COMPARTIR
Generated with Avocode. Path Generated with Avocode. Rectangle Copy Rectangle Icon : Pause Rectangle Rectangle Copy

¿Qué crees que siente tu hijo cuando le gritas en los partidos?

Álex Remiro

¿Qué crees que siente tu hijo cuando le gritas en los partidos?

Álex Remiro

Jugador de fútbol


Creando oportunidades

Más vídeos sobre

Álex Remiro

Álex Remiro dejó con tan solo 13 años Cascante, su pueblo natal, para apostar por su sueño: ser portero de fútbol. Con tan solo 16 años se convirtió en jugador profesional, y desde entonces, ha formado parte de diferentes equipos de primera división. Remiro ha destacado en el fútbol español gracias a su habilidad y consistencia en el trabajo en equipo, su profesionalidad y su dedicación al deporte.

En estos años, el jugador ha vivido grandes triunfos, pero también ha comprobado la violencia que aún existe en los campos de fútbol. Por eso, se ha unido a la Fundación 'Fútbol Más', y juntos han creado un proyecto que día a día trabaja con padres, madres y jugadores con el objetivo de concienciar a las personas sobre la importancia de erradicar la violencia en el fútbol. Teniendo en cuenta la principal preocupación de las familias a la hora de encontrar un equilibrio en el campo entre la diversión y la exigencia. “Mis padres siempre me dejaron claro que lo importante era divertirse, pasarlo bien y tener hábitos saludables, compromiso y rutinas. La diversión es un derecho que le corresponde a los niños y que, muchas veces, en las canteras, con tanta formación y exigencia, se pierde”, reflexiona.

Remiro creció en una familia que lo apoyó en cada paso, alentándolo a perseguir sus sueños con una mezcla de amor y firmeza. Algo básico en el fútbol para crear espacios en los que los niños y niñas hablen y compartan sus sensaciones y necesidades junto a sus familias. Además de ingredientes necesarios para mantener la diversión y el respeto tanto en el deporte como en la vida. Álex Remiro es un ejemplo a seguir por sus valores y humildad, siendo consciente de que los jugadores profesionales son un espejo para los más jóvenes.


Transcripción

00:14
Álex Remiro. Hola. ¿Qué tal? ¿Cómo estáis? Encantado de estar hoy con vosotros y poder hablar un poco de fútbol, de la importancia de la gestión de las emociones, de cómo vivimos las cosas o cómo la he vivido yo en mi experiencia. Empecé a jugar al fútbol en la escuela con mis amigos, supongo que un poco como todos. Mis padres siempre me han dejado claro que lo importante era divertirse y pasarlo bien y tener hábitos saludables y compromiso y rutinas. Y poco a poco, yo creo que también por mi estatura y un poco por mi habilidad, me fue bien. A los 14 años, me llegó la oportunidad de cambiarme de casa, de mudarme a Bilbao, que es una ciudad que está a dos horas de mi casa, con una familia, a estar entrenando todas las tardes con gente mucho mejor. También es verdad que era un instituto diferente, con una familia nueva, pero me aclimaté muy bien. Me lo pasé muy bien, me divertí mucho e hice muchos amigos y entendí que estábamos en un sitio de formación. Pero no era solamente ser futbolistas o llegar a ser futbolistas, sino formar personas. Y poco a poco, con el paso de los años, pude ir quemando etapas, con momentos buenos, momentos malos, sin olvidar los estudios obviamente. Es muy importante. E ir llegando al fútbol profesional.

01:41
Álex Remiro. Es verdad que cada año el corte y un poco la pirámide hacía que muchos amigos y compañeros se quedaran en categorías inferiores o que no pasaran el corte. Y año tras año, pues vas dejando gente atrás. Que igual le damos la normalidad que creemos que tiene, pero no es muy normal dejar de estar con tus amigos porque tú sigas pasando y quemando etapas. Pero esa es la rutina en la que vivimos y es un poco también lo que nos enseñan y a lo que hay que estar preparado. Llegué muy joven al fútbol profesional, con 16, 17 años, compitiendo contra gente mayor, contra padres que se jugaban casi el pan y un poco ves la importancia y lo que significa para la gente el fútbol. Para nosotros, que éramos como los niños que teníamos todo e igual no dábamos por hecho lo importante que era, pero te das cuenta y aprendes a valorar un poco lo que significa quemar etapas y poder jugar profesionalmente al fútbol. Más adelante, pues por mi rendimiento y mis capacidades pude seguir jugando en ligas con más nivel y gracias a la suerte, que sé que he tenido mucha, y al trabajo diario, pues ahora me puedo dedicar a ello y disfruto pues sobre todo hablando con los más pequeños para contarles mi experiencia. Espero que pasemos un rato agradable todos juntos.

