Una lección de deportividad de un entrenador de fútbol
Vicente del Bosque
Una lección de deportividad de un entrenador de fútbol
Vicente del Bosque
Exseleccionador nacional
Creando oportunidades
“Los deportistas no deben olvidar que son referentes para los niños”
Vicente del Bosque Exseleccionador nacional
Vicente del Bosque
Vicente del Bosque es el único exfutbolista, exentrenador y exseleccionador nacional que llevó a España a ganar la Copa Mundial de Fútbol en 2010, seguida de la Eurocopa en 2012. Como futbolista y entrenador ha estado ligado al Real Madrid Club de Fútbol desde la década de los 70, con una trayectoria que destacó por la admiración de sus jugadores y el respeto de sus rivales.
Cuando se retiró en 2016 se había convertido en el único entrenador campeón del Mundial, Eurocopa, Mundial de Clubes y Champions, Balón de Oro 2012 y nombrado Mejor Entrenador del Mundo en cuatro ocasiones por la Federación Internacional de Historia y Estadística, y Mejor Entrenador de Europa en 2000 y del Año 2002 por la UEFA.
Su liderazgo ha sido considerado "amable" porque ha destacado el aspecto humano, el esfuerzo y la humildad de sus equipos por encima de premios, derrotas, títulos y categorías. Al mismo tiempo, Del Bosque ha criticado las conductas antideportivas, los errores en el campo y fuera de él, y ha señalado la responsabilidad social de los deportistas como referentes de los más jóvenes. Una filosofía que recoge en sus memorias 'Ganar y perder', como lección de deporte y de vida que llevó al vestuario, al terreno de juego y al día a día.
"Hemos ganado, pero también hemos perdido y de las derrotas se aprende. Creo que lo más importante en el deporte es trasladar las mejores conductas, valores intemporales, de toda la vida, de respeto, educación, buen comportamiento, de ser generosos y cumplir con ese mínimo compromiso social. El fútbol tiene un poder educativo tremendo", concluye Del Bosque.
Transcripción
“El deporte tiene un gran poder educativo”
No puedes querer saber tú cómo se comporta tu hijo en el colegio porque no lo sabes. El que lo sabe es el tutor, el que está todos los días con él. Yo creo que ahí chocamos contra esa barrera del espíritu de protección, que es tremendo. Y luego, lo que te decía al principio, ser realista. Pues claro que sí, hay que ser realista con los propios chavales. Es decir, en Salamanca, ¿cuántos jugadores habrán jugado al fútbol en ciento y pico años? Te lo digo porque soy de Salamanca, pero en ciento y pico años habrán salido, internacionales, cinco o seis, y de un cierto calado, uno o dos, no más. ¿Cuántos chavales han jugado al fútbol? Pues muchísimos. Que sepáis que normalmente no vais a ser jugadores de fútbol. Pero sí que el fútbol es una herramienta estupenda para formaros, sin ninguna duda, sin ninguna duda. Y que ellos deben de tener sueños para querer serlo, claro, ¿quiénes somos nosotros para quitarles los sueños a ellos? Pero que sepan que deben de ser sueños, pero que su sueño principal sea ser un buen chavalito, un buen chaval, y que sea feliz jugando al fútbol. Normalmente en fútbol juegan unos contra otros. El fútbol es un juego muy sencillo, unos contra otros. Unos intentan meter un gol en una portería, defienden en aquella, atacan en la otra. Es muy sencillo. Y hay una rivalidad con los contrarios que creo que en las categorías inferiores esa rivalidad está un poco más contenida. Pero hay veces que los ejemplos de los mayores, de los profesionales, no son los más adecuados.
Ese jugador que está protestando, un jugador que intenta que vean que le han metido el codo en el cuello para provocar la falta del contrario… en fin, todas estas argucias que se emplean en el fútbol son muy malos ejemplos para los chavales. Os pongo un ejemplo sabido por todos, en una cierta ocasión dentro de la selección española, pues tuvimos un enfrentamiento muy, muy cruel que venía de cinco o seis partidos seguidos que jugamos Real Madrid y Barcelona. La verdad es que la mayoría, muchos de los jugadores eran de los dos equipos y se produjo un enfrentamiento, y que fue un ejemplo malísimo, y que menos mal que ellos afortunadamente se dieron cuenta de que ese ejemplo no podían trasladarlo a la gente joven, y llegaron a una enemistad casi a diario por influencias externas, no porque el propio juego lo diga, que pase eso, sino porque las influencias externas de entonces, no voy a decir la gente que influyó, pero fueron una influencia nociva para nosotros. Afortunadamente se sustanció incluso con el Premio Princesa de Asturias a Xavi Hernández y a Iker Casillas, pero porque se dieron cuenta ellos que esos episodios que habían hecho en el terreno de juego eran absolutamente antideportivos y que no le beneficiaban su imagen. Yo no digo que haya sido un santo con ellos, pero sí se trata de hacerles ver que era muy importante la parte humana de ellos, lo que trasladaban a la sociedad, a la gente joven. Y que no solo era el ganar, si podíamos ganar, sino el camino, qué camino íbamos a hacer para ganar. Esa rivalidad, esa competencia que hay con el rival yo creo que debe ser deportiva, porque al fin y al cabo, y yo tengo muy buenas amistades, en la Real Sociedad, que nos ganaron dos títulos de Liga siendo jugador, en el Barcelona hemos tenido gente que todavía conservo amistades con ellos, del Athletic de Bilbao, que hemos tenido rivalidad deportiva, pero siempre hemos tenido una buena amistad.
“La familia, la escuela y el vestuario son tres espacios para educar”