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La ciencia de las ideas

Eduardo Salles

La ciencia de las ideas

Eduardo Salles

Creativo


Creando oportunidades

Eduardo Salles

Eduardo Salles es un creador multidisciplinario mexicano cuya trayectoria abarca la ilustración, la publicidad, el diseño de información, la literatura y la animación. Inició su carrera como ilustrador, publicando varios libros con su obra, y posteriormente se integró al mundo de la publicidad, donde fue director creativo para marcas globales como Nike y Google. Cofundó Pictoline, una empresa de ilustración, animación y diseño de información que próximamente abrirá una filial en Japón, marcando un hito para los medios mexicanos.

Salles es coautor de una novela gráfica para la mayor plataforma de webcómics del mundo y formó parte del equipo que desarrolló un videojuego nominado a los Webby Awards. Además, participó en la creación de la primera serie animada 100% mexicana en ganar un Emmy.

En 2023 publicó “Proceso Creativo”, un manual que busca democratizar la creatividad y desmitificar la idea de que es un talento innato. Su trabajo explora la creatividad como una habilidad universal, aplicable a cualquier disciplina y contexto.


Transcripción

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Eduardo Salles. Soy Eduardo Salles y cuando me preguntan qué hago, la forma que me gusta de definirme es que me gusta pensar y hacer ideas creativas. Yo comencé en el mundo de la ilustración. Yo empecé haciendo ilustración y he publicado varios libros con mi obra. Después de eso llegué al mundo de la publicidad, donde fui director creativo publicitario para marcas como Nike y como Google. Después de eso también cofundé un medio de diseño de la información que hace poco curiosamente se convirtió en, no sé si es el primer medio mexicano, pero pareciera que es el primer medio mexicano que va a tener una filial en Japón que vamos a abrir dentro de poco. También he hecho novela gráfica, soy coautor de una novela gráfica para la plataforma de webcomic más grande pues del mundo. También he hecho o soy parte, fui parte, de un equipo que desarrolló un videojuego que estuvo nominado a unos premios que se llaman Webby Awards, que para lo que no lo conoce es como los Oscar del internet, La Academia de Artes Digitales lo ofrece y finalmente tuve la suerte de ser autor y ser parte del equipo que desarrolló la primer serie animada 100% mexicana en ganar un Emmy. Entonces, como pueden ver, he hecho de todo un poco y por eso me gusta definirme como alguien que hace ideas. ¿Y qué tiene en común todas estas cosas que les acabo de mencionar? Que todo, absolutamente todo, partió de una idea creativa. El año pasado publiqué un libro, Proceso Creativo, que fue un reto que me auto impuse, de crear un manual que permitiera a cualquier persona aprender creatividad, sin importar quién era o de dónde venía. Se ha contado este mito de que se nace creativo o se nace creativa, o que la creatividad es un talento, un don. Y la verdad es que nada más lejos de la realidad. La gente baila, la gente corre, la gente escribe, la gente habla y saben que hay personas extraordinarias que bailan, que escriben, que corren, pero nada de eso impide que nosotros también lo hagamos. O sea, yo nunca he ido a una fiesta o una boda y no veo que la gente diga no, no, es que no soy bailarín profesional, no, la gente baila. Y curiosamente, mientras que en otras habilidades humanas entendemos que es un espectro en el cual podemos llegar a ser buenas o podemos llegar a ser buenos si lo desarrollamos, la creatividad pareciera más un adjetivo binario. Es, eres creativo o no eres creativo. Y está esta frase que dice la gente, es que yo no soy creativo, es que yo no soy muy creativa. ¿Y qué pasa con eso? Que perpetuamos los mitos, perpetuamos estas leyendas que existen alrededor de la creatividad. Y la realidad es que me atrevo a decir que la creatividad es lo más humano o de las habilidades más humanas que tenemos.

