. Mientras no se desprenda, está precioso. Y así es como yo veo la vida. En todos sus aspectos.

El amor enseña más que el sufrimiento. Lita Cabellut, artista
42:13

Yo no estoy hablando del dolor ni de la agresión. Estoy hablando de lo que somos nosotros. E intento quererme también con esa agresión, también con ese dolor. No me vale Lita siempre en estado de felicidad, porque, entonces, no estoy viviendo la vida. Hay una teoría que dice, por ejemplo, que los artistas que han sufrido en su infancia son mejores artistas. No es verdad. El amor enseña más que el sufrimiento. El amor te hace más fuerte que los palos. Un beso te hace mejor persona que una bofetada. Pero esto nos toca vivir a todos. No podemos elegir. Nos van a caer palos. Nos van a caer besos. Y hay unos que más que otros. Pero que te haces mejor artista porque has sufrido, eso es parte del complot del sentimentalismo. Señores, que el sentimentalismo es algo que es como ir con un coche y que, de repente, pases por una carretera donde ha llovido y te venga el barro y ya no puedas ver la visibilidad. Y ahí están esos dos palitos que van para darte visibilidad. Eso es el sentimentalismo.

43:45

El sentimentalismo para los artistas es funesto. O para cualquier persona que se quiera tomar la vida en serio. No vale porque el sentimentalismo lo usamos para tapar responsabilidades, para tapar obligaciones, para tapar autocrítica, para no comprometernos y, sobre todo, para no reconocer la verdad. Esto es lo que me ha enseñado a mí la vida. ¿Y que me toca hoy sufrir? Pues hay que sufrir. Y es como el tiempo. Nunca nada jamás queda permanente. Si hoy lo estás pasando muy mal, mañana será diferente. Y, quizás, en una hora. Igual tienes la suerte de que te llama alguien o te pican a la puerta y te dan un beso. Y te sacan de esa nube negra. Hay que repartir besos, hay que repartir abrazos, hay que repartir positividad. Aunque duela. Hay que decir: «Me siento mal, pero ¿sabes qué? Aun así, tengo ganas de verte. Aun así, me voy a mirar en el espejo y voy a decir: ”Me siento mal, ¿qué voy a hacer?”». Pues pinta un cuadro. Pues haz un dibujo. Pues compone. Coge la guitarra A lo malo, positividad y, a lo bueno, realidad de que tampoco se va a quedar mucho tiempo.

45:23
Mariana. Hola, Lita, soy Mariana. Tú eres un referente femenino en el arte contemporáneo y quería preguntarte si hay algún artista femenino que a ti te haya inspirado, sea de la rama que sea.

45:35
Lita Cabellut. Hombre, hay una artista que me inspira muchísimo. Hay muchísimas mujeres artistas que me inspiran muchísimo en todos los campos. En la poesía, en la música, en el teatro… Pero os voy a hablar sobre una en concreto que me inspira muchísimo por su valentía, por su transformación, por ser quien es y cómo lo hace. Quizás habréis oído hablar de ella, que es Rocío Molina. Rocío Molina es una bailaora de danza flamenca. Ella es paya, pero una mujer que siente la cultura gitana y la tradición del flamenco de una manera increíble, y viene de una escuela tradicional, de una escuela donde se le enseñó lo que es la danza clásica del flamenco. Pues ha sido una mujer que ha roto con eso. Lo ha aprendido, lo aplica en todo su arte, en toda su fuerza. Está considerada hoy en día como el número diez del siglo XX de las mejores bailaoras. Cuando todo el mundo se le puso en contra. Cuando todos le dieron la espalda. Cuando no le tocaban la guitarra porque ella bailaba. Sus maestros se levantaban y no tocaban porque ella salía a bailar. ¿Por qué la admiro tanto?