03:12
Miriam. Hola, Álex. Soy Miriam, soy la tía de un jugador del Rayo Vallecano infantil “J”. Como sabemos, el fútbol es un deporte de equipo, juegan 11 jugadores, pero en tu caso —me refiero al de los porteros— que solo puede jugar uno, creo que es aún más difícil. ¿Dos porteros, que se disputan un solo puesto, pueden llegar a ser amigos o tal vez grandes amigos?

03:37
Álex Remiro. En el caso de los porteros, es verdad y mi opinión es que a ciertas edades deberían tener minutos en los partidos asegurados, que son canteras en formación y más en el caso de los porteros, que es un puesto tan importante como el rendimiento que tienen que tener continuo para que sigan creciendo y madurando. Y en la segunda pregunta, en el caso de si nos podemos llevar bien los porteros, yo me he encontrado de todo. Pero he tenido la suerte de tener grandísimos compañeros, pero grandísimas personas al lado. Mi último gran rival o gran compañero, Miguel Ángel Moyá, es uno de mis mejores amigos a día de hoy. Yo llego a San Sebastián en un momento de mi vida en el que hice una apuesta muy fuerte. Yo era un portero joven con mucha proyección y él era un portero veterano que había demostrado todo en el mundo del fútbol y que tenía mil batallas. Ese año, el primero en el que yo llego, al iniciar la Liga, no sabíamos quién iba a jugar. Es un poco de a ver quién se hace con el puesto. Y viene el míster, nuestro entrenador, Imanol, para el que lo conozca, un tío vasco puro, bonachón, nos abraza a los dos, nos coge del cuello a cada uno y nos dice: «Álex, hoy va a jugar Miguel. Miguel, vas a empezar jugando tú, pero tienes que encargarte de que Álex llegue a su mejor versión entrenando día a día». Entonces, los dos nos quedamos como: «A ver, a mí me dice que no juego. Él a mí me dice que voy a jugar, pero que voy a dejar de jugar, pero que encima tengo que cuidar de este tío. ¿Pero esto qué es?».

05:13
Álex Remiro. Entonces, fue un gesto de Imanol para que estuviéramos juntos. Somos amigos íntimos, estamos todo el día hablando, quedamos cada vez que podemos y a día de hoy es muchas veces lo que intento hacer yo. Este año tengo un compañero que ha subido del filial, Unai, que tiene muchísima proyección, es muy buen portero y me acerco a él como si yo fuera el Álex que empezó para apretarle y para que esté exigido, pero de una manera positiva. Entonces, te diría que dos porteros que compiten por el mismo puesto sí que pueden llegar a ser grandísimos amigos.

05:50
Guilherme. Hola, Álex. Me llamo Guilherme, soy entrenador del equipo infantil de Rayo Vallecano. A estos chicos de 12 y 13 años que entrenan cada semana y se dejan la piel en los partidos, ¿tú qué crees que es lo más importante que puedo enseñarles?

06:03
Álex Remiro. Para mí, cuando era pequeño, lo más importante era no perder la diversión. Es un derecho que le corresponde a los niños y que muchas veces, en las canteras, parece que con tanta formación y tanta exigencia para el crecimiento a veces se pierde. Yo les pediría que se mantuvieran como grupo, que las vivencias que tienen ahora como equipo las van a recordar siempre, pensando en partidos y en viajes y en torneos, porque en estas etapas de formación son lo que más les aporta. Te vas a acordar siempre. Todo el aprendizaje que tienen ahora, son esponjas y, sobre todo eso, que no pierdan la diversión, que se ayuden entre ellos, que respeten al rival. Para mí, es importante también que no entren en peleas, por mucho que los mayores a veces entremos. No todo lo tienen que copiar. Y sobre todo eso, el compañerismo, la resiliencia, el esfuerzo, las rutinas y el respeto al compañero.

06:59
Aránzazu. Hola, Álex. ¿Qué tal? Soy Aránzazu Rubia. Soy psicóloga. Mi trabajo principalmente es con el campo educativo y sanitario. Y estoy muy agradecida a que deportistas referentes como tú hablen tanto de la importancia del cuidado de la salud mental. Lo que vengo observando, tanto como orientadora en colegios como en el centro de psicólogos en el que hago intervención, es que cada vez hay más deportistas que hacéis visible las dificultades que os encontráis a la hora de gestionar de forma adecuada la salud mental. Y, además, esto nos ayuda mucho porque os utilizamos como ejemplo, sobre todo para la población infantojuvenil. Entonces, a mí me gustaría saber cómo has vivido tú, si quieres compartirlo, cómo has vivido tú las dificultades con las que te has encontrado y los problemas a la hora de tu gestión en salud mental.