03:33
Eduardo Salles. Y es una habilidad que todas y todos compartimos por igual. Y tiene que ver con una cuestión muy sencilla que seguramente grandes neurocientíficas y neurocientíficos han platicado en este foro que tiene que ver cómo funciona nuestra mente, o sea, nuestra mente funciona a través de una serie de conexiones, asociaciones y redes. Generalmente, pues la rutina, el aprendizaje, va consolidando esas conexiones, pero de repente pasa que cosas que no habíamos conectado o no habíamos asociado las conectamos. Y de repente es como de ay ¿de dónde salió eso? ¿Quién está pensando esas cosas en mi cabeza? Y ese principio de que yo defino una idea creativa como una combinación novedosa que puede ser valiosa, es el principio básico de la creatividad y cualquier persona puede hacerlo porque todas las mentes o la mayoría de las mentes funcionan por igual. Les voy a poner un ejemplo para que no quede esto en la abstracción. Quiero que se imaginen ahorita un pescado, ahora quiero que se imaginen a un ser humano, a una persona. ¿Qué pasaría si combinamos un pescado con una persona? ¿Que nos resultaría? ¿Alguien? Una sirena. ¡Una sirena! Seguramente todos lo pensaron, una sirena. Esa es una idea. O sea, eso que se acaba de decir ahorita es una idea. ¿Qué pasa? No nos parece una idea creativa porque no es ya una combinación novedosa. O sea, ya es una combinación que conocemos, que conocemos tanto que ya conocemos a las sirenas y las sirenas ya son un elemento que es parte del folclor y de la mitología. Pero piensen que hace miles de años una persona combinó eso por primera vez y fue una combinación creativa tan poderosa que la seguimos usando hasta el día de hoy. Sigamos con el ejercicio. ¿Qué pasa si combinamos una sirena con una princesa de Disney? ¿Qué sale? La Sirenita. Y ahora vamos más adelante, no quiero que me digan respuestas, pero quiero que lo imaginen. Entonces imagínense que en La Sirenita la villana no es Úrsula, sino que el villano es una empresa petrolera. Y el conflicto es que hay un derrame de petróleo en el entorno donde vive La Sirenita. Primer escenario. Segundo escenario. Imagínense que Atlantis y el fondo del mar donde viven La Sirenita es menos Disney y más Game of Thrones. Y que muere el rey Tritón y que ahora hay un asiento vacío, que las siete hijas se están peleando y se convierte en una historia Game of Thrones. Escenario tres. Imagínense que La Sirenita es maya y que Tritón está realmente inspirado en Chaac, el dios en la mitología maya, de la lluvia. ¿Sienten lo que está pasando en sus cabezas? Sienten como empiezan a imaginar historias que dices como de, ay esa historia de Game of Thrones y La sirenita no suena mal o, esa historia del petróleo y La Sirenita combatiendo corporativos que están contaminando los océanos, no suena nada mal. ¿Qué está pasando ahorita? Que las combinaciones ahora son novedosas porque no habían pensado en esas combinaciones antes.

07:36
Eduardo Salles. Y esto que acabamos de hacer ahorita es creatividad, tal cual, es eso. Y ese proceso, esa forma de cómo se forman las ideas, lo usamos para absolutamente todas las ideas creativas y la gran mayoría de nosotros podemos pensarlo y seguramente ustedes, mientras yo le decía los ejemplos lo estuvieron pensando, porque repito, así funciona la mente humana. El día de hoy quiero hablar con ustedes de eso, quiero escucharles y quiero que pues un poco juntos vayamos respondiendo, tratando de responder esas preguntas que permitan poder, digamos, quitar esas ataduras y que ustedes puedan realizar esa idea que quizá el día de mañana pueda transformar si no el mundo, sino su propio mundo. Les escucho y muchas gracias.

08:37
Alejandro. Hola Eduardo, soy Alejandro Morales. Soy comunicólogo y me dedico a la realización de productos gráficos y audiovisuales. Mi pregunta es ¿por qué a veces es difícil mantener la motivación cuando empezamos algo? ¿Cuál es tu técnica para que tu motivación sea constante en tus proyectos?

