AmplificARTE, música para el bienestar emocional

Andrés Recio. Hola, Sandra. Mi nombre es Andrés Recio. Llevo, más o menos, toda la vida en la música, trabajando con artistas, productores… He tenido la oportunidad de trabajar con artistas como Juanes, Ricky Martin, Julio Iglesias, Nelly Furtado, Alessia Cara, el maestro Sergio George… Pero el que ha sido determinante en mi vida ha sido el maestro Julio Reyes Copello, con el que hemos podido realizar muchos sueños, ya que nos conocimos en la universidad, cuando él era mi maestro y yo su alumno.

Sandra Camós. Bueno, yo soy Sandra Camós, directora del área educativa de Fundación Princesa de Girona. Soy una apasionada de la educación y mi trabajo consiste en diseñar e implementar programas que impulsen la transformación educativa, poniendo el foco en algo que nos parece clave para esa transformación: los jóvenes docentes. Y gracias a estar vinculada a la educación, nos conocimos, pero nos conocimos de una manera muy casual y fortuita. Recuerdo los ojos del maestro, que se pusieron en grande, y dijo: «Guau». Hacía poco más de diez días, nosotros… Con nuestro programa de «Generación Docentes», que lo que hace es acompañar en el desarrollo profesional de futuros maestros y maestras de Educación Infantil y Primaria. En el marco de su proceso formativo, tenemos un laboratorio de innovación educativa y acabábamos de lanzarles el reto de: «Oye, ¿y si pudiéramos utilizar la música para trabajar y promover el bienestar emocional, los valores y las competencias en las aulas y en otros contextos educativos?». Y a mí me gustaría, Andrés, que me digas por qué alguien como vosotros, que os dedicáis de pleno a la industria musical, que trabajáis con artistas muy grandes, consagrados, pero también con artistas emergentes. ¿Por qué alguien como el maestro Julio Reyes Copello, como Andrés Recio y como todo el equipo de Art House Academy decide cocrear con nosotros «AmplificARTE»?

Andrés Recio. Sandra, qué bonito que cuentes esa historia y que la recuerdes así de bien como la recordamos nosotros. Mis padres son educadores, han sido educadores toda la vida. Mi papá es Ph. D. en Educación Superior y mi madre ha escrito libros de Biología y Química. La educación estaba dentro de nosotros. Y nuestro sueño siempre era: ¿cómo podíamos nosotros reducir esa brecha que hay entre el proceso educativo y la realidad de la industria? Para nosotros, la conexión directa siempre era poderle llegar a los jóvenes para los cuales la música está siendo creada. Teníamos el sueño de poder llevar la música a los jóvenes, a los colegios y a las universidades. Siempre habíamos pensado que, dentro de la música popular, en los últimos años, se había reducido a un solo sector de las emociones. Y sabíamos que el espectro era gigante. Y para eso, queríamos poderle ofrecer variedad a los estudiantes y saber que la música sí es un canal de conexión increíble y que se podía utilizar de muchas maneras distintas, además del entretenimiento. Claro, nada de esto hubiera sido posible sin nosotros haber podido tener el liderazgo de una persona como Julio Reyes Copello, que es el productor más nominado en la historia de la música latina y alguien que representa la credibilidad, alguien que ha ganado más de 16 Grammys, siete veces nominado a Productor del Año, ganador de Productor del Año… Y que si nosotros no hubiéramos tenido ese personaje con el cual nosotros contamos para sentar las bases de por qué la música debe ser este canal de conexión en la aulas…

Lo que él representa dentro del arte era fundamental. Toda su misión y toda su filosofía era clave. Hace un poco más de tres años, tuvimos la oportunidad de que el maestro visitara el Vaticano en una reunión que el papa Francisco congregó para llamar a creadores de diferentes partes del arte del mundo para entender la responsabilidad que tienen los que estamos en el mundo del entretenimiento de ser las voces de la cultura popular alrededor del mundo. Y en ese momento, el papa Francisco le dijo al maestro Julio Reyes Copello una frase que se volvió nuestro mantra: «Los artistas son mensajeros de la belleza y, cada día, la única función que deben tener, y que debemos tener los que nos dedicamos al arte, es levantarnos a tratar de compartir nuestra mejor versión de la belleza». Y cuando entendimos eso, y el maestro llegó con esa frase, como que todo se aclaró, todo se simplificó. El saber que no tenemos que hacer grandes cosas, sino hacer nuestra versión de la belleza con el mayor amor que nosotros podamos hacerlo cada día.

Sandra Camós. Y trasladado al ámbito de la educación, es muy importante identificar canciones con mensajes inspiradores, con mensajes bellos que te pudieran inspirar para ser mejor, para trabajar tus emociones, etc. Porque es verdad que hay muchos tipos de música para todos los momentos, pero si queríamos hacer un programa educativo, teníamos muy claro que queríamos letras bellas. Por eso, me gustaría que contaras, Andrés, ¿qué es para ti «AmplificARTE»?

Andrés Recio. Mira, «AmplificARTE» es, primero que todo, un sueño hecho realidad, porque es increíble que se hayan podido juntar las visiones y la misión que teníamos cada uno desde donde estábamos trabajando. Ustedes desarrollando el talento que va a educar a nuestros jóvenes y nosotros ayudando a desarrollar a artistas, que son los encargados de poder comunicar las emociones en la forma en que los jóvenes hoy las están sintiendo. Como decías tú, en esta pandemia silenciosa que estamos viviendo de la salud emocional y los problemas de salud mental, encontramos que en el programa de «AmplificARTE» existía la oportunidad de poder trabajar la música en un proceso educativo para trabajar esta salud mental, trabajar las emociones, permitirle a los jóvenes encontrar una vía para sentirse libres de poder expresar sus emociones, saber que hay jóvenes de su misma edad que están sintiendo exactamente lo que ellos están viviendo y que está bien poder expresarlo. Y ver que esto se ha convertido en un espacio real para que los artistas que tienen ese objetivo, esa misión en la vida de poder comunicar su alta y conectar con los jóvenes y que los jóvenes puedan recibir de estos artistas, que tienen esta oportunidad de ser libres en expresar lo que ellos sienten y poner en la música sus emociones.

