Cuando lo que se aprende en la escuela mejora tu barrio
Juan de Vicente Abad
Cuando lo que se aprende en la escuela mejora tu barrio
Juan de Vicente Abad
Orientador y profesor
Creando oportunidades
“El Aprendizaje Servicio transforma la sociedad”
Juan de Vicente Abad Orientador y profesor
Juan de Vicente Abad
Juan de Vicente Abad es orientador y profesor en el Instituto público IES Miguel Catalán de Coslada, Madrid. Ganador del Premio al Docente más Innovador de España en el Certamen D+I (2016), Juan de Vicente es uno de los grandes referentes en la aplicación de la metodología educativa conocida como Aprendizaje y Servicio Solidario (APS) y es además experto en resolución de conflictos, convivencia escolar e interculturalidad. El Aprendizaje Servicio permite conectar los conocimientos aprendidos en el aula con la prestación de servicios solidarios para mejorar la comunidad y el entorno más próximo: la ciudad, sus barrios, etcétera. Algunos ejemplos son la organización en las escuelas de un maratón solidario para fomentar la donación de sangre que además sirva para explicar el sistema cardiovascular, la creación de huertos urbanos comunitarios para explicar fundamentos de Ciencias Naturales o proyectos intergeneracionales con personas mayores, entre otros.
“En el Aprendizaje Servicio los alumnos aprenden unos de otros. Es una acción reflexiva, una actividad que tiene repercusión en la sociedad y que implica al entorno más cercano, como las instituciones y colectivos de la localidad”, explica el orientador. El Aprendizaje Servicio motiva a los jóvenes, aporta sentido a las asignaturas que se imparten en aula y les convierte en agentes de cambio social.
Transcripción
No soy muy futbolero, pero viendo una final de la Copa de Europa que jugaba el Liverpool hace muchos años, me encantó el himno del Liverpool. El himno del Liverpool decía «You will never walk alone», que es como: «Nunca caminarás solo». De eso va mi trabajo y de eso va la educación: que ningún niño ni ninguna niña camine solo.
Hoy vamos a hablar de ciudades, vamos a hablar de innovación, vamos a hablar de aprendizaje, vamos a hablar de valores, vamos a hablar de problemas sociales, vamos a hablar de inclusión. De muchos elementos, muchas palabras que tienen un denominador común: el concepto de aprendizaje-servicio. Yo conocí el aprendizaje-servicio gracias a mis alumnas y a mis alumnos, que en un momento dado estaban muy acostumbrados en el instituto a participar. Es un alumnado que participa, por ejemplo, resolviendo conflictos. Cuando hay un problema, tenemos personas, que son niños, que son niñas, que tienen estrategias para resolver conflictos. Participan también observando la calidad de la convivencia y tienen un papel muy importante. Participan en muchas cosas y están muy acostumbrados a tomar la iniciativa. Y ellos son el centro de muchos procesos de aprendizaje que hacemos ahí. De modo que llegaban al bachillerato y decían: «Bueno, queremos seguir participando». Y lo primero que nos vino a la cabeza fue ofrecerles voluntariado. Que hicieran voluntariado fuera del horario escolar, por la tarde. Si querían practicar esos valores que habían aprendido en el instituto, podían ejercitarlos metiéndose en una asociación, yendo al hospital, por ejemplo, para pasar por las habitaciones…
De modo que recuerdo, en esa visita al hospital acompañando a niños y niñas que habían empezado a hacer voluntariado, que hablando con parte del equipo, alguien nos cuenta, una persona del equipo dice: «He leído un artículo muy interesante de un profe en California que está trabajando con sus alumnos la desertización. Han trabajado un montón en clase sobre cómo las dunas van avanzando y van comiéndose toda la vegetación, y han ido luego al sitio cerca de su cole donde hay una duna, y han colocado unas estacas para evitar que la duna avance. De modo que estaban vinculando todos los aprendizajes que habían hecho en la clase con una acción que iba a tener un impacto en el medio ambiente, que era sujetar una duna para evitar que eso se produjera». Y fue algo como: «¡Guau! ¡Qué descubrimiento! ¿Por qué no hacemos esto? ¿Por qué no juntamos lo que ya tenemos de valores, de participación, con el aprendizaje de las materias?». Ya no teníamos que elegir entre trabajar con los chicos valores y luego la excelencia académica. Ya podíamos juntarlo todo en algo único, que era un proyecto de aprendizaje-servicio.
