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El reto de ser racionales

Steven Pinker

El reto de ser racionales

Steven Pinker

Psicólogo y escritor


Creando oportunidades

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Steven Pinker

Confía en los datos y en la razón para explicar el mundo. “Contamos con unos avances científicos y tecnológicos extraordinarios y los niveles de bienestar también han mejorado muchísimo: la esperanza de vida ha aumentado, la pobreza está disminuyendo y hay menos víctimas de guerra”, asegura Steven Pinker.

Considerado uno de los pensadores más destacados de nuestro tiempo, Steven Pinker es psicólogo cognitivo, lingüista y un popular escritor especializado en lenguaje, la mente y el comportamiento humano. Estudió en la Universidad McGill y se doctoró en Harvard. Durante las últimas tres décadas ha impartido clases en Stanford, el MIT y actualmente es titular del ‘Johnstone Family Professorship’ en el Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard.

Su pensamiento y alguna de sus interpretaciones intelectuales -a veces a contracorriente sobre el estado del mundo- son objeto de controversia. Acaba de publicar ‘Racionalidad: qué es, por qué escasea y cómo promoverla’, un libro en el que asegura que el uso de la razón “conduce a mejores opciones en nuestras vidas, en la esfera pública, y es el motor fundamental de la justicia social y el progreso moral”. Steven Pinker es autor de muchas otras obras de gran valor académico como ‘El instinto del lenguaje’, ‘La tabla rasa’, ‘Los ángeles que llevamos dentro’ o ‘ En defensa de la Ilustración’. En 2006 este científico cognitivo fue nombrado Humanista del Año y, además, ha sido elegido entre los ‘100 Pensadores Globales’ de Foreign Policy así como nombrado una de las personas más influyentes del mundo actual por la revista Time.


Transcripción

00:07
Zuberoa Marcos. Hola, Steve.

00:08
Steven Pinker. Hola, Zuberoa.

00:08
Zuberoa Marcos. Me alegro de que por fin estemos aquí.

00:11
Steven Pinker. Sí, al fin.

00:12
Zuberoa Marcos. Me gustaría comenzar esta entrevista hablando de tu próximo libro. Me resulta muy interesante, porque pienso que el tema que tratas está a la orden del día. La premisa en sí, y corrígeme si me equivoco, es que vivimos en una sociedad cada vez más irracional pese a tener más conocimiento científico que nunca. Se da este contraste en la especie humana, que es capaz de grandes innovaciones, grandes descubrimientos, como hemos presenciado recientemente con el desarrollo de varias vacunas contra la COVID-19 en un año, y, al mismo tiempo, hay un aumento de noticias falsas, charlatanería y otro tipo de bulos. Me gustaría introducir el tema con mi primera pregunta: ¿Por qué afirmas que la racionalidad está en detrimento y por qué piensas que debería preocuparnos?

01:21
Steven Pinker. No diría que vivimos en una época donde esté disminuyendo el uso de la razón, sino que, más bien, hay un uso desigual. Por un lado, contamos con unos avances científicos y tecnológicos extraordinarios. Los niveles de bienestar también han mejorado muchísimo: la esperanza de vida ha aumentado, la pobreza está disminuyendo, hay menos víctimas de guerra… Y, sin embargo, también estamos presenciando un aluvión de noticias falsas, bulos sobre la sanidad y teorías de la conspiración. Pero siempre han existido esas noticias, bulos y teorías. Hasta hace poco había mucho desconocimiento en torno a la medicina. Hasta el siglo XX, la mayoría de las noticias eran falsas: se hablaba de civilizaciones que vivían en la luna, en periódicos de cierto corte político se publicaban artículos plagados de mentiras y escándalos sobre la oposición. Esa fue la paradoja que me condujo a escribir este libro. ¿Cómo es posible que, ante la necesidad, el ser humano sea tan racional y a la vez pueda ser tan irracional? Parte de la respuesta la podemos ver en el día a día de cada individuo: vestimos a los niños para ir al colegio, echamos combustible al coche, metemos la comida en el frigorífico, tenemos un trabajo y pagamos nuestros impuestos. Sin embargo, cuando ocurre algo que afecta a toda la sociedad, cuando el problema va más allá de nuestra vida cotidiana, como cuál es el origen del universo, qué provoca una enfermedad, qué hace la gente de las altas esferas cuando el mundo no los ve… La gente no tiene acceso, o acceso inmediato, a este tipo de información. Se conforman con los mitos y la propaganda. Con las historias y la narrativa que hacen que su manera de pensar sea honrada e inteligente y que sus enemigos parezcan malvados e ingenuos. Todos aquellos que nos dedicamos al periodismo, la ciencia y la divulgación no comprendemos cómo estas personas llegan a creer cosas que probablemente sean falsas. Y considero que la respuesta a este hecho es: ¿quién sabe lo que es verdadero o falso? En los últimos siglos, realmente desde la Ilustración, hemos creado muchas instituciones destinadas a la búsqueda de la verdad: la ciencia, que utiliza pruebas empíricas que pasan por revisiones por pares; el periodismo con edición, con verificación de información y que se rige por un código ético; el sistema judicial, con procedimientos entre partes enfrentadas y un juez neutral… Sin todas esas instituciones, el raciocinio de un individuo no es suficiente para formar un sentido lógico colectivo. Nos preocupamos demasiado por nuestra apariencia, por la consistencia en nuestra manera de pensar, y para que haya una racionalidad consensuada, se necesitan leyes, normas, instituciones y reglas de convivencia.