08:57
Eduardo Salles. Muchas gracias por la pregunta. La motivación es la chispa necesaria para hacer cualquier cosa. Yo siempre hago la broma que para mí Año Nuevo es como un aguinaldo de motivación. Es como que la humanidad entera recibe así como abres tu cuenta al día siguiente y mira, motivación extra, ahí en la cuenta. Y no es casualidad, o sea todo mundo, el cielo es el límite, los gimnasios llenos. Todo el mundo diciendo ahora sí es mi año. El problema es que la motivación es chispa pero no es motor. Y uno de los problemas es algo que yo llamo la trampa de la motivación y de qué va la trampa de la motivación, es muy sencillo. Es que claro, los primeros tres días estamos, pero nada nos detiene, o sea, nada nos detiene, constancia, estamos así. Queremos hacerlo todo y queremos lograrlo ya. Pero la motivación es un recurso finito. Tarde o temprano vas a perder esa motivación. ¿Y qué es lo que pasa? Que se siente muy bien. La motivación se siente muy bien y entonces qué dices, ay, ya perdí la motivación, bueno, voy a buscar algo que me motive. Y entonces te vas y ahora es el libro. Ay, este libro lo leí, uy no, ahora sí estoy bien motivado, Voy a empezar a hacerlo. La motivación dura un ratito y se cae. Ah, ya no estoy motivado. Bueno, ahora voy a ver un video y ves el video. Sube, baja, sube, baja. La trampa de la motivación entonces se vuelve que todo el tiempo lo estás dedicando en estar motivado y no en hacer las cosas que en teoría estás buscando la motivación para hacerlas. Y es una trampa muy, muy común. Todas las creadoras, todos los creadores que ustedes conocen, todos, absolutamente todos, han tenido días donde tenían una pereza increíble de hacer las cosas. ¿Cuál es el secreto? Cuál es el secreto para que estas personas, a pesar de que esa motivación, ese tanque de motivación, está apagado, sigan haciendo las cosas. Es muy sencillo, sistemas, hábitos, rituales. ¿Cuando ustedes han visto una plática motivacional para usar más el teléfono celular? Si ustedes ven el teléfono por hábito, no dicen hoy no estoy motivado, a ver el teléfono. O sea, no, no existe algo así. Y es curioso porque ese hábito no es casual, fue diseñado para generarlo. Los creadores de los teléfonos, los creadores de las aplicaciones, diseñaron esas aplicaciones y diseñaron esos teléfonos para crear hábitos en nosotros. La buena noticia es que así como se crean hábitos que nos pueden llevar a cosas que no queremos realizar o que ni siquiera procesamos que estamos realizando, también podemos desarrollar nuestros propios hábitos, nuestros sistemas, diseñarlos para que justo nuestras creaciones o nuestros momentos de creación ocurran sin necesidad de pensarlo mucho, simplemente por el hábito. Les voy a compartir un poco como mi rutina. O sea, un poco como mi hábito. No tanto como una fórmula, porque volvemos a lo mismo. O sea, una, no hay recetas absolutas ni leyes en la creatividad y dos, cada contexto es distinto, o sea, cada persona es distinta, venimos de lugares distintos y funcionan cosas en un lado y en otro no o hay que modificarlas. Y otra aclaración que les hago es que eso es lo que yo uso para mis proyectos personales.