De modo que en ese momento nos fascinamos, pero no teníamos ni idea de lo que íbamos a descubrir y cómo nos iba a transformar el aprendizaje-servicio a nosotros, a nuestro centro, e incluso a nuestro municipio. Aquí, en este público que estáis hoy acompañándonos, tenemos representantes de todos los elementos que participan en un proyecto de este tipo. Tenemos alumnado, tenemos la parte más importante, la gente que tiene que aprender y que va al instituto a aprender. Tenemos profesorado, una parte fundamental también del proyecto. Tenemos técnicos del Ayuntamiento. Tenemos mayores, porque algunos de los proyectos se realizan con personas mayores de la localidad. Tenemos también representantes de la Universidad. Tenemos mamás y papás también cuyos hijos participan en nuestros proyectos y que ellos también van a tener cosas para decirnos. De modo que entre todos vamos a hacer una charla participativa. Vamos a ir planteando cada uno preguntas, su experiencia. Yo iré también contando diferentes experiencias. E iremos hablando de aprendizaje-servicio. Así que os animo y empezamos.
Pero no solo en Biología vas a trabajar sobre la sangre. También vas a trabajar sobre donaciones y otros elementos que también están en el currículum. Y es más, no solo vas a trabajar sobre la asignatura de Biología. La profesora de Matemáticas va a trabajar también, por ejemplo, la parte de estadística y va a hacer que comprendas todos los conceptos que ella quiere trabajar sobre estadística aplicándolos a una base de datos donde están los donantes. Y en la clase vais a poder hacer una gráfica donde se vea cuántos donantes hay en tu localidad, cuántos son hombres, cuántos son mujeres, qué meses se dona más, qué procedencia tienen los donantes, diferentes características que tú quieras trabajar, que en clase queráis trabajar. Y vas a entender muchísimo mejor la estadística, porque va a servir para luego difundirlo y hacer, por ejemplo, una exposición donde se vean esos datos de tu localidad. Pero es que a lo mejor el profesor de Valores va a trabajar también, en la asignatura de Valores o en Religión, sobre temas como qué sentido tiene la donación. No sé si sabes que en diferentes países hay diferentes legislaciones. ¿Por qué en nuestro país, cuando donas, no se da nada a cambio? ¿Es interesante? Y el profesor va a ayudar a que en la clase se cree un debate para ver si las donaciones tienen que ser gratuitas o no. O, por ejemplo, para ver si tiene sentido que la donación no sea dirigida. Si tu padre, por ejemplo, tiene una operación, tú no puedes donarle sangre a tu padre directamente. Lo que sí se hace en España es que esa donación va a un banco de sangre, y desde ahí se distribuye en función de las necesidades. Cosa que cambia, por ejemplo, cuando es una donación de órganos. Un órgano sí que va dirigido, la sangre no. ¿Qué sentido tiene eso? Y en la clase podemos darle sentido y ver qué valores hay detrás de una legislación. Pero también podríamos decir, y crear un debate en la clase de Valores, por ejemplo, sobre si es interesante que se pague una cierta cantidad a personas que donan órganos para evitar un comercio ilegal de órganos que hay en el mundo. Y vamos a hablar que hay países donde se comercia con órganos.