04:25
Zuberoa Marcos. Steve, comentas que una de las razones por las que el ser humano es tanto racional como irracional se debe a su relación con el acceso a la información. ¿Pero es importante la confianza también? Porque un ciudadano de a pie no tiene acceso a cierta información y, en caso de tener acceso a algún medio científico, puede ser que no tenga los conocimientos previos suficientes como para comprender esta información. Por tanto, necesitaría a alguien que se la explicara o la reformulara de manera que esta persona la entienda. Así que, ¿es importante la confianza?

05:08
Steven Pinker. Es importantísima. Como tú misma has dicho, nadie entiende la ciencia salvo aquel científico que se dedique a ese campo en concreto. Ni siquiera los científicos entienden la ciencia de otros campos. Es bastante probable que un químico no tenga ni idea de neurociencia y que un neurocientífico desconozca el campo de la cosmología. Así que sí, todos depositamos nuestra confianza en instituciones que han demostrado un acercamiento a la verdad. De hecho, si nos fijamos en algunos aspectos científicos de vital importancia, como puede ser el cambio climático, en realidad aquel que acepta las afirmaciones de la ciencia sobre este no tiene mayor conocimiento científico que aquel que las niega. Si se hicieran exámenes sobre conocimiento científico, incluso aquellos que creen en lo correcto, responderían: «Sí, está causado por la capa de ozono, a los vertederos de residuos tóxicos, al plástico de los océanos». Tan solo tienen nociones básicas de lo que es ecológico y lo que no. No comprenden la ciencia, pero sí que tienen predisposición a confiar en el conocimiento científico. De hecho, la ideología política sirve para predecir la aceptación del cambio climático mucho mejor que el conocimiento científico. Ninguno somos químicos de la atmósfera. Tenemos que confiar en las instituciones, y para eso tienen que habernos demostrado que podemos fiarnos de ellas.

El reto de ser racionales - Steven Pinker, psicólogo y escritor
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“Hay un desigual uso de la razón”

Steven Pinker

06:36
Zuberoa Marcos. Steve, en tu libro citas al señor Spock, un personaje de ‘Star Trek’, para hablar de lo que él llama «las emociones ilógicas» que controlan la conducta humana. Me gustaría que nos contaras qué papel tienen las emociones a la hora de decidir de qué nos fiamos y qué información nos creemos, las ideas que aceptamos y las que no.

07:05
Steven Pinker. La razón es un medio para un fin. Ese fin puede ser la verdad objetiva en caso de los científicos o de los periodistas. Pero también puede ser la felicidad, el bienestar, el amor, el estímulo o el disfrute. Y no tiene nada de irracional, porque ser racional es precisamente usar el conocimiento para obtener algo. Y somos humanos, está bien querer alcanzar ciertas metas. ¿Y por qué hablo de Spock? Él se debatía mucho entre sus emociones y la razón. Pues por dos motivos. Uno es que nos proponemos muchos objetivos. Un objetivo sería la alegría inmediata, otro puede ser tener bienestar durante toda nuestra vida. Y, en ocasiones, lo que nos hace sentirnos bien ahora mismo puede no tener el mismo efecto en cinco, diez o veinte años. Te puedes gastar ahora todo tu dinero, puedes arruinar tu reputación, quizás puedas engañar a alguien ahora, pero cuando el secreto salga a la luz, al final terminará igualmente perjudicado. No hay una manera correcta de decidir si es mejor el placer inmediato o el placer a largo plazo. Siempre hay un término medio. No puedo ahorrar toda la vida para para hacer una gran fiesta a los ochenta. Eso tampoco sería racional. Por tanto, busco una solución intermedia para el yo de ahora y el del futuro. Muchas veces la gente pone demasiado énfasis en el yo de ahora sacrificando el yo de después. Esa es una de las formas en las que las emociones pueden contradecir a la razón. Otro motivo sería el conflicto de intereses. Si mi objetivo es conseguir todo lo que quiera, quizás choque con el tuyo, si también es conseguir todo lo que quieras. Sería irracional proponerte quedarme con todo y esperar que tú lo aceptes. A nivel emocional, eso sería lo que yo quiero. Pero tenemos que ser morales, justos y conseguir llegar a un acuerdo que podamos aceptar los dos. Aunque a veces pueda entrar en conflicto con nuestra propia avaricia, nuestros deseos o el sentimiento egoísta que tengamos.

