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“Hay que escuchar e invitar a los niños a participar”

César Bona

“Hay que escuchar e invitar a los niños a participar”

César Bona

Maestro


Creando oportunidades

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César Bona

Maestro de primaria y licenciado en Filología inglesa, César Bona fue el primer profesor español finalista en el premio Global Teacher Prize, conocido como el premio Nobel de los educadores. Autor de los libros, ‘La nueva educación’ y ‘Las Escuelas que cambian el mundo’, César Bona resalta la importancia de escuchar y hacer participar a los niños para enseñar mejor. Una propuesta que él llevó a la práctica dentro y fuera del aula con iniciativas de todo tipo como ‘El cuarto hocico’, una protectora de animales premiada por la primatóloga y Premio Príncipe de Asturias, Jane Goodall. Este docente zaragozano reivindica el papel fundamental de los maestros: “Nuestra misión es muy importante, tenemos que tener la certeza de que lo que estamos haciendo va a traspasar la frontera del aula y tendrá un impacto en la sociedad”.


Transcripción

César Bona. Yo no quería ser maestro. Yo, como todos los niños pues decía: «No sé, estoy entre ir al mundial o ir a las olimpiadas», porque solo pensaba en deporte. Ahora soy maestro, es un privilegio. ¿En cuántas profesiones puedes invitar a los chicos y chicas a que intenten mejorar el mundo donde viven? Para mí es un placer estar hoy aquí con todos vosotros y con todas vosotras. Vamos a pasar una mañana bonita hablando de educación. De educación, de sociedad o de vida, en realidad, que para mí son entes indisolubles, ¿no? Vamos a hacernos preguntas, pero bueno, yo creo que es como decían Les Luthiers: lo importante no es saber sino saber el teléfono de quien sabe. De vez en cuando, alguna pregunta igual la reboto para allá. Entonces, nada, que nos sintamos muy cómodos y que compartamos las inquietudes y las cosas que queramos compartir.

00:57
Ana. Soy Ana, soy profesora de Secundaria y vengo de un centro que ha empezado un proyecto de innovación hace un par de años y quería preguntarte una cosa. ¿Qué te parece la frase «se educa en casa y se enseña en la escuela»?

01:11
César Bona. Esa frase nos ha acompañado siempre en educación y yo creo que no nos ha hecho ningún bien. Primero, por lo que implica. Porque esa frase, en sí misma, y fijaos si es sencilla «se educa en casa y se enseña en la escuela», ha levantado muros invisibles enormes entre las familias y los centros educativos. Parece que desde ese momento hemos dividido papeles: vosotros esto, nosotros aquello y no entres en mi terreno. Entonces, es importante que revisemos unas cuantas frases que nos acompañan y esta es una de ellas. Así que yo invitaría a cambiarla por otra, es una sugerencia. A lo mejor podríamos cambiarla por otra que dijera: la escuela es el mejor lugar para ayudar a las familias a educar a sus hijos. Yo creo que tenemos que trabajar en equipo y que jamás podemos ver a los niños o niñas como muñecos de cuyos brazos tenemos que tirar, unos de aquí y otros para allá. Es trabajar en equipo, es el diálogo y, sobretodo, que veamos que vamos todos hacia el mismo camino y es entonces cuando, creo, que la educación irá hacia adelante.

02:10
Ana. Soy Ana, estudiante de magisterio. Me gustaría hacerte una pregunta. ¿Por qué crees que son necesarios los maestros en la era de internet? ¿Qué función tiene un maestro o una maestra si ahora se puede aprender todo en internet?

02:20
César Bona. ¿Qué función tiene un maestro o una maestra si ahora se puede aprender todo en internet? No se puede aprender todo en internet. Pero claro, internet es como un océano, ahí puedes encontrar latas o tesoros. Esa es una de las funciones de los maestros seguramente, que podemos invitarles a contrastar información a que vean o a que transformen esa información que está ahí a transformarla en conocimiento. Pero luego, sobretodo, también, a preguntarles qué van a hacer con ese conocimiento. Porque no es solo que aprendas muchas cosas, eres un ser social. Somos seres sociales y como somos seres sociales debemos educar, precisamente, en sociedad y hacia la sociedad. Y ahí la tarea de los maestros es absolutamente fundamental. Vamos a ayudar a las familias a educar a sus hijos. Y, a lo mejor, tú en casa tienes un niño o una niña y dices: «Tú tienes que ser tolerante, tienes que ser respetuoso». Pero luego entran en esa microsociedad que es el aula, que es la escuela, y ahí todo se transforma. Ahí sí tenemos un papel increíble los maestros y maestras. Somos su ejemplo. El primer modelo que van a tener son sus familias, sus padres, sus madres, pero luego estamos nosotros. Y por eso es un privilegio trabajar de maestro, ¿no? Un privilegio que va unido, como decía Spiderman, a una gran responsabilidad. Y eso es de lo que nos tenemos que acordar cada día, ¿no? Cuán importante es lo que hacemos. Y si no preguntaos en cuántas profesiones puedes invitar a los chicos y chicas a que intenten mejorar el mundo donde viven.

03:56
Almudena. Hola, César. Me llamo Almudena.

03:58
César Bona. ¿Qué tal?

03:58
Almudena. Soy maestra de Primaria, recién graduada, y me gustaría que nos contaras un poco cómo organizabas la participación de tus alumnos dentro del aula.