Así como los ha curado a ellos, y ellos utilizan la música de los artistas para curar muchas de las situaciones por las cuales están pasando, hemos tenido la fortuna de que, a través del programa que ustedes… Que hemos estado trabajando juntos, donde estos educadores han podido utilizar las canciones analizando cada uno desde diferentes disciplinas las emociones. Y que esta metodología sea realmente útil para que el joven, dentro del aula y con sus maestros, pueda también abrirse, saber que está bien sentir, saber que todas las emociones son válidas y que podemos utilizar la música para trabajarlas y, de pronto, sanarnos. Nosotros en ese momento estábamos en nuestra primera generación de Art House Academy. Tuvimos la fortuna de empezar con cinco artistas: Teo Bok, Paola Guanche, Ela Taubert, Riza, Joaquina y Juliana Velásquez. Vaya a acotar que de esos cinco artistas, esos seis artistas con los que empezamos, tres de ellos ya han sido nominados a Mejor Nuevo Artista en los Grammy Latinos y es la primera vez que una institución educativa ha ganado dos años consecutivos a Mejor Nuevo Artista en los Grammy Latinos. Ganamos en el 2023 con Joaquina. Ella acababa de llegar de hacer el Tour del Talento con los otros cinco artistas. Y tuvimos, ahorita en el 2024, la oportunidad de ganar con Ela Taubert. Pero quisiera que nos contaras… Porque para nosotros fue increíble cuando nosotros te enviamos la canción de «Rabia» y tú volviste a nosotros con un análisis increíble de la canción.

Sandra Camós. Fíjate, me acabas de hablar de «Rabia» y la semana pasada me llegó una anécdota… Yo voy recopilando anécdotas de qué está pasando en los centros educativos, en las facultades de Educación y las universidades que están aplicando la metodología. Me llamó la responsable de un grupo que había trabajado justo la canción de «Rabia» para contarme algo que había pasado y que les había impresionado mucho. Me dijo: «Tenemos una alumna en clase, de 14 o 15 años, que a veces me cuesta un poco gestionarla porque siempre está enfadada, siempre está protestando, pero ya no es con el profesorado, sino con sus compañeros de clase. Trabajamos la canción de “Rabia” y uno de los ejercicios era identificar, que ellos identificaran, qué les ocasionaba rabia en su día a día. Entonces, a la hora de compartir…». Los niños son libres de compartir o no lo que han anotado en… Las reflexiones sobre el mensaje de la canción. Esta niña levantó la mano y dijo: «A mí me produce mucha rabia que una persona a la que yo amo mucho…». Y podéis imaginar quién puede ser, pero voy a dar pocos detalles. «Suele criticar a otra persona a quien yo amo mucho. Esto me inunda de rabia, me hace que viva bloqueada en la rabia y que proyecte mi rabia en los demás». Justo en la metodología que trabajamos en el aula, nos gusta proporcionar siempre alguna herramienta que nos sirva para gestionar algún tipo de emoción o situación. Y en la canción de Joaquina, en todo el material didáctico a disposición del docente para trabajar «Rabia», tenemos una herramienta a la que llamamos DESC y que nos sirve para aprender a ser asertivos.

DESC significa: describe la situación que has vivido de una forma totalmente imparcial. La E significa qué emoción te ha hecho sentir esa situación. La S es sugerir un cambio y la C es qué consecuencia acarrea todo eso si yo aplico ese cambio. Te voy a poner un ejemplo. En el caso de esta niña, lo que hicimos fue animarla a hacer este ejercicio. Hay dos formas de proceder cuando algo te ha generado rabia. Una es: «Estoy harta de que me hables mal o de que critiques a esa persona que quiero». Eso genera rabia. O tú puedes decir: «Mira, aquello que me dijiste ayer me hizo sentir rabia y me hizo sentir mal». Estás aquí diciendo la emoción que sentiste. «Te pido, por favor, que dejes de hablarme mal de esa persona a quien yo quiero, porque así tu relación y la mía podrá seguir siendo positiva». Entonces, aquí se nos ocurrió, como cada canción nos sugería infinidad de ideas, ordenar esas ideas y crear esa metodología. Una metodología que, al final, es un viaje a través de la canción. Cada canción nos cuenta una historia, una historia con uno o varios protagonistas, y lo que hacemos es, sobre todo, analizar qué siente el protagonista de esa canción, por qué lo siente y qué puede hacer con aquello que siente.

Al final es etiquetar las emociones: qué siente, consciencia emocional, por qué lo siente, trabajar qué está pasando… Muchas veces yo no puedo controlar lo que me está pasando porque me viene dado, me viene un apagón, viene una crisis, una enfermedad… Pero sí puedo gestionar aquello que me está pasando, puedo controlar el cómo vivo eso y de eso va «AmplificARTE». Entonces, en ese viaje, empezamos, queríamos y teníamos muy claro que queríamos también trabajar la cultura musical. Por eso, en ese viaje a través de la canción, la primera parada de ese viaje es «Descubriendo al artista». Para luego pasar al segundo bloque y el tercer bloque, o paradas de este viaje, que para mí son casi los más importantes, en los que en este segundo viaje, que es «Emociónate con la canción», promovemos el parar y el escuchar activamente la canción para efectivamente subrayar esas palabras que me llaman la atención, esas frases que me inspiran, esas frases que me hacen pensar… Porque, a veces, tenemos… Por ejemplo, fue otra canción, la de Ela Taubert de «Crecer».

