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¿Por qué los niños deberían aprender Filosofía?

Jordi Nomen

¿Por qué los niños deberían aprender Filosofía?

Jordi Nomen

Profesor y autor de "El niño filósofo"


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Jordi Nomen

Master en Filosofía y Licenciado en Historia contemporánea, Jordi Nomen es Profesor de Filosofía y jefe del departamento de Humanidades de la ‘Escuela Sadako’ de Barcelona. En su libro ‘El niño filósofo. Cómo enseñar a los niños a pensar por sí mismos ’ señala los beneficios que tiene la educación filosófica en el desarrollo intelectual, personal y social de los niños. Nomen es un firme defensor del papel de las Humanidades en la educación de los niños y entiende la Filosofía como un ‘elemento básico de ciudadanía’ que debería estar presente en todas las escuelas. Entre sus beneficios, destaca que la Filosofía desarrolla en los niños ‘el pensamiento crítico, creativo y cuidadoso’. Para Jordi Nomen, este último tipo de pensamiento es de especial importancia para tener en cuenta el impacto de nuestras acciones en los demás. "Debemos pasar del ‘yo’ al ‘nosotros’ para buscar el bien común y crear algo juntos. Ese es el sentido de la educación", afirma el filósofo.


Transcripción

00:04
Jordi Nomen. Soy Jordi Nomen, profesor de Ciencias Sociales y de Filosofía en la escuela Sadako de Barcelona, y autor, también, del libro El niño filósofo: cómo enseñar a los niños y a las niñas a pensar por sí mismos.

00:21
Ana Isar. Hola, Jordi. Me llamo Ana y soy madre de dos niños pequeños. Estoy encantada de poder hablar contigo sobre la filosofía y la importancia que tiene en el aprendizaje de los niños. Según la filosofía, ¿para qué sirve la educación?

00:33
Jordi Nomen. Muchas gracias por tu interés, Ana. A ver, yo creo que en el libro he tratado que los filósofos de toda la historia de la humanidad nos contesten los problemas y las preguntas que tenemos hoy en día. Entonces, ahí, quizás, podríamos ir a Rousseau, ¿no?, este filósofo del siglo XVIII que nos habla de que el hombre debe superar su individualidad para buscar el bien común. Y, por lo tanto, ahí creo que debe estar la educación, ¿no?

01:01
Jordi Nomen. Ser capaz de pasar del “yo” al “nosotros”, ¿vale? Y conseguir, pues, crear algo juntos que valga la pena, ¿no? En estas sociedades democráticas complejas en las que vivimos.

01:12
Ana Isar. Entonces, ¿qué es la filosofía? Sobre todo, ¿cómo se lo explicarías a mi hijo de ocho años para que él pudiera entenderla?

01:18
Jordi Nomen. A ver, de entrada, la filosofía es un saber. Es un saber que nos hace críticos, que nos hace creativos, que nos hace cuidadosos. Si yo tuviera que explicárselo a tu hijo de ocho años, lo que no haría es explicárselo. Es decir, trabajaría con preguntas. Le diría, por ejemplo: “¿Cómo te llamas?”. Y, a partir de aquí, le preguntaría si su nombre es importante para él, si lo hace único. Y, a partir de aquí, le diría qué más es lo que le hace único.

01:48
Jordi Nomen. Y le diría si eso que lo hace único lo comparte con alguien más o solo lo tiene él. Es decir, iniciaríamos un diálogo socrático porque esto proviene ya de muchos años atrás, cuando Sócrates iba por las plazas de Atenas e interrogaba a la gente para lograr un mundo mejor, ¿no? Y, solo al acabar este diálogo socrático le preguntaría: “Bueno, mira, lo que hemos hecho es filosofía. ¿Podrías tú ahora decirme qué es la filosofía?”.

02:14
Jordi Nomen. De hecho, si tuviéramos que retomar para todo el mundo qué es la filosofía, pues justamente, es ese saber que nos permite interrogarnos sobre las cosas, que nos permite darle sentido y que nos permite, también, actuar. Comprender para actuar. La filosofía no debería ser solo un pensamiento teórico que se queda ahí, en el éter flotando, sino que debería tener también ese factor de actuación, ¿no? Para cambiar, especialmente, las injusticias que son muchas y muy importantes en nuestro mundo, ¿no?

02:46
Ana Isar. ¿Para qué le sirve la filosofía a un niño o a un joven?

02:48
Jordi Nomen. A ver, yo creo que, de entrada, un joven cuando emp… o un niño, cuando empieza a filosofar se da cuenta de que eso le vuelve más riguroso, ¿no? En primer lugar, la filosofía sirve para ver cuáles son los prejuicios, los estereotipos que tenemos, cuáles son las ideas preconcebidas que llevamos con nosotros, en nuestra mochilita, detrás. Esto es muy importante porque les permite ver cuáles son esos prejuicios.

03:14
Jordi Nomen. En segundo lugar, yo creo que la filosofía también da carácter. Porque la filosofía que yo propongo no es una filosofía de un niño solo que está pensando y reflexionando en el vacío, sino que es una filosofía que incluye el diálogo con los demás, con la familia, pero con otros niños, sobre todo, en clase. Y, por lo tanto, eso permite que este niño se dé cuenta de la diversidad que hay, de la pluralidad de ideas que hay y de que cualquier persona nos puede enseñar algo nuevo. Y que todas las personas tenemos opiniones diferentes. Y que unas opiniones son más fundamentadas y otras no. Y esto da carácter para mí.

03:50
Jordi Nomen. Y, en tercer lugar, yo creo que un niño y un joven que practica filosofía, se da cuenta de que hay que cambiar las cosas que son injustas, que no funcionan. Y, por lo tanto, esto nos hace mejores ciudadanos. A los niños y a los jóvenes, los niños también tienen que ser ciudadanos desde su inicio, ¿no? No solo cuando cumplen la mayoría de edad. La filosofía para niños, de hecho, fue un proyecto que se inició por allá, en los años sesenta, cuando un profesor norteamericano llamado Matthew Lipman, que daba lógica en la universidad, se dio cuenta de que sus alumnos, universitarios ya, muy mayores, sabían muchísimos de las ideas de los filósofos. Sabían exactamente qué pensaban los filósofos pero, en cambio, no sabían filosofar, no sabían dialogar, nadie les había enseñado a dialogar.

