¿Qué puede enseñarnos un director de orquesta?
Benjamin Zander
¿Qué puede enseñarnos un director de orquesta?
Benjamin Zander
Director de orquesta
Creando oportunidades
“Dirigir una orquesta es una buena metáfora para la vida”
Benjamin Zander Director de orquesta
Cómo puede un profesor cambiar la vida de un niño
Benjamin Zander Director de orquesta
Benjamin Zander
Realizó su primera composición con tan solo nueve años. Hoy, el octogenario Benjamin Zander, está considerado uno de los directores de orquesta más prestigiosos del mundo y el mayor especialista en la obra de Gustav Mahler. Fue discípulo de Benjamin Britten, Imogen Holst y del violonchelista español Gaspar Cassadó. Aunque Zander se ha convertido en un maestro con identidad propia, convencido de que “la música trata sobre el amor, sobre la expresión, sobre la libertad, sobre la alegría”. Por eso antes de elevar su batuta, antes de cada concierto, da una charla a la audiencia en la que comparte las historias que se esconden detrás de las composiciones y en las que, además, transmite su amor por la música. “La música clásica eleva al ser humano para ser la mejor versión de sí mismo”, asegura.
Actualmente dirige la Orquesta Filarmónica de Boston y su filial juvenil. Músicos a los que inculca su pedagogía: “La técnica no es el objetivo final, el objetivo final es el amor, es la expresión, la comunicación, el contacto, la comunidad”. El músico inglés es también autor de varios libros entre los que destaca el superventas ‘El arte de lo posible’.
¿Cuál sería la última pieza que le gustaría dirigir? En la respuesta de Benjamin Zander se resume su pasión como una actitud ante la vida: "La ‘Novena Sinfonía de Mahler’, porque es una despedida que expresa la gratitud por estar vivo”.
Transcripción
Quizá, por eso con 15 años me fui a Italia. Dejé el colegio y me fui a Italia a estudiar violonchelo con un gran profesor de Barcelona, Casado. Era un gran violonchelista, el mejor que el mundo ha conocido. Me aceptó en sus clases y con 15 años me fui a Florencia, donde estudié cinco años con él y no fui a la escuela. Estaba haciendo algo muy raro porque la mayoría de la gente va al colegio, luego a la universidad, después se gradúan, después consiguen un trabajo y después mueren. Suele ser el camino.Pero no, yo tenía 15 años, vivía solo en Florencia y viajaba por Europa con este gran profesor de violonchelo, así que… Crecí en entorno repleto de posibilidades, buscando un camino poco común. Creo que eso afectó a todo mi desarrollo y me hizo muy abierto. Y estaba esa atmósfera… conoces a Sir Ken Robinson, a quien ya entrevistasteis y a quien yo adoro, que cuenta esta maravillosa historia sobre una niña pequeña, no sé si él contó esta historia en vuestro programa; la niña estaba dibujando y su profesora le dijo que era hora de terminar. Y ella le dijo: “Pero no he terminado”. La profesora le contestó: “Ha terminado la clase, tienes que acabar”. “¡Pero no he acabado!”. Y la profesora preguntó: “¿Pero qué estás dibujando?”. Ella contestó: “A Dios”. La profesora le dijo: “Nadie sabe cómo es Dios”, y la niña le dijo: “¡Lo sabrán enseguida!”. Esa es la historia perfecta. No pasa nada si la profesora dice: “Se ha acabado la clase, tenemos que parar”. Es lo normal, ¿no? Le pagan por hacer su trabajo y por mantener un horario. Pero a veces se necesita más para llegar a ese momento del descubrimiento. La niña quería terminar su dibujo de Dios para que todo el mundo supiera cómo era. Son dos mundos distintos . No quiero menospreciar al primero, pero el deseo de estar en ese otro mundo, un mundo lleno de posibilidades, es algo que siente todo el mundo, lo siente todo el mundo, pero no lo ven tan natural porque trabajan en una mina, o en un banco, o tienen un trabajo que no les permite desviarse del camino.
Pero una de las cosas que más me gustan y una de mis reglas, es que puedes atraer a la gente a este mundo donde puedes dibujar a Dios y que puede tener muchas formas. Pero yo intento inclinarme hacia esas oportunidades, hacia esas ideas y sentimientos que atraen a la gente. Por supuesto, la música es una forma muy poderosa de atraer a la gente hacia ese mundo.