09:22
Zuberoa Marcos. ¿Deberíamos…? En este dilema que comentas entre el pensamiento más emocional y el racional, ¿deberíamos hacer siempre caso a la razón? ¿Deberíamos tener siempre un argumento racional cuando tenemos que tomar una decisión de vital importancia?

09:46
Steven Pinker. Bueno, teniendo en cuenta lo que es la razón, que nos sirve para saber cómo satisfacer nuestras emociones, diría que sí, que hay que ser racional para negociar esos términos medios de los que hablábamos: el placer del presente frente al placer del futuro. Lo que me satisfaga a mí frente a lo que te satisfaga a ti. Todo está anclado a la emoción, pero por eso mismo necesitamos la razón, para encontrar ese punto intermedio entre las emociones. Como dijo un famoso filósofo: «No siempre puedes conseguir lo que quieres».

10:20
Zuberoa Marcos. ¿Atender más a la razón es una destreza que puede ejercitarse o tiene más bien un carácter innato?

10:27
Steven Pinker. Podemos ejercitarla. Sí que es cierto que el nivel de destreza varía entre un individuo y otro, en parte porque es innata, pero no por completo. En la sociedad, hay normas y valores, y también leyes y decretos. De hecho, por eso existe la legislación, para evitar que todo el mundo siga sus impulsos egoístas a costa de perjudicar a otras personas. Idealmente estas surgen de una negociación racional.

10:59
Zuberoa Marcos. Steven, me gustaría cambiar de tema para hablar de tu libro ‘En defensa de la Ilustración’. En él expones que mirar atrás en la historia, nos ayudará a comprender mucho mejor el presente e incluso podremos predecir el futuro. Comentas que la época de la Ilustración fue un momento en la historia muy importante que nos serviría para entender mucho mejor el mundo. Por tanto, me gustaría que nos contaras cuáles son las ideas, los valores y la ética de la Ilustración que te hacen afirmar que esa época nos es tan útil.

11:50
Steven Pinker. Me alegra que plantees la pregunta así, porque cuando defiendo esta época, lo hago por esos ideales, por esas ideas. No significa que hace 250 años hubiese unos ilustres genios que tengamos que venerar y cuyos textos debemos estudiar, porque tuvieran grandes revelaciones o fueran unos visionarios. Eso sería totalmente lo contrario a los ideales de la Ilustración. La Ilustración representaría todos esos ideales, aunque sí es cierto que hubo muchísimos escritores brillantes y que hubo un gran cambio. Pero nos quedamos con esos ideales. Porque los filósofos de las luces también tuvieron ideas disparatadas. No hay que entenderlos como profetas o mesías. Las ideas que yo identifico son: la razón, es decir, hay que pensar con lógica y racionalidad, y no basándonos en escritos, autoridad, carisma o en certezas subjetivas; la ciencia, la aplicación de la razón en el mundo físico; el humanismo, el componente moral o ético, porque si solo nos guiásemos por la ciencia y la razón, pues fabricaríamos bombas cada vez más gordas y formas mejoradas de represión de la población. Pero el humanismo es el sistema de valores que establece que el bien moral más importante es la prosperidad de los seres conscientes, las personas, nosotros, es decir, la salud, la felicidad, la seguridad, los estímulos, los placeres y las interacciones sociales. Si utilizamos la razón en la ciencia con el fin de mejorar la vida de las personas, entonces hablamos de progreso, que sería el cuarto ideal. Razón, ciencia, humanismo y progreso. Este último no es un hecho que se dé en sí mismo, sino que lo buscamos intencionadamente aplicando la razón a la ciencia a fin de mejorar la vida de las personas.