07:45
Álex Remiro. En mi etapa de inicio, cuando empecé a trabajar con mi psicóloga, estaba en un momento de mi vida en el que me creía el rey del mambo. Pensaba que la culpa de que no jugara era el entrenador. Eran todo excusas. No hacía todo lo que podía entrenando, no me preparaba todo lo que podía, no me cuidaba todo lo que podía, igual ni dormía todo lo que podía de la presión que tenía mía interna. Entonces, estaba muy desubicado. Empecé a trabajar con Mar, con mi psicóloga. Empezamos a trabajar fuerte en poner el foco en las cosas importantes, en lo que tenía que hacer para mejorar, para volver a encontrarme conmigo mismo, para saber lo que quería de verdad y cuándo lo quería y cuánto me iba a costar. Y los primeros años, la verdad es que mejoré muchísimo. Te sientes a nivel mental capaz de todo. Era otro portero diferente, tenía confianza, más maduro. Me atrevía con las cosas que más me costaban, mostraba mis mejores habilidades y me cuidaba. Estaba preparado para cualquier reto, para cualquier entrenamiento y para cualquier partido. Y fue la mejor temporada hasta ese momento de mi vida. Conseguimos el ascenso e hice una gran temporada. El éxito yo no lo mido en el final, en que hayas ascendido o que hayas jugado tú o no. Para mí, el proceso era haber vivido ese cambio mental de pasar de no saber quién era, no ser profesional, a estar preparado para ello.

09:18
Álex Remiro. Cada año, me han salido diferentes problemas. Tienes miedos como todo el mundo y yo siempre hablo de miedos con ella. Miedo a fallar, miedo a no mejorar, miedo a que no me vuelvan a poner, miedo a que mi compañero me quite el puesto por mucho que me lleve bien con él, miedo a lesionarte. Porque, al final, los miedos nos atan y nos reprimen y nos hacen pequeños. Es darle la vuelta a la situación mental que tienes cuando estás asustado o te sientes que no eres capaz de pasar ese reto y ser muy «confiante» en lo que uno hace. Creer mucho en el trabajo. Yo soy una persona que siempre ha intentado copiar a los buenos. He tenido la suerte de coincidir con Unai Simón, con Kepa, con Aitor Fernández, que son grandísimos porteros. Y yo decía: «Yo no soy como ellos de bueno, pero entreno todos los días con ellos. Yo les voy a copiar, estoy seguro de que algo voy a aprender». Y año tras año, lo hacía y algo se me habrá pegado. También hay que tener la suerte de coincidir con este tipo de gente. Pero un poco te vas dando cuenta de la importancia de la cabeza, de sentirte bien con uno mismo, de poner el foco en las cosas importantes y es un trabajo diario.

10:35
Aránzazu. Gracias, Álex. Ahora, desde el equipo de ‘Aprendemos juntos’, me han pedido que dé paso a un vídeo que seguro que te va a gustar.

10:41
Andrea. Estoy tremendamente orgullosa de sobre todo la persona en que te has convertido. Y en el tema fútbol creo que te has pasado completamente el juego. Creo que jamás, ni en mis mejores sueños, pensaba que ibas a llegar hasta dónde estás, que ibas a jugar la Champions, que te iba a convocar la selección española. Creo que son cosas que totalmente las veía inalcanzables, pero viendo tu dedicación, viendo tu esfuerzo, viendo tu trabajo diario, viendo tu fortaleza mental, viendo cómo trabajas día a día, estaba claro que tarde o temprano la recompensa iba a llegar. Simplemente darte las gracias por dejarnos participar contigo en todo esto y dejarnos acompañarte en este camino. Estoy tremendamente orgullosa de la persona en la que te has convertido. Estás siempre intentando hacernos reír o siempre diciendo alguna tontería. Y la verdad es que me encanta esa personalidad que tienes. No cambies nunca. Te quiero mucho y voy a estar aquí para todo lo que necesites. Me alegro de verte feliz porque yo así te veo feliz y yo soy el doble de feliz y te voy a querer para siempre.

12:00
Álex Remiro. Es mi hermana. Una de las cosas buenas que me ha dado el… Y parece mentira. El irme pronto de casa… Yo con mi hermana me llevaba a rabiar. Estábamos todo el día peleando, todo el día chinchando. Y cuando me fui de casa, nuestra relación se unió de una manera increíble. Y a día de hoy, estamos todo el día hablando, pegados, haciendo planes. Ella es un año menor que yo y se vino a Valencia, al Levante, cuando me fui allí en mi primera cesión. Y gracias a que estaba ella, pues no pude ir a peor de lo que estaba. Me mantuvo un poco y estuvo conmigo ahí. Y estamos muy unidos. Yo también te quiero mucho, Andrea.