04:07
César Bona. En un cole de Zaragoza, en el Puerta de Sancho, estuve un año. Digamos que viajé al momento en el que yo era niño también, y pensé cómo me gustaría estar en un aula cada día. Y distribuí las mesas en cuatro o cinco grupos, ¿no? Cada niño o cada niña tenía su papel. Tenía una misión en clase, cada 15 o 20 días cambiábamos y todos pasaban por todas las misiones. También por los cinco continentes que habíamos creado. Eran: Nueva Zapatilla, que estaba en un lado, en otro lado había Panizoland, en otro Lechugandia del Sur, en el centro estaba Tierras Medias de Rancia, ¿no? Y en el otro había otro continente, ¿no? Y solo eso era casi mágico porque veías como los niños y niñas de momento, al día siguiente, querían venir con más ganas solo porque pertenecían a ese pequeño continente, ¿no? Y en poco tiempo ellos se habían creado sus propios lenguajes nuevos porque pertenecían a un continente distinto, ¿no? Habían creado su bandera y su himno y querían volver al día siguiente para aportar nuevas cosas. Y al cambiar de continente cuando tocaba también resultaba curioso porque los que se quedaban acogían a los otros. Para mí es muy importante… el abrirse a los demás, ¿no? Y el saber que vas a tener compañeros nuevos constantemente, el promover la cooperación y no la competitividad. Y ahí, también, dentro de esos roles que tenían cada uno de los niños y niñas estaba, por ejemplo, uno que a mí me gustaba mucho que era la encargada de los altruistas y emprendedores. Tenía un pequeño despacho en la clase y ahí tenía una lista. Y ahí, esta chica promovía que unos enseñaran cosas a otros. Por ejemplo, si tú eras buena en matemáticas tú eras la altruista en matemáticas y ponías: matemáticas, altruista. Y si a alguno de vosotros no se os dan bien las matemáticas pues era el buscador. Buscador es una palabra que promueve el reto, ¿no? «Yo soy buscador de matemáticas». Entonces, os unía, esta chica encargada de uniros, y directamente os sentabais dónde considerabais y uno ayudaba a otro. Ahí, en el pasillo, en el recreo, por ejemplo, ¿no?

César Bona Aprender a conectar con los niños
Quote

Si hay algo que cada día nos enseñan los niños es a vivir la vida con sencillez, a preocuparse del ahora y no del mañana y a encontrar la magia en las pequeñas cosas

César Bona

06:24
César Bona. Teníamos la abogada o el abogado, cuando a alguno le quitaban un punto por lo que fuera mediaba para que… Teníamos el cabecilla de los sublevados. Sí, sí. Me gustaba. El chico o la chica encargado de este papel, de este rol, tenía una caja donde todas las críticas o quejas o sugerencias las iban metiendo de forma anónima, ¿no? Así me llegaba a mí. Para mí eso era muy interesante porque hay muchos chicos y chicas que a lo mejor están sufriendo y no se atreven a decirlo. Era una manera de que ellos dieran esa opinión, ¿no? Y a mí me llegaban cosas que jamás me habrían llegado, ¿no? Cada uno tenía su papel. Teníamos, también, la comisión periodística, que se encargaba de invitar a los chicos y chicas a que trajeran y leyeran los periódicos, los compartieran, compartieran datos interesantes. Teníamos el curioso y la curiosa, que cada día lanzaban una pregunta. Era voluntario, como era voluntario, precisamente, todos la traían, porque estimulaba eso que tienen los niños. Es una manera más, supongo, de hacerles participar y hacer que se sientan implicados. Que creo que es una de las claves para cualquiera para volver al día siguiente a algún sitio.

07:28
Ana. Soy Ana, soy profesora de Primaria. Me gustaría saber si te dieran la oportunidad y el poder suficiente para cambiar algo en la educación, ¿qué es lo primero que harías?

07:45
César Bona. Qué buena pregunta, ¿eh? Aquí, seguramente, cada uno de nosotros cambiaría algo diferente. Eso es lo que hay que tener en cuenta porque todos tenemos inquietudes, vivimos la educación desde un punto de vista que a lo mejor es distinto al de otros. He de decirte que hay muchas cosas que se están haciendo bien, pero también tenemos que ser críticos con nosotros mismos y saber que hay muchas cosas que tienen que mejorar o que tenemos que mejorar, ¿no? Empezando por mirar cada uno dentro de sí mismo y que seamos conscientes de que cada día tenemos que dar lo máximo o nuestra mejor versión. Cada día tenemos que dar nuestra mejor versión para sacar la mejor versión de los chicos. ¿Qué cambiaría? Claro, uno siempre mira alrededor y piensa: la formación es vital, la formación en la universidad y la formación de los docentes en activo, por ejemplo. En la universidad, quizá, estaría bien que el acceso cambiara, el acceso a la universidad para ser maestro. Imagínate que tú sacas un diez y dices, bueno, vas a ser una maestra tremenda. Pero, a lo mejor, no tienes ni idea de cómo tratar con niños. A lo mejor te falta compromiso social y para mí, desde mi punto de vista, es importantísimo, ¿no? Entonces sería interesante ver esa formación. Cada junio salen miles de nuevos maestros, muchas veces con las mismas bondades con las que salimos nosotros y, también, con las mismas carencias en muchos casos. La formación actual yo también creo que es interesante. Ahora mismo, lo sabemos todos, hay miles de maestros y maestras deseando formarse. Maestros con pasión que cada día o al llegar el fin de semana van de lado a lado, van a formarse y lo pagan de su bolsillo, eso repercute en las escuelas y, bueno, en la educación de nuestros hijos. Eso sucede cada fin de semana, ¿no?

09:28
César Bona. Sí que hemos de preguntarnos qué tipo de formación, a lo mejor, nos están dando, si podríamos, también, pensar para qué educamos. Ya no solo enseñar lo mismo que a nosotros nos enseñaron porque si no pocas cosas van a cambiar, si yo educo como a mí se me educó. Obviamente, hay cosas que están bien pero hay mucho que mejorar, ¿no? Claro, ahora mismo todos buscamos dar un paso adelante, o muchos, ¿no? Dar un paso adelante, innovar. Pero antes de innovar creo que también tenemos que pararnos a reflexionar. Reflexionar sobre lo que estamos haciendo y sobre hacia dónde nos dirigimos. Y trabajar en equipo. Si queremos que los chicos y chicas sepan trabajar en equipo nosotros debemos saber trabajar en equipo.

10:08
Sergio. Hola, César. Mi nombre es Sergio, soy maestro de Primaria. Profesor de geografía, novel. Qué le vamos a hacer. Y quería preguntarte cómo fue tu primer día como profesor en el aula y si tienes alguna anécdota de aquellos días que eras un profesor novel y estabas comenzando.