13:58
Zuberoa Marcos. ¿Qué opinas sobre las falacias de apariencia lógica que perjudican el pensamiento crítico?

14:10
Steven Pinker. Una de ellas es la que Amos Tversky y Daniel Kahneman, dos famosos psicólogos pioneros en el estudio del razonamiento humano y la toma de decisiones, denominaron «heurística de disponibilidad». Es como un principio o un punto de referencia de posibilidades que nos marcamos. Consiste en que juzgamos si algo nos parece más o menos común, probable o prevalente por la facilidad con la que encontremos ejemplos en nuestra memoria. Por lo fácil que nos resulte acceder a ellos. Usamos el buscador del cerebro para determinar probabilidades. A veces funciona, porque las cosas que ocurren frecuentemente las recordamos bien. Sin embargo, todo aquello que nos afecte psicológicamente a la manera en que lo percibimos, nos va a llevar a sobrevalorarlo, como el terrorismo. El terrorismo causa muy pocas muertes, pero resuena muchísimo en las noticias. De manera que nos creemos que corremos más peligro ante el terrorismo que frente a los accidentes de coche, los accidentes domésticos, la contaminación, el tabaquismo… La heurística de disponibilidad hace que nos sea más sencillo recordar los atentados terroristas que los accidentes en carretera, que no suelen ser noticia, están muy abajo en las páginas de noticias, y por eso infravaloramos la frecuencia con la que se dan.

15:34
Zuberoa Marcos. ¿Y el sesgo de confirmación?

15:36
Steven Pinker. El sesgo de confirmación es otro caso. A todo el mundo le encanta leer artículos que confirmen su opinión, que le digan que tiene toda la razón. Tanto al individuo mismo como a su congregación, su comunidad, su partido político, su religión, su clase social, su equipo, sus relaciones… Y solemos evitar todo aquello que pueda amenazar ese consenso. Esta es otra gran fuente de error. La gente prefiere quedarse dentro de su burbuja, como se suele decir.

El reto de ser racionales - Steven Pinker, psicólogo y escritor
16:06
Zuberoa Marcos. ¿Podrías ponernos un ejemplo en el que se dé este sesgo de confirmación de manera clara? Has mencionado el terrorismo en la heurística de disponibilidad, ¿cuál sería un buen ejemplo aquí?

16:21
Steven Pinker. Bueno, pues en Estados Unidos, por ejemplo, la derecha está convencida de que las elecciones presidenciales de 2020 fueron amañadas, pese a las pruebas contrarias existentes. Pero es que si restringes tu abanico informativo a los canales de televisión y radio de extrema derecha, el tema está continuamente sobre la mesa. Y pese a que está ya más que demostrado que las elecciones fueron justas, no quieren mirar las pruebas.

16:57
Zuberoa Marcos. Steve, eres defensor del progreso de la humanidad y podría definirte como una persona optimista. Has llevado a cabo un estudio exhaustivo que aclama que el mundo es mucho mejor de lo que nuestras experiencias cotidianas nos hacen creer. Por tanto, me gustaría preguntarte, teniendo en cuenta la época en la que nos ha tocado vivir, si aún tenemos motivos para seguir siendo optimistas con lo que nos aguarda.

17:31
Steven Pinker. Bueno, yo no me definiría como una persona optimista, sino más bien que intento formar mi opinión sobre el mundo basándome en datos más que en periodismo. El periodismo es un muestreo no probabilístico de manual de las peores desgracias que ocurren en un día cualquiera. En parte, porque ya se sabe que el periodismo tiene un sesgo de negatividad. Siempre tenemos más titulares contando malas noticias que buenas. Pero en parte también, como el periodismo se basa en sucesos y acontecimientos, es más probable que algo que ocurre de repente sea malo que bueno. El derrumbe de un edificio, el estallido de una guerra, un desplome de la bolsa… Todo esto es noticia porque ocurre en un día en concreto. Sin embargo, las cosas buenas suelen suceder de manera más gradual, a pequeños percentiles a lo largo del tiempo. Cada año, disminuye la pobreza, hay menos guerras… Pero no se puede marcar el día en que ocurre, y la gente no tiene consciencia de ello. Por tanto, lo que yo intento hacer es presentar gráficas que muestren estas disminuciones de violencia, de pobreza, de enfermedades a lo largo del tiempo, algo que no serías capaz de deducir por los portales de noticias, para explicar que así deberíamos entender el mundo actual. Esto tampoco significa que el mundo mejore constantemente. Eso sería un milagro. Es imposible afirmar que el mundo va siempre a mejor. Somos conscientes de que hay cosas que han empeorado, como la pandemia, la crisis económica de 2007 y 2008. Sin embargo, tenemos que entender estos tropiezos dentro de su contexto de la tendencia, ya que la tendencia es lo que realmente plasma el estado del mundo: lo que va bien, lo que va mal, lo que va mejorando, lo que va empeorando, los países que siguen en paz, no solo los que están en guerra, etcétera.