12:57
Olivia. Hola, Álex. Soy Olivia y tengo 10 años y hay veces que en el colegio jugamos al fútbol y entonces los chicos a las chicas no les pasan la pelota. Aunque estemos al lado suyo, no nos pasan la pelota. Y entonces mi pregunta es: ¿Cómo podemos aprender a jugar al fútbol si no nos pasan la pelota?

13:22
Álex Remiro. A ver, se me ocurren muchas formas. Yo empezaría pegando un patadón terrible a alguno de esos que no te pasan. Pero no vamos a empezar así obviamente. Se lo puedes decir a la persona que esté encargada del recreo. Me imagino que será en el recreo. Si es en clase de Educación Física, espero que eso no pase. Pues avisarles, pero también te voy a decir otra. Yo cuando empecé a jugar al fútbol en mi zona, los chicos y chicas que más destacábamos, que jugábamos mejor, nos juntábamos en un equipo que era como un poco una selección de la Ribera de Navarra. Y teníamos una pareja de hermanos, en concreto Diego y Jessica. Y Jessica era buenísima. Era buenísima, era una barbaridad entrenando y nosotros pensábamos: «Es la mejor del equipo, es la mejor del equipo». Acabó siendo jugadora de fútbol sala. En este caso, se cambió de modalidad y nunca dejó de perseguir su sueño, que era vivir del fútbol y jugar al fútbol. Yo creo que, si hay alguien aquí que te puede contestar bien, le vamos a dar el paso y el turno de palabra para que te cuente un poco su experiencia.

14:41
Lara. Oli, yo que soy un poco más mayor que tú y que también he vivido lo mismo, lo que te diría es que no lo dejes, que sigas jugando, aunque juegues con chicos, aunque seas la única. Porque muchas veces solo somos una y muchas veces se trata de hacerse un hueco. A lo mejor no te están viendo, entonces hazte ver, hazte un hueco y, al final, sí que te la van a pasar.

¿Qué crees que siente tu hijo cuando le gritas en los partidos? Alex Remiro
15:14
Franco. Hola, Álex. ¿Qué tal? Soy Franco. Soy el padre de Vincenzo, uno de los porteros del infantil. Los sábados para mí son sagrados y disfruto un montón, es que no te lo puedes imaginar. Pierdo más o menos un kilo, kilo y medio en cada partido, entre correr de un lado a otro. Se me caen unos cuantos pelos, además. Pero el problema que tenemos los padres es que creo que hay un punto en que pasamos de la diversión. Hasta hay una línea que no… Que creo que lo estamos haciendo mal. Y no sé qué piensas tú de esto de los padres en el fútbol base.

15:56
Álex Remiro. Mira, te voy a contar una de las cosas que nos pasa en el proyecto que tenemos en Gipuzkoa con los clubes. Hacemos formaciones para la parentalidad positiva con los padres y luego con los niños. Y muchas veces los padres, cuando toca el momento de reflexión de «¿Qué le aporto a mi hijo o a mi hija el día de partido?» o «¿Qué es lo que quiere mi hijo o mi hija que yo le dé?», justamente cuando pasáis la línea de apoyo, de diversión a tensión, exigencia, gritos, justo es lo que no quieren ver en sus padres. Hay muchos padres que se sienten muy avergonzados y salen reflexiones muy bonitas. Me acuerdo de uno de los primeros talleres que hicimos. Hacemos que los padres jueguen y se reencuentren con ese niño o niña interior que tenían, que todos tenemos todavía. Nadie quiere verse presionado con gritos. Y más si son de tus padres. Pero también hay veces que son de los padres rivales. Ni los jugadores ni los árbitros. Nadie está… Nadie va a un partido para recibir instrucciones con gritos y eso es uno de los problemas que hay que cortar. Me alegro de que por lo menos te des cuenta de que, cuando llegas a esa línea, no deberías estar ahí. Es un gran paso.