10:26
César Bona. Bueno, pues enhorabuena porque tienes una profesión bonita. Recuerdo, hago un viaje en el tiempo, y recuerdo, de momento, antes incluso de elegir hacer lo que yo estudié, que yo estaba estudiando en el instituto y todavía no sabía lo que quería ser. Yo no tenía vocación. A los que van a empezar yo siempre les digo que… piensen un poco cuando están en el aula no solo son ellos los que tienen que compartir cosas, sino que los chicos y chicas tienen mucho que compartir. Y que los verbos escuchar, precisamente, y compartir son tremendamente importantes y son de ida y vuelta.

11:03
Marcos. Me llamo Marcos, yo soy biólogo y editor digital de material didáctico. Antes has hablando de la importancia y de la influencia de los maestros y a mí me ha venido a la cabeza un maestro que tuve en Primaria que lejos de dar la clase de forma convencional generaba experiencias o generaba momentos muy memorables. Y eso ha sido una influencia en mi vida, ¿no? Mi pregunta es si tú has tenido o tienes maestros que han sido esos referentes también para ti.

11:35
César Bona. Os voy a hacer levantar la mano muchas veces. Quiero que levante la mano quien recuerde a algún maestro o alguna maestra que le influyó para bien. Vale. Que levante la mano quien tenga algún maestro o maestra que le influyó para mal. Entonces, referentes tenemos todos en ambos sentidos, ¿no? Quizá mis dos referentes que he nombrado con más frecuencia son: Tomás o Carlos, ¿no? Uno de ellos nos dejó hace tiempo y otro se jubiló hace años también. Y yo sigo pensando que ojalá cuando tenga su edad, cuando tuviera su edad, cuando los veía conmigo, pudiera tener esa pasión cada día por lo que ellos hacen, ¿no? Maestros han sido los niños en muchos casos también, porque me han ensenado muchísimas cosas, siempre que uno esté abierto a esa perspectiva entonces ve que aprende también de ellos, ¿no? Y maestros, han sido mis padres. He de decirte que… No hay palabras para agradecer todo lo que han hecho por mí. Mi padre era carpintero y mi madre ama de casa, no estudiaron más que lo justo, ¿no? Pero me han enseñado lo que es la humildad me han recordado muchas veces que es de bien nacido ser agradecido, me han hecho recordar cada día de dónde vengo y hacia dónde puedo ir. Y el tener esas raíces tan cerca de mí yo creo que es lo que más me ayuda.

12:56
Pedro. Hola, César. Mi nombre es Pedro. Soy recién graduado en magisterio de Primaria.

13:01
César Bona. Enhorabuena

13:01
Pedro. Muchas gracias.

13:02
Pedro. Y estudiante de psicología, también. Y bueno, mi pregunta es la siguiente: a día de hoy muchas prácticas educativas tratan de buscar la felicidad y la comodidad del alumno y esto no siempre es fácil combinarlo con la transmisión de conocimiento. Entonces, mi pregunta es: qué piensas tú sobre esto, si es combinable o…

13:23
César Bona. Me alegra muchísimo que me hagas esa pregunta. Primero, claro, la felicidad no es el objetivo sino dicen que es el camino. Primero, es una falacia. Lo que dicen que hay gente que se ocupa de la felicidad y se olvida del conocimiento es una falacia. Es una de las frases que tenemos que intentar alejar de nosotros, precisamente, una más. Porque no es cierto. Porque quien piense que realmente el ser humano está hecho solo de conocimiento y no de emociones tiene que revisar ciertas cosas. Ahora mismo, gracias a la neurociencia, ya es un estudio científico los que demuestra ciertas cosas. Se sabe, por ejemplo, que un niño o una niña puede aprender con alegría, sí. ¿Puede aprender con miedo? Sí. Pero lo que sucede en el cerebro es muy distinto en un caso y en otro, por ejemplo, ¿no? Entonces, te voy a poner a ti, ¿aún no trabajas?

14:18
Pedro. Bueno, sí.

14:19
César Bona. Enhorabuena también.

14:21
César Bona. Pues imagínate, tú en tu trabajo, si vas a gusto rindes. Si no vas a gusto no rindes e incluso, si esa sensación de disgusto va más allá podrías, aunque resulte difícil, podrías intentar cambiar de trabajo. Pero los niños y niñas no tienen esa opción. También es nuestra misión hacer que ellos tengan ganas de volver al día siguiente. Ese objetivo debería aparecer siempre, ¿no? Entonces, hemos de pensar que esta gente que dice: «No, no, la gente que se preocupa de que la gente sea feliz…» A ver. Nadie puede ser feliz constantemente, si no explotaría de felicidad. ¿No? Pero, al menos, busquemos el bienestar. A todos nosotros nos gusta estar a gusto donde estamos trabajando. Los niños van a pasar su infancia y su adolescencia en un centro educativo. Entonces, ¿qué sucede con esto? Cuando oigamos es que la gente se preocupa de esto y no del conocimiento. No, eso no es cierto. A mí me interesa tanto el conocimiento como que el chico o la chica venga a gusto al día siguiente. Y si no piensas así, quizá tengas que revisar algunas cosas. ¿Qué ocurre también? Que en nuestra profesión hay miles y miles y miles de maestros y maestras que tienen pasión por lo que hacen. Y ya digo, son anónimos, están por aquí cada día en sus centros educativos. Y hay otros a los que, seamos honestos, sucede, les molesta que haya cualquier tipo de evolución. Todo evoluciona, la tecnología, la medicina, los transportes, todo evoluciona. Y la educación… ¿Por qué se ha asociado siempre la educación con persistencia al cambio? A mí me resulta paradójico.