Andrés Recio. Sí, exactamente.

Sandra Camós. «Me encierro en mi habitación y quiero parar de hacerme la fuerte». Recuerdo que una adolescente subrayó esa frase: «Parar de hacerme la fuerte». Y me vino, y me acuerdo de la adolescente porque era mi hija, que fue conejilla de indias, y me dijo: «Mamá, es que yo a veces me hago la fuerte y no me muestro vulnerable». Pero subrayar esas frases para aprender, para alfabetizarnos emocionalmente, aprender el lenguaje de las emociones y entender qué está pasando. Pero es que luego ya… No saben… Ya pasamos a la tercera parada de ese viaje que es «Stop and Think», que es… Bueno, muy bien. Eso que le pasa a ese protagonista de la canción, eso me pasa a mí. A veces, me siento perdido, me siento con rabia, me siento comparándome en redes sociales… Tenemos esa canción también de Joaquina, «Niñas de Instagram». Y allí entramos… Es nuestro «momentum» para proporcionar a quién esté trabajando la metodología un recurso para gestionar esa situación, para gestionar ese «Parar de hacerme la fuerte», para gestionar ese miedo, esas ganas de gustar a todo el mundo… Y una vez hemos pasado por todo este viaje, hacemos una parada de reflexión sobre lo aprendido. Y aquí aprovechamos para trabajar también habilidades que consideramos que son claves como la creatividad, el pensamiento crítico, la tecnología… Y ¿qué hacemos? Pues sugerimos a quien está trabajando la canción que haga, siempre muy abierto, un «collage», por ejemplo, de los principales aprendizajes de la canción, que haga una estrofa nueva de la canción con sus aprendizajes o que cree un «pitch» motivacional sobre todo aquello que ha aprendido.

Y este año tenemos un nuevo reto, que es esta misma metodología que estamos trabajando con canciones, pues cambiar la canción por pintura, por obras de arte. ¿Por qué? Porque pensamos que el arte siempre inspira, conecta y despierta emociones. Así que, bueno, ya sabes que iremos trabajando en esto. Esta es toda la metodología que tenemos en las aulas, que está recogida en una guía docente en una plataforma alojada en la «web» de la Fundación Princesa de Girona con todo un «kit» de actividades a disposición de cualquier docente, de cualquier educador social y de cualquier padre de familia que lo quiera trabajar también en casa. Pero para hacer más épico este aprendizaje, hacemos conciertos educativos que hemos diseñado con muchísimo cariño y que hacen más épica esa experiencia de aprendizaje. Para mí, lo que lo hace muy singular, aparte de que son conciertos de una duración de 50 a 60 minutos, es que tienen como tres ejes muy importantes. Por un lado, tenemos, por descontado, artistas emergentes muy «top» con una calidad como artistas brutal, pero hay un eje, para mí, clave y que he visto a mucha mucha gente llorar a mares en los conciertos, emocionándose con las historias de resiliencia de esos artistas. Son testimonios cortos, pero que llegan directo al corazón de la gente joven y no tan joven. Y la promoción «AmplificARTE» también es promoción de nuevos artistas emergentes, que, en vuestro caso, son artistas que ya tienen una carrera y una proyección profesional bastante consolidada. Y nosotros también hemos tenido la oportunidad de lanzar un nuevo programa, «Generación Arte», con artistas emergentes en España, en el que, básicamente, lo que hacemos es acompañarles en su desarrollo profesional, en habilidades y darles espacios… Que puedan ellos interpretar sus canciones en el Tour del Talento, que es este programa en el que también hacemos charlas inspiradoras, conferencias, conciertos educativos y «AmplificARTE».

Andrés Recio. Ese resumen estuvo increíble y justamente te iba a preguntar eso, que les contaras un poquitico en qué consiste toda esta iniciativa, toda esta idea y cuáles son los objetivos que teníamos al crear esto. Y nosotros… Ver el resultado del poder transformador de la música ha sido maravilloso, ver cómo hemos podido tomar estas canciones, darle otro valor a la música, no solo de entretenimiento, sino de un proceso educativo, y ver cómo se pueden trabajar las emociones. Algo que siempre había sido muy complejo y sabíamos que lo teníamos que hacer. Todos los que tenemos hijos sabemos que es un reto gigante: cómo podernos comunicar con los jóvenes. Y encontramos en esta metodología la oportunidad simple de poder utilizar la música para que los niños se sientan vulnerables, se sientan libres de poder utilizar… Y creo que, del lado nuestro, es súper importante el hecho de que los artistas encontraron que su misión venía acompañada de una gran responsabilidad. Entonces, en el proceso de crear toda la música, todos los artistas y todos los que nos dedicamos a la música lo hacemos con un propósito. Yo creo que toda la música tiene un propósito. Los artistas, ¿entiendes? Esos con los que hemos tenido la oportunidad de trabajar tenían una sensibilidad distinta a lo que estaba pasando, digamos, popularmente en el mercado. Y para ellos, fue increíble ver llegar a los colegios, llegar a las universidades, compartir y ver que estos chicos… Para ellos, no sabían que… El programa era nuevo y ellos no sabían. Y ver cómo estaban reaccionando, cómo su música había podido realmente transformar momentos y cambiar la perspectiva de la realidad de cada uno de ellos. O sea, eso es lo más bonito. Y ejemplos, pues, hay un millón de ver cómo la música cuando el artista la hace en su cuarto y la hace para curarse de una emoción, la hace para simplemente liberar algo que su sensibilidad lo estaba llevando a que tenía que encontrar una metodología para curarse.