47:15

Porque ella siempre se ha quedado cerca de su verdad y defendiendo lo que ella creía que era lo único que podía dar. Era lo que ella creía, lo que ella sentía y lo que ella necesitaba. Esa necesidad de compartir. Otra vez volvemos al arte, que es universal, que es colectivo. Es una mujer que admiro tremendamente por esa fuerza. Hoy en día, todo el mundo la admira. También los que no la admiraban no pueden otra cosa que admirarla porque, cuando las cosas son de verdad, no se pueden ignorar. Y acaban floreciendo. Y acaban dando luz. Y acaban contagiando. Y nos acaban convenciendo de que el arte no es una cosa que está en su sitio. El arte tiene que salir de su sitio. Una cosa es decir: «A ver, los artistas tenemos que salir “out of the box”». Yo siempre digo que no. El arte, sin el «box». No tenemos que ser originales porque, si queremos ser originales, no nos vamos a parecer a nadie y no nos vamos a reconocer ni nosotros mismos. Porque nada se inventa en este mundo. Todo es una consecuencia de lo que pasó ayer, de lo que estamos haciendo hoy y, quizás, en el futuro, se continuará lo que estás haciendo ahora. Y ella es una mujer que se quedó en su «box», sacó todo lo que tenía dentro y ahora lo está compartiendo. Y esto es admirable. Rocío Molina.

49:15
Carlos. Hola, Lita. Yo soy Carlos Senosiain, tengo 20 años y quería preguntarte qué puedes decirle a gente joven como yo que está estudiando o quiere estudiar carreras artísticas como Bellas Artes o Historia del Arte, a pesar de que les digan que son inútiles o que no tienen ningún sentido.

49:32
Lita Cabellut. ¡Ja! Pues se lo has preguntado a la persona equivocada. Porque yo te diré: «Adelante». Si tú sientes una pasión… Hay dos cosas que tienes que saber muy claramente. Si quieres ser artista para tener fama, para llegar a estar en las galerías más importantes, a tener una reputación artística importante, te diré: «Dedícate a otras cosas». Porque, con esa actitud, no vas a llegar. No vas a llegar porque no va a ser lo suficientemente verdadero y lo suficiente… Para ser artista, es como un atleta. Es entrenamiento. Sacrificio. Mantener tu mente y tus sentidos siempre en estado de entrenamiento. Y no te debe importar, pero nada, lo que va a pasar contigo en el futuro. Es una vocación. Es una vocación sin garantías. Ahora, te garantizo una cosa. Si es una vocación, llegues donde llegues, te va a valer la pena. Te va a valer la pena porque es la cosa más bonita. Vivir una pasión, vivir una dedicación consciente, es lo más bonito que te puede pasar en esta vida. Te lo digo de verdad.

El amor enseña más que el sufrimiento. Lita Cabellut, artista
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Yo he pasado muchos años, muchísimos años, en los cuales me llegaban exposiciones completamente empaquetadas. Ni siquiera las habían expuesto cuando llegó a su… O, si las exponían, no se vendían. A la gente no le gustaba mi trabajo porque decían que yo solamente pintaba monstruos y gente muy fea. Porque sí, es verdad, pintaba el músculo del ser humano. No pintaba la piel. Cuando empecé a pintar la piel, ahí me empezó a ir bien, pero primero pinté lo que tenía que pintar yo. Y ahora estoy destruyendo otra vez la piel, porque estamos volviendo otra vez a un ciclo. Porque eso me importa más ahora. Si me va bien o mal, no me importa volver adonde tengo que ir. Y, si se cae mi sustento de vida, pues ya haré otra cosa. Pintaré con los cordones. Eso no me importa. Lo que te aconsejo de verdad es que lo veas como algo que vas a dedicar tu vida y que estás dispuesto a morir tres veces al día y en vertical. Estás dispuesto a llevar esa lucha. El arte no es decir: «Bueno, pues voy a estudiar Economía y, si encuentro una buena empresa, me pongo allí a trabajar y tengo allí un oficio». No. El arte no es de nueve a cinco o de nueve a seis. El arte es una actitud de vida. El arte es cómo te mueves, cómo respiras, cómo percibes las cosas. El arte es enterrarte en vida contigo mismo.

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Pues me quiero despedir de vosotros. Y, con esta despedida, también desearía que este momento que hemos tenido juntos de poder hablar sobre algo que nos conmueve tanto a este grupo que estamos aquí sea como una gota de aceite que ha caído en un charco y que empiece a esparcirse. Me gustaría que todo esto pudiéramos llevarlo fuera y pudiéramos compartirlo. Y pudiéramos explicar lo que hemos aprendido o lo que hemos hablado de una manera muy personal. Que cada uno lo haga de una manera muy personal. Porque, como decía, es que somos un ejército y tenemos que buscar más gente. Tenemos que ser la mayoría. Y, para ser la mayoría, tenemos que hablar. Tenemos que hablar de arte y espero que no nos cansemos nunca de hablar de ella y de amarla como la amamos. Muchísimas gracias por vuestra paciencia. Un beso a todos.