19:29
Zuberoa Marcos. Has hablado de la pobreza y de la disminución de la violencia. ¿Podrías darnos algún otro ejemplo que nos muestre en qué manera el mundo está mejorando?

19:41
Steven Pinker. Claro. Bueno, la verdad es que la disminución de las guerras es el mayor ejemplo, y el tema de uno de mis libros, ‘Los ángeles que llevamos dentro’. La gente no es consciente de la ausencia de guerra porque no se habla. Sigue habiendo guerras: la guerra en Siria es horrible, y las guerras civiles de Nigeria y Afganistán, por supuesto, y se informa sobre ellas. Sin embargo, la mayoría de las partes del mundo que antes estaban siempre en guerra ahora están prácticamente en paz. En Europa occidental, durante miles de años estallaban dos guerras anuales, y ahora se han reducido a cero desde 1945. El sudeste de Asia. Cuando era pequeño, esta región era sinónimo de guerra. Ahora lleva sin haber una guerra allí más de cuarenta años. Ese es un ejemplo. La pobreza extrema es otro gran ejemplo. Hace doscientos años, el 90 % del mundo vivía en la pobreza extrema. En la actualidad, ya es menos de un 9 % y el número sigue tendiendo a la baja. El alfabetismo. Este antes era un privilegio de la aristocracia, la élite. Ahora la mayoría del mundo sabe leer y escribir. Y la longevidad, lo más importante de todo. En la mayor parte de la historia de la humanidad, la esperanza de vida ha sido de treinta años. En la actualidad, en los países desarrollados es de más de ochenta, como son Europa y América del Norte. En el resto del mundo es de 71. Es la media de toda la población. Es impresionante. Y esos son unos cuantos ejemplos, pero añadiré uno más, que es el ocio. Nuestros ancestros, nuestros tatarabuelos pasaban los días haciendo mantequilla, zurciendo calcetines, arando tierras… El tiempo que pasamos en el trabajo o haciendo tareas de casa se ha reducido drásticamente.

21:36
Zuberoa Marcos. Muchos de los espectadores de estas conversaciones son bastante jóvenes, y estaba pensando en que hablando de lo maravilloso que es que ya no haya tantas guerras, que la pobreza esté descendiendo y que cada vez haya menos analfabetismo, puede que estos temas les resulten algo ajenos a ellos. Y me imagino a estos adolescentes viendo el programa y pensando que les espera un futuro oscuro. ¿Qué les dirías a ellos?

22:13
Steven Pinker. No hay razón para ver oscuridad en el futuro, y menos, ahora que estamos superando una pandemia. Todo puede y debe mejorar: en los países ricos hay menos movilidad social que antes, y pienso que los gobiernos deberían actuar, la vivienda también debería ser más asequible… Pero no hay motivos para que crean que la vida les irá peor que a sus padres, no hay tanto margen de mejora. Estas generaciones probablemente no sean más ricas que sus padres en los países desarrollados. Quizás sí en los países en vías de desarrollo, pero no en países como España o Estados Unidos. No hay razón para pensar que todo irá a peor. El mundo no es lo que te pase a ti. Si te interesa el mundo, tienes que pensar en él como un todo. Si te interesa descubrir lo que nos depara el futuro, tendrás que observar las tendencias que nos han traído hasta aquí, porque nadie puede ver el futuro con una bola de cristal. Hay que observar los procesos, las tendencias. Tenemos que comparar el ahora con cómo era todo hace treinta o cuarenta años. A lo largo de toda mi vida he presenciado varios cambios de los que han disfrutado los más jóvenes y puede que ya ni recuerden. Pues quizás tengamos que recordárselos.

23:40
Zuberoa Marcos. ¿A qué te refieres con «recordárselos»?