Con las relaciones pasa lo mismo. . Si conoces a alguien nuevo, enseguida les pones una nota, un seis. Si vas a una cita con alguien y piensas: “Es un seis”, y si dicen algo que tú crees que no es muy inteligente bajan a un cinco. O si dicen algo y te asombras. Los mides y juzgas constantemente, y los comparas, los comparamos todo el rato. Pero en un mundo lleno de posibilidades, no hay cabida para la comparación. No la hay. Hay una historia preciosa de dos caballeros sentados en la terraza de un pub, uno le dice al otro: “¿Cómo está tu mujer?”. Y se hace un largo silencio mientras ven el atardecer y fuman de su pipa. Y entonces el otro contesta: “¿Comparado con qué?”. ¡No lo ha entendido! No se trataba de comparar, sino de relaciones. “Cuando preguntas ¿Cómo está tu mujer?” no quieresuna evaluación, ni un informe médico. Lo que quiero saber cómo te va la vida. Decirte que estoy feliz de estar contigo, que estamos ante un paisaje precioso. Es sobre comunicarnos. Así que, si pensamos en toda la comunicación como si fuera, esencialmente, educación, y en la educación como si fuera comunicación y relaciones, cambiarían muchas cosas. Sir Ken Robinson fue una de las personas que lo señaló, y lo hizo de forma brillante y efectiva. En el mundo de la música… creo que la música es un idioma del alma muy poderoso. Y es algo a lo que responden todas las personas del mundo, sin excepción. Si hago esto. Se te ilumina la cara inmediatamente, los ojos, no puedes estar triste al escucharlo.
Y si lo haces con toda tu energía, entusiasmo, alegría, amor, compromiso, todo el mundo recibirá ese mensaje. Ahora, si por otra parte, estás en un funeral y quieres darle tu adiós a un ser querido. Y haces… Inmediatamente te desplazas a otro mundo, al mundo de la devoción, el respeto, la tristeza y la pérdida. Todo el mundo siente la pérdida. Es algo increíble de la música, porque no entendemos del todo cómo funciona, pero tenemos algunas nociones. Así que si coges la pieza por la que soy conocido, la pieza de Chopin que toqué en una TED Talk. No tardaré mucho, deja que te lo enseñe. Empiezas en esta nota, pero aún no nos dice nada. ¿Verdad? Hay expectación. Ahora. Y después. Esto levanta el espíritu, inspira al alma, y por debajo de este acorde pones… Y ya te sientes triste por la pérdida otra vez. Simplemente añadiendo una nota. Porque el “si” ya es triste. Pero esto incluso lo hace más triste. Y ahora, invitas al oyente, no importa que sea una anciana que perdió a su marido hace 10 años, lo recuerda. Todo esto es gracias a cuatro notas “si”. Pero a su tiempo. La armonía es crucial. Y entonces… Y después… Puedes crear todo un mundo de emoción, de tristeza, de pérdida, de anhelo, de nostalgia, de amor… De todas esas emociones, y todas las personas del mundo lo sentirán.
Es muy rico, expresa muchas cosas. Sentimientos adultos. Así que Beethoven cogió estas pocas notas y creó algo tan simple que todos los niños pueden tocarlo, se conoce en todo el mundo y representa a toda la humanidad. Alle menschen werden bruder, los hombres volverán a ser hermanos. Trata sobre el dolor de un hombre al final de su vida, enfrentándose a la muerte tras haber sufrido y queriendo compartir su experiencia. La música puede hacer eso, es increíble. Es un idioma increíble. No entendemos completamente cómo funciona, pero siempre funciona.
Cuando vamos de gira mando a los niños a la calle con los instrumentos para que toquen y atraigan a la gente. Es como cualquier otra cosa, si te apasiona y te encanta, quieres compartirlo. Y la energía para hacerlo, el coraje para hacerlo y la voluntad para hacer un esfuerzo extra. Es algo que nos motiva y nos inspira.
Es muy lento, Adagio Molto, muy despacio. Pero si entiendes lo que quería poner Beethoven, quería poner 30. Él no se refería a… Sino a…
Y así consigues…
Es una canción maravillosa… Cuando llegas a este pasaje… Suena tan bello. Eso es lo que él quería. Y si sabes esto, y se lo quieres transmitir a los músicos de tu orquesta, y se lo cuentas, y te emocionas. Y nadie lo había escuchado así antes. Se lo cuentas a la audiencia y lo sienten. Es una canción de amor. Hace…
Y en este disco, estoy muy orgulloso de él, porque en este disco está todo lo que Beethoven quería está aquí, y con la explicación incluida. Lo expliqué.