Sandra Camós. Yo recuerdo… Hemos estado… Bueno, estamos diciendo estos conciertos… Hemos estado ya con más de 60.000 jóvenes de todo el país y hemos hecho ya más de 120 conciertos, tanto en formato macro, en grandes auditorios, como en los centros educativos, con 200, 300 jóvenes. Yo la gran preocupación, y ahora me voy a abrir un poco en canal, Andrés, que tenía cuando empezamos los primeros conciertos era que… Efectivamente, nuestros artistas son artistas jóvenes, emergentes y con mucho talento, pero cuando empezamos «AmplificARTE» aquí en España, esos cinco o seis artistas no eran conocidos. Entonces, yo pensaba: «Iremos a un centro educativo con adolescentes, que es un momento que ellos tienen sus artistas favoritos. Vamos a ir ahí, van a cantar y van a escuchar canciones que no han oído en la vida. ¿Qué va a pasar?». Entonces, a mí me sorprendía el silencio que había precisamente cuando también contaban las historias y la cantidad de abrazos que había al finalizar. Recuerdo también cuando estrenamos el programa… Digo porque… Cuéntanos con algún artista grande. Recuerdo que invitasteis a Antonio Carmona, ¿te acuerdas?

Andrés Recio. Sí, perfectamente.

Sandra Camós. ¿Y qué pasó?

Andrés Recio. Ese fue el primer concierto que hicimos aquí y tuvimos la gran bendición de contar con el maestro Antonio Carmona, que ha sido una persona… Un ídolo para todos nosotros. De hecho, un datico curioso: la primera vez que tuve la oportunidad de venir a España fue hace unos 24 años, en 2001, con Juanes. Cuando empecé a trabajar con Juanes…

Sandra Camós. Con Juanes.

Andrés Recio. Recuerdo que el primer concierto que tuvimos… Bajamos del avión, llegamos y fuimos a una presentación aquí, creo que era en la plaza de España, estamos viendo y está Ketama tocando ahí… Y nosotros: «Juanes, mira, está Ketama. Antonio Carmona». Y se baja Antonio y le dice: «Oye, Juanes, me encanta lo que haces». Y me dice Juanes: «Mira, me conoce Antonio». No lo podíamos creer. Nos dice: «Oye, esta noche vente a la casa. Vente a la casa que te queremos dar la bienvenida si es tu primer día en España. Quiero que vengas a la casa y compartimos…». Llegamos a la casa de Antonio y Antonio… Está Rosario Flores, Josemi… Una cantidad de estrellas y leyendas que nosotros solamente habíamos visto… Y empiezan a tocar, a hacer su fiesta gitana… Empiezan a pasar la guitarra y Juanes me dice: «Nos tenemos que ir. Nos tenemos que ir porque están rotando la guitarra». Y en ese momento, justo antes de que le llegue la guitarra a Juanes, para la fiesta y hay silencio absoluto y, de repente, llega Paco de Lucía. Entra y todo el mundo se calla, todo el mundo queda en silencio. Y encontramos que estas personas que han tenido la bendición de, a través del arte, comunicar y transformar nuestras vidas, cuando te enfrentas a ellos, son exactamente igual que nosotros, sienten igual, son igual de vulnerables y que necesitan esa conexión humana. Cuando uno se conecta con eso y vive esa realidad, es mágico.

Y en un momento donde estamos nosotros pasando por este tsunami de la inteligencia artificial, la inteligencia emocional es en donde nosotros debemos poner el foco. Y esta conexión del artista con el que recibe el arte y que utiliza el arte para trabajar y cambiarle la perspectiva a la realidad… ¿Sí? ¿Me entiendes? La música tiene esa función de cambiarle la perspectiva a la realidad. La realidad no cambia, pero la música sí, en cómo te hace sentir, en cómo te hace vivir cada uno de esos momentos… Entonces, para nosotros… Del primer día que nosotros llegamos a España con Juanes al momento que nosotros vinimos por primera vez con el maestro Julio Reyes Copello a hacer ese concierto de «AmplificARTE» para presentar toda esta iniciativa y que él hubiera venido a acompañarnos y nos haya dicho: «Oye, esto fue lo que yo sentí». Nosotros sabíamos que íbamos por el camino correcto al saber que si esta iniciativa iba a ser transformadora para una leyenda como Antonio Carmona, iba a poder tener el mismo efecto en los jóvenes y en las personas a las que estamos dirigiendo esta iniciativa.

Sandra Camós. Andrés, tú, como impulsor y padrino de «AmplificARTE» y con tanta trayectoria en el mundo de la música, seguro que tienes infinidad de anécdotas que contarme de artistas grandes con los que has trabajado.

Andrés Recio. Hombre, Sandra. Bueno, primero que tú no sabes lo orgullosos que nos sentimos de haber arrancado esta iniciativa contigo. Es de las cosas que nos ha tenido siempre ilusionados: el saber que todo el recorrido que hemos hecho en la vida lo hemos podido poner, ahoritica, al servicio de esta iniciativa, porque uno vive todas esas experiencias y se da cuenta que la vida, simplemente, es una recolección de experiencias. Y te das cuenta de que los artistas viven estos momentos y que a partir de una experiencia, nace una canción que transforma la vida de muchísima gente. Si quieres un ejemplo… Recuerdo muy bien cuando estábamos empezando con Juanes, estábamos en un hotel en Chicago y, como a la una de la mañana, recibo una llamada a mi habitación y yo: «¿Aló?». Me dice Juanes: «Ey, parce, vení, bajá. Tengo que mostrarte algo». «Pero es la una de la mañana». «No, no, es que vení, vení… Acabo de escribir una canción que vos tenés que escucharla». Y bajo a su cuarto… Él siempre trabajaba en su ordenador, sus parlanticos y toda su guitarra en el cuarto. Veo que tiene una foto de Karen, de su mujer, y empiezo a escuchar la canción… Empiezo a escuchar la canción y la canción es una canción que se transformó en una leyenda, que es «Fotografía». Y cuando estaba viendo la foto y estábamos… Nosotros ya llevábamos como un año de gira sin parar, sin ver a nuestras parejas, sin ver a nuestras familias…