El Aprendizaje Servicio es un método de enseñanza que conecta los aprendizajes del aula con servicios para mejorar la comunidad
O si quieres nos vamos ya a algo que está muy de moda que es la donación de bebés. Una cosa que se llama la «gestación subrogada». Y podemos hablar de muchísimas cosas y de los valores que hay detrás. Y eso lo vas a trabajar en la clase de Valores. Porque el profe de Valores quiere que se trabaje eso. Y tú lo vas a entender mucho mejor, porque tú estás en un proceso de hacer una actividad que va a tener un impacto en la sociedad, y vas a conseguir que haya más sangre en la localidad. Y vas a conseguir que mucha gente de Coslada, en este caso, mucha gente de tu municipio se sume y done sangre. ¿Entiendes?
Pero hay muchísimos proyectos. Recuerdo un colegio en Andalucía que descubrieron que tenía un problema de obesidad la población. Los niños eran un poco obesos. Y plantearon en el colegio que tenían que trabajar sobre la salud. Y dijeron: «¿Cómo podemos trabajar la salud?». Y vieron que cerca de su colegio había un espacio que no estaba urbanizado, y le propusieron a su Ayuntamiento hacer un circuito saludable en ese espacio. Trabajaron en las asignaturas de Matemáticas, Lengua, Ciencias… Todo relacionado con la salud. Y construyeron los niños, con la ayuda de su municipio, un espacio biosaludable. Con unos itinerarios, con una ruta para poder hacer ejercicios, utilizaron códigos QR para que la gente supiera y pudiera tener más información enfocando su móvil a estos códigos… Eso es un proyecto de aprendizaje-servicio. Es vincular lo que yo hago en el cole con la acción para mejorar una situación. Porque hemos detectado una situación que consideramos importante mejorar, porque no se cubre una necesidad social o porque hay algo básico que no tenemos. No tenemos sangre, o tenemos un problema porque tenemos perros abandonados y queremos cuidar los animales. Pues podemos estudiar en las asignaturas cosas relacionadas, que ya están en el currículum, no nos inventamos aprendizajes nuevos. Los aprendizajes están ahí, pero vamos a hacerlos vivos. Y vamos a hacer de esos aprendizajes que tengan esa funcionalidad y que podamos hacer una acción que va a transformar. A veces, el aprendizaje-servicio se conoce como «aprender para transformar». Porque incide y transforma situaciones. Puede ser en tu entorno más cercano o puede ser algo más lejano. No tiene por qué ser en tu comunidad. Un proyecto donde trabajes la solidaridad con los refugiados o trabajes para conocer la diversidad o las injusticias que hay en el mundo. Se puede trabajar perfectamente desde las aulas, desde las diferentes asignaturas, y después vas a tener una acción que va a tener un impacto en un entorno más lejano. Son ejemplos de proyectos que se están haciendo, que funcionan de manera excepcional y que nos ayudan a aprender mejor y a ser ciudadanos más conscientes, más respetuosos y más transformadores de nuestro entorno.
Antes de deciros qué viene en segundo lugar, vamos a hacer un juego. ¿Sí? ¿Os propongo un juego? ¿Os animáis? Muy bien. El juego consiste en lo siguiente. Esperad a que lo haga yo y luego ya vais haciendo. Os voy a pedir que estiréis vuestro brazo no dominante. Si sois diestros, el brazo izquierdo. Pero no del todo, sino… Y si queréis, esperad a que yo acabe las instrucciones para hacerlo. No así, sino un poquito menos. ¿Vale? Os voy a pedir que guiñéis un ojo. ¿Sí? Y os pediré que vayáis con este dedo hasta donde creáis… En paralelo por aquí, hasta donde creáis que habéis llegado a la altura. Cuando creáis que habéis llegado… Mantenéis el ojo así. No, así. Cuando creáis que habéis llegado a la altura, giráis, e intentáis tocarlo. Os reto a hacer eso. Adelante, todos juntos.