16:05
César Bona. Alguien que quiere que sus chicos y chicas estén preparados para el cambio tiene que estar preparado para el cambio. Uno mismo tiene que decir: «¿Persistencia al cambio? No, no». La educación debería estar siempre en vanguardia. Porque… Claro, yo solo puedo exigir a los niños y niñas aquello que yo les pueda dar. Cómo voy a pedir que ellos estén preparados para un cambio, en el cual estamos constantemente inmersos, si yo no soy capaz de ver ese cambio. Hay, también, una frase que han soltado por ahí, dice: «Es que esto es la guerra, o la batalla, o la lucha entre escuela tradicional e innovación», que esa es otra. Para mí, mis grandes referentes pertenecían, hago así las comillas, pertenecían a la escuela tradicional. Hay cosas que se hacían bien hace 40 años y funcionaban, funcionan ahora y funcionarán dentro de otros 40 años. Entonces, innovar, sí, es evolucionar de forma constante pero pensando siempre en el bienestar, y te lo vuelvo a marcar, bienestar de los chicos y chicas. Y eso no significa arrasar con todo lo que hemos tenido atrás.

17:10
Blanca. Hola, César. Mi nombre es Blanca.

17:11
César Bona. ¿Qué tal?

17:12
Blanca. Soy futura maestra. Y mi pregunta es: igual que los niños han aprendido mucho de ti, qué has aprendido tú de ellos.

17:21
César Bona. Hace cuatro o cinco días, yo estaba en un supermercado e iba empujando el carro y justo detrás de mí escuché dos voces. Una de ellas decía: «Pues mañana viene a cenar el novio de mi hija que es mecánico». Y una voz le respondía, decía: «Ya sé a quién te refieres». Me giré y eran dos niñas, una de seis y otra de cuatro años. Y lo vivían con una naturalidad increíble. Tenían su mundo montado, ¿no? Y claro, eso es algo que todos hemos vivido. O dibujar siluetas en el espacio aunque nadie sepa lo que es y nosotros sí. Se aprende muchísimo de los niños y niñas en el momento en el que tú pretendes aprender. Para eso tenemos que viajar al niño o la niña que fuimos para entenderles mejor y para que nos entiendan mejor ellos. Pero si hay algo que nos enseñan, creo yo, cada día, es a vivir la vida con sencillez, a preocuparse del ahora, no del mañana, del ahora. Para un niño decir dentro de unos meses es el infinito. Y a encontrar la magia en las pequeñas cosas. Lo que para muchos adultos pasa desapercibido para un niño o una niña resulta mágico, ¿no? Esa ilusión también que te contagian si estás rodeado de niños, por eso ser maestro es una profesión de privilegiados, ¿no? Estás cada día con niños y niñas y… Y basta con sumergirte en su mundo para vivir la vida de otra manera. Fíjate si somos afortunados, ¿no? Esa imaginación, o ese regreso al niño o la niña que fuiste y que es algo que jamás deberíamos perder.

19:04
Álvaro. Hola, César. Soy Álvaro.

19:06
César Bona. ¿Qué tal?

19:06
Álvaro. Profesor de Primaria.

19:08
Álvaro. A pesar de esta revolución educativa en la que parece que estamos inmersos, España sigue siendo el segundo país con más fracaso escolar de Europa. Primero, ¿cómo definirías el fracaso escolar? ¿Y qué propones para combatirlo?

19:24
César Bona. ¿Qué ocurre? Pues hay muchas cosas. Supongo que influye el hecho de que sigamos metidos en un sistema el cual es, sobretodo, memorístico. Entonces, les damos respuestas que, previamente, nosotros les hemos preparado para que luego ellos las repitan. Pero se olvida todo el proceso. El investigar, el compartir, el contrastar esa información, que es lo que hace que ese conocimiento quede impregnado, ¿no? Entonces, claro, hay muchos factores. ¿Qué se puede hacer? Nos falta escuchar, muchas veces. Escuchar a los niños y niñas. También escuchar a las familias y escuchar a los docentes para ir transformando todo esto juntos, ¿no? Mira, tuve una conversación hace unos meses con unas cuantas madres que estaban ahí con sus chicos, estaban por el medio. Y una de ellas decía: «¿Cómo hago yo para motivar a mi hija de cuatro años?» Estaban digamos en un… No era una situación fácil la que vivía esa familia, ¿no? Yo le pregunté, le dije: «A ver, ¿tus padres iban a la escuela a interesarse?». Y dice: «Qué va, no les gustaba nada». Y le digo: «¿Y a ti te gusta la escuela?» No, no me gusta nada. Digo: «¿Entonces tú qué crees que va a pasar con tu hija si tú nunca te acercas al centro educativo?». Dirá: «Si mi madre allí no entra, yo tampoco». Entonces, lo que tenemos que hacer, sobre todo, también, es replantearnos muchas cosas, la participación de las familias es esencial. La familia es el primer órgano educativo luego, la escuela. Por eso debemos trabajar en equipo. ¿Hay cosas que mejorar? Seguro. ¿Qué opinas tú?

21:04
Álvaro. Yo opino que estamos en ello pero hay mucho camino que recorrer. Es verdad lo que dices, lo primero que hay que conseguir es que las familias estén con el colegio y no contra el colegio

21:15
César Bona. Fíjate, yo he visitado centros que me quedaba asombrado, con la boca abierta, debería ser lo normal y en muchos sucede. Entraba por la puerta y ya estaban, en el pasillo, había no sé cuántos padres y madres que estaban ahí poniendo cosas y no era un día especial, era un día normal. O sea, la puerta de la escuela estaba abierta a las familias. Claro, los chicos y chicas, ¿cómo van? Pues a gusto, alguno de ellos diría: «Mira, ahí está mi padre o mi madre». Porque van a gusto. Porque forman parte de un equipo, ¿no? Entonces, el fracaso escolar pues sucede, como te he dicho antes, porque no se escucha mucho y porque no se les tiene, muchas veces, en cuenta. Yo creo que es importantísimo que un niño o una niña se sienta implicado en cualquier cosa que haga. En cualquier cosa. Como a ti o como a mí nos gusta sentirnos implicados en nuestro trabajo y si no te sientes implicado tú mismo sabes que desconectamos. Entonces, a lo mejor, una de las claves puede ser esa, ¿no? Que no les tomemos como recipientes que tenemos que llenar sino que los tenemos que tratar como una parte de nuestra sociedad y ellos pueden dar muchas cosas también.

22:19
Público. Yo te quería decir, a raíz de lo del fracaso escolar, siempre nos han dicho que los pasos a seguir eran: acabar el bachillerato, ir a la universidad y todo. Una persona, con el sistema que has comentado, que es memorístico, que va a un grado medio con 16 años, ¿para ti es fracaso escolar?