Y empezamos a sentir esa emoción. Yo sentí que él logró capturar en esa canción, en la letra, en las melodías… La dualidad que hay de emociones, de nostalgia, pero, por otro lado, estábamos nosotros viajando, logrando, cumpliendo nuestro sueño de viajar con la música… Y, en ese momento, le dije: «Oye, esta canción hay que hacerla en un dueto». Y él me dijo: «¿Vos creés?». Y le dije: «Efectivamente, hay que hacerlo. ¿Quién te gustaría?». Él dijo: «No sé, Bono…». Yo le dije: «No, ¿sabes quién se me ocurre? Se me ocurre Nelly Furtado». Que en ese momento estaba empezando… Obviamente, ya le había ido muy bien con sus temas como «I’m Like a Bird». Y él dijo: «No, pero eso nunca va a pasar». Yo le dije: «Parce, nosotros empezamos soñando y tenemos que seguir soñando. Por mal que nos vaya, nos van a decir que no». Enviamos la canción con la gran fortuna de que Nelly la escuchó y decidió grabar la canción. Y nosotros, unos meses después, estábamos grabando la canción. Lo más bonito es ver que, 25 años después, nosotros nos volvemos a juntar con Juanes y con Nelly. Hicimos un concierto en Miami y ver a la gente cómo cantaba esa canción y cómo eso representaba ya algo en la vida de todas estas personas que estaban… Más de 15.000 personas en un concierto en Miami. Y como esta hay… Cada canción tiene una historia. Las canciones nacen de una emoción y, después, se convierten en esa conciencia de la gente. Otro ejemplo que me gustaría compartirte sería el de «Vivir mi vida», que es una canción que… El maestro Julio Reyes Copello llama a Marc Anthony y le dice: «Oye, aquí hay una canción que necesito grabar». Esto fue a las once y media de la noche, lo llama a su casa y le dice: «Oye, necesito pasar por tu casa porque necesito que me ayudes porque necesito hacer esta canción y tiene que ser esta noche, pero necesito que hagas la letra». Le envía la canción… La canción resulta que originalmente creo que está en marroquí.

Sandra Camós. Sí.

Andrés Recio. Y claramente el maestro no hablaba el marroquí. Pero solamente tenía una frase en francés que decía: «C’est la vie». Y en ese momento, el maestro estaba pasando por una situación de salud delicada y él dijo: «Hombre, si esa es la vida… Yo, en este momento, lo único que estoy sintiendo es que tengo que vivir mi vida de la única manera que puedo y es hoy. Puedo reír, puedo llorar, pero tengo que vivir mi vida y tengo que darle gracias a la vida». Era como hacer un himno a la vida, a darle gracias a la vida. Hacen la canción y ese se convirtió… «Vivir mi vida» se convirtió en la canción más importante de Marc Anthony. A día de hoy, la canción suena en todos los lugares del mundo y se volvió una celebración de vida. Nació de esa emoción, de un momento que estaba sintiendo el maestro que eso era lo que él estaba sintiendo y era la emoción que lo estaba acompañando. Encontró en esa canción, en esas melodías y en esa letra la expresión perfecta para poder sanar una vivencia por la que él estaba pasando.

Sandra Camós. Yo recuerdo escuchar al maestro decir: «Yo pensaba que me iba a sanar a mí, lo que no pensaba es que iba a convertirse en un himno». Es verdad el impacto que tiene la música, sus letras…

Andrés Recio. Los artistas tienen esa capacidad. Es increíble, sí. Es increíble ver cómo los artistas, desde un pequeño momento, una pequeña emoción que se convierte en canción, le hablan a tanta gente. Estaba aquí tratando de recordar tantas canciones que han hecho parte de nuestras vidas y de nuestro camino y cómo se convierten después en ese canal transformador. He tenido la oportunidad de trabajar con Alessia Cara, por ejemplo, desde el día uno. También tuvimos la bendición de ganarnos el Grammy a Mejor Nuevo Artista en el 2018. El Grammy americano. Una de sus canciones se llama «Scars to Your Beautiful», en donde está diciendo que las cicatrices que hacen parte de tu vida hacen parte de tu belleza, hacen parte de quien eres, y debes sentirte orgulloso de todo lo que tú eres, incluyendo tus cicatrices. Entonces, esas emociones, en ese momento, cuando ella lo hizo, hacían parte de toda su debilidad, de toda su vulnerabilidad, de lo que ella se sentía insegura, de donde ella no quería que nadie viera esas cicatrices… Después, esa canción ayudó a crear la conciencia que muchas chicas, muchos jóvenes y chicos alrededor del mundo tomaran esta canción como un himno para poderse valorar y saber: «Oye, yo valgo tal y como yo soy con mis virtudes y con mis defectos». Y eso es muy muy muy bonito de ver y, cada día, es el testimonio de que la música tiene el poder transformador.

Sandra Camós. Nuestra principal misión en Fundación Princesa de Girona es impulsar, activar y conectar el talento de la gente joven, que lo hacemos a través de programas, a través del Tour del Talento y de nuestros premios, en los que ponemos en valor a jóvenes que son normales, pero que hacen cosas extraordinarias. Y preocupados y ocupados también en cómo llegar más a los jóvenes, hicimos también el ejercicio de decir: «Los jóvenes pasan muchas horas escuchando música, pasan horas haciendo deporte también, formándose… Pero, bueno. ¿Y si aprovechamos esa música, no solo para entretener, sino también para educar?». Entonces, me gustaría que tú, desde el punto de vista de la industria, ¿por qué crees que la música mueve masas y conecta tanto con los jóvenes?