17:24
Álex Remiro. Muchas veces, la gente no se da cuenta. Pero, si quieres un poco reflexionar sobre ello, pregúntale a tu hijo. Es mejor ir a divertirse como lo haces y mantenerse en ese «mood». Y además es cuando más le estás ayudando a tu hijo, sobre todo si es portero. Una de las cosas que tenemos en el taller y que buscamos para que se mantenga en las familias, en casa y en el momento de partido o de cualquier otro deporte que hagan los más pequeños, son las tarjetas verdes como refuerzo positivo. En el fútbol, estamos acostumbrados a la roja y la amarilla. Son penalizaciones, son castigos. Tenemos tarjetas verdes. Tenemos una por aquí, no sé si está. Gracias. La puedes llevar a casa y cuando tu hijo te ayude a hacer las tareas de casa, tarjeta verde. Y cuando él y tú, el día de partido te mantengas en la zona de apoyo, de diversión, de cánticos, de un refuerzo positivo, estoy seguro de que te la sacará. La podéis usar. Y ten cuidado porque las reflexiones muchas veces a los padres les hacen llorar de lo que nuestros hijos nos dan y buscan de nosotros. Así que te puedes llevar una si quieres hoy.

18:54
Gabriela. Hola, Álex. Soy Gabriela y mi hijo es portero. ¿Qué piensas con respecto al entorno y a los jugadores? A veces se insultan o le dicen cosas al árbitro…

19:08
Álex Remiro. Cuando la gente va a los estadios y tengo al de al lado insultando, pues igual decirle algo o, al final, hay que hacer que esa persona se sienta no señalada, pero que está haciendo algo mal. Igual estás dando por hecho que un insulto no pasa nada. O gritarle al árbitro o a otro compañero. «Bueno, es fútbol, es así». No, no es así. No tiene sitio. Y yo creo que justo los entrenadores que son en etapa formativa o del equipo de tu hijo, creo que eso lo tendrán bastante controlado. Es que penalizar también muchas veces o castigar tampoco es exactamente la manera. Pero que el niño entienda que no es por ahí, que lo haga visual, que igual se sienta no observado, pero sí diferente al resto de compañeros. Que entre ellos se ayuden. «No está bien eso» o «No puedes hacer esto en este equipo, nosotros no somos así». Los insultos, la violencia no tiene cabida en ningún deporte. Creo que es cosa de todos, no solo de los más mayores, también los más pequeños, y es un problema a erradicar. Yo te puedo contar, si quieres, muchas cosas que me han pasado. Obviamente llevo mucho tiempo jugando al fútbol y es un problema real. Yo soy de Navarra y la primera vez que jugué en un campo, en un estadio de fútbol profesional, cerca de casa y con más notoriedad para mí, para mi familia, para mi pueblo, fue en Pamplona, fue contra Osasuna.

20:49
Álex Remiro. Y obviamente yo sabía que me iba a encontrar gente de mi pueblo porque hay mucha cantidad de osasunistas ahí. Pero lo que no sabía era que me iba a encontrar era gente de mi pueblo, que estaba acostumbrado a ver todos los días prácticamente de mi vida, insultándome en el calentamiento, acordándose de lo maja que es mi madre, todo esto de mi familia y todo esto. Entonces, a mí me dejó marcado y siempre lo cuento porque luego, cuando yo volví a casa en mi día libre, esa persona estaba actuando con normalidad. Su momento de desahogo era ir al partido, al calentamiento de los porteros, a insultar a un portero que iba a jugar contra su equipo y que encima era de su pueblo. Le daba una normalidad que no tenía sentido. A raíz de estas experiencias en los estadios y también cuando me tocaba ir a ver a los amigos jugar, o a familiares, o a mi primo pequeño, veía un montón de insultos o de padres, como hemos hablado antes, que estaban pasando la raya. Decidimos crear un proyecto de parentalidad positiva junto con Fútbol Más, que es una ONG que tiene mucha experiencia en países como Chile y México, y en España también tiene proyectos en Sevilla, por ejemplo, en Madrid. Y me ayudaron mucho a poder darle forma al proyecto que quería crear sobre parentalidad positiva y gestión del éxito, de fracaso, del miedo, de las relaciones sociales que tienen los niños con los padres en los terrenos de juego.

¿Qué crees que siente tu hijo cuando le gritas en los partidos? Alex Remiro
22:18
Álex Remiro. Decidimos hacer un proyecto en Gipuzkoa, donde trabajamos con clubes en etapa formativa, con los padres y con sus jugadores. Es interesante los valores y las reflexiones que salen. Y empezamos con el fútbol como vehículo, pero, al final, acaban yendo los problemas al día a día, en la escuela, en los institutos, en las relaciones que tienen sociales los niños y las niñas, en las redes sociales… Al final, se crea un espacio en los padres y las madres del propio equipo para hablar y compartir lo que les viene bien a unos y a otros con sus hijos, cómo les pueden ayudar, de qué manera pueden acercarse y hablar abiertamente de ciertos temas. Y hay veces que nos… Digo «nos» porque yo intento participar a modo de oyente en las formaciones. Tenemos un equipo magnífico de unas psicólogas que son espectaculares y, a veces, la formación toma un camino de reflexión entre los padres que no tenemos más que quedarnos mirando a ver cómo se ayudan entre ellos. Y es espectacular y muy bonito verlo.