22:36
César Bona. Buen comentario. El éxito escolar no significa que todo el mundo vayamos a la universidad. Y educar para muchísimas carreras es tremendamente interesante. O educar para la vida es interesante. Pero qué mínimo que tengamos en cuenta que tenemos que educar para la vida. Y eso ya es un éxito escolar. Educar para la vida es un éxito escolar. Claro, en el momento en que tenemos en cuenta que el que no pasa de este listón ya se queda atrás, que hay muchos. Eso, sí. Fracaso hay, pero, obviamente, no es del que no puede saltar, a lo mejor, sino que deberíamos tener un proceso de reflexión. Decir, a ver, tenemos que ayudar a estos chicos y chicas a que salgan adelante. Éxito no significa necesariamente que todos tengan una carrera, es importante tener estudios y que nadie saque esta frase de contexto, «no hay que ir a la universidad», no, no, no. Si vas, pues genial. Pero hay muchas otras alternativas que son perfectamente válidas. Mi padre es carpintero y puedo decirte que mi padre ha tenido éxito social.

22:34
Público. Estabas comentando que es importante escuchar a los alumnos, escuchar a las familias para trabajar en equipo. ¿Consideras que también hay que escuchar al docente? Pero no entre nosotros, sino desde el sistema educativo, ¿no? Desde la Administración, igual hay una desvinculación. No se está tan unido, ¿no? Quizá la Administración nos tiene que escuchar más para hacer ese cambio.

23:57
César Bona. Sí, sí. Sí, opino como tú. Claro que nos tienen que escuchar. Esto es como una pirámide o una cascada, según cómo se mire, ¿no? Tenemos que escuchar a los niños, nosotros tenemos que ser escuchados, tenemos que escuchar a las familias, las familias nos tienen que escuchar y desde la Administración nos tienen que escuchar a todos. Porque, en realidad, donde sucede la educación es en las aulas. Entonces, sería o es paradójico, que desde las Administraciones se tomen medidas sin saber lo que está sucediendo en las aulas. De la necesidad de escuchar a los interinos, que es tan importante, que hacen una labor tan buena y que no siempre están lo suficientemente valorados, ¿no? Escuchar a los de infantil, desde arriba, desde la universidad, por ejemplo, ¿no? Que los profesores de universidad pasen mucho más tiempo en las escuelas para que los futuros maestros se alimenten de cosa fresca, ¿no?

César Bona Aprender a conectar con los niños
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Tenemos que invitar a los niños a que participen, invitarles a que miren por la ventana y que intenten mejorar el mundo donde viven

César Bona

24:51
Público. Respecto al fracaso escolar, ¿no piensas que en las escuelas cuando ves a un niño con alguna dificultad se le aparta en vez de ayudarle, hoy en día? ¿No se debería cambiar esa actitud? Y, a lo mejor, ese niño no está destinado a ir a la universidad sino que tiene otro camino pero… ¿cuál crees que podría ser la solución? Porque hoy en día es cierto que la universidad es el máximo, si terminas, y el resto como que no se valora.

25:18
César Bona. Yo creo que debemos tener una cosa clara y es que educamos para la sociedad. Y en la sociedad, somos cada uno de su padre y de su madre, somos todos distintos. En la escuela deberían caber todas las personas distintas. Educar en la diferencia nos enriquece. Yo jamás voy a aprender algo de alguien que sea igual que yo. Aprenderé siempre de alguien que sea diferente a mí. Aprenderé algo. Da igual que seas rectora de universidad, maestra de Primaria, niño o niña, de todos podemos aprender. Y debemos educar, sobretodo, hacia la sociedad. Una de las escuelas que visité, yo sabía que había niños allí con distintas etiquetas que muchas veces ponemos los adultos. Que primero somos los adultos los que ponemos etiquetas cuando los niños lo toman como algo normal. Y nosotros somos los que lo desnaturalizamos. Entonces había niños y niñas de distintas capacidades, ¿no? Y yo allí solo encontré niños y niñas que se ayudaban unos a otros, se enseñaban unos a otros, felices. Con bienestar, estaban a gusto. Eso es lo que me llevé, salí de esa escuela llorando. Llorando de decir, cuántas cosas tengo que aprender todavía.

26:23
Álvaro. Aunque es difícil, creo que es el sistema el que se tiene que adaptar a cada niño y no cada niño que se adapte al sistema. Lo que pasa es que, claro, como estás diciendo, también es la Administración la que encorseta todo y es muy difícil adaptarlo. No sé qué opinas.

26:40
César Bona. Sí y necesitamos flexibilidad. Flexibilidad de horarios, flexibilidad de espacios, porque la vida es esto, la vida es flexibilidad. No podemos decir de 9 a 10, matemáticas. De 10 a 11, inglés. Porque eso en sí mismo es artificial, un poco. Aunque lo hayamos vivido siempre. Lo vuelvo a decir: si educamos a los chicos y chicas como nosotros fuimos educados nada va a cambiar. Necesitamos esa flexibilidad que debe partir de las Administraciones. Por eso hay algunos centros, al menos, piloto que sí están haciendo este tipo de cosas y funcionan. Funcionan, no solo académicamente, también socialmente, que no es menos importante.

27:16
Público. ¿Crees que…? En el sentido de escuela inclusiva y demás, en mi caso nos estamos encontrando con aulas con una heterogeneidad impresionante. ¿Hasta qué punto es abarcable el trabajo en un aula en la que debes mirar a todos por igual pero tienes un alumno con déficit de atención, dos altas capacidades, Asperger, algún nivel de autismo…? Es decir, ¿es abarcable la capacidad de un docente de dedicarle el tiempo que requieren esos alumnos individualmente y, a la vez hacer una cohesión de grupo y conseguir generar que todos vayan a la par aunque cada uno con sus individualidades y sus necesidades?