"Creo en la música sin fronteras, no creo que la música clásica sea para cierta gente, y no para otra"
Había 2.000 hombres en este campo, puedes imaginarte el estado de ánimo. Quiero decir… Una desolación terrible. La gente miraba hacia la alambrada sin esperanza, y se preocupaban por sus familias. Mi padre miró a su alrededor y dijo: “Aquí hay mucha gente inteligente, deberíamos tener una universidad”. Así que empezó una universidad donde impartían 40 clases cada semana. 40 clases sin pizarras ni libros. Ese es un estado mental llamado posibilidad. Y yo hago todo lo que puedo para vivir siempre con ese estado de ánimo e intento animar a la gente a que se una a mí. A veces es una locura, un poco irracional, pero ser un poco irracional es algo bueno porque hace que dejes de guiarte solo por la razón. Y la música… Y te lleva al cielo, yo no sé lo que es, pero es lo más cercano al cielo que puedo estar. Entonces… Tengo que explicar esto, ¿puedo contar una cosa muy emocionante? La siguiente sección, esta sección, usa un compás diferente. Sí. Suena así. Aquí pone 63, pero en el pasaje anterior ponía 60. En uno pone Adagio Molto, lo que significa que va muy despacio, y después pone Andante, que significa andando, ¿cómo puede ser? La respuesta es que Beethoven no quería poner 60, quería poner 30. Así que vamos desde esto, muy despacio, hasta… Ahora entiendo lo que quería Beethoven…
Si mantienes una mentalidad abierta y te preguntas cosas, y recoges toda la información que puedas conseguir, toda la que esté disponible, podrás entenderlo. A mí me llevó mucho tiempo, casi toda una vida, trabajar en esta pieza, pero me siento muy satisfecho, muy feliz. Durante la grabación, de este álbum, durante la sesión de grabación, aquí está la orquesta y los 46 micrófonos, y aquí arriba está Beethoven, en el palco de aquí. Y no paraba de mirarlo.
Así que constantemente me sentía como un sirviente, eso es lo que somos, somos sirvientes del compositor. Lo hacemos lo mejor que podemos poniendo nuestra inteligencia, conocimiento, entendimiento, pasión y amor para satisfacer al compositor. A menudo, lo que evita que alguien esté completamente entregado a la música es algo psicológico, algo que se interpone en el camino de la relación con la audiencia, con el instrumento o consigo mismos.
Muchos músicos, en particular los jóvenes, están tan preocupados por el fracaso o por la competencia. Les ponen ansiosos las notas, los exámenes y la competencia. Por eso pongo un 10 por adelantado, porque al ponerles un 10 por adelantado se relajan y puedes hablar con la mejor versión de esa persona. La única forma de entenderse con ellos completamente es con un 10, y como siempre dice Ros, mi compañera: “Solo cuando le pones un 10 a alguien puedes decirle la verdad”, porque si le has puesto un 10 a alguien, en el fondo hay una conversación con respeto, entendimiento, amor, y deseo de lograr lo mejor. Entonces podrás decirle la verdad y ser completamente sincero.
Es un entorno precioso, tuve una magnífica conversación con Mandela… Cuando lo conocí por primera vez me emocioné mucho, veneraba a ese hombre y lo conocí en el Foro Económico Mundial, me lo presentaron y le dije: “Es un honor conocerle, quiero decirle que es usted el primer líder de la sinfonía”. Dijo: “¿Qué es eso?”. Y le dije: “Sin-fonía. Sin-fonía, sonar juntos, todos los instrumentos, es una sinfonía. No enfrentó a una parte contra la otra, sino que escuchó a todos y creó una sinfonía”. Sonrió ampliamente y dijo: “Me gusta, me gusta”. Y es precioso, la idea de una sinfonía es el sonido de todas las voces, y significa que no están solo los mejores músicos, no solo los más grandes, sino todos. Están todos. Y aunque sea muy difícil para ellos, por muchas dificultades que encuentren. Creo que le debemos mucho amor a las personas que lo pasan mal, más energía, más tiempo que a aquellos que lo tienen fácil, pero nos olvidamos.
Hago muchas cosas. Hago algo muy curioso, pongo un trozo de papel en el atril de cada músico, así, en blanco. Se llama “La hoja en blanco”, y le digo a los músicos: “Contad lo que queráis, escribid lo que queráis. Si hay algo que no os guste, que no entendáis o que no vaya bien, escribidlo”. Y lo hacen.