Vais en paralelo desde aquí, como lanzando el dedo desde tu pecho. Y cuando creas, tocas. Bien. Y ahora lo vamos a intentar una única vez con los dos ojos abiertos. Vamos. Perdón. Con los dos ojos abiertos y tocamos. ¿Diferencias? ¿Sale mejor con los dos ojos abiertos? ¿Sabéis por qué? Pues sale mejor con los dos ojos abiertos porque nosotros detectamos profundidad porque tenemos visión binocular. Binocular significa «dos ojos». La visión monocular no me permite detectar profundidad. Bueno, tenemos truquillos, ¿eh? Con un solo ojo tenemos truquillos. Por ejemplo, sabéis que la silla está más lejos de vosotros que yo porque la tapo. Se llama «interposición». Es un truquillo. O sabemos que algo está más lejos porque está más oscuro, y lo de cerca está más claro. Hay truquillos. Pero para detectar bien la profundidad necesitamos los dos ojos. Y eso pasa cuando en los proyectos trabajamos con mucha gente, muchos agentes. Los proyectos de aprendizaje-servicio se conjugan en primera persona del plural, en equipo. No se mete ningún profesor o profesora en un proyecto sola, solo, sino que te metes con otros agentes. Porque así podemos profundizar más. Porque así podemos tomar mucha más conciencia de lo que queremos trabajar.
¿Y con quién trabajamos? El punto dos, Juani, es el equipo. Pues cada proyecto tiene un equipo diferente. A lo mejor si organizas el maratón, necesitas un centro de transfusión, un hospital, un colegio, varios institutos, a los técnicos municipales… En todos necesitamos a los alumnos. Alguien tiene que aprender. En todos necesitamos a los profes, a las profesoras, porque ellas van a trabajar la parte de los aprendizajes. En todos necesitamos a gente del Ayuntamiento que hace de conexión, de mediación entre los centros educativos y las entidades. Ellos son los que mejor conocen las entidades. Yo nunca recomendaría a nadie que se quiera meter en aprendizaje-servicio a trabajar sin la colaboración de una entidad local. Porque si tienes que hacer tu trabajo como enseñante, y además buscar los contactos con las entidades, coordinar los servicios y tal… No, para eso nos distribuimos roles. El ApS, el punto dos: se hace el equipo, se forma el equipo. Punto tres: se diseña un proyecto. Se piensa cómo lo vamos a hacer. Y eso es muy interesante porque no solo diseñamos los proyectos las personas adultas que estamos ahí, sino que es un elemento clave para que funcione el aprendizaje-servicio la participación del alumnado. Y queremos que ellos decidan cómo se llama el proyecto, y cómo vamos a conseguir ese objetivo. Hay proyectos que no funcionan porque no cuentan con los alumnos. Tienen a los alumnos como receptores pasivos de los proyectos. No, no, los proyectos se construyen con el alumnado desde el principio, porque es un elemento que también motiva mucho. Te dan muchas más ganas de participar si lo sientes como propio. La siguiente fase es: vayamos a los aprendizajes. ¿Qué tenemos que aprender? Me tengo que preparar para hacer bien las cosas, tengo que investigar sobre el tema que quiero trabajar. Esa parte de los aprendizajes se hace en las asignaturas, y a veces fuera, con otras personas que también ayudan a los chicos y chicas a formarse sobre esto. Después tenemos la parte de servicio. Vamos a hacer ese impacto sobre el entorno. Y ahí puede haber servicios que duren muy poquito, puede haber servicios que tengan una duración. Hay proyectos que exigen un compromiso semanal donde los chicos y las chicas van de forma periódica todos los martes por la tarde a tal asociación… La Asociación de Familiares de Alzhéimer para acompañarles y trabajar con ellos. Y se extiende a lo largo del año. Y hay otros proyectos que tienen un compromiso mucho más pequeñito y sencillo.