27:16
César Bona. Mira, cuando se habla de invertir en educación yo creo que no solo tenemos que pensar en poner más pizarras… digitales. Yo pienso, sobre todo, en recursos humanos. Sería genial que en ese aula estuviéramos dos o tres personas, que pudiéramos atender mucho mejor a los niños y niñas. Eso es absolutamente fundamental, ¿no? Pero, a parte de eso, todos sabemos que el currículum pesa mucho y que no da tiempo a acabar el temario. Pues lo siento, si no da tiempo no lo podremos acabar. Porque para mí, como has dicho, es más importante crear cohesión porque si estamos educando para la sociedad eso es lo que va a servir. No que sepan decir algo en un papel o no. Es que todos somos diferentes y precisamente de ahí tenemos que aprender. Si no da tiempo a hacer ciertas cosas pero estamos beneficiándonos aprendiendo todos de todos, yo creo que es más que suficiente. Tienes que pensar para qué educas. Si educas para que pasen todos el mismo examen opinarás, seguramente, distinto. ¿Qué vas a hacer? Pues bien. Pero si educas pensando que vas a salir por la puerta y te encuentras gente de muchos tipos diferentes: con pensamientos diferentes, culturas diferentes, religiones diferentes. Eso tenemos en nuestras aulas. Y debemos tener el tiempo necesario para que ellos aprendan a convivir.

20:09
Público. Buenos días.

29:09
César Bona. ¿Qué tal?

29:10
Público. Yo te escucho y digo: «Jo, es que es una pasada», pero luego llegas al cole y te encuentras con la cruda realidad de tener que enseñar un currículum, es que en sexto de Primaria tienen una prueba que tienen que pasar y yo tengo un grupo que puedo intentar empezar con la cohesión, educar en valores que es súper importante, mucho más que el niño sepa números romanos, mejor que el niño esté a gusto, que sepa estar en el grupo… Pero es que te hacen cumplir un currículum y es: «Oye, ¿cómo vas a evaluar? Oye, estas evaluaciones son en tal momento». Entonces choca mucho con la idea que tienes como docente, quiero trabajar así pero es que no puedo en este cole. En este cole o donde estés. Entonces, bueno, pues un poco saber cómo has conseguido tú trabajar como has querido.

30:00
Público. Como cientos, y cientos, y cientos, y cientos de personas hacen cada día, con el convencimiento de que hay algo que está por encima de otras cosas. Y que educar en la convivencia, como acabamos de decir, es más necesario que se sepan un número romano. Dirá la gente: se lo tienen que saber también. De acuerdo, pero hay prioridades en la vida. Has dicho, si no me equivoco, tres o cuatro «peros». En nuestra vida encontramos muchos «sí, pero…». Muchos, muchísimos. Imagínate, solo porque en tu clase vayan a gusto los chavales aprendan, ¿eh?, pero que vayan a gusto, habrá alguno que diga: «sí, pero, ¿qué pasará el año que viene cuando no estén contigo?». Si en una escuela, en infantil, están haciendo algo con lo que los chicos están bien y aprenden. «Sí, pero cuando pasen a Primaria…». Y luego encontrarás otros que digan: «Sí, pero cuando pasen a Secundaria». «Sí, pero cuando vayan a la universidad», «Sí, pero cuando vayan a la sociedad». Esos «sí, pero», solo son los miedos de las personas que se olvidaron de pensar como niños. O que hubo un momento en el que perdieron la ilusión por esto. O que, a lo mejor, olvidaron realmente hacia dónde tenemos que educar. A mí me ha pasado, a muchos de los que estamos aquí nos ha pasado, decir: «Tienen que rellenar una prueba, no sé qué…». Sí, depende, también, de cómo recorres ese camino. No solo decir: «Apréndete todo esto, luego…». No, vuelvo a decir, que en muchas escuelas en España, muchos institutos, se está haciendo partiendo de que los chicos y chicas pueden investigar, pueden contrastar información, pueden dialogar, pueden argumentar. Y de eso, después va a venir un examen igual, y el examen lo pasarán porque esa información la habrán retenido. Y, también, yo pienso en mucha gente de secundaria que tenemos aquí a algunos de Secundaria dicen: «Es que esto se puede hacer en Primaria, en Secundaria»… Hay centros en España, muchos, de Secundaria, que están haciendo muchas cosas interesantes y que tienen las puertas abiertas para ser visitados. Entonces ya no es un: «Ojalá esto fuera así». No, no, se está haciendo ya. Como se está haciendo esos «sí, pero» tienen solución: basta con hablar con gente que ya lo está haciendo, y hay muchos.

32:04
Público. Claro, pero como centro. Pero igual tú llegas como docente a un centro que no funciona así y que… trabaja un poco de forma antigua, vamos a decir, y te encuentras muy cortado. Porque ni la Administración, ni el centro…

32:18
César Bona. Sí, pero, ¿ves? Vuelvo a lo que he dicho antes, también, muchas veces esperamos las respuestas fuera. Muchas veces. La Administración nos tiene que ayudar. Sí nos tiene que ayudar. El sistema tiene que cambiar, sí, pero si no cambias tú misma, cada día, y das lo máximo que tienes siempre va a faltar algo. Entonces, cuando veas que eso falla, o que algún compañero, tendrás algunos compañeros absolutamente admirables, muchos, de los que vas a aprender mucho. Habrá otros que sean como esas piedras en el camino, que también las hay y lo sabemos. Entonces, eso es un reto para ti, superar esas piedras. Yo he hablado, esta semana, hablé con una profesora y fíjate la pregunta que le hice: «¿Tú has llorado alguna vez? ¿Has llorado?» No como niña, no por tus emociones. ¿Has llorado en la escuela? Pero ya no por emoción tampoco, digo, «Esto me ha salido tan bien que»… No, no, porque alguien te haya hecho llorar. Y me dijo: «Sí». Y le digo: «Pues eso lo tienes que cambiar tú». Tú lo tienes que cambiar. Y te vas a encontrar gente así. Gente que tienes que tomarte como un reto, te voy a contagiar en positivo, no me voy a dejar contagiar en negativo, eso pasa muchas veces. Nos ha pasado a todos en algún momento. Por eso, también, debemos saber que nuestra profesión, y hablo individualmente, ¿eh?, nuestra profesión es mucho más importante de lo que nos creemos. Nuestra misión como maestros es mucho más importante de lo que nos creemos. Por eso, el reto está en contagiar en positivo y ser perseverantes, tener la certeza de que lo que estás haciendo va a traspasar la frontera del aula o de la escuela y va a tener un impacto en la sociedad donde vives. Eso, nos tiene que llenar a todos de la fuerza suficiente para seguir adelante aunque encuentres exámenes que tengan que pasar, aunque te encuentres piedras en el camino. Debemos tener muy claro, cada uno de nosotros o de nosotras, que si quieres empezar a cambiar algo has de empezar a cambiarlo tú. Con decisión, con perseverancia y con la seguridad de que estás haciendo el bien para los niños y niñas.