La Filosofía nos hace críticos, creativos y cuidadosos
Quote

Debemos pasar del ‘yo’ al ‘nosotros’ para buscar el bien común y crear algo juntos. Ese es el sentido de la educación

Jordi Nomen

04:35
Jordi Nomen. Ni eran rigurosos, quizás, con el uso de las palabras. Con lo cual, él pensó que era necesario trasladarlo mucho antes, ¿no? Entonces pensó en un programa con Sharp, que fue la persona que le ayudo, Ann-Marie Sharp, que fue una mujer, también muy relevante, que ayudó a Lipman a diseñar este proyecto. Pues pensó todo un proyecto de filosofía desde los seis años en aquel momento hasta los dieciocho, con novelas filosóficas en las que los niños hablan de filosofía, practican el diálogo filosófico. Y un manual para el maestro a fin de que adquiera las competencias para saber guiar ese diálogo filosófico.

05:15
Jordi Nomen. Entonces, ahí, Matthew Lipman pretendía que los niños aprendieran a filosofar y que los maestros aprendieran a guiar el diálogo filosófico. Este programa, de hecho, está presente… actualmente se ha extendido por el mundo de forma muy importante, está presente en más de cuarenta países a nivel mundial, ¿no?

05:35
Ana Isar. He leído en tu libro que necesitamos una niñez más filosófica, ¿por qué?

05:38
Jordi Nomen. A ver, de hecho, Matthew Lipman lo que plantea es que los niños y los adultos, también, por lo tanto, hay que empezar de pequeños, deberíamos tener pensamiento crítico, pensar por nosotros mismos. Deberíamos tener pensamiento creativo para resolver los problemas y pensamiento cuidadoso para tener en cuenta a los demás. Entonces, si me permites un ejemplo, ¿no?, un ejemplo de cualquier manera de pensamiento crítico, ¿no? Todas las… si tú coges una mentira y la repites veinte mil veces, ¿eso se transforma en una verdad?

06:12
Jordi Nomen. Eso es un pensamiento crítico, un pensamiento creativo, por ejemplo, cuando decimos: “¿Cómo podríamos transportar agua en nuestras manos de un lugar a otro?”. Eso sería un pensamiento creativo. Quizás te preguntes cómo, pues si fuera hielo, ¿no? Sigue siendo agua, pero es pensamiento creativo porque debemos pensar que es otro estado físico del agua, pero seguimos transportando agua, ¿no? Pues esos son los pensamientos críticos y creativos demostrados…

06:43
Jordi Nomen. Y hablabas sobre el pensamiento cuidadoso.

06:46
Jordi Nomen. Ahí sí que hay que decir que este inspirador, Matthew Lipman, trabajó siempre con el pensamiento crítico y creativo durante los primeros años. Y, entonces, se dio cuenta de algo sustancial y es que, si una persona es muy inteligente o es muy creativa, pero no tiene compasión, no tiene empatía, no es una persona que introduzca la variable “nosotros” en su pensamiento, pues eso puede ser muy cruel y muy peligroso, ¿no?

07:16
Jordi Nomen. Por poner un ejemplo gravísimo y cruel, los nazis eran muy inteligentes y muy creativos, pero no eran nada cuidadosos. Entonces, ahí requiere el pensamiento cuidadoso. Que es ese que introduce en la ecuación a los demás. Los demás que también cuentan y que, por lo tanto, pues… En mi libro cito un pequeño fragmento en el que digo: “Podemos hacer casi, casi, una ensalada de pensamiento cuidadoso introduciendo un poquito de empatía, un poquito de compasión, un poquito de interés por los demás…”. Con todo eso, realmente, el pensamiento se vuelve, también, un pensamiento democrático y un pensamiento que, pues que debe construir un mundo más igualitario y mejor. Y más justo.

07:59
Jordi Nomen. Hay muchos instrumentos en el pensamiento cuidadoso, ¿no? Algo de curiosidad, algo de empatía, algo de confianza, algo de sueño, también, algo de fortaleza contra las adversidades… Todo eso… curiosidad por los demás, intentar comprenderles, ponerse en su lugar, tratar de trabajar con la justicia… Todo eso nos da el pensamiento cuidadoso.

08:24
Ana Isar. ¿Y qué filósofos nos recomendarías a las madres y padres para poder iniciar a nuestros hijos en la filosofía?

08:31
Jordi Nomen. A ver, hay muchísimos filósofos a lo largo de la historia, de hecho, tanto occidentales como orientales, tanto hombres como mujeres. Es decir, aquí ya vemos que en mi libro he tenido que hacer necesariamente una reducción, ¿no? Y escoger a algunos. Yo creo que a los padres lo que les recomendaría es que empezaran por las preguntas y entonces buscaran a los filósofos.

08:51
Jordi Nomen. Es decir, puede llegar un niño bien pequeño, cuatro o cinco años, y decirte: “Oye, ¿por qué nos tenemos que morir?”. Y ahí sí que estaría bien que buscáramos pues, no sé, a Séneca, ¿no? O a un estoico y decirle: “A ver, la muerte, evidentemente, no la podemos evitar, es algo inevitable, somos frágiles, somos mortales. Pero, en cualquier caso, sí que es cierto que mientras estás vivo no estás muerto. Y que cuando estás muerto ya no te enteras. Con lo cual, probablemente, pues no tienes que tenerle tanto miedo, ¿no? Y tienes que aprovechar ahora que estás vivo para poder, realmente, sacar todo el jugo”.

09:26
Jordi Nomen. O sea que, en definitiva… O, por ejemplo, si viene el niño: “Oye, por qué…”, no sé, “…los amigos son tan importantes”, ¿no? “¿Por qué es tan importante para mí tener amigos?”. Pues, entonces, tú ahí puedes hablarle de Montaigne, ¿no? Le puedes decir: “Pues mira, hubo un señor que se llamaba Montaigne que decía que los amigos nos permiten reconocernos a nosotros mismos como si fuéramos un espejo, en cualquier caso, y que, además, los amigos los elegimos nosotros a diferencia de la familia, y que son muy importantes porque, de hecho, en el momento en el que creamos amistad con alguien nos volvemos responsables de él”, ¿no?

10:03
Jordi Nomen. Ahí hay un… incluyo en el libro un fragmento de El Principito que yo creo que es muy interesante, que es el dialogo entre el principito y la zorra que, si no lo has leído, realmente valdría la pena leerlo con el niño si te hace esa pregunta, donde la zorra le dice: “Oye, cuando me has domesticado…”, y ahí entiéndase que domesticado no implica falta de libertad, “…ahora eres responsable de mí”, ¿no? Esto es muy bonito, ¿no?, darse cuenta de que somos responsables de nuestros amigos y nuestros amigos lo son de nosotros.