12:50
Eduardo Salles. Lo primero que hago es, creo un refuerzo positivo antes de empezar a crear. Eso puede ser irse por su café favorito o su bebida favorita o prepararsela en casa. Como buen mexicano, tengo una relación cercana con el pan dulce. Entonces obviamente, cuando se da la oportunidad pues un pancito dulce para endulzar el día. Poner un playlist que te gusta. O sea qué estás haciendo o qué hago yo con eso, es un poco entrenar a mi mente de que el momento de creación es placentero, o sea, eso que voy a empezar a hacer es algo de disfrute. Y entonces ya comienzo a generar ese hábito. Entonces, cuando al día siguiente estoy pensando en crear, estoy pensando en el cafecito, en el pancito dulce, en la música y eso entonces me dice ah, voy a hacer algo que me gusta hacer y entonces comienzo a generar una asociación positiva. Después de eso, lo siguiente que hago es crear una burbuja de atención, que en el siglo XXI crear una burbuja de atención es básicamente deshacerte del teléfono. Paso uno, deshacerte del teléfono, fin. No hay nada que hacer nada más complicado que eso. He visto de todas las técnicas posible, hay gente que los guarda, que tienen una caja fuerte. Hay como todo tipo de técnicas, yo no tengo que llegar a situaciones tan extremas. Lo que hago es simplemente que no esté ni a mi alcance ni a mi vista, notificaciones apagadas, nada de vibraciones, nada de verlo porque claro, en el momento que escuchen ‘pip’ como perro de Pavlov voy a voltear a ver porque claro genera una reacción conductual básicamente. Entonces burbuja de atención. Una vez ya hecho eso, ritual, cafecito, teléfono, nos vemos en un ratito, no te voy a ver en un rato y después de eso me pongo 50 minutos, me cronometro 50 minutos para hacer lo que tengo que hacer. Y mi objetivo del día es estar esos 50 minutos haciendo algo. ¿Por qué 50 minutos y por qué ese objetivo? Cuando nosotros nos ponemos objetivos muy abstractos o muy grandes, puede parecer que nos podemos llegar a frustrar, o sea imagínate que me pongo el objetivo, ah estoy escribiendo un libro y quiero hacer cinco páginas. Pero va a pasar que va a haber días que no voy a alcanzar a hacer cinco páginas, porque es como de ‘uta’, no pues no, estas, no se me ocurre nada, ya tengo la idea, pero no se me ocurre nada y estoy atorado, no sé qué, no sé cuánto. Y entonces qué va a pasar con eso, que voy a empezar a generar una asociación negativa con crear, es crear es doloroso, crear no está padre, es frustración, es no avanzar, es sentirme bloqueado, etcétera. Y eso qué me va a hacer, me va a alejar y buscar el teléfono lo más rápido posible. En cambio, cuando nos ponemos tiempo, el tiempo es una meta que se cumple quieras o no, porque los 50 minutos van a pasar. O sea, no es como que ay no, es que me quedé en 30 y el tiempo se detuvo y ya no siguió, no. O sea, los los 50 minutos pasaron, entonces es una buena forma de hacer cosas, entonces en lugar de que la meta sea, voy a escribir cinco páginas. La meta es voy a dedicarle a mi libro 50 minutos. Y es una meta más fácil de realizar porque quiera o no, esos 50 minutos van a suceder. Y la otra razón es porque la atención, como la motivación, es un recurso finito, se acaba, o sea, por más que queramos en algún momento el cerebro se agota, el cerebro se agota y es como de, ay oye ya llevas un buen rato aquí, pues vete a despejar o hacer algo. Aquí ya para cerrar esta parte. Siempre importante los primeros diez minutos, yo le llamo el valle de la muerte, porque los primeros diez minutos son los más difíciles, son los más, más difíciles. Claro, porque estamos en una situación de incomodidad, estamos empezando algo, pero pues todavía no está ocurriendo y estamos así. Y esos son los diez minutos donde más nos vemos tentados en ir por el teléfono o más nos vemos tentados en abrir la pestaña con el video o más nos vemos tentados, porque claro, hay una incomodidad que fácilmente podemos perdernos y si abrimos el teléfono ya, ya perdiste. Entonces el consejo hoy es aguantar esos diez minutos, aguantarlos, aguantarlos, aguantarlos, porque justo varios psicólogos y varios análisis han mostrado el famoso estado de flow, que le llaman, este momento en el cual te metes en lo que estás haciendo y de repente pierde la noción del tiempo y es como que orale, ya pasaron cinco minutos, se pasó muy rápido. Y un poco los estudios dicen que tardamos de 10 a 15 minutos en entrar en un estado de flow. Entonces los primeros diez minutos no estás en estado de flow, estás arrancando los motores y ya después de los 15 que ya estás fluyendo, dices wow, esto es mejor de lo que creía.

18:20
Eduardo Salles. Entonces por eso es tan importante aguanten esos diez minutos y les aseguro que si los aguantan el flow de esos 50 minutos va a ser muy sencillo. Ahora, qué pasa en los días donde de plano, de plano, de plano no quiero hacer nada, o sea, de plano así, o sea, fue un muy mal día, realmente ese día no quiero hacer nada, no quiero hacer nada, no me siento con energía, no me siento con ninguna cosa para hacerlo. Un poco, para no perder el hábito lo que hago en esos días donde simplemente no quiero estar en frente haciendo algo, es que aparte de esos 50 minutos para leer o escuchar o ver algo relacionado con la idea que estoy trabajando. Entonces esos 50 minutos, sabes qué, el día de hoy no voy a trabajar nada, voy a leerme ese manga que me encanta, que es de ciencia ficción, porque estoy escribiendo una novela de ciencia ficción. Ese día me voy a ver un episodio de esta serie que me encanta porque pues básicamente estoy haciendo una historia de fantasía. Entonces no todos los días tienes que estar justamente ahí, es simplemente todos los días hacer algo en esos 50 minutos que te ayuden como a no perder el hábito de generar tu idea.