34:10
Carlos. Mira, yo soy Carlos, soy maestro de Primaria. Y, bueno, yo creo que, como tú dices, la educación tiene que dar respuesta, un poco, a la sociedad, al momento actual. Y yo te quería preguntar: «¿Tú qué papel crees que debe jugar la tecnología dentro de la educación?».

34:28
César Bona. Vivimos rodeados de tecnología. No podemos negar que la tecnología forma parte de nuestra vida. La tecnología tiene que estar en las aulas también. Pero ya no solo eso, creo que las aulas tienen que estar en la tecnología. ¿Qué quiero decir con esto? Que otras de las herramientas que, a lo mejor, nos tienen que dar es enseñar a usar de forma crítica y de forma responsable esa tecnología. Es curioso, porque esto lo asocio, también, con el autoconocimiento, ¿no? Porque sabemos perfectamente que ahora mismo, especialmente para los adolescentes, que tenga más o menos likes lo que él o ella publique les afecta emocionalmente. Entonces, fíjate que es paradójico que cuanto más nos socializa la tecnología, mayor autoconocimiento debemos tener también nosotros de nosotros mismos. Para decir, mira, que me den un like o que no me den un like, a mí no me hace mejor ni peor. En ese sentido, el uso responsable de esa tecnología es importantísimo. Antes hemos hablado, también, de los YouTubers, ¿no? O antes hemos hablado de cuán importante es saber que en internet te puedes encontrar de todo. Y, en este caso, muchas familias pueden tener las herramientas para educar a sus hijos así pero muchas no. Y, ahí, es dónde deberíamos entrar también nosotros. Y es verdad, tenemos tantas cosas que enseñarles y no tenemos el hueco necesario para decir: «Os vamos a enseñar a usar de forma responsable la tecnología». Pero no es necesario, es súper necesario que esto suceda. Que sí, todos tenemos un móvil en la mano pero hemos de pensar que para ser educadores tenemos que enseñar a los niños también a cómo usarlo. Porque un móvil no es solo la herramienta electrónica con la que tú puedes hacer muchas cosas. Es que es la prolongación de tu cerebro, o de tu corazón o de tu alma. Y hemos de recordar, aunque parezca obvio, hemos de recordar a los chicos y chicas que detrás del otro móvil hay una persona que siente y que vive como tú.

36:21
Antonio. Hola, César. Soy Antonio.

36:22
César Bona. ¿Qué tal?

36:23
Antonio. Maestro de Primaria. Has mencionado dos palabras muy interesantes: ilusión, pasión… Es verdad que para aprender tiene que haber docentes con entusiasmo, con pasión. ¿Pero por qué es tan difícil? ¿Por qué cuesta tanto encontrar esos docentes o esos profesionales motivados?

36:42
César Bona. No creo que cueste tanto encontrarlos porque sé que hay y lo he dicho, ¿eh? Pero es que tengo que volver a decirlo, hay miles de maestros y maestras que viven con pasión, cada día, lo que hacen. Miles. Lo que pasa es que muchas veces lo negativo pesa más que lo positivo. Y en una bañera llena de agua cristalina echas una gota de tinta y hace pluf, ¿no? Pero hay miles. De hecho, ya te digo, yo he tenido la fortuna de poder viajar durante dos años por toda España y no podría darte un ejemplo concreto de qué colegio, escuela o instituto hace cosas más maravillosas porque hay muchísimos, ¿eh? En lugar de cerrar la puerta, voy a abrir y voy a compartir, ¿no? Los medios de comunicación también hacen una labor o podrían hacer una labor importantísima. Si os fijáis, hace pocos años, cualquier noticia que salía de educación era negativa. Ahora mismo, tú abres un periódico o ves el telediario o en internet, o en la radio… Prácticamente cada día sale alguna noticia de un centro que está haciendo algo interesante. Eso es un gran paso. Porque nosotros como docentes, claro, hemos de pensar que compartir prácticas cuando se hacen en congresos y tal, es necesario y es bonito. Porque aprendemos unos de otros y porque salimos reforzados, ¿no? Pero eso ya no es suficiente. Es decir, hemos de pensar, como he dicho antes, que el impacto que tenemos en el mundo donde vivimos es importantísimo. Imagínate si esta no es razón suficiente para sentirte motivado. Yo estoy convencido de que nos falta recordar, o recordarnos a nosotros mismos, que nuestra misión, como os he dicho, es mucho más importante de lo que incluso nos creemos. Que ya no es solo transmitir conocimientos, que es importante, también hemos de invitar a que ellos compartan sus cosas. Pero sobre todo invitarles a que miren por la ventana y que intenten mejorar el mundo donde viven.

38:44
Heriberto. Puede ser, también, al hilo de la pregunta del compañero, que la vocación no es una emoción y, al fin y al cabo, las emociones, por ahora, no son medibles y, sin embargo, un currículum, como tener inglés, es medible y entonces eso hace que una persona que se enfrenta a hacer una entrevista o a buscar currículums y demás, no pueda valorar eso, esa parte vocacional.