10:34
Jordi Nomen. Yo siempre le digo a mis alumnos que las personas somos un puzle incompleto y que, desgraciadamente, en nuestra sociedad nos dicen que las piezas que nos faltan en ese puzle las vamos a poder comprar y yo creo que ahí está el error. Las piezas que faltan las tienen otras personas. Igual que, nos vamos a dar cuenta, sorprendidos, que nosotros tenemos piezas que les van a faltar a otras personas. Querer y amar a alguien es completarle, es poner esas piezas que le faltan y agradecer que el otro te ponga las piezas que te faltan a ti.

11:07
Ana Isar. ¿A partir de qué edad recomiendas que los niños se inicien en la filosofía?

11:13
Jordi Nomen. Hay una experiencia en Cataluña que empieza a los dos años, ¿no? Trabajando, por ejemplo, con marionetas se puede conseguir que los niños, incluso sin saber leer ni escribir, pues puedan opinar. De hecho, en el momento en el que empiezan a hablar, pues ya es posible empezar. E incluso se están llevando a cabo experiencias con niños de un año, que no saben hablar. O sea que yo creo que se puede empezar desde edades muy iniciales, ¿no?

11:42
Jordi Nomen. En este sentido lo importante es el cómo, más que el cuándo. Puedo ponerte un ejemplo: tú puedes coger una caja de zapatos y un niño de seis años, por decir algo, o una niña de seis años, y proponerle cuántas cosas cabrían en la caja de zapatos. También le puedes proponer cuántas cosas no cabrían en la caja de zapatos. También podrías proponerle cuántas profesiones necesitarían o les sería útil una caja de zapatos.

12:11
Jordi Nomen. Viendo, quizás, otro ejemplo, ¿no? Incluso podríamos trabajar con el arte, por decir algo. Tú puedes coger un cuadro de La Gioconda y pedirle a una niña de siete u ocho años por qué cree que está sonriendo esa señora. Le puedes pedir, también, si cree que el artista que la pintó realmente sentía simpatía. Le puedes pedir, también, qué es lo que piensa ella cuando sonríe de esa manera. Incluso le puedes decir que retoque el cuadro, que le ponga otra vestimenta, otro peinado para hacerlo más moderno. O, incluso, si vamos más allá, le puedes decir que se disfrace como La Gioconda y que le vas a hacer una foto para ver si es capaz.

12:52
Jordi Nomen. A través de todos estos medios estamos trabajando habilidades de pensamiento de los niños. Y eso es la filosofía también. Aparte de dialogo filosófico, aparte de comunidad, aparte de todo lo que hemos dicho, es también trabajo de las habilidades de pensamiento básicas de los niños.

13:09
Ana Isar. Jordi, hablabas sobre La Gioconda, ¿qué relación hay entre el arte y la filosofía?

13:12
Jordi Nomen. De entrada, el arte puede servir para hacer filosofía y la filosofía, quizás, también para hacer arte. Cuando tú afrontas la obra artística como un elemento de comunicación, que es como yo creo que debería afrontarse el arte, ahí tenemos un emisor, un receptor, ¿vale?, un código, un canal, un contexto… todo lo que trabaja en la comunicación, el arte es comunicación. Entonces, hay un diálogo entre el autor y el espectador o el oyente de esa obra de arte y por lo tanto esa persona quiere impactar en tu sentimiento.

13:44
Jordi Nomen. Porque básicamente el arte se dirige al sentimiento. Pero, también, a tu pensamiento y ahí tenemos ya la relación con la filosofía, ¿no? Ante una obra de arte nosotros podemos pensar. Y, en ese sentido, te diré que algunos de mis alumnos, porque yo también doy clase a alumnos mayores… Es sencillamente muy emocionante ver cómo han pasado catorce años de filosofía para niños. Los llevas a Praga, nosotros hacemos el viaje de fin de curso a Praga, vamos a ver el castillo de Praga, estamos ante un museo y eres capaz de ver un niño de dieciséis años, o un chico, perdón, perdón, de dieciséis años, pasarse media hora ante una obra de arte.

14:22
Jordi Nomen. Claro, esto es sorprendente. Me acerco al chico y le pregunto: “¿Cómo es que llevas media hora mirando esta obra de arte?”. Pero, claro, la respuesta del niño es la respuesta filosófica: “Claro, es que me he parado a pensar, este personaje que aparece ahí de donde salía. ¿Cuál es su historia? ¿Por qué motivos está matando a esta otra persona? ¿Por qué lo hace en esa oscuridad y bajo esas rocas?”. Es decir, ha aprendido a interrogarse filosóficamente y mantiene, ahora, con el arte, una relación que no solo es de espectador sino también de conocimiento profundo, ¿no?, de esa obra de arte.

15:07
Jordi Nomen. Entonces, eso le da una vivencia del arte extraordinaria. Y, en el caso de los más pequeñitos, permíteme, el dibujo, ¿no? Ellos se expresan con el dibujo. Hagámosles dibujar. Pero no le pidas a un niño que dibuje algo textual, no le pidas que dibuje la alfombra, que está muy bien. Pídele que la rediseñe, con lo cual estás trabajando una habilidad de pensamiento, que es volver a hacer esa alfombra de una manera distinta. O pídele, por ejemplo, que dibuje el silencio. Le pedí a un niño, era más pequeño, quizás unos cuatro o cinco años, que me dibujara el silencio y me dibujó un pájaro.

15:38
Jordi Nomen. Y, claro, yo le dije: “Hombre, pero es que yo te he pedido que me dibujes el silencio”. Y el niño me contestó: “Claro, pero el silencio es lo que queda cuando en el bosque el pájaro se calla”. Esa es una respuesta filosófica. Definir algo por lo que no es.

15:54
Ana Isar. Muchas veces, comentando con madres, se piensa que la filosofía tiene pocas salidas laborales. Además de ser profesor, ¿en qué más puede trabajar un filósofo?

16:05
Jordi Nomen. Bueno, hoy en día, realmente, yo creo que la filosofía va a tener muchas más salidas. Porque nuestra sociedad cada vez es más compleja y, por lo tanto, cada vez vamos a necesitar más personas que reflexionen sobre aquello que está pasando. Yo pongo siempre el mismo ejemplo, el ejemplo de la ciencia, ¿no? La ciencia, realmente, está avanzando a pasos agigantados y es capaz de hacer cuestiones que son absolutamente impensables, que lo eran hace unos años y que lo van a ser dentro de pocos más.