¿Después qué va? Pues después de hacer el servicio, evaluamos y también pensamos cómo han ido las cosas. ¿Y quién evalúa? Pues todo el mundo. Igual que diseñan el proyecto todos los que participan, evalúan todas las personas que participan en el proyecto. Tienen mucho que decir. Y nosotros aprendemos mucho de cómo los alumnos han vivido las cosas. Ellos escriben unos informes y escriben unas reflexiones. Y aportan en su portfolio qué evidencias de aprendizaje tienen, qué piensan que les ha aportado… En fin, evaluamos. Y luego, Juani, solemos hacer una difusión. Nos gusta… Puede ser ya desde el principio. A veces se crean equipos de prensa entre los alumnos para difundir, para hacer el making of de todo el proceso, y a veces es al final. Porque nos interesa que se sepa que queremos transformar una situación o la estamos transformando. Aprendizaje-servicio no son proyectos que se quedan de cara a las personas que participamos, queremos que se sepa. ¿Y al final sabéis lo que hacemos? Una fiesta. Hacemos una fiesta porque lo que nos interesa es celebrar que hemos aprendido transformando. Y eso es motivo para celebrar. Así que, Juani, esas son las etapas con las que desarrollamos el proyecto.
Los proyectos de Aprendizaje servicio son útiles porque nos ayudan a comprender mejor el mundo, a detectar dónde están los problemas y llevar a la acción las reflexiones que hacemos
Pero también aportáis otro tema. Aportáis hacer comunidad, algo más social. En los proyectos… Nos interesan muchísimo los proyectos intergeneracionales, porque tejen redes en la comunidad. Tejen vínculos. Los jóvenes se ven con jóvenes. Se van al parque con jóvenes, salen los fines de semana con jóvenes. Pero cuando trabajamos juntos, cuando os veis en la calle, muchas veces nos han dicho las chicas y chicos: «Me he encontrado con tal mayor de este proyecto, y me ha enseñado fotos de su familia, me ha presentado a su mujer, y me ha presentado a sus nietos que iban por ahí con ellos. Y nos hemos hecho un grupo de WhatsApp». Eso es tejer comunidad y eso tiene un valor incalculable. Y en tercer lugar, aportáis… Quizá te suene mal, pero sois un recurso pedagógico de primer orden. ¿Suena raro? ¿Te suena raro, Ángel? Recurso pedagógico. Qué cosa, un abuelo «recurso pedagógico». Lo que quiero decir es que cuando vosotros venís a contarnos vuestra vida, cómo vivisteis la Transición española, o cómo vivisteis la posguerra, o qué comíais cuando erais jóvenes, podemos tener un recurso vivo. Lo que más valoran los alumnos y las alumnas es tener recursos vivos. No hay ni punto de comparación con cualquier libro que te lo cuente, con cualquier conexión que haga en Internet para conectarme a cualquier fuente documental. No hay color. Lo que más nos gusta en las escuelas son los recursos vivos, y sois recursos vivos. Y vosotros podéis hablarnos de cosas que no hemos conocido. Y esos niños y esas niñas van a aprender como nadie con lo que vosotros aportáis contando vuestro testimonio. Cómo os relacionabais entre vosotras, entre vosotros. Tenemos cuatro proyectos actualmente intergeneracionales. Hay un proyecto de memoria histórica, que llamamos, donde vosotros nos contáis cómo vivíais en un período histórico. Y cada año lo centramos en un tema: ¿Qué música escuchabais? Si este año trabajamos la música. O cómo os alimentabais. Y entonces comparamos la alimentación de antes y ahora. Utilizamos Biología, la asignatura también de Lengua, la asignatura de Historia… Y vamos aprendiendo a través también de vuestra experiencia.
Tenemos otro proyecto donde los niños acompañan a personas con alzhéimer. Van a la Asociación de Familiares de Alzhéimer. Entonces, tienen contacto con mayores que han tenido o tienen un problema degenerativo cerebral. Tenemos otro proyecto de huerto intergeneracional, donde nos enseñáis técnicas que desconocemos absolutamente. Cómo se planta, cuándo se planta, cómo se hace un semillero, cómo se trabaja la tierra. Y nos enseñáis a utilizar las herramientas. Y para nosotros, eso tiene un valor incalculable. Claro que hay videotutoriales de cómo… Seguro, yo no los he visto. …cómo manejar una azada. Pero eso no tiene ningún interés comparado con lo que vosotros aportáis. A nosotros nos servís de un valor incalculable.