Andrés Recio. Mira, yo creo que nosotros, a medida que vamos investigando y trabajando más dentro de la música, vamos viendo que la música se convierte en la medicina que nosotros tenemos que utilizar. Es la medicina de las emociones y los artistas, los compositores y los productores se convierten en los médicos de las emociones y en la medida que cuando tú vas a un concierto o pones música, la pones para curarte. Y llegará el momento y esperamos y seguimos trabajando en que nosotros podamos recetar canciones para cada uno de los momentos en donde tú necesitas curarte de algo que te está llevando a un lugar que no te está permitiendo ser feliz. La vida tiene el camino simple de aprender a ser feliz en este instante.

Sandra Camós. ¿Tú tienes canciones para venirte arriba o para motivarte en algún momento? ¿O canciones para llorar?

Andrés Recio. Al 100%. Al 100 %, 100 %, 100 %… Lo vivo y entre más lo hago consciente… Yo digo: «Hay canciones…». A mí me pasa con la salsa, yo soy apasionado de la salsa. Cuando yo necesito desconectarme de todo, necesito que la realidad que estoy viviendo, la emoción, el estrés o el problema al que me estoy enfrentando, necesito poder «resetear» el cerebro, pongo salsa y automáticamente mi cerebro… Como hasta hace poquito, empecé a trabajar realmente con un artista de salsa, nuestro Sergio George. Antes de eso, siempre la salsa había formado parte de mi pequeño lugar, mi «safe place», el lugar donde yo vivía… Yo soy de Cali, la capital de la salsa. Pero descubrí que esa era mi medicina. Cuando yo la pongo ahí, es donde yo me curo, es donde yo puedo hacer que mi energía se empiece a nivelar y pueda yo poder calmarme, poder empezar otra vez a ver la vida con una perspectiva que uno tiene que vivir… Los problemas si los puedes solucionar, pues los solucionas y si no, no. Hace cuatro años y medio, me diagnosticaron un cáncer, un mieloma múltiple, y me dijeron que tenía tres meses de vida. Y cuando tú… Yo toda la vida he sido deportista, nunca he probado las drogas, nunca he tomado alcohol, siempre he comido bien… Y te enfrentas a un diagnóstico como este cuando tengo unos chiquitos… Mis hijitos tenían tres y dos años en ese momento, hace cuatro años exactamente.

Te das cuenta de que lo único que tenemos, y lo poco que tenemos, es este tiempo cortico que tenemos aquí en la vida. Y cómo nosotros utilizamos ese tiempo y cómo lo transformamos, ahí recae la diferencia de la experiencia de lo que es estar este espacio y tiempo corto que vivimos aquí en la Tierra. En ese momento, cuando te dan un diagnóstico como ese, te enfrentas a la realidad de que somos mortales. Y nosotros, que nos creemos inmortales, tenemos que crear conciencia de cómo vivimos este segundo. Y la única forma de vivir este segundo es con fe. Si tú no tienes fe de que vas a vivir un segundo más… O sea, simplemente no podríamos resistir la ansiedad que eso generaría. Y me di cuenta de que para eso, nosotros decimos: «¿A qué vinimos? ¿Cómo tenemos que vivir este segundo que tenemos de vida?». Y es ser feliz, pero para ser feliz, que necesitas la fe, tienes que ser fuerte. Tener esa conciencia fue lo que me ayudó a mí a poder enfrentar esa situación, que era compleja, que era incierta… Pero yo la realidad que tenía, la tenía enfrente, porque tenía dos chiquitos a los cuales yo dije… Yo no quiero dejarles el recuerdo de un padre enfermo, yo no quiero dejarles el recuerdo de… Quiero dejarles el recuerdo de un padre feliz.

Cuando tuve la gran fortuna de que me pudieron hacer un trasplante un año después… Toda esta gente que había estado por un año acompañándome, apoyándome, dándome todas estas frases de aliento, me mandaban libros, me mandaban canciones… Ahí te das cuenta de que el amor es la clave de la vida. Entonces, yo decidí… En ese momento, dije: «OK. Yo quiero devolverles a todas estas personas que me han brindado tanto amor, tanta buena energía…». Entonces, yo mandé a hacer una pulserita que decía: «Time to be happy, time to be strong». «Es la hora de ser feliz, es la hora de ser fuerte». Y con un mensajito que decía: «Cada vez que tú te sientas vulnerable, esta pulsera te debe ayudar a ser consciente de que solamente te preocupes por este segundo, de que la realidad no la tienes que cambiar para la eternidad. Cámbiala para este segundo y vive a esa velocidad». A raíz de esa pulsera que se la regalé al maestro Julio Reyes… De hecho, todos los artistas que hicieron parte del programa se sumaron a Teo para crear esta canción. Y el día que cumplí un año del trasplante, y ya me estaban diciendo que todo iba por muy buen camino, me la cantaron en vivo. Me hicieron este regalo: esta canción que se llama «Esperanza», que es justamente… Yo, sin darme cuenta y sin saber que esa era mi misión, les pude compartir y generar una emoción que, al final del día, era el mensaje de mi vida, que yo quería ser simplemente un canal para poderle comunicar a la gente que venimos a ser felices y que esto se puede ver tan fácil o tan difícil como uno quiera. Esta canción se convirtió en el himno de «AmplificARTE» gracias a que tú fuiste una gran mentora de este proceso, porque también has pasado por estas situaciones y entiendes lo que es vivir estos momentos de incertidumbre, en donde tú puedes tener mil problemas en la vida, pero si no tienes salud, tienes un problema solamente.