16:34
Jordi Nomen. Pero lo que está claro es que la ciencia no se hace la pregunta sobre si lo que puede ser hecho hay que hacerlo. Esa es una pregunta filosófica. Y, por lo tanto, yo creo que en bioética y en todos los comités científicos vamos a necesitar filósofos que nos den ahí la reflexión sobre si eso que se puede hacer se debe hacer. Debemos hacerlo o no, ¿no? Eso por un lado.

17:00
Jordi Nomen. Y, por otro lado, a nivel tecnológico, cada vez las compañías y las empresas están más interesadas en que la gente tenga un perfil humanístico. Precisamente porque todos los productos del mundo están pensados para personas. Entonces, tiene que haber alguien que pueda decidir, o pueda hablar, o pueda dialogar sobre qué necesitan las personas, cuáles son sus necesidades. Y, ahí, eso es un pensamiento completamente filosófico. Por tanto, yo creo que se abre un campo, y soy de la opinión de que ese campo va a florecer y que cada vez vamos a tener más filosofía asociada a cuestiones que ahora son impensables, ¿no?

17:36
Jordi Nomen. Los comités deontológicos lo mismo, ¿no? Todas las profesiones tienen una deontología, ¿no? Y, ahí, yo creo que un filósofo, estableciendo las preguntas que son pertinentes, porque un filósofo, sobre todo, lo que hace es preguntar. Más que responder, preguntar. Y necesitamos que nos pregunten mucho, porque las preguntas nos hacen reflexionar. Hoy en día ya tenemos casi todas las respuestas, están todas en Google, ¿vale? Los niños las buscan en la primera página, hay algunas que están en la segunda, en la tercera y en la cuarta, ¿eh? También tengámoslo claro.

18:05
Jordi Nomen. Pero, en cualquier caso, tenemos muchas respuestas. Pero nos hacen falta las preguntas y eso no está en Google. Las humanidades nos humanizan. Y renunciar a las humanidades, para mí, es renunciar a la humanidad. Con lo cual, la literatura, la música, la filosofía, el arte, creo que son conquistas que ha hecho la humanidad y que no podemos perder en beneficio de la ciencia y de la tecnología. Son amores que no son excluyentes. O sea, podemos amar la ciencia, podemos amar la tecnología y podemos amar las humanidades. De hecho, yo creo que debería ser… un médico debe ser filósofo. Porque un médico, muchas veces, tiene que comunicar malas noticias. Y debería hacerlo con el tacto, con la sensibilidad de un artista.

18:53
Jordi Nomen. También, creo que un artista debería saber algo sobre los colores, y sobre cómo se mezclan los colores porque si no le va a ser muy difícil, realmente, realizar una obra de arte, pues innovadora, ¿no? Por lo tanto debe ser científico. El mundo no se parcela, por lo tanto, debemos enseñar a los niños que el mundo no vive a partes, que el mundo es una completitud y una complejidad y que, hoy en día, y cada vez más, lo que vamos a necesitar es un trabajo interdisciplinario. Todas las disciplinas trabajando a la vez.

19:28
Jordi Nomen. Yo creo que los niños y las niñas para conseguir libertad deben filosofar. Creo que la filosofía en ese sentido es extraordinaria porque te hace plantearte y replantearte, de hecho eso significa la palabra reflexionar, volver a mirar. Por lo tanto, necesitamos tiempo, tenemos otro pequeño problema, que nuestra sociedad va acelerada y no hay tiempo. Pero yo creo que es imprescindible que les demos a los niños y las niñas esa libertad. Yo creo, también, que es imprescindible que les demos a los niños y las niñas la capacidad de paladear la vida. Y la filosofía, en ese sentido más creativo, te da esa facultad, ¿no? De ver las cosas, de mirar el mundo y verlo.

20:07
Jordi Nomen. A veces pasamos y no lo vemos de lo rápido que vamos, y la filosofía lo que hace es sosegar y calmar, y decir: “Vamos a volver a verlo, vamos a mirar atentamente qué es lo que hay”. Y eso te hace paladear el mundo y, por otro lado, yo creo que la filosofía como palanca para la democracia y para la ciudadanía es esencial que la tengan nuestros niños y niñas. Por lo tanto, qué hay más importante que eso, ¿no? Unos niños libres, unos niños que saben buscar la pequeña plenitud a la que podemos llegar y unos niños que, por otro lado, se desenvuelven en sociedad colaborando con los demás, buscando consensos, diálogos, aceptando la diversidad, algo que nos cuesta tanto… cambiando de opinión.

La Filosofía nos hace críticos, creativos y cuidadosos
Quote

Los niños deberían desarrollar tres tipos de pensamiento: crítico para pensar por sí mismos, creativo para resolver problemas y cuidadoso para tener en cuenta a los demás

Jordi Nomen

20:48
Jordi Nomen. A mí esto me parece también muy esencial, ¿no? La filosofía nos enseña a cambiar de opinión, porque nos dan unas preguntas que nos ponen en cuestión. Y, ante esa puesta en cuestión, nosotros debemos reelaborar lo que pensamos. Y, luego, dar las gracias por lo que nos hayan cuestionado, ¿no? Porque, en el fondo, cuando alguien te señala algo que haces mal, hay que agradecérselo porque la próxima vez lo vas a hacer bien. Si todo sale perfecto, entonces será muy difícil que aprendas algo nuevo.

21:18
Ana Isar. ¿Cómo podría ayudarnos la filosofía a hacernos mejores padres?

21:23
Jordi Nomen. A ver, me gusta que me hagas esta pregunta, porque, de entrada, yo creo que la filosofía nos ayuda, pero en primer lugar yo pondría el amor. O sea, ser un buen padre, ser una buena madre, lo que requiere es querer, amar. Esa sería la primera respuesta. Pero una vez dicho esto, sí que es verdad que si tú te acostumbras más a preguntar a tus hijos que a responder, especialmente cuando se trate de algo fundamental, de algo trascendente, de algo muy importante… Voy a ponerte un ejemplo, o sea, evidentemente si de lo que se trata es de escoger los calcetines que nos vamos a poner hoy, pues eso no tiene relevancia. Pero en el momento en que el niño te pregunta por qué está enfermo un familiar querido, pues en lugar de responder, preguntar a la vez: “¿Tú por qué crees que está enfermo?”.