23:24
Lara. Hola, Álex. Yo soy Lara, soy árbitra de fútbol sala. Entonces, como podrás suponer, me han pasado un montón de cosas, tanto buenas como malas he de decir. Me han dicho desde que me vaya a fregar hasta que las chicas no valemos para esto. El árbitro siempre va a ser el malo, más si eres una chica. Aparte de todo ello, también es verdad que me han pasado muchas cosas buenas. Hay muchos partidos de fútbol base en los que al final han venido padres a darme las gracias por haberles transmitido valores a sus hijos o haberles indicado algo que estaba mal. Hay niños que han venido a pedirme perdón, incluso darme las gracias. Y al hilo de esto que estabas comentando, pues te quería preguntar: ¿Cómo de conscientes sois los jugadores de Primera de que los niños os están viendo? Tanto los niños como también los padres de la grada y entrenadores y demás os están viendo el trato que tenéis entre vosotros, el trato que tenéis con los árbitros. ¿Y hasta qué punto sois conscientes de que en vosotros radica el ejemplo y, si tenéis ciertas conductas, luego se van a repetir?

24:20
Álex Remiro. Tampoco vamos a negar lo obvio. Y hay muchas actitudes y muchos gestos que no son los que corresponden. Yo te puedo hablar por mí. Yo nunca me voy a meter en una pelea, nunca voy a insultar a un rival y mucho menos a un árbitro. Tengo un poco de… Empatizo con ellos, los veo un poco como si fueran porteros. Están ahí solos. Las dos aficiones les critican. Los 22 jugadores les gritan, les exigen. Para ninguno de los lados está bien tomar una decisión y, al final, no sirve de nada. Yo todavía no he visto en un partido de fútbol que un árbitro pite algo y, sin que el VAR le llame, él solo lo cambie. Al final, es una actuación más. Están perfectamente preparados y estáis. Y está en la mano de los jugadores, tanto de Primera como los chavales, asumir que son una parte esencial porque, si no hay árbitros, no hay partido y no hay día de diversión con los amigos. Y no hay… No se puede jugar. Entonces yo sí que soy consciente de la importancia que tiene, sobre todo para los más pequeños porque lo veo. Cuando ya llegas a Primera y te mantienes unos años, y con las redes sociales ya todos los niños casi te conocen o te ponen cara enseguida y saben lo que has hecho o qué has dicho. Estamos hoy en día en un mundo en el que todo lo malo se hace viral y visible, y pocas veces o contadas veces lo bueno es de lo que más se habla, los buenos gestos.

25:54
Álex Remiro. Entonces, tanto en manos de los jugadores como también de los propios árbitros con su comportamiento bueno, que siempre parece que por ley tienen que tenerlo, está el ayudarles y el que no parezca, como has dicho al principio, que tienen que ser el malo de la película. Nosotros en Donosti, en la Real, eso lo miramos bastante. Ya no te hablo por el vestuario del primer equipo, sino a nivel de cantera. Sé y te puedo asegurar que creo que en los contratos profesionales hay una cláusula en la que puede poner que no se puede agredir al rival e insultar al árbitro. No se puede… Es un poco faltar a los valores que tratamos de representar precisamente para los más pequeños. Y creo que es una de las cosas importantes que tenemos que hacer los jugadores. Tenemos un altavoz muy grande, ya no sea solo jugando, sino en redes sociales, que creo que deberíamos aprovechar para cosas buenas, como la de hoy, como cualquier otro gesto que puede ayudar a los demás, y está en nuestras manos.

27:02
Pepe. Hola, Álex. ¿Qué tal? Soy Pepe y me gusta mucho el fútbol y el otro día me acordé de la charla de Luis Aragonés en la Eurocopa a los jugadores de España, la de «Ganar, ganar y ganar». Y entonces seguro que tú has tenido un montón de charlas así con entrenadores y compañeros. Y te quería preguntar si recuerdas alguna con especial cariño que te haya tocado más a fondo.