Sandra Camós. Totalmente. He tenido la suerte también de poder vivir, en diferentes auditorios, cómo se ha cantado esta canción y trabajarla en vivo con diferentes públicos de todos los tipos. Es una pregunta que siempre hago, es un ejercicio obligado de: «Es tiempo de ser fuerte, tiempo de ser valiente. ¿Qué es lo que te ha ayudado a ti a ser fuerte y valiente?». Lo que sale y emerge es lo mismo que me ayudó a mí y lo mismo que has dicho tú. Y es curioso porque es tener esa fe de que las cosas pueden cambiar, la esperanza, no desfallecer en esto… Pero hay dos cosas que salen siempre que es la familia y los amigos, tu red de apoyo. Yo diría: «No esperemos a tener un problema gordo de salud o de lo que sea para cuidar eso que hay cuidar y eso que importa en la vida, que es lo más importante». Porque hay gente que, de repente, también me ha dicho: «Es que cuando los necesité, quizás me di cuenta de que no los había cuidado». Y hay otra cosa que me parece muy importante… Has hablado de la canción de Marc Anthony de «Vivir mi vida», pero hay una canción que también hemos trabajado con los artistas de «Generación Arte» que es la canción de «La vida es hoy». Esta canción también es muy útil en momentos difíciles. Hay unas palabras que dicen: «La vida es hoy. Voy a vivirla sin prisa. Tengo claro a dónde voy apoyándome en la gente que me quiere como soy. La vida es hoy». Y ese «La vida es hoy» también nos invita a poner el foco en el hoy y en el ahora, en el disfrutar de las pequeñas cosas de todos los días. ¿Porque cuántas veces esperamos a que pasen las cosas? No esperemos, hagamos que las cosas pasen y disfrutemos de lo pequeño de cada día, porque eso tan pequeño puede llegar a ser grande. El agradecer cada pequeño logro que ibas consiguiendo entre la dificultad… Y yo creo que la música tiene un poder transformador… La música y el arte tienen un poder transformador brutal.

Andrés Recio. La música te permite sentir y explicar muchas de las cosas que la razón no nos permite explicar. Por eso, la música siempre será ese elemento transformador, necesario para la vida de todos y que nosotros podamos ahoritica utilizarla como ese canal educativo para apoyarnos y ayudar a nuestros jóvenes a utilizarla para poder crecer en su salud emocional y poder trabajar su salud mental. Creo que es un logro que tenemos que seguir trabajando, tenemos que seguir encontrando a la gente que crea y que entienda y que a través de esas oportunidades y estos espacios en donde nosotros podemos comunicarles a las personas que se emocionan con el potencial que tenemos en nuestras manos, donde necesitamos recursos para poder seguir entendiendo y desarrollando la ciencia que hay detrás del poder de la música. Y me gustaría preguntarte tú, como educadora, o sea, ¿cómo ves…? O sea, hemos hablado varias veces de que esta pandemia silenciosa, que son los problemas de salud mental, nace de lo que han tenido que vivir y cómo han tenido que vivir ellos la tecnología y cómo se ha transformado el proceso educativo. Hoy en día, cuando los chicos tienen acceso a toda la información, tienen acceso a tantas cosas… Hombre… Cuéntanos un poco, ustedes dentro de la Fundación y obviamente dentro del programa, ¿cómo han utilizado estas estadísticas para poder trabajar esta problemática?

Sandra Camós. Nosotros creemos que es clave la prevención, los programas de prevención que promuevan el tema del bienestar emocional. Y lo que es más importante, o lo que hemos visto que más impacto puede tener en prevención, es trabajar lo que llamamos la conciencia y la regulación de las emociones. Saber poner nombre a qué me pasa, qué siento, por qué lo siento y qué puedo hacer con ello, que es un poco como tenemos estructurada la metodología de «AmplificARTE». Creo que si uno no sabe lo que le pasa, difícilmente podrá hacer algo. Por lo tanto, es muy importante informar y formar a la gente joven sobre cómo funcionamos, cómo nos impactan las emociones en nuestro cerebro, en nuestro bienestar o malestar y cómo regularlo.

Andrés Recio. Cuando hablas de preparación… Hemos hablado del poder transformador de la música, pero un maestro puede transformar la vida de una persona. O sea, hemos sabido de leyendas de la historia de la música en general, de todas las partes de las disciplinas del mundo, y ese cambio lo logró un maestro. Y ustedes, en la Fundación, se han enfocado en eso.

Sandra Camós. Sí, totalmente. Para nosotros, como comentaba antes, el promover la vocación y el fortalecimiento de las competencias profesionales de los docentes es muy importante, porque un maestro transforma vidas. Entonces, nosotros ponemos mucho el foco en toda la fase previa, o el inicio de la carrera profesional del docente, cuando está terminando sus estudios y cuando empieza a estudiar, precisamente para generar ese «mindset», esa preparación… En el caso del bienestar, de cuidarse ellos también para cuidar, porque un maestro transmite conocimiento y su papel de cuidado también es muy importante. Pero creo que también un punto que, para nosotros, es muy importante con los docentes es que aprendan a mirar lo que está pasando en clase, que aprendan a ver los talentos que cada persona tiene para ayudarles a crecer y poner esos talentos en favor de hacer de esta una sociedad mejor en la que vivir. Es muy importante que el maestro o la maestra tengan esas herramientas que les permitan tener esa mirada de crecimiento hacia los jóvenes y que puedan detectar cuando hay algún caso que no acaba de funcionar, pues poder hablar con la familia, con la dirección del centro, etc. Entonces, pienso que formar muy bien a los docentes en temas de bienestar emocional es clave también para esa transformación del sistema educativo, porque un maestro, como decías, por sus manos pasan miles de jóvenes, miles de niños y niñas a lo largo de su carrera profesional. Jóvenes que acabarán ejerciendo diferentes profesiones. Es muy importante formar a los que forman. Ya sea a los docentes… Estamos hablando también… Tenemos la suerte de que en este programa tenemos diferentes universidades que también están utilizando esto formando en las facultades de Educación, formando a sus docentes… Y, al final, el formarse en liderazgo y autoliderazgo es importante para todos, porque las emociones están allí siempre.