22:18
Jordi Nomen. Porque ahí, quizás, van a salir algunos prejuicios, van a salir algunos estereotipos que te van a permitir trabajar con tu hijo o con tu hija aquellas cosas que lleva en su mochila y que no son ciertas. Quizás haya oído decir que las personas se ponen enfermas porque se lo merecen. A veces también lo oímos en los medios de comunicación. Por ejemplo, en el Reino Unido, hace un tiempo, decidieron que quizás no habría que tratar a las personas fumadoras. Me parece una falta de compasión terrible, que como sociedad no podemos culpabilizar a una persona que ha enfermado, me parece fuera de todo lugar, ¿no?

22:58
Jordi Nomen. Y, a lo mejor, pues el niño o la niña ha escuchado un prejuicio de ese tipo, ¿no?, o cualquier otro. Entonces, preguntar mucho más que responder. Y ayudar a que piense. Ayudar, darle el tiempo. Porque, a veces, hay que ir deprisa, porque llegamos tarde porque tal. Dar el tiempo, yo creo que eso nos convierte en mejores padres en ese sentido. Siempre por detrás del amor.

23:21
Ana Isar. Jordi, ha sido un auténtico placer poder hablar contigo, que nos hayas dado esta visión tan bonita de la filosofía para poder practicarla con nuestros hijos.

23:32
Jordi Nomen. Muchas gracias, también a ti, Ana, por tus palabras y espero que practiques mucha filosofía con tus hijos porque creo que eso será un beneficio para ellos, honestamente lo creo.

23:42
César Rollán. Hola, Jordi, soy César, profesor de Filosofía y Lengua en la escuela IDEO. Estoy encantado de que podamos filosofar juntos. A lo largo de la historia, el profesor, el maestro, ha estado en un nivel siempre superior respecto al alumnado. La experiencia nuestra en el aula, hoy en día nos muestra otra realidad. ¿Cómo ves esto que nos pasa hoy en día?

24:07
Jordi Nomen. La verdad es que yo creo que el maestro siempre debería conseguir que el alumno o la alumna aprendiera a pensar por sí mismo. Y, en ese sentido, yo creo que los métodos pedagógicos deben ser los que permitan ese objetivo, ¿no? Conseguir la autonomía del alumno, que aprenda a pensar por sí mismo, que sea crítico, creativo, como hemos dicho, cuidadoso. Eso no se hace con una explicación magistral en la que el profesor está encima de una tarima y suelta una serie de conocimientos que los alumnos deben empapar y vomitar, si me permites la palabra, en una prueba, ¿no?

24:51
Jordi Nomen. Entonces, la filosofía para niños huye de todo esto. Al contrario, el profesor debe ser en este proyecto una persona neutral, para permitir que los alumnos puedan expresar libremente sus opiniones. Y, en cambio, debe ser tremendamente exigente respecto a la fuerza de los argumentos que presentan. Y muy intransigente con aquellos argumentos que sean prejuicios. No en el sentido de que no los digan los alumnos, sino en el sentido de que, finalmente, no se acaben imponiendo como la verdad.

25:19
Jordi Nomen. En ese sentido, el profesor de este proyecto debe saber guiar una comunidad de diálogo y debe saber hacer las preguntas pertinentes. Básicamente, el profesor pregunta para evitar que eso que es un prejuicio quede, finalmente, asumido por la comunidad como válido, ¿no? Y ahí sí que hay que ser muy exigente. Pero el profesor debe dejar que los alumnos den su opinión y que los alumnos expresen todo aquello que sienten, porque si no es imposible crear el clima de diálogo necesario para poder practicar la filosofía tal como yo la entiendo.

25:51
César Rollán. En tu respuesta hablabas de una comunidad de diálogo, ¿qué es una comunidad de diálogo?

25:55
Jordi Nomen. A ver, en este caso hablamos de niños y niñas que filosofan juntos y, por lo tanto, tienen un interés común, tienen una determinada atención, porque no es lo mismo un diálogo que una discusión, que una charla de café. En un diálogo hay que estar muy atento, hay que escuchar atentamente cuáles son los argumentos que se están presentando para poder contraargumentar o poder añadir más argumentos a los que se está diciendo. Y, por otro lado, esta comunidad de diálogo no busca una conclusión, sino que busca profundizar y buscar la complejidad de lo que se está analizando.

26:31
Jordi Nomen. No se trata de llegar a conclusiones, que puede ser que lleguemos a conclusiones, pero no es el objetivo fundamental de esa comunidad. Y, luego, hay un factor que yo creo que es fundamental y es que los alumnos y las alumnas se deben encontrar cómodos. Por lo tanto, debe haber ahí algo que tiene que ver mucho con la educación emocional, ¿no? Tiene que haber la emoción de la seguridad, la tranquilidad, la facilidad de hablar sin sufrir, porque lo que vayas a decir te vaya a ir en contra. Todas esas son las características de una comunidad de diálogo.

27:05
César Rollán. Un ambiente de libertad como afirma Habermas en esa posibilidad de que el diálogo ayude a mejorar la sociedad.

27:11
Jordi Nomen. Esa es la idea, ¿no? Conseguir un ambiente de libertad, pero crítico. Es decir, que no olvide, de alguna manera, que no todos los argumentos son válidos, no todos los argumentos aluden a una realidad, que sepan diferenciar los hechos de las opiniones… Yo creo que esto es fundamental, también, trabajarlo con los niños y con los jóvenes, ¿no? El hecho es una cosa y la opinión es otra. Y, por lo tanto, hay que saber diferenciar entre una cosa y la otra. Y, por desgracia, los medios de comunicación y, en general, nos tienen acostumbrados a hacer pasar opiniones por hechos, ¿vale? Y yo creo que esto es bastante peligroso.

27:51
César Rollán. Hablabas de inteligencia emocional junto con las inteligencias múltiples de Gardner. En tu libro planteas, también, que tenemos una inteligencia filosófica. ¿Qué significa para ti esa inteligencia filosófica?

28:06
Jordi Nomen. A ver, las inteligencias múltiples de Gardner plantean que los niños tienen unos talentos que los hacen diferentes, ¿vale? Y que, por lo tanto, las escuelas deberían intentar conseguir esos talentos distintos, ¿no? Y, favorecer que el niño que tiene un determinado talento se dedique a aquello para lo que es más talentoso, ¿no? El niño que sabe dibujar, pues que practique mucho el dibujo para llegar a ser un artista, por decir algo. Yo ahí discrepo, discrepo. No quisiera enmendar la plana a Gardner, ni me considero a su nivel, pero sí que discrepo en el sentido de que yo creo que la inteligencia es algo plástico y que, por lo tanto, se puede educar.

