Longevidad: cuidar al que nos cuida
Tamara Pazos
Longevidad: cuidar al que nos cuida
Tamara Pazos
Bióloga
Creando oportunidades
Cómo vivir más años con calidad y salud
Tamara Pazos Bióloga
Tamara Pazos
¿Está todo escrito en nuestros genes o tenemos margen para decidir cómo envejecemos? La bióloga Tamara Pazos nos invita a reflexionar sobre la longevidad. La autora de títulos como ‘Este libro te hará vivir más y mejor’ explica que, aunque el ADN marca parte de nuestro destino (alrededor de un 20 %), el 80 % depende de nuestro entorno y hábitos como un sueño reparador, una dieta variada, el movimiento cotidiano y la gestión del estrés. Además, para Pazos es importante destacar que no basta con culpar al individuo de sus elecciones si el contexto no facilita opciones saludables. En su contenido combina la biología, la neurociencia y la divulgación para abordar la salud como una responsabilidad individual, sí, pero también como un desafío colectivo que implica transformar ciudades, trabajos y entornos para que lo más fácil sea cuidarse. Además destaca la importancia del sistema inmune como nuestro gran aliado en la carrera de la longevidad y la necesidad de cuidarlo con descanso y una alimentación variada. Desmonta mitos sobre el sedentarismo (puedes ser deportista y sedentario a la vez) y la inflamación (ni toda es mala ni se arregla con soluciones mágicas). En definitiva, nos anima a repensar la salud más allá de modas, culpabilización o soluciones rápidas, poniendo el foco en el poder que tiene el conocimiento compartido. La gran pasión de Tamara Pazos es acercar la ciencia al público con otros libros como ‘La biología aprieta pero no ahoga’ y ‘Crecer sin envejecer (o casi)’.
Transcripción

16:47 Lo que es amigo, no lo toco: lo incorporo, lo dejo. Lo que es enemigo, lo destruyo o lo gestiono para que no haga mal. De hecho, las enfermedades autoinmunes suelen ser cuando ese sistema inmune ataca a lo bueno, a lo propio, porque no lo ha distinguido bien. Entonces, nosotros entrenamos el sistema inmune exponiéndolo. Y ahora pensemos, ¿qué parte del cuerpo está superexpuesta? Podemos pensar en la piel, a modo: «Bueno, pues tengo un montón de piel en contacto con el exterior», pero está tan expuesta que tiene capas de piel queratinizadas. Tenemos como una capa de piel más dura, capas de grasa y demás, que nos protege bastante del exterior. Sin embargo, lo que tenemos de muchísimos metros de extensión es el sistema digestivo. Tenemos un tubo por dentro en el que metemos constantemente y diariamente elementos exógenos. Están en contacto directo con la mucosa y de la mucosa pasan a la sangre. Entonces, tenemos que pensar en nuestro sistema digestivo como un punto de entrada para cualquier cosa exterior a nuestro interior y es un punto de aprendizaje para el sistema inmune. No tenemos que asustarnos, no tenemos que pensar: «De repente, ya voy a cuidar mucho lo que como, lo que no tomo…», porque también entrenamos al sistema inmune a tratar con microbiota variada. Lo que necesitamos es que todo el intestino esté repleto de la microbiota más variada posible, porque, de esa forma, el sistema inmune no solo va a aprender a reconocer distintos tipos de bacterias y distintos tipos de microbiota, sino que, además, va a estar expuesto a distintos tipos de material genético.