27:23
Álex Remiro. Pues precisamente no sé si sabes que yo jugué con David Silva, que estuvo en esa primera y segunda, y Mundial, en ese equipo. Casualidad luego, estuvo en una de las charlas de las que yo más me acuerdo. Y no fue una charla, fue una actividad de equipo. Hace tres años, si no me acuerdo mal, tuvimos la final de la Copa del Rey. Fue la primera final que se jugó sin gente debido a la pandemia y era nuestro momento. Y la manera en la que intentamos darle normalidad o un poco quitarle presión… El día antes del partido, nos juntamos en uno de los salones del hotel, en un círculo, todos los jugadores y nos empezamos a decir uno a uno las cosas que nos gustaban de los otros, de nuestros compañeros. Y fue un momento muy especial. Hubo mucha gente que acabó con lágrimas en los ojos, que se dijo cosas que no se esperaban del resto. Igual no tienes momento de decir a un compañero lo bueno que te parece haciendo una cosa o cómo crees que ha crecido o cómo crees que ha mejorado o lo orgulloso que estás de que ahora esté así. Y entonces, fue una actividad que siempre lo hablamos entre nosotros.

28:48
Álex Remiro. Nos marcó mucho porque nos hizo irnos a dormir la noche antes de jugar el partido, en ese momento más importante de nuestra vida, con una sensación de bienestar y de equipo espectacular. Al día siguiente, no sé si después de esa actividad o de que se juntaron todos los astros, pudimos ganar la final, ganar la Copa, en un momento muy especial, en un año en el que la gente había sufrido mucho y pudimos hacer feliz a mucha gente ganando.

29:15
Vincenzo. Hola, Álex. Soy Vincenzo, tengo 13 años y soy portero. Me hace muchísima ilusión estar aquí. Y yo te quería preguntar si tú a mi edad ya sabías que tú ibas a llegar a ser portero de Primera División. ¿Cuándo lo supiste?

29:33
Álex Remiro. A día de hoy, hay veces que todavía lo tengo que pensar porque le doy igual demasiada normalidad. 13 años has dicho que tenías. Con 13 años no tenía ni idea. Ni idea de lo que iba a ser de mí. Fue el año en el que me llamaron para ir a jugar a Bilbao, a vivir con otra familia. A darle más forma y un intento de futuro a mi portería, a mi rendimiento, a tratar de sacar lo mejor de mí. Y no me imaginaba todo lo que he vivido a día de hoy. Sí que es verdad que tuve la suerte de que mis padres me preguntaron a ver qué quería hacer, dándole un poco de normalidad. «Oye, ¿te quieres ir a Bilbao un par de años a jugar al fútbol? Pero lo único que tienes que hacer es estudiar, sacar los estudios y luego no perder el foco, divertirte, intentar aprender lo máximo posible». Claro, ¿cómo no voy a ir? Entonces ahí tenía 13 años. No me imaginaba lo que me ha llegado hasta ahora. Solo pensaba en divertirme, en aprender lo mejor posible. Yo siempre pensaba que copiar a los buenos es lo mejor que puedes hacer, sobre todo en la portería y en el fútbol también para los que jugáis. Y tratar de darle vuestro granito de arena. Igual no te voy a pedir que tengas el juego de pies de Ter Stegen, pero que intentes tener tu mejor juego de pies copiando a lo mejor que puede hacer Ter Stegen.

31:01
Álex Remiro. Te va a hacer mejorar, estoy seguro, porque yo lo he vivido eso. Con 13 años no sabía de lo que… Dónde iba a acabar. Sí que sabía que iba a intentar aprovechar la oportunidad y no dejar de divertirme, y de estudiar, y de comer, y de cuidarme, y de tratar bien a mis compañeros y disfrutar de lo que hacía.

¿Qué crees que siente tu hijo cuando le gritas en los partidos? Alex Remiro
31:22
Jorge. Hola, Álex. Soy Jorge y los que nos gusta el fútbol, ya con una edad avanzada como tengo yo, siempre nos recordamos a los arqueros carismáticos, como Iker Casillas, Higuita en Colombia, Campos en México y, yo como simpatizante de Boca Juniors, es mi equipo argentino, a Hugo Orlando Gatti. Yo quisiera saber si vos en tus comienzos tuviste algún ídolo en que te apoyaste o quisiste y por qué.

31:52
Álex Remiro. Pues mira, justo es uno de los que has mencionado, Iker Casillas. Ver lo que hacía Casillas tanto con el Madrid, sobre todo con la selección, lo que consiguió, las paradas que hacía… Era increíble, era increíble. Yo creo que todos tenemos un poco… Así como las generaciones más mayores que yo tienen a Arconada de la Real, que casi todo el mundo le conoce, conoce la Real por Arconada, a mí me tocó con Casillas. Y ese fue un poco el referente que tuve para ponerme unos guantes, para querer imitarlo. Luego, cuando ya empecé a… Cuando me fui a Bilbao, cuando empecé a jugar más al fútbol y a quemar etapas, sabía que a Casillas no me podía parecer jamás. Era imposible. Lo que podía hacer era fijarme en porteros grandes, corpulentos como yo, altos, y poder copiarles. Me fijaba mucho en Neuer, del Bayern que es alemán, en Diego López, en De Gea, gente grande a la que poder decir: «Vale, yo esto lo puedo hacer». No podía ser igual de rápido que Casillas en la vida, ni igual de bueno, pero sí que podía intentar ser como Neuer o como gente alta y, al final, por cualidades, en lo que te vas fijando.