28:50
Jordi Nomen. Nosotros, los que trabajamos filosofía para niños hablamos de las habilidades de pensamiento. Y una habilidad es algo que se educa y que cuando se practica mejora. En ese sentido, yo creo que la inteligencia filosófica sería ese punto, esa mirada filosófica a la realidad que con entrenamiento mejora. Pero no creo que haya, y esto lo dejo muy claro en el libro porque pienso que es muy importante, una élite de niños filósofos, ¿no? Vamos a educar a estos, que son muy buenos en filosofía y, ciertamente, hay niños que tienen una mirada filosófica muy superior, quizás, a sus compañeros. Pero el objetivo del proyecto no es vamos a educar a esos niños que tienen esa mirada filosófica fantástica y el resto queden fuera, ¿no? En una cierta apelación a Platón, ¿no?

29:40
César Rollán. Sí, sí, está claro.

29:40
Jordi Nomen. La república de los filósofos, ¿no? Que son los que van a mandar mejor, los gobernantes que van a mandar mejor. No es esa la idea. La idea es que todos los niños pueden trabajar filosóficamente. Y si me permites, César, yo creo que hay algo que no debemos perder de vista, y es que todos los adultos son filósofos. Ese me parece un aspecto esencial a considerar, ¿no? Incluso una persona que no sea leída, una persona que sea muy humilde, que no haya acabado, incluso, los estudios básicos, es filósofo. Porque esta persona, a lo largo de su vida, se va a hacer preguntas trascendentales y filosóficas. Porque el ser humano es así, el ser humano es frágil. Y, por lo tanto, le pasan desgracias. También le pasan cosas buenas, afortunadamente.

30:25
Jordi Nomen. Pero se va a hacer preguntas, por ejemplo: “Por qué esto me ha pasado a mí”, “¿Lo podía evitar?”. Son preguntas de tipo filosófico, yo creo que todas las personas llevamos un filósofo dentro. Lo que sí está claro es que, si lo practicas pues, evidentemente, como cualquier otra cosa, con la práctica mejora, ¿no? Y ese sesgo filosófico, ese pensamiento filosófico, se hace más afinado y deriva en una mirada de la realidad más filosófica.

30:55
César Rollán. Woody Allen tiene una de esas frases suyas que viene a decir que le echaron de la universidad porque en un examen de metafísica le miró el alma al compañero de al lado. Hablamos de filosofía para niños, ¿cómo podemos hacer que sea divertida? ¿Cómo podemos construir y fundamentar esa inteligencia filosófica?

31:16
Jordi Nomen. A ver, yo creo que los recursos que se presentan, son los que, de alguna manera, son palanca para la reflexión filosófica de los niños. En el libro lo digo claramente, yo creo que debemos acudir a lo que a los niños les gusta, a los niños les gustan los cuentos, a los niños les gusta dibujar, a los niños les gusta jugar. Entonces, coger los juegos, los cuentos, y el arte y hacerlos servir como palanca para la reflexión filosófica creo que es la mejor manera de que eso se convierta en algo divertido. Siempre con la reflexión detrás y, ahí, César, si me permites, te voy a explicar una anécdota. Muchas veces te encuentras trabajando temas filosóficos muy complejos y tal. Y en una ocasión en un grupo de niños de diez años les pedí que me dibujaran el riesgo. Entonces, más o menos, intentaron hacer lo posible para dibujarlo pero un niño dejó la hoja en blanco. Y entonces yo le dije: “Hombre, pero has dejado la hoja en blanco, yo te pedí que dibujaras el riesgo”. Y me dijo: “Ya, pero es que es un riesgo dejarla en blanco”.

32:22
Jordi Nomen. Con lo cual, ahí estamos, ¿no? Qué hay más divertido que eso. La capacidad de… incluso de trabajar algo que no hemos dicho hasta ahora y que creo que es fundamental en filosofía, que es el pensamiento analógico. Porque hay muchas otras disciplinas que trabajan el pensamiento deductivo, el pensamiento inductivo, pero a mí me parece que el pensamiento analógico está tan desaprovechado para hacer algo divertido. Si yo, por ejemplo, ahora te pidiera a ti que compararas esta charla que estamos teniendo con una comida de tu agrado, ¿tú qué me dirías, César?

32:55
Jordi Nomen. Pues yo estaría disfrutando de mi comida favorita, desde luego.

32:58
Jordi Nomen. Vale, entonces yo te pediría por qué has elegido la pizza. Para caracterizar, por ejemplo, esta conversación que estamos teniendo. Y eso es un pensamiento analógico. Entonces, yo creo que deberíamos utilizarlo los maestros y los padres de forma absolutamente cabal, ¿no? Aquello de: “Pues, oye, ¿hoy con qué utensilio de cocina te compararías tal como te sientes?”. Es interesante trabajar el razonamiento analógico también con los niños. La metáfora.

33:26
César Rollán. Sí, sí, sí

33:27
Jordi Nomen. Y hacerla servir como evaluación, diríamos.

33:30
César Rollán. Me interesa mucho todo lo que hablas de analizar la experiencia del día a día, la filosofía de la cotidianidad. En este sentido, yo soy padre, ¿tú cómo ves esta posibilidad de llevar la filosofía a casa para que nos ayude en una buena convivencia?

33:47
Jordi Nomen. Yo creo que esto es fundamental. En primer, lugar, en mi opinión, en una familia debe haber cosas que no decidan los niños y las niñas. Y que esas cosas deben estar claras. La honestidad ante todo, lo mismo sucede en el aula con los maestros. Pero luego, hay muchísimas cosas que podemos hablar, que podemos negociar y que podemos ponernos de acuerdo y es muy importante que les escuchemos, que les pidamos opinión, les pidamos… y que ellos entiendan también nuestra opinión, ¿no? A veces, yo creo que como padres o como educadores no verbalizamos lo que nosotros sentimos y opinamos. Y creo que esto también es fundamental para que ellos se den cuenta de cuál es nuestro punto de vista y, por lo tanto, no lo vamos a ver igual que ellos y que ahí vamos a entrar en un proceso de negociación y de consenso, ¿no?

34:32
Jordi Nomen. Yo creo que esto es fundamental. En primer, lugar, en mi opinión, en una familia debe haber cosas que no decidan los niños y las niñas. Y que esas cosas deben estar claras. La honestidad ante todo, lo mismo sucede en el aula con los maestros. Pero luego, hay muchísimas cosas que podemos hablar, que podemos negociar y que podemos ponernos de acuerdo y es muy importante que les escuchemos, que les pidamos opinión, les pidamos… y que ellos entiendan también nuestra opinión, ¿no? A veces, yo creo que como padres o como educadores no verbalizamos lo que nosotros sentimos y opinamos. Y creo que esto también es fundamental para que ellos se den cuenta de cuál es nuestro punto de vista y, por lo tanto, no lo vamos a ver igual que ellos y que ahí vamos a entrar en un proceso de negociación y de consenso, ¿no?