Andrés Recio. Algo que me encantaría rescatar y que he visto en el mundo… O sea, que no he visto una cosa igual, y pienso que la labor que hace la Fundación en apoyar a estos docentes, en apoyar esa vocación… ¿Qué le dirías tú a esos posibles legisladores, gobernantes o patronos para decirles: «Oye, esto vale la pena»?

Sandra Camós. Bueno, que al final invertir en educación, todos sabemos que es invertir en progreso, en transformación, en bienestar… Y que toda la parte de la gestión de las emociones y del impacto que tiene en nuestro día a día es muy importante para ser feliz en la vida. De hecho, se hizo un estudio hace ya varios años en tres grandes universidades americanas. Se siguió durante varios años a un número de alumnos y querían saber cuáles habían tenido más éxito en la vida al cabo de diez años. Éxito no entendido como quién tenía el mejor puesto de trabajo, sino como quién se sentía más feliz. Entonces, una vez analizaron lo que había pasado después de los años, se dieron cuenta de que las personas que más felices se sentían eran aquellas que habían formado una familia con la que también se sentían felices, tenían buenos amigos y tenían una vida equilibrada. Tenían algo todos en común: su coeficiente intelectual era normal, era un coeficiente intelectual sobre la media. Sin embargo, tenían su coeficiente emocional mucho más desarrollado que el resto. ¿Cuál es la buena noticia? Que así como el coeficiente intelectual… Evidentemente sabemos que el cerebro es plástico, que se puede ir desarrollando, pero el grado de desarrollo es uno. El coeficiente emocional se puede entrenar y desarrollar a lo largo de toda la vida y aprender a cualquier edad. Una toma de decisiones. Aprender a tomar decisiones es muy importante. En cualquier entrevista de trabajo, si tú sabes mucho de algo, pero no sabes de toma de decisiones, no eres una persona empática que sabes generar «engagement» con la gente, que no sabes leer los miedos de la persona que tienes delante, que no sabes negociar… Aquí entran en juego muchísimas emociones. ¿A quién fichas? ¿Al que sabe mucho de eso o al que también sabe mucho de eso, pero además sabe conectar, sabe gestionar sus emociones, liderar el equipo, sabe apasionarse, sabe tomar decisiones y mantener la calma cuando es necesario? Entonces, al final, desde la escuela, estamos preparando a los líderes del mañana y estamos invirtiendo en hacer de esta una mejor sociedad. Yo creo que invertir en «AmplificARTE» es invertir en felicidad y hacer una sociedad que tenga más estrategias para ser más feliz. Y los docentes son la clave.

Andrés Recio. ¿Tú creerías que…? En la época cuando yo estaba en el colegio, la música era una electiva. No era ni siquiera…

Sandra Camós. Sí, una «maría».

Andrés Recio. Y hoy en día, en este trabajo que llevamos haciendo, creo que es una necesidad y es una obligación. ¿Tú creerías que esta metodología de «AmplificARTE» debería ser el futuro de las clases de música para poder trabajar y que la música se convierta no en un adorno y no en algo electivo dentro de los colegios, sino que se convierta en la herramienta fundamental para educar las emociones?

Sandra Camós. Yo te diría que es muy muy muy importante que aprendamos a tocar instrumentos, que los niños puedan escuchar música, aprender a entender a escuchar bien la música de todo tipo, pero que también la tengan muy cerca. Si, además, tienen este complemento de: «La música me sirve también para trabajar mi bienestar», pues está muy bien. Pero la música yo la reivindicaría muchísimo, que tuviera mucha más presencia en los centros educativos… Ya no solo en formato lectivo, sino también en los recreos, que se fomentaran muchísimos más concursos de talento o coros musicales… Porque la música también une y une a las personas. Es un lenguaje universal. Y cuando tú estás cantando en grupo, pues eso genera bienestar.

Andrés Recio. Bueno, Sandra, yo, de verdad, quiero darte las gracias por esta gran oportunidad que ha sido que trabajemos juntos desarrollando este sueño, sabiendo que nosotros no tenemos… Hay mucha competencia en el mundo, pero en la misión no tenemos competencia. Pero cuando se juntan, podemos transformar. Y eso ha sido «AmplificARTE» para nosotros desde el lado de la música. El poder juntar la educación con nuestra pasión, que es el poder crear artistas que transformen y que sean las voces de nuevas generaciones. ha sido una de las cosas de la que más nos sentimos orgullosos. Quiero agradecerte a ti, Sandra, y a la Fundación, a Salva, a todos los que forman parte de la Fundación y han logrado que esto sea algo real y que sea un ejemplo que podamos llevar al mundo entero.

Sandra Camós. Gracias, Andrés. Para mí también ha sido un placer compartir esta conversación y me siento muy afortunada y agradecida de poder trabajar con un equipazo como vosotros. Por haber confiado tanto tú como el maestro Julio Reyes como todo el equipo de Art House, que sois un gran equipazo. La verdad, para nosotros, pues también creo que tengo que agradecer a todos esos docentes, los primeros que se dejaron la piel, de «Generación Docentes» en crear esa metodología… Que se dejaron la piel y que, a su vez, estaban muy asombrados de todo lo que iba pasando. Pero también a todos esos docentes que, día a día, están picando piedra en las aulas para trabajar y lidiar con las dificultades del día a día, pero con esas ganas y esa ilusión. A los que realmente les debemos todo. Y con muchísimas ganas de seguir amplificando todo el impacto que tiene este programa, que lo tenemos en abierto en nuestra «web», y que cualquier joven que quiera acercarse a trabajar sus emociones a través de la música será bienvenido en «AmplificARTE».