Hay que ayudar a los jóvenes a mejorar su autoconcepto
Mar Romera
Hay que ayudar a los jóvenes a mejorar su autoconcepto
Mar Romera
Maestra y pedagoga
Creando oportunidades
Las emociones no se aprenden con apuntes
Mar Romera Maestra y pedagoga
Sobreproteger a los niños les hace más débiles emocionalmente
Mar Romera Maestra y pedagoga
Mar Romera
Maestra en mayúsculas, confiesa que lo que más le gusta es que sus niños le llamen “Seño”. Ha trabajado en todas las etapas educativas: educación infantil, primaria, secundaria, formación profesional y universidad. Esta licenciada en pedagogía y psicopedagogía, es una de las referencias en inteligencia emocional en la educación española. Mar Romera reivindica a la familia como la primera escuela de las emociones y avisa que sobreprotegemos tanto a nuestros hijos que les hacemos débiles emocionalmente: “El mejor regalo que podemos dar a nuestros niños es enseñarles a reconocer y entender sus emociones para que elijan la más adecuada en cada momento"
Transcripción
Necesitamos la escuela para aprender a vivir, no solo para aprender a leer. Por apuntes no se enseña a vivir
En ocasiones, cuando las familias se reúnen, culpan al ‘cole’ o al profesorado. Cuando el profesorado se reúne, culpa a la familia porque no participan. Cuando las instituciones políticas o las corporaciones locales se reúnen, culpan a la familia… Todo el tiempo, esto consiste en echar balones fuera. Pues no. Ustedes seguro que saben aquella historia de un señor que ganaba todos los años el premio al mejor maíz. Y entonces se le acercó un reportero y le dijo: «Oiga, señor, ¿y usted por qué gana todos los años el premio al mejor maíz?». Dice: «Porque tengo un secreto». «¿Y usted me podría contar el secreto?». Dice: «Sí que puedo». «Pero soy reportero, y lo voy a contar en todas partes. Si usted me lo cuenta, lo contaré». «No me importa», dijo él. «Te lo cuento». «¿Y cuál es su secreto?». «Pues mira, mi niño, cada año, cuando yo hago la recolección de mis mazorcas de mi mejor maíz, busco esas mejores mazorcas y las guardo para semilla, y esas, las mejores, las reparto entre mis vecinos». «Pero señor, si usted reparte la mejor simiente entre sus vecinos, es muy probable que al año siguiente gane el premio al mejor maíz cualquiera de sus vecinos». «Es cierto, joven, es cierto, es probable que al año siguiente gane cualquiera de mis vecinos, pero lo que es seguro es que mi maíz se poliniza con el maíz de mi vecino. Si mi vecino no tiene el mejor maíz, es imposible que yo gane el premio». En la educación de un niño, el premio es el niño. Escuchar, mirar y admirar al niño, y para hacer esto, la familia tiene que trabajar en equipo en sí misma. Pero familia, profesorado e institución educativa tienen que trabajar en equipo. Incluso las propias instituciones, medios de comunicación social, ayuntamientos, animación, actividades complementarias… Tenemos que jugar todos remar hacia el mismo sitio, porque estos chicos están a punto de decir que les estamos tomando el pelo.