34:58
César Rollán. Qué bueno que esto se pueda llevar a cabo en la familia porque, luego, probablemente, en la escuela podamos construir o seguir construyendo a partir de eso. La filosofía, en ese sentido, en la escuela, también tenemos la experiencia de que nos ayuda a convivir.

35:14
Jordi Nomen. En la escuela tenemos una sociedad, los niños forman una sociedad y se replican los problemas sociales. Entonces, comprender que estamos ante la pluralidad a mí me parece esencial. Es verdad, creo yo, que hay un bien común, porque estamos conviviendo. Y la convivencia implica que haya un bien común. Y, en ese sentido, creo que la filosofía va muy bien para hablar de normas, para analizar cuáles pueden ser las normas que nos pueden ayudar. Pero, aparte de ese bien común hay una pluralidad de opiniones que hay que conjugar para que nadie quede fuera, ¿no? Y la filosofía habla de esto, ¿no? De intentar de alguna manera que, la gente conviva y se sienta cómoda, que nadie quede a un lado.

35:59
César Rollán. La diversidad es fundamental porque lo vemos continuamente en nuestra sociedad, la necesidad de convivir en sociedad. En la escuela, también, convivimos en diversidad y eso, pensamos que es fundamental. En esa diversidad, cuando van llegando a las etapas en las que tienen que elegir, las chicas y chicos, por dónde se van a orientar, entre ciencias y humanidades. Es verdad que se suele tener la intención de que aquellos que han tenido mejores resultados puedan guiarse hacia lo científico, en vez de al ámbito de lo artístico, de las humanidades o de la filosofía. ¿Qué te parece?

36:36
Jordi Nomen. A ver, a mí me parece que tenemos una vida solo y que hay que procurar disfrutarla lo máximo posible. Entonces, encadenar a una persona a hacer algo que no le gusta me parece un grave error. Porque solo tiene una vida y si la desperdicia, la va a perder. Y yo creo que los padres, hay que apelar ahí, al amor de los padres, ¿no? ¿Tú qué quieres para tu hijo? Quieres que sea feliz, quieres que encuentre instantes de plenitud en su vida… ¿Le vas a obligar a hacer algo que no quiere? Porque si el niño quiere hacer ciencias y quiere hacer tecnología: “Oye, fantástico, estupendo”.

37:12
César Rollán. Claro.

37:13
Jordi Nomen. Pero si quiere hacer otra cosa… Eso en primer lugar. En segundo lugar, aparte de que tenemos solo una vida, también me parece fundamental que uno hace bien aquello que ama. Aquello que uno hace por obligación sin amarlo, es muy difícil que lo haga bien. Yo cuando subo a un avión, quiero un piloto que sepa manejar el avión y que ame el trabajo que hace. Pero cuando voy a un museo también quiero un artista que ame el arte, porque sin duda me va a transmitir muchísimas cosas. O cuando voy a ver una obra de teatro quiero un actor que ame su profesión. Entonces, ¿cómo obligar a alguien a que elija una profesión o un camino que no va a amar? Me parece un disparate tremendo.

37:59
César Rollán. En Lengua, pues lo clásico, por ejemplo, a la hora de estudiar los verbos están estos del ser, estar y parecer. Que, de forma rutinaria, a veces, se cae en ver como se construyen las frases con los atributos, estos verbos copulativos… Y, después, buscarles el sentido que es lo que, quizá, tratamos desde la filosofía. El verbo ser, estar… Y, hoy en día, esta sociedad que nos lleva al parecer, ¿de qué manera la filosofía nos puede volver al ser y al saber estar?

38:33
Jordi Nomen. Yo creo que el parecer te saca de ti mismo y te hace perder la identidad, por decir algo. Y creo que el ser y el estar nos hablan de nuestra propia identidad, de quién somos, qué queremos y cuál es nuestro sentido, ¿no? Cuál es el sentido que hemos escogido para este tránsito que vamos a hacer aquí. Entonces, me parece fundamental combatir el parecer. Y eso se hace con espíritu crítico. Yo creo que el espíritu crítico y el pensamiento crítico, ahí, son fundamentales, ¿no?, para darse cuenta de que no es oro todo lo que parece. Como dice el refrán castellano, ¿no? Y que, por tanto, hay que darse cuenta de que no es posible que todas las personas que aparecen en las redes sociales estén siempre felices porque la vida no es así.

39:21
Jordi Nomen. Entonces, cuando nosotros engañamos a nuestros niños y a nuestras niñas, el resultado o producto final de eso es una frustración que va a llegar tarde o temprano. Yo prefiero la lucidez, aunque eso reste algo de felicidad. Pero creo que es muy importante que nuestros niños y nuestras niñas sepan cuál es la verdad. Porque si no los estamos tratando no solo de menores de edad, que lo son, sino de incapaces, que no lo son. Por lo tanto, hay que procurar que sepan cuál es la verdad. Sin echarle negativismo al asunto, pero sí darse cuenta de que el engaño nunca te va a llevar a la lucidez y a la realidad.

La Filosofía nos hace críticos, creativos y cuidadosos
Quote

La literatura, la música y la filosofía nos humanizan. Renunciar a las humanidades es renunciar a la humanidad

Jordi Nomen

40:06
César Rollán. Nos podemos encontrar ahí, también, que puede que cada uno descubra su verdad, pero luego tenga que compartir, ¿no?, esa verdad propia con la verdad común. En lo que supone la filosofía, la historia de esta manera de pensar, ha habido momentos de catástrofe donde una sola razón se ha impuesto frente a las demás. Hoy nos encontramos con a una sociedad que dialoga, que trata de buscar una verdad que sea común para fundamentarse. Y, en esto, la filosofía sigue teniendo plena actualidad.

40:40
Jordi Nomen. Está claro. O sea, es como decía Hanna Arendt, ¿no? Si no educamos para ser demócratas, nos encontraremos totalitarios. Eso está claro. Entonces, la filosofía en el sentido de que respeta la diversidad y la convierte en riqueza me parece fundamental para trabajar estos valores democráticos. Yo creo que es un elemento básico de ciudadanía y que, por lo tanto, debería estar presente en todas las escuelas y no como nos está pasando que la estamos ladeando y ninguneando de manera que, pues eso, al final, quizás, sí que sea muy fácil manipular a los ciudadanos para que dejen de serlo y se conviertan en otra cosa, ¿no? En súbditos encadenados que siguen como un rebaño lo que sucede.