¿Y cuáles son los resultados? Hay muchas investigaciones. Nuestra experiencia nos dice que aprenden mejor, que podemos hacer que más gente aprenda, y que podemos hacer que aprendan muchas más cosas. Esa es nuestra experiencia. Pero hay amplia bibliografía. En la Universidad de Kentucky, por ejemplo, un profesor que se llama Warren hizo un metaanálisis de estudios. Dijo: «Voy a coger todos los estudios sobre si el aprendizaje-servicio mejora y voy a hacer un estudio de esos estudios». Y concluyó que los proyectos de aprendizaje-servicio hacen que los alumnos saquen mejores notas. Bueno, yo os he contado lo que nos aportáis los mayores a la gente que estamos en los centros educativos: a los alumnos, a las alumnas, a toda la comunidad educativa. Pero sí que me gustaría saber qué os aportamos nosotros. ¿Qué os aporta participar en proyectos de aprendizaje-servicio? ¿Qué os aporta ese contacto? ¿Alguien se anima? Adelante.
Más adentro tenemos otra teoría del aprendizaje que le da fundamento a esto que hacemos, que en inglés se llama connected learning. Pero es el «aprendizaje conectado», que dice que no solo aprendemos en la escuela, que aprendemos en contacto con los mayores que no están en la escuela, que aprendemos cuando vamos a un hospital porque estamos en contacto con un entorno. Los aprendizajes no solo se producen en la escuela. Se producen con unos monitores que nos están ayudando a trabajar en teatro, se produce con cualquier otra situación. De modo que ahí tenemos una cuestión sólida. Otro anillito más: una visión sociocrítica de la sociedad, donde afinamos el ojo para detectar dónde hay derechos sociales que no se cumplen, o dónde hay necesidades de las personas que no se cumplen, y nos interesa mucho. Y eso sujeta ese tronco. Y en el centro, en el anillo más central de ese tronco, tendríamos al alumnado. Porque el aprendizaje-servicio es un aprendizaje centrado en el alumnado. Tienen que ser protagonistas. De modo que ahí tenemos el tronco. ¿Qué tenemos en las ramas? Las ramas tienen sus flores y sus frutos, y son experiencias por todo el planeta de aprendizaje-servicio.
Cinco mil escuelas en Argentina trabajan aprendizaje-servicio. Eso supone que como un 13% de las escuelas argentinas están inmersas en proyectos de aprendizaje-servicio. En Estados Unidos hay una larga tradición de trabajo comunitario. Hasta la antigua primera dama estadounidense, Michelle Obama, trabajaba y colaboraba en un proyecto de service learning, que llaman ellos, de aprendizaje-servicio, donde se vinculaba lo que trabajaban sus hijas en las escuelas con la alimentación orgánica y el desarrollo de huertos urbanos. En España, Roser Batlle es un referente. Es una de las personas que más ha difundido y más ha promovido el aprendizaje-servicio que se desarrolla en muchísimas escuelas. De modo que yo creo, Juanjo, que el aprendizaje-servicio tiene una solidez suficiente pedagógica y tiene unas prácticas que demuestran que es una innovación, para nosotros, lleva un poquito de tiempo, pero una innovación que tiene un sentido, que sabe hacia dónde va y que consigue unos logros muy aceptables.