33:05
Lidia. Hola, Álex. Soy Lidia. Quería preguntarte esto. Sabemos que los arqueros siempre tienen alguna cábala y quería saber cuál era la tuya, si tenés alguna cábala antes o durante el partido.

33:23
Álex Remiro. Todos los porteros tenemos igual más de la cuenta que la gente normal. Yo creo que todo el mundo tenemos, pero los porteros más. He tenido años que no pisaba líneas, me ponía las botas alineadas, me ponía primero la bota izquierda, luego la derecha, la espinillera izquierda, luego la derecha, la media, la media, los guantes… Y yo salía a jugar diciendo: «He hecho todo, ya he hecho todo. Voy a jugar bien, seguro». Rutinas en el calentamiento, la cena del día antes del partido… No sé, no sé. La canción para llegar a los estadios, el sitio donde nos sentábamos en cada estadio… Pero es verdad que poco a poco se me han ido quitando. No todas, solamente se me ha quedado la única que la sigo haciendo. Cuando algún amigo o alguien en una conversación te habla del próximo partido, te dice: «Vas a jugar contra…» quien sea, «Este está en racha» o «Te va a meter», pues siempre me toco la cabeza y ya me pienso que no va a pasar y ya estoy tranquilo.

34:30
Noel. Hola, Álex. Me llamo Noel, soy jugador del Rayo y me gustaría saber tú a quien admiras.

34:36
Álex Remiro. Es buena pregunta porque empecé admirando a Iker porque era el ídolo de pequeño, pero ahora mismo admirar… Me gusta la gente que se moja y que ayuda a los demás, que es un buen ejemplo en lo que hace, ya sea en fútbol o cualquier otro deporte. Me gusta la resiliencia de Rafa Nadal, me gusta la garra que tiene Carlota Ciganda cuando juega golf, me gusta la potencia que tiene Carlos Alcaraz, me gusta la sinceridad y el valor que tiene Ricky Rubio para hablar de todo lo que ha pasado. Creo que en España hay deportistas que son muy buenos ejemplos para todos, para vosotros los más pequeños también. Y hay gente muy interesante a la que seguir.

35:24
Óscar. Hola, Álex. Soy Óscar, tengo 11 años y juego en el Dragones de Lavapiés. Siempre he oído que las cosas que pasan en el campo se quedan en el campo, pero quería preguntarte cuál es la cosa más rara que te ha pasado con un rival.

35:43
Álex Remiro. Joé. Imagino que será durante un partido porque es un rival o puede ser en algún momento que me haya encontrado con él fuera del fútbol.

35:53
Óscar. Puede ser lo que sea.

35:54
Álex Remiro. Lo que sea, ¿no?

35:55
Óscar. Que hayas jugado contra él.

35:57
Álex Remiro. Que haya jugado contra él. Pues mira, una de las cosas que está bien decir lo que me pasó, que él ni se acordará. Cuando estaba jugando en Segunda División, me tocó jugar contra Roger Martí, que es delantero de… Ahora está en el Cádiz. Y en ese momento, no te voy a mentir, fue de las únicas peleas que he tenido en el campo. Nos dijimos cosas muy bonitas en las que no… Se quedaron ahí. ¿Qué pasó luego? Al siguiente año, me tocó ser compañero suyo. Pero como no se acuerda ahora, tampoco se acordó en ese momento, ahora nos llevamos de maravilla. Así que, si ve el video, se acordará. Es verdad que, en el campo, como hemos hablado antes, hay cosas que no se deben decir. Cosas bonitas y raras que me han pasado… Hay muchos jugadores que huelen mejor que cualquier tienda en la que vayas a entrar. Que dices: «Pero esta gente está sudando y está oliendo de maravilla». O gente que se peina antes de salir. Cosas graciosas. Pero, al final, como vamos a salir en las cámaras, tenemos que estar perfectamente guapos para que nos vea todo el mundo. Para despedir, quería agradeceros vuestra participación, que hayamos estado a gusto, poder que me conocierais un poco más, hablar de fútbol, de valores, de lo que para mí ha sido y es importante, la salud mental, en definitiva, la parentalidad positiva, el esfuerzo, la diversión… Espero que hayáis estado a gusto y que os sirva un poco para ser mejores.