Diez ideas para estimular tu creatividad
Austin Kleon
Diez ideas para estimular tu creatividad
Austin Kleon
Escritor y artista
Creando oportunidades
Ser creativo no es ser original
Austin Kleon Escritor y artista
Austin Kleon
Convencido de que la remezcla es la base del arte, el escritor y artista Austin Kleon ha convertido su tesis en una forma de vida. Creció en los campos de maíz de Ohio "alejado de artistas y escritores, no conocía a nadie que trabajara en lo que yo quería hacer", reconoce. Deambuló como bibliotecario, diseñador web y redactor publicitario. Pero su éxito y reinvención llegó tras dar un coloquio titulado ‘Roba como un artista’: “Picasso decía que los artistas robaban. David Bowie se consideraba a sí mismo un ladrón con buen gusto. Bob Dylan decía: “Roba un poco y te meterán en la cárcel, roba mucho y te harán rey”. Y yo lo he hecho mío porque no soy nada original”, argumenta. La charla se hizo viral. Transformada en un manifiesto ilustrado, 'Roba como un artista' es el germen de la trilogía completada por ‘Aprende a promocionar tu trabajo’ y ‘Sigue adelante’. En su obra, Kleon enseña estrategias para explorar nuestra parte artística, creativa y sugiere fórmulas para seguir siendo creativos.
Se autodefine como “un escritor que dibuja”. Su primer libro superventas, ‘Newspaper Blackout’, es una colección de poesías, que ha creado reeditando artículos de periódico con un rotulador permanente. “Parecen haikus hechos por la CIA”, bromea Kleon. La obra del artista estadounidense ha sido publicada en medios como The New York Times o The Wall Street Journal. Sus libros tienen más de un millón de copias impresas y han sido traducidos a más de una veintena de idiomas.
Transcripción
Haciendo eso conocí a varios escritores. Conocí a un par de escritores en Cleveland, que es donde vivía por entonces, dibujándolos y yendo a sus charlas. Y esto se convirtió en una costumbre. Me di cuenta bastante pronto de que para obtener fans, si quieres ser merecedor de tener fans, primero tienes que ser un fan tú mismo. Tienes que ser alguien que presta atención al mundo al que quiere pertenecer antes de poder ingresar en él. Así que dediqué mucho tiempo a leer, a leer el trabajo de otros escritores, a dibujarlos y a trabajar en esa clase de cosas. Luego me mudé a Austin hace unos 13 años. Mi mujer entró en una escuela de posgrado de aquí, y yo pasé a interesarme mucho por el diseño web porque ya gestionaba mi blog. Entonces, conseguí trabajo como diseñador web. Y un par de años después… Apenas un año después de mudarme aquí, mis poemas hechos con periódicos tachados empezaron a llamar la atención. Para los que no los conozcan, lo que hago es coger un artículo del New York Times, y oscurezco la mayor parte del texto, dejando visibles únicamente algunas palabras. Parecen haikus hechos por la CIA.