Bueno, eso fue hace 15 o 17 años, dejé de hacer ruidos porque me lo enseñaron, ¿por qué los músicos no pueden enseñar al líder? Todo el mundo tiene un mentor: Pavarotti tuvo un mentor, Michael Jordan tuvo un mentor. ¿Por qué los directores no vamos a poder tener un mentor? Todos deberíamos tener uno.
Y si alguien tiene algo valioso que ofrecer… porque lo que sucede es que normalmente el director está aquí y los músicos se sientan aquí abajo. Esto crea contacto visual, hace que seamos iguales. Tenemos papeles diferentes, pero somos iguales. A veces, los niños del final de la sección del segundo violín, de los más jóvenes, escriben algo en el papel en blanco sobre la música, sobre su experiencia, sobre algo que he hecho o quizá solo ponen que se lo han pasado muy bien.
No importa, hay una relación. Hay una relación.
Bien, es correcto. Debes tener una visión. La hermosa pieza de música que nos encanta, de Beethoven, de Mahler o de quien sea, nos empuja a ser mejores. Porque incluso cuando la gente está conduciendo por la autopista, se comporta tan mal como quiere. Se cortan el paso, adelantan, se comportan inadecuadamente.
Si se meten en un túnel, de pronto se comportan adecuadamente. ¿Por qué? Porque todos quieren pasar por el túnel y si no se comportan no lo conseguirán. Así que la gente se comporta de forma diferente al llegar al túnel: dejan pasar a los coches… Así que el túnel es como una visión, es algo sobre lo que todos nos hemos puesto de acuerdo. Es algo en lo que todos nos unimos. Por eso cada organización y cada empresa debe tener una visión.
Incluso las familias, porque si hay una visión en la que podemos centrarnos… La Filarmónica de Boston tiene una visión de hacer música con pasión y sin fronteras. Esa es nuestra visión, ¿vale? Nos apasiona hacer música. Es lo que hacemos. Y sin fronteras significa que no pensamos que esta música sea para cierta gente, y no para otra. Eso nos guía y nos permite hacer todo tipo de cosas inusuales, como dar entradas gratis a los ancianos de las residencias.
Para que sea algo que marque la diferencia en todo el mundo, para todas las personas. Tienes que decir: “Tengo un sueño”. Si tienes algo que todas las personas de una empresa o en un grupo, o en cualquier cosa que quieras, pueden compartir… tendrás que darte cuenta de que, como en una orquesta, suena mejor si todo el mundo toca a la vez. Esa es la sinfonía. Es el sonido de todas las voces en conjunto. Eso no significa que estén tocando lo mismo. Quiero enseñarte este pasaje maravilloso de la Quinta Sinfonía de Mahler. Y la flauta, cuatro flautas hacen… Y el oboe hace… Y el clarinete… Pero los violonchelos hacen… Todo a la vez. Lo llamo el contrapunto emocional. Cuando músicos diferentes tocas cosas diferentes…
Es como un drama. La gente tiene cosas diferentes que decir, no todo el mundo tiene que conformarse. Es cuestión de expresarse completamente y permitirles ser parte del grupo. El director es el que permite que todo eso pase sin que haya fuerzas destructivas. Si alguien toca demasiado alto y no deja que el resto de voces se oigan, el director debe decir: “Más bajo aquí, escucha esto, oímos a aquellos, no oigo a los de allá”. Darse cuenta de que los músicos van a tocar y tocan así…
De la forma más efectiva que pueden. El director debe hacerse cargo de que todas las personas de la familia tengan una voz. Es como una familia, y es uno de los placeres de la vida. Todo el mundo que forma parte de una gran familia sabe lo que se siente cuando cada uno se expresa, cuando todos tienen voz. Es algo maravilloso, no siempre ocurre.
Muchas veces las personas son crueles, egoístas, o simplemente no prestan atención o no se les dirige bien. En una buena familia, los padres permiten que todo el mundo se exprese, que sean todo lo que pueden ser y prestan atención a todos. Tener todo eso es una de las mejores cosas de la vida.
Deja que te cuente una historia de un filósofo chino, Lao-Tse. Dijo algo muy bonito: “Debido a un gran amor, uno es valiente”. Pensé sobre ello durante un momento: “Debido al gran amor amor, somos valientes”. Y vino a mi cabeza la imagen de una madre joven con su hijo, y este hijo está en un edificio en llamas. El edificio está en llamas, ¿qué hará la madre? No hay ninguna duda, no titubea, la madre corre hacia el edificio. ¿Qué hace que entre al edificio?
