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Juan Mora Catlett. Mi primer profesor, cuando yo tenía como 11, 12 años, fue Walt Disney. Había una serie de televisión Disneyland que no me perdía porque pasaban making of. Entonces, de repente veía cómo era el proceso de filmación de una película de animación. Había una que me encantaba, Peter Pan, porque la idea de volar, que todos hemos volado en sueños. La idea de volar era maravillosa y cómo estaba hecha la película era muy padre. Actualmente ya tiene mala reputación que por incorrección política y lo que sea. Pues es un trabajo maravilloso. O Pinocho, toda la escena submarina cuando va caminando y tienes la sensación del agua era fascinante. Bueno, se me quedó entonces yo jugaba con mis hermanos a hacer cine. Yo era el director y los ponía, hacía westerns. Entonces lo que hacía era disque filmaba y agarraba una caja de cartón y hacía una tira larguísima, iba dibujando cada escena y luego hacía la función y pasaba. Estaba yo como fascinado con eso. Y se supone que yo iba para física nuclear. Me encantaba. ¿Qué raro, verdad? Los extremos. Y un profesor en la prepa, que era físico nuclear, me quitó las ganas. Me dijo no, ¿para qué estudias eso? Nada más vas a perder el tiempo. Bueno, tenemos Alcubierre, un físico mexicano que descubrió la manera de viajar más rápido que la luz, o sea, yo creo que estaba deprimido este profe, no le gustaba dar clases. Yo creo que es lo más importante, porque la educación es el mayor enemigo del poder, por eso hay que educarse. Entonces pues estábamos comiendo con mis padres y mi papá dice bueno Juan, ¿tú qué quieres estudiar? Abro la boca para decir física y sale cine. Ay, ese inconsciente es tremendo, a veces nos hace decir cosas que bueno. Y ahí se echó a perder mi futuro. Bueno, te voy a ayudar a entrar a la mejor escuela de cine del mundo. En esa época estaba muy de moda un grupo de cineastas franceses se llamaba La nueva ola francesa con Jean-Luc Godard y ellos decían que la mejor escuela de cine del mundo era la checa. Afortunadamente, mis padres tenían buenas relaciones con el Instituto Cultural Checo Mexicano y me dieron una beca para ir a estudiar allá. Entonces, cuando llegué a Praga, primero me mandan un año a aprender el idioma porque tenía que estudiar en checo, que es un idioma eslavo, otro de mis idiomas, otra manera de pensar distinta. Y voy a tratar de hacer el examen de admisión a la escuela de cine. Y ¡pas! que me reprueban, no me dejaron entrar. Así que todos aquellos que han querido entrar al CCC o a la ENAC o al CUEC, y no los dejan entrar, no se preocupen, si quieren hacer cine lo van a hacer. Bueno, entonces para prepararme mejor me metí a la Facultad de Filosofía a estudiar Estética e historia del cine. Estuve ahí un año metido y al siguiente año ya pude entrar a la escuela. Y bueno, hay una serie de situaciones. Primero era un extranjero y era un mexicano, un europeo. Entonces me decían menos. A mis compañeros checos le daban asesoría dos horas, a mí me daban diez minutos de asesoría. Entonces dije no, pues no voy a aprender de estos maestros. Todos los días me metía a la biblioteca, sacaba el libro sobre sonido, sobre historia del arte, sobre diseño, sobre fotografía y fui aprendiendo a ser autodidacta. Por eso digo que los problemas hay que tomarlos bien, en lugar de sufrir y abandonar. Ay, no me hacen caso, todo ese rollo medio adolescente, no, al contrario, digo no hacen caso pues yo me voy a hacer caso a mí mismo, me voy a preparar lo mejor que pueda. Entonces, el segundo año trabajé con un yugoslavo y un argentino, hicimos un documental, que se llamo Poema mecánico, que gana un premio en un festival. En ese momento Juan Mora de ser, es Juan Mora. Ya, ok, todos querían trabajar conmigo, todos los maestros querían ser mi maestro.