Los abuelos sois para las escuelas y para los jóvenes un “recurso pedagógico" vivo de primer orden
Con respecto a los temarios, en todos los centros deberíamos, el equipo de profesores y profesoras, plantearnos qué cosas son importantes para que trabajen, para que aprendan los alumnos. Seleccionar las cosas que realmente son importantes. Las competencias que queremos que adquieran. Y queremos que esas competencias sean indispensables, sean y estén, y los niños las aprendan. Si no las aprenden, estamos poniendo en juego la equidad y les estamos poniendo en desventaja. Tenemos que ser muy serios con las cosas que queremos que aprendan los niños y las niñas. Esas son las importantes, sobre esas trabajamos, y las trabajamos de una manera muy eficaz. Trabajando sobre los conocimientos, sobre los procedimientos, sobre la convivencia, sobre el desarrollo y el crecimiento personal. Esas cuatro características del aprendizaje. De modo que sí que es cierto, tenemos proyectos, currículums muy amplios, pero es verdad que podríamos… Y mucha gente trabaja en seleccionar las cosas que queremos que aprendan, las competencias. Y eso es un aprendizaje sólido, profundo, que les va a ayudar a moverse luego hacia cursos posteriores con la experiencia de haber aprendido las cosas de una manera eficaz y que son útiles. Pero tenemos la suerte también de tener profesorado entre el público. De modo que sí que me gustaría que algunas profesoras y profesores que hay aquí también participen y nos digan cómo ellos viven el aprendizaje-servicio. No necesariamente esta resistencia, sino cuál es su experiencia o por qué siguen haciendo, o hacen, o se han embarcado en proyectos de aprendizaje-servicio. Si alguien se anima. Adelante.
Esto es uno de los principales éxitos de los centros educativos que trabajamos la convivencia de una manera participativa. De modo que entiendo ese miedo, pero en los centros tenemos toda una red de apoyo social formada por personas que observan, y que saben que si no actúan son cómplices de una injusticia. Y saben que si actúan van a evitar que se produzca un sufrimiento. Nunca se van a ver como chivatos, como personas que se chivan de una situación, porque ellos entienden muy bien, fruto del trabajo que se hace en convivencia, que la pasividad te hace cómplice y la acción te hace parte de la solución. Pero esa participación la hemos extendido a todo. Los niños aprenden a resolver conflictos, que luego les sirve de forma especial en su vida. Los niños y las niñas aprenden a gestionar la participación en un aula, aprenden a reflexionar sobre las normas, aprenden las competencias socioemocionales, que son esas competencias que te enseñan a ser consciente de tus emociones, a saber expresarlas. Se dice que la persona madura es la persona que siente intensamente, que sabe lo que siente y que dice lo que sabe.
Poner nombre a nuestras emociones. Poder expresarlas de una manera eficaz. La capacidad para ponerte en el lugar del otro. Para conocer o para interesarte por otro punto de vista diferente al tuyo. O la capacidad para tener habilidades sociales que me permiten tener una relación con los demás, que yo atiendo, yo escucho… No siempre participo, escucho y compartimos esa participación. O la capacidad para tomar decisiones de forma eficaz. Todos tomamos decisiones. Eso lo entrenamos en los centros. Hemos conseguido mejorar las condiciones de los centros, que se pueda aprender mejor porque la convivencia es mejor.
El Aprendizaje servicio es una buena respuesta para la inclusión y la atención a la diversidad en las escuelas
Pedimos a la corporación municipal, a todos los grupos políticos, que vinieran a nuestro centro, que se sentaran delante de los niños, y que los niños les contaran grupo por grupo su análisis de la situación, su análisis del municipio. Cómo unas niñas de 13 años, cómo unos niños de 12 o 14 años ven el municipio, y qué opinan los ciudadanos y las ciudadanas del municipio sobre lo que se está haciendo. Realmente, las políticas del municipio han tenido en cuenta esas propuestas. Y nos consta, y sabemos, porque seguimos en contacto con esas personas, que hay cosas de nuestro municipio que están cambiando. Y yo creo que el aprendizaje-servicio transforma realmente el entorno. ¿Qué idea o qué vivencia crees que sacan los niños cuando han hecho un estudio, saben que lo que han hecho tiene una utilidad y cambian las cosas que hay ahí fuera? Por tanto, el aprendizaje-servicio es transformar. Es aprender para transformar, porque tenemos esa conciencia social. De todas maneras, aquí también hay personas que trabajan desde el municipio. Y también nos gustaría que técnicos municipales nos dieran su opinión sobre cómo se vive desde ese lado, desde ese agente que participa en todos los proyectos, el aprendizaje-servicio.