23:43
Steven Pinker. Bueno, pues que ahora no es que vivamos más, sino muchísimo más. Tienen acceso a estímulos, medios de entretenimiento, conocimiento, música y películas fantásticas en un pequeño aparato, todo gratis. Pueden hablar por videollamada con quien sea desde cualquier parte del mundo. Cuando yo era joven, una llamada de larga distancia era un lujo. Si hablabas con tu pareja, tenías que controlar la duración de la llamada porque diez minutos al teléfono eran todo el dinero del alquiler. Ahora es gratis. En mi época, todo aquel que iba al dentista volvía con la boca llena de empastes plateados. Ahora apenas hay ya caries. Todo el mundo tiene aire acondicionado en casa, al menos en Estados Unidos. Yo jamás había tenido de eso. Mucha más gente va a la universidad que cuando estudiaba yo. Y no soy tan viejo. Por eso creo que deberíamos recordarle a la gente la enorme cantidad de mejoras que se han conseguido si quieren saber la dirección o la trayectoria del mundo.

El reto de ser racionales - Steven Pinker, psicólogo y escritor
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“El mundo no es lo que te pase a ti, si te interesa el mundo, tienes que pensar en él como un todo”

Steven Pinker

24:49
Zuberoa Marcos. Steve, uno de tus principales temas de investigación es la lingüística. Creo que a veces te refieres al lenguaje como algo que manifiesta nuestras limitaciones, pero que también nos ayuda a escapar de ellas y desarrollarnos como personas para alcanzar nuestro máximo potencial. Me gustaría que nos desarrollaras un poco más este concepto, porque me parece especialmente interesante.

25:20
Steven Pinker. Bueno, si nos remontamos en la historia y observamos nuestra especie, el homo sapiens, el lenguaje es una de nuestras características más peculiares. Somos la única especie con un lenguaje gramatical y simbólico. Otros animales también pueden comunicarse, pero prácticamente mediante emociones. Tenemos la lógica proposicional: esto es causa de esto, alguien le hizo algo a alguien, hay un objeto en cierto lugar. ¿Qué otra especie haría eso? Pero no es lo único que nos caracteriza. También colaboramos entre nosotros muchísimo más que el resto de animales, y no solo con nuestros parientes biológicos, sino también con personas ajenas. Y, por supuesto, somos una especie tecnológicamente mucho más sofisticada que el resto. Por tanto, los humanos tenemos tres características que son bien raras si nos comparamos con el resto de animales. Y no creo que sea coincidencia: tenemos el lenguaje porque tenemos información que compartir, ya sea para construir algo, atrapar algo, curar una enfermedad o criar niños. Negociamos acuerdos sociales. Si tú haces esto por mí, yo haré esto por ti. Y como tenemos algo que compartir, casi siempre conocimiento y acuerdos de colaboración, desarrollamos un medio para hacerlo, el lenguaje. Una vez tenemos el lenguaje, somos más valiosos los unos para los otros, porque significa que la otra persona es una fuente de información. Y, aunque nos den esa información, no dejan de tenerla. Una idea no es como un bocadillo, que si te lo doy, ya no lo tengo yo. Si te doy una idea, ambos la tendremos. Considero que eso es lo que hace del ser humano una especie tan característica. Pero, en nuestras vidas actuales, ¿ sigue siendo el lenguaje un medio para difundir el conocimiento, la verdad y la comprensión del mundo o es una herramienta con la que mentir y manipular? Porque en cuanto comienzas a intercambiar ideas, puedes estar recibiendo algunas erróneas o manipuladas. Pero, junto al lenguaje, existe también una especie de intuición mental que me ayuda a determinar si la otra persona me está mintiendo y engañando o si realmente me dice la verdad. Eso forma parte del uso del lenguaje. Es la principal diferencia entre los humanos y los sistemas de lingüística computacional, que pueden comprender las palabras en su literalidad, pero no detectan la intención de su interlocutor humano. Si seguimos ampliando el concepto, también sería uno de los problemas a los que se enfrenta la sociedad con la divulgación de la desinformación y las noticias falsas. ¿Cuáles son los mecanismos, los filtros, los centinelas que nos sirven para coger la información que otros nos transfieren a través del lenguaje, pero sin que nos engañen?

28:21
Zuberoa Marcos. Justo esa era mi siguiente pregunta. ¿Cómo filtramos esa información para que nos sirva para mejorar y alcanzar nuestro máximo potencial?