"Ninguna obra creativa es completamente original"
La número cinco es: los proyectos paralelos y los pasatiempos son importantes. Creo que es muy importante que las personas creativas hagan cosas extra, porque si tienes pasatiempos intensos o proyectos secundarios, es muy común que, mientras trabajas en esos proyectos, se te ocurran ideas para la obra principal en la que deberías estar trabajando, o que ese proyecto secundario despegue y te lleve adonde quieres ir. La número seis es: el secreto es hacer un buen trabajo y compartirlo con los demás. La primera parte es difícil, siempre lo ha sido, ya que tienes que crear algo bueno. La segunda parte, compartirlo con los demás, me fue muy difícil hasta hace no mucho. Hoy día todos tenemos la posibilidad de compartir lo que queramos con quien queramos. Así que se trata de tener las agallas de usar los medios que sean o la tecnología a la que tengas acceso para lograr colocar tu obra ahí fuera. La número siete es: la geografía ya no nos controla. Es fácil: de niño me crie en medio de un maizal en el sur de Ohio, en un área muy rural. No conocía a ningún artista ni a ningún escritor. No conocía a nadie que trabajara en lo que yo quería hacer. Pero ahora, ya no importa el lugar en el que vives. Es fácil ponerse en contacto con personas a las que quieras conocer o que compartan tus mismos intereses. La número ocho es: sé amable. El mundo es un pañuelo. Sirve de corolario a la noción de que la geografía ya no nos controla. Ser amable y simpático e intentar crear el mundo en el que quieras vivir es algo muy poderoso para una persona creativa. Solemos pensar que los creativos son raritos, que es difícil entenderse con ellos, que son sociópatas introvertidos… Es muy común oír eso, pero la verdad es que las mejores obras salen cuando las personas se portan bien unas con otras y crean una buena atmósfera. La número nueve es: sé aburrido. Es la única manera de sacar adelante el trabajo. Creo que cuando los creativos jóvenes están empezando, se imaginan una vida muy glamurosa de… ya sabes, de viajes, de verse bajo los focos, de ser entrevistados y cosas así. Pero la mayor parte del trabajo creativo se desarrolla en tu estudio. Consiste en sentarse en el mismo sitio día tras día y hacer que las cosas pasen. Se basa en sentarse y escribir una canción por día, sentarse y escribir una página o llenar una página de tu cuaderno de dibujo… Los días de esfuerzo diario a lo largo del tiempo se convierten en una profesión. Y normalmente, cualquier éxito de la noche a la mañana es el. Y la número diez: la creatividad es sustracción. Es una noción muy sencilla: si quieres realizar una labor creativa, las cosas que dejas al margen de tu vida son tan importantes como aquellas que incluyes en tu vida. Para poder concentrarte en lo que realmente quieres hacer, tienes que abandonar ciertos aspectos de tu vida. Puede que tengas que reducir las horas que pasas viendo la tele. Puede que tengas…
Durante cientos de años, aprendías a crear arte copiando el trabajo de otros artistas y aprendiendo el oficio. Pero con respecto al concepto de “robar”, la manera en que lo uso es distinguiendo entre “buenos robos” y “malos robos”. Hay un código. Algo así como “honor entre ladrones”. Así que un “buen robo” se produce cuando le dedicas tiempo a entender las cosas que estás tomando prestadas o robando. Es decir, cuando estudias en profundidad lo que vino antes de ti, en vez de simplemente sobrevolar la superficie de lo que esté de moda.
Un “buen robo” se da cuando robas a muchos artistas diferentes y coges cosas de muchos sitios distintos. Un “mal robo” es cuando robas a una sola persona. Hay una gran cita de Wilson Mizner que dice: “Si robas a un autor, es plagio. Si robas a cien autores, es investigación”. ¿Vale? Y un “buen robo” es cuando eres capaz de tejer esos elementos hasta crear algo nuevo, en vez de crear algo que solo es una copia, un plagio. Esa es la diferencia entre hacer una mala copia y una remezcla. Pero, principalmente… Ahora mismo estoy leyendo una biografía de Vincent Van Gogh, y es un ejemplo perfecto del “robar como un artista”. Era alguien que leía con voracidad. Mucha gente sabe que su hermano Theo era marchante de arte, pero su tío, Vincent Van Gogh, con el mismo nombre, fue un marchante de arte muy famoso. Así que Van Gogh fue también marchante de arte durante una parte de su vida y dedicó mucho tiempo a coleccionar imágenes. Van Gogh vivía en una época en la que era fácil reproducir imágenes. Se podían conseguir copias de grandes obras maestras y colgarlas en la pared. Van Gogh tenía cuadernos de dibujo llenos de imágenes así y se inspiraba de muchos sitios. Pero hizo algo muy interesante, como hacen todos los grandes artistas, que fue absorber todas esas cosas, asimilarlas y producir algo singular, algo único. Cuando mezclaba todo eso en su cerebro, lo que luego salía por sus manos era puro Van Gogh. Si te fijas en los grandes músicos, escritores, pensadores, creadores, lo que sea, verás que todos hacen lo mismo. Viven absorbiendo una multitud de materiales diferentes de distintos sitios. Luego los interiorizan y crean algo nuevo.