39:06
César Bona. A ver, claro, es que eso depende. Creo que os he dicho al principio que yo no tenía vocación. Hay gente que tiene vocación y, poco a poco, con esas piedras del camino esa vocación se va difuminando un poco, ¿no? Para mí, más importante que eso es la actitud. La actitud que tengas cada día y que recuerdes que vas a ser ejemplo para esos chicos y chicas cada día cuando traspases la puerta del aula, ejemplo. Y ya digo, sí, nos los tenemos que recordar cada día si es necesario. Porque muchas veces nos metemos en una inercia en la que, bueno, todo lo que hacemos, los gestos, las palabras forman parte de nosotros y ya, pues… bueno, sí. No, no, recordarnos cada día, cuán importante es lo que hacemos. Y cuán importantes son las expresiones que usamos. Que es lo que decimos muchas veces en el aula, ¿no? Yo, alguna vez, lo dije también, el decir a un chico o a una chica: «Eres un desastre», ¿no? No te das cuenta de que eso pesa, por ejemplo. O: «Es que esto no lo vas a hacer bien nunca» o «¿Cuántas veces te lo voy a tener que decir?» Delante de todos tus compañeros, ¿sí o no? Eso lo decimos y claro, en un momento de frustración, de máxima frustración, decimos: «Esta clase es la peor». Pues muy bien, y para qué. Entonces, imaginaos, vamos a hacer un juego ahora. Imaginaos que estamos aquí reunidos, personas adultas, y que todos formáis parte de mi empresa. Entonces estamos aquí hoy, muy felices porque esta reunión es para deciros que la empresa va hacia arriba, que estamos mejorando, que vamos… Y que he leído todos vuestros informes, decir que estoy orgulloso de algunos, Y, bueno, pues os voy a decir… Has dicho que te llamabas…

César Bona Aprender a conectar con los niños
40:51
Ana. Ana

40:52
César Bona. Ana, eres un desastre. Eres un desastre. Y tú esto no lo vas a hacer bien nunca. Y a ti, ¿cuántas veces te voy a decir esto? ¿Cuántas veces? Delante de todos tus compañeros. ¿Cómo volverías a trabajar al día siguiente?

41:10
Público. Mal

41:11
Público. Con miedo

41:12
César Bona. ¿Con miedo? ¿Por qué? Si eres adulta, ¿no? Y es tu obligación venir aquí. ¿Vale? Muchas veces decimos eso a los niños y no sabemos que queda para siempre. Cuando hablamos de la influencia de un maestro o maestra, no es solo que te gusten más o menos las matemáticas, la influencia va mucho más allá, como estamos viendo, ¿no? También queda de forma indeleble si le dices: «Yo confío en ti, tú esto lo vas a hacer, tú adelante». «Tienes muchas posibilidades para hacer cosas». No es mentirles, es dibujarles puertas que luego ellos abrirán.

41:39
César Bona. Antes estábamos hablando de tirar los tabiques de las escuelas, de sacarles incluso del aula y sacarles al patio. Recientemente he tenido la oportunidad de trabajar en un proyecto de reforma de un patio, aunque sea más orientado a un museo. Y hacerlo más didáctico, más atrayente para los chavales para que se preocupen por la ciencia. Pero, también, tuve la ocasión de conocer a gente que está remodelando sus patios de los colegios. Normalmente se hace más en infantil, pero también se están construyendo cosas en Primaria. ¿Cómo debería ser la relación entre el aula y el propio patio? ¿Qué características deberían tener?

42:22
César Bona. Pues, primero, es interesante lo que dices, porque el patio forma parte también de la escuela. También es un sitio donde se aprenden muchas cosas. Parece que es solo donde los niños corretean y se desfogan, ¿no? Una de las escuelas que visité, por ejemplo, allí los maestros y maestras están también pendientes, no es que sean demasiado curiosos, están pendientes de las conversaciones de los niños porque ahí los niños son niños. Muchas veces, en las aulas sucede que no, que no son… O les cuesta mostrarse como ellos mismos son, ¿no? Tanto en las excursiones como en los recreos los niños son ellos mismos. De ahí sacan notas interesantes que luego aplican para que les interesen ciertas cosas. Está sucediendo en muchos sitios que se preocupan por la gestión de los patios, ¿no? En un cole de Málaga, por ejemplo, en la Biznaga, pues tenían el bibliopatio. Y de allí han sacado un espacio pequeñito, todo gracias a escuchar a los niños. Porque hubo una niña que decía: «A mí no me gusta jugar al fútbol ni al baloncesto, me gusta leer pero no me puedo quedar en el aula, entonces ¿qué hago?». Entonces preguntaron a los niños y estos niños decidieron hacer un lugar en el que cupiera la lectura. Así que ahí estaban los mayores leyendo a los niños pequeños, ahí con cuatro plantas y dos mesas de palés, era como un oasis, ¿no? Y muchas veces pasa eso, preparamos cosas para los niños sin saber realmente cómo piensan los niños. Pensamos en los niños pero no como niños.

43:50
César Bona. Os invito, a los que estáis trabajando en centros educativos, a que hoy o mañana, cuando vayáis a la escuela o al instituto, vayáis un poco antes y deis una vuelta por los patios, por las aulas, por la sala de profesores, pero que lo viváis como si tuvierais siete años si estáis en Primaria o si estáis en Secundaria como si tuvierais 13 años, ¿no? Y veríais, entonces, cuántas cosas cambiaríais automáticamente. Bastaría con pasear en el sitio donde los chicos y chicas están todos los días pero con su edad para que viéramos que hay muchas cosas que cambiaríamos. Por eso es tan importante escucharles. ¿Quiénes son los primeros que respetan las reglas si las reglas las hacen los niños? Los niños. Entonces, por eso es tan importante escuchar. Es un verbo como en mayúsculas y subrayado: escuchar y compartir. Todos los niños, niñas y adolescentes, tienen algo que todos los seres humanos tenemos, que es el deseo de sentirse queridos. El deseo de sentirse escuchados y el deseo de sentirse útiles. Si nos basamos en esas tres premisas, seguramente todo funcionará mejor. Los educadores, da igual que seamos maestros o no, padres y madres y educadores, debemos trabajar siempre juntos y en equipo. Y con el diálogo como la herramienta que nos va a llevar hacia adelante.

45:15
César Bona. Para mí ha sido un verdadero placer estar con vosotros y con vosotras. Ha sido un lujo y hoy hemos aprendido todos un montón, seguro. Gracias.