28:21
Steven Pinker. Bueno, eso, en realidad, es algo que a casi todo el mundo se le da bien hacer. A prácticamente nadie le están engañando constantemente ni le mienten, porque si ves que alguien no deja de mentirte, terminas por no escucharle. El problema viene cuando hay que aplicarlo a toda la sociedad: al gobierno, a la prensa, a las redes sociales… Ahí es necesario que desarrollemos mecanismos artificiales para poder hacer con la sociedad lo que hacemos automáticamente en la vida diaria. Es decir, intentar distinguir entre quién miente y quién dice la verdad. En la vida diaria, puedes fijarte en si la persona es coherente. Hay un proverbio yidis que dice: «El mentiroso debe tener buena memoria», porque si mientes en algo, puedes contradecirte en otra cosa. No es tarea fácil hacerlo en una sociedad con 300 millones de personas. Es por ello que existen entidades, como el periodismo responsable, que comprueba hechos; la libertad de prensa, de manera que la gente puede expresar su opinión sin que la sancionen o se lo prohíban; la revisión por pares y las pruebas empíricas son muy importantes, porque desarrollan un lenguaje público, sirven para conducir la divulgación de la verdad del mismo modo que hacemos con nuestro uso diario del lenguaje cara a cara.

30:03
Zuberoa Marcos. Steve, la sociedad cada vez se encuentra más polarizada. Y la juventud vive… diría incluso impulsada por la tecnología, la conectividad y los medios audiovisuales. Dentro de este contexto, ¿cuáles serían las reglas de la palabra y el lenguaje?

30:29
Steven Pinker. Bueno, sigue siendo un intercambio de palabras. Aunque ya no sea de la boca al oído, sí que se hace de las manos a los ojos. De hecho, lo que estamos haciendo tú y yo tampoco era factible hace veinte años. Habría sido una entrevista en papel. Como escritor, lo tengo comprobadísimo. Antes la gente me decía que había visto una foto mía en el ‘New York Times’ y que había leído la reseña de mi libro. Ahora me dice que me ha visto en el programa de ‘The Joe Rogan Experience’ o en YouTube. He de decir que, gracias a la electrónica, estamos retomando en ciertos aspectos los medios de comunicación naturales del ser humano, que son la oralidad y la visualización, que no el texto. También puede suscitar ciertos problemas, ya que en un texto podemos pararnos, podemos releerlo varias veces, abrir enlaces, añadir pies de página… También es más sencillo para comprobar hechos, para reflexionar sobre algo. Por tanto habrá que intentar mantener un equilibrio para no volver a la cultura oral plena que se practicaba hace varios siglos.

31:39
Zuberoa Marcos. También se me ha venido esa idea a la mente. Seguro que has escrito ya varias veces sobre ello, y es el hecho de que, sobre todo a los más jóvenes, cada vez les cuesta más escribir, porque están muy acostumbrados a comunicarse a través de emojis y oraciones breves, incluso de una sola palabra. ¿Qué impacto puede tener esto en el lenguaje? Y, sobre todo, ¿qué relevancia tendría en el desarrollo de la humanidad y en esto que tanto caracteriza a la raza humana?

32:12
Steven Pinker. Mencioné este asunto cuando escribí mi manual de estilo, ‘El sentido del estilo’, en el cual intento aplicar la ciencia cognitiva y la psicolingüística al desafío de escribir mejor prosa. Soy consciente de que se dice que si los jóvenes, que si usan emoticonos, que si las formas abreviadas. Puede que esto se diera en la época en la que los mensajes eran muy caros y los teclados muy pequeños. Sin embargo, en la época de los «smartphones» y de la mensajería instantánea, no creo que vaya a derivar en ningún cambio ni en el idioma ni en el alfabetismo. Las personas siempre tenemos varios medios por los que expresarnos mediante el lenguaje, y esto siempre ha sido así. No hablamos igual cuando nos dirigimos a alguien de nuestra familia que cuando hablamos en público, al igual que no usamos el mismo registro para hablar con un desconocido que para escribir un ensayo. Por tanto, que las personas desarrollen una manera de comunicarse por mensaje no quita que luego no sepan cómo escribir una redacción. De hecho, hay estudios que niegan el rumor de que los estudiantes universitarios escriben los trabajos con emojis y abreviaturas: no es cierto. Puedes usar emoticonos y abreviaturas cuando mandes un mensaje, pero no cuando escribes un trabajo para un profesor. La gente es capaz de distinguirlo. Sin embargo, el vídeo… El vídeo es muy barato comparado… Cuando yo estudiaba, que ya teníamos ordenadores, un vídeo ocupaba toda la memoria y no podíamos permitirnos que durara más de unos segundos. Ahora que el almacenamiento es casi ilimitado, hay vídeos por doquier. Lo importante en este caso no es el fácil alcance que tengamos para mandar mensajes o hacer vídeos, sino la calidad de estos, el empeño que le dediquemos a redactar algo cuando se da la ocasión. Está muy bien hacer vídeos y mandar mensajes, pero no debemos olvidar las habilidades que tenemos para expresarnos, ya sea en prosa o en otro medio en el que podamos comprobar hechos y analizarlos a nuestro placer. Podemos utilizar varios medios.