Por ese motivo pongo estas explicaciones en los discos, por eso doy una charla a la audiencia antes de cada concierto, es lo que yo hago. Pero ahora veo a mucha gente buscando otros medios, grandes profesores de música, que usan la televisión, que usan los medios. El interés en la música no está decayendo, está aumentando. Hay muchas más personas que la escuchan. Hay 30 millones de pianistas en China, 30 millones de pianistas. 10 millones de violinistas. Vamos, vivimos en un mundo donde la música está expandiéndose.
Y cuando quieren vender algo en televisión que es muy caro, usan música clásica. A la gente le gusta la música clásica porque levanta el ánimo. La música pop es genial, está bien para que los niños salgan ilesos de la pubertad, pero no inspira. No hace que te sientas…
Transmite algo, levanta el ánimo, eleva al ser humano para ser la mejor versión de sí mismo. La música siempre lo hará…
El sufrimiento, la rabia. Y por último… Es el camino desde la oscuridad hasta la luz. Desde las dificultades hasta el éxito. Desde la rabia hasta el triunfo. Ese es el camino de la capacidad humana que se expresa mediante la música clásica de muchas formas diferentes.
Y cuando la gente joven se da cuenta de que tiene esa capacidad y se dan cuenta del cambio que pueden provocar en las vidas de las personas que les rodean, también en el mundo de los adultos. Porque muchos niños piensan que no pueden cambiar nada del mundo de los adultos, pero mis niños, los niños de mi entorno, han provocado un impacto muy grande en las vidas de sus padres, de sus profesores, de su comunidad… Lo que hacen es increíble. Cuando dan un concierto y viajan por toda Europa dando conciertos, la gente los mira y piensa: “¿Quiénes son estos niños?”. Andan con espíritu y amor, llenos de alegría. Son líderes y les entrenamos para ello, no les entrenamos para que toquen el violín. El violín es un instrumento. La técnica no es el objetivo final, el objetivo final es el amor, es la expresión, la comunicación, el contacto, la comunidad.
Cuando era pequeño, 80 años me parecía muy viejo. Parecía increíble que pudieran moverse. Pero ahora, con 80, me siento genial. Estoy perfectamente y, de alguna manera, me siento mejor que nunca. Entonces, la pregunta es: “¿Cómo vas a aprovecharlo?”. Y la respuesta es: “Quiero que todo el mundo reciba este mensaje: vivimos en una época maravillosa, es la era de las posibilidades”. Internet nos permite conectarnos y por eso no me preocupa la educación musical.
"Creo que la música es algo tan esencial como la comida"
Quiero decir, me gustaría que la gente… mi deseo es que la gente dijera: “Entiendo por qué es importante que en la escuela haya educación musical”. Ya sabes, Platón dijo: “Solo hay tres elementos esenciales en la educación: deporte para el cuerpo, lógica, matemáticas para la mente y música para el alma”. Y eso fue hace 3.000 años. Así que no ha cambiado nada, sigue siendo verdad, aunque a la gente se le olvide y crea que es más importante destacar, sacar buenas notas y esforzarse al máximo para poder conseguir un buen trabajo. Muy bien, es cierto. Pero no olvides…
O simplemente… Disfrutar de eso, es el sentido de la vida. Nietzsche dijo que la vida sin música es un error. No. Quiero decir, nadie puede imaginarse la vida sin música. Necesitas la música. Imagínate una película sin música. Ni siquiera puedes ver las noticias de la mañana sin música. Está en todas partes. La música puede usarse para todo. Puede usarse para entretener, en la publicidad, pero está en todos los eventos importantes.
En el funeral de la Princesa Diana, donde todo el mundo lloraba la pérdida de esta preciosa y joven mujer, la música que se tocó se volvió famosa en todo el mundo. Todo el mundo la conocía. La Variación Nimrod de las Variaciones Enigma de Elgar. Hay música en todos los eventos importantes, imagínate una boda sin música. Imagínate un funeral sin música.
Incluso cantan canciones en los partidos de fútbol. Es precioso. Aquí no lo hacen tanto, pero en Inglaterra, en cada partido, todo el equipo tiene una canción fantástica. La música es una expresión básica del ser humano. Apareció antes que el lenguaje, mucho antes. Yo creo que incluso que incluso podemos sentirla en el vientre materno. Muchas madres pasan horas escuchando música cuando están embarazadas. Creo que es algo tan esencial como la comida.
Es preciosa.