Es una combinación. Siempre llevo encima mi cuaderno de bolsillo, y me llegan ideas cuando estoy en la tienda o donde sea. Saco mi cuaderno y las apunto. Pero aparte, también tengo un lugar en el que trabajo cada día, tenga ideas o no. Creo que el gran secreto, para mí como escritor, específicamente, es que si siempre llevas encima ese cuaderno, y lo abres cuando necesites sentarte y ponerte a escribir, siempre tendrás una idea de la que partir. Porque si apuntas suficientes ideas buenas e ideas malas en tu cuaderno, siempre tendrás algo que escribir cuando vuelvas al escritorio.
"El aburrimiento es esencial para ser creativo"
Una de las cosas de las que hablo en ‘Sigue avanzando’ es acerca de cómo recuperar tu labor creativa de manos del mercado y hacer cosas por amor al arte. Así que hablo, por ejemplo, de hacerle regalos a los demás, no en el sentido de trabajar gratis para compañías o algo así, sino de dedicar un tiempo a hacer cosas específicamente para otras personas o sin fines comerciales, como forma de volver a interesarte por tu propia obra. Hoy en día vivimos en una cultura en la que se nos exige saber de qué lado estás, elegir un lado, quedarte ahí, tener certezas de quién eres, en qué crees…
Esa seguridad funciona bien para los políticos, pero no para los creativos. Los creativos necesitan tiempo para forcejear con ciertas ideas, experimentar ideas nuevas en lugares seguros…
Necesitan lugares seguros para tener malas ideas. Así que hablo mucho sobre la libertad que tenemos para cambiar de opinión sobre las cosas. Somos un proceso de evolución constante, no una cosa. Ese es otro tema importante del libro. “Olvida el sustantivo, haz el verbo”. A mucha gente le gusta decir: “Soy artista”. Olvida eso. ¿Qué es lo que te gusta hacer?. “Me gusta dibujar”. Vale, pues concéntrate en dibujar, porque si te concentras demasiado en ser un gran artista, eso te va a bloquear. Te hará muy rígido y no te permitirá correr riesgos. Pero si solo te centras en dibujar, en lo que te gusta hacer, eso te llevará en direcciones más interesantes y profundas. Tiene cosas correctivas así. Pero también incluyo cosas prácticas, como el “modo avión” del que hemos hablado. Esa idea es de ‘Sigue avanzando’, la idea de construir lo que Joseph Campbell llamó “bliss station”, un lugar al que ir cada día que esté aislado de las redes sociales, de las noticias, un sitio al que ir para meterte en tu cabeza. Hablo mucho de caminar. Caminar es un punto importante del libro, ponerte de pie, ver el mundo con tus propios ojos. Hablo mucho sobre encontrar… Creo de verdad que la obra extraordinaria surge de observar el mundo corriente y prestarle una atención extra. Si tomas el mundo corriente y le prestas una atención especial, encuentras lo extraordinario. Hablo sobre dibujar, lo sencillo que es el acto de dibujar en esta época en la que todos pueden coger el móvil y sacar una foto. Lo que es sentarse frente a algo, dibujarlo, prestarle atención y hacer aparecer líneas en la página. También hablo de cosas muy sencillas, como limpiar, limpiar tu estudio, lo que significa ese acto, sobre el hecho de que no es necesario tener un espacio impoluto para trabajar, sobre explorar el desorden de tu estudio y encontrar la inspiración en el propio acto de limpiar. Así que es un libro que le pide al lector que piense sobre su vida y su carrera como un proceso en constante evolución y no como una cosa. Le insto a que se suelte, que sea flexible, que se vea a sí mismo como un proceso en constante evolución y no solo como un gran artista, creativo o lo que sea.
"Ser artista es un proceso en constante evolución"