34:38
Zuberoa Marcos. ¿Piensas que el abuso de la oralidad puede afectar a nuestras habilidades de comunicación? De cara a un futuro, quiero decir.

34:55
Steven Pinker. Sí que hay cierto peligro derivado del consumo de vídeos, ya que consumen tanta atención que no dejan espacio para la lectura de textos. Lo primero que digo en mi manual de estilo es que, ya que he escrito un manual de estilo, espero que alguien lo lea y que siga las normas. Pero la verdad es que ni siquiera los buenos escritores leen libros de estilo. Lo que hacen es leer mucho, y todo buen escritor ha invertido horas y horas en leer. A través de la lectura asimilamos nuevas formas de expresarnos, figuras retóricas y vocabulario. Un buen escritor practica la ingeniería inversa cuando lee un buen texto. Lee y se dice: «Me encanta esta prosa, ¿pero por qué? ¿Por qué funciona?». Y se aprende la lección para cuando le toque escribir a él. Si pasáramos menos tiempo leyendo, sí que se vería mermada nuestra escritura. Sin embargo, no es el único problema. Hay otro, que es la especialización en el área de trabajo. Tenemos a académicos escribiendo para otros académicos, empresarios que escriben para otros empresarios, burócratas del gobierno escriben para burócratas. Eso da lugar una escritura terrible. Por eso, antes de insultar a los jóvenes por sus mensajes, los que peor escriben son mis compañeros docentes, pero de lejos. Una de las principales razones es lo que yo llamo en mi manual de estilo «La maldición del conocimiento». Es un fenómeno psicológico que consiste en que, cuando sabemos algo, nos cuesta mucho imaginar cómo lo percibe alguien desconocedor de ese algo. No podemos sacarnos momentáneamente la información de la cabeza para ver qué piensan nuestros lectores, que no saben lo que nosotros sabemos. Damos por hecho que lo evidente para uno es evidente para todos. Esto desemboca en una enorme cantidad de escritos mal formulados llenos de jerga, abreviaturas, omisiones… Una prosa que no entendemos.

37:03
Zuberoa Marcos. ¿Qué papel desempeña la educación en el desarrollo de la sociedad? De manera positiva, digo. ¿Podrías compartir tu opinión sobre ello?

37:17
Steven Pinker. Existen estudios empíricos que permiten predecir qué llevará a sociedades más prósperas: sociedades más ricas, más seguras, más pacíficas. La educación es un buen baremo de predicción. Es decir, a mayor número de gente formada en cierto momento, mayor riqueza, felicidad y paz habrá en esa época. Es un fenómeno conocido. ¿Por qué ocurre? Por muchas razones. Una es por el conocimiento y la sofisticación tecnológica. Para mejorar las infraestructuras de la sociedad, hacen falta personas cualificadas y profesionales que puedan hacerlo. Por otro lado, la educación nos hace ver el mundo desde otras perspectivas. Por ejemplo, nos hace desconfiar de ciertos líderes carismáticos que pueden emocionarnos mucho y calarnos hondo. Entonces pensamos: «Espera, porque a lo largo de la historia ha habido muchos líderes así que han llevado a sus países al desastre». Nos pueden hablar de una cura milagrosa y pensar: «¿Pero está respaldada por la ciencia? Tal vez debería optar por algo que tenga más probabilidades de curar mi enfermedad y no por este aceite o brebaje de serpiente». Hay infinidad de maneras en que la educación puede hacer nuestra vida mejor.

38:34
Zuberoa Marcos. Steve, me encantaría poder seguir charlando contigo más rato, pero tengo que concluir aquí la entrevista. De nuevo, muchas gracias por dedicar parte de tu tiempo a estar hoy con nosotros.

38:48
Steven Pinker. Ha sido un placer. Muchas gracias por la conversación.