41:26
Jordi Nomen. Yo creo que es fundamental la libertad. La libertad. Y la filosofía da esa libertad. Esa libertad de pensamiento que sucede cuando una persona se da cuenta, por ejemplo, también, de que se ha equivocado.

41:40
César Rollán. El fracaso.

41:41
Jordi Nomen. El fracaso.

41:43
César Rollán. Ahí nos encontramos toda la serie de valores que entendemos que tiene que tener el ser humano en el siglo XXI para fundamentar sociedades democráticas como las nuestras. Ahí la filosofía define, de alguna forma, sus valores y qué valores son necesarios para poder vivir y convivir en la diversidad. En tu experiencia como profesor de filosofía para niños, esto de qué manera lo tratas de desarrollar. O que ellos vayan encontrándose con estos valores.

42:14
Jordi Nomen. A ver, yo creo que los valores, un poco, son como el sol, ¿no? Calienta pero no es posible llegar a él. Pues lo mismo pasa con los valores, son elementos ideales que tenemos ahí y que tratamos de alcanzar aun sabiendo que son inalcanzables. Entonces ahí, bueno, hay unos cuentecillos muy divertidos de Augusto Monterroso, no sé si lo conoces. Que hablan de lo que el bien le diría al mal, y lo que el mal le diría al bien. Está claro que ni el mal es tan malo ni el bien es tan bueno. Y, entonces, ahí está muy bien que aparezca la filosofía.

42:47
Jordi Nomen. Para decir que, quizá, el mal a veces actúa llevado por la necesidad y que el bien a veces disimula y no es tan bueno como parece. Por lo tanto, los valores, yo creo que deben estar a la orden del día en ese “hacia dónde debemos ir”, ¿no? Un docente debe tener claro hacia dónde debe ir aunque sepa que es tremendamente difícil que, quizás, sea imposible llegar a ese ideal que se propone, ¿no? Pero tiene que tener un ideal de hombre bueno, de mujer buena.

43:22
César Rollán. Entra, un poco, aquí toda la filosofía platónica, ¿no? O el planteamiento utópico de cómo tiene que ser una sociedad que sabemos que no vamos a poder alcanzar, pero nos sirve para caminar.

43:31
Jordi Nomen. Exacto. Es decir, que haya utopías yo creo que es bueno porque eso nos permite, eso, guiar un camino, ¿vale? Pero hay que saber que quizás habrá que seguir trabajando. En ese sentido me gusta mucho la definición de Aranguren, tampoco me voy a acordar entera, sobre la democracia, pero él dice algo así como: “La democracia nunca está acabada, siempre se va construyendo”. Y eso me parece un ejercicio de lucidez y de realismo que es así, ¿no? Cuando en una sociedad decimos: “Bueno, ya está, ya hemos llegado a los estándares democráticos y no es posible mejorar”, yo creo que vamos mal.

44:07
Jordi Nomen. Creo, como Aranguren, que siempre se puede mejorar, siempre hay algo más que podemos hacer para que esa democracia sea más plena, más realizada y genere lo que para mí es fundamental: una vida mejor para todos, ¿no? En lo personal y en lo social. No solo en lo personal, porque yo creo que en el mundo hay muchísimas injusticias que no deberíamos permitir y deberíamos educar a nuestros niños y adolescentes para que cuando ellos sean mayores lo hagan mejor que nosotros y esas injusticias vayan desapareciendo, ¿no?

44:38
César Rollán. Si la filosofía nos ayuda a pensar mejor, ¿nos hace la filosofía más listos?

44:44
César Rollán. Bueno, podríamos mirarlo así si definimos listos como personas que tienen una mirada un poco más profunda del mundo que lo habitual, ¿no? Diríamos. Aunque yo ya he dicho antes que pienso que todas las personas son filósofos.

45:00
César Rollán. Con esto quieres decir que es imposible ser listo sin saber filosofía?

45:05
Jordi Nomen. César, me acabas de colar un silogismo, ¿vale?, sofista. Para el público…

45:10
César Rollán. Falaz

45:11
Jordi Nomen. Sí, bastante falacia. Para el público que no lo sepa, un silogismo es una construcción lógica, ¿no?, con tres razonamientos que tienen un punto en común, son dos conjuntos distintos. Entonces, claro, esta es sofista porque es falsa. O sea, no todo el mundo que sabe filosofía es listo ni todo el mundo que sea listo sabe filosofía. Por lo tanto ahí estamos haciendo una traslación… Pero bueno, está muy bien porque esto forma parte de la filosofía también. Saber detectar cuáles son los errores de razonamiento. Yo creo que es muy importante porque, además, hay muchísimos, ¿no?

45:47
César Rollán. Sí.

45:48
Jordi Nomen. Vamos a las cortes, por ejemplo, y en lugar de decir, un determinado político: “Has hecho esto mal”, el otro dice: “Ya, pero tú lo has hecho peor”. Con lo cual, a ver, que yo lo haya hecho peor no quiere decir que lo tuyo no esté mal. Es decir, detectar estas falacias, estos silogismos erróneos, incluso, creo que es muy importante también, porque nos permite acercarnos más a la verdad, en definitiva.

46:18
Jordi Nomen. En el fondo lo que vamos buscando con la filosofía es ese amor a la sabiduría y a mí me parece fabuloso que en esta propuesta tuya de filosofía para niños lo podamos hacer incluso desde los dos años. Y que esta propuesta no tenga fin porque humanos somos hasta el final.

46:37
Jordi Nomen. Hasta el final. Yo siempre he concebido la filosofía como el amor a la sabiduría. En la conciencia que viene de Sócrates, de que realmente la sabiduría es inalcanzable. Incluso le daba la vuelta Sócrates. Cuando decía que él…

46:51
César Rollán. Solo sé que no sé nada.

46:53
Jordi Nomen. Solo sé que no sé nada. Es más sabio el que reconoce su ignorancia que no el que el que ostenta su saber. En ese sentido, César, quisiera acabar mi intervención con una frase muy bonita de Mohsin Hamid, una frase preciosa que dice algo así como: “Hemos nacido, vamos a morir. En el entremedio tenemos las oportunidades para amar y crear”.

47:13
César Rollán. Un mundo mejor, en el fondo.

47:14
Jordi Nomen. Un mundo mejor.

47:15
César Rollán. Ahí estamos