19:36
María. Hola Eduardo, soy María. A menudo que empiezo un proyecto tiendo a desecharlo al poco tiempo, porque a veces creo que no es lo suficiente bueno. Quería ver si me puedes dar un consejo para mejorar o cómo confiar más en mis ideas.

19:58
Eduardo Salles. El perfeccionismo, ese falso aliado, yo le llamo un falso aliado porque creemos que el perfeccionismo es un método de creación, pero en realidad es un mecanismo de defensa. Este miedo a cometer el error, esta no confianza como dices en las propias ideas, este ay no, no me está quedando bien o no ay, no, es que no, no es algo que me guste, y lo trabajamos y lo desechamos o lo pausamos o lo postergamos. ¿Por qué? Porque creemos que nuestro perfeccionismo nos está ayudando, que es nuestro aliado, que lo único que está haciendo es velar por nuestro bien para que hagamos algo de lo que nos sintamos orgullosos o algo que nos guste. Pero como digo es un falso aliado, es un falso aliado y tiene que ver menos con creación y más con protegernos de esas cosas que nos pueden llegar a lastimar. Porque crear en gran medida te pone en una situación de vulnerabilidad. O sea, siempre la creatividad o crear cosas te puede poner en riesgo a la crítica, te puede poner en riesgo a que la gente opine, a que la gente diga cosas, a que haya algo que te pueda lastimar. Y claro, nadie de aquí, supongo, le gusta salir lastimado o lastimada. Y lo que hace el perfeccionismo es justo ser un falso aliado, porque te dice no, no, no, no, no tiene que quedar bien, tiene que quedar bien, tiene que quedar perfecto, tiene que quedar perfecto y lo que está haciendo es irónico, porque pareciera que te está ayudando a crear, pero lo que está haciendo es retrasarte. Te va retrasando, retrasando, retrasando y si es posible, que nunca lo hagas. Es más, si nunca lo haces mejor, porque si no existe ahí afuera pues quién te va a decir algo. No te pueden lastimar si no existe y es algo muy difícil, porque la única forma como podemos desarrollar cualquier cosa es haciendo. Hacer es la única forma. Y entonces entra este conflicto contradictorio, porque por un lado, la única forma de crear, aprender y desarrollar una habilidad es haciendo. Pero por otro lado, nuestros perfeccionismo se activan y qué hacen, nos quieren retrasar y retrasar y retrasar y retrasar para no tener que sufrir un posible rechazo o una posible crítica o un posible resultado negativo. Como tal no existe una fórmula, no existe una manera de sobreponerse a esos miedos, pero sí hay tres cosas que, al menos a mí, me han ayudado en lo posible a si bien no deshacerme por completo del miedo y de que el perfeccionismo, ese falso aliado, venga y trate de tomar el control, las riendas de lo que estoy haciendo, porque creo que nunca te deshaces de ese temor, es un temor que vive y es parte de la creación y es parte del proceso. Si me ha ayudado yo digo un poco a domesticarlo, a saber digamos que camine a mi lado y no que tome el control de las cosas. Es entender que el resultado de una idea nunca va a depender exclusivamente de ti.

23:40
Eduardo Salles. Jamás. Por más que tú te esfuerces, por más que tú hagas, por más que trates de tener el control de absolutamente todo, el resultado de una idea nunca va a depender enteramente de ti, y es algo que entre más rápido lo asimilas y lo aceptas, más te ayuda un poco a ser compasivo contigo mismo o contigo misma. Hay tantas variables, tantos factores que hacen que una idea le vaya bien o le vaya mal que te sorprendería y ni siquiera los puedes contabilizar y ni siquiera lo puedes cuantificar. Incluso el azar, la suerte es parte de cómo le va a una idea y no nos gusta porque es incertidumbre. Y nos encantaría que todo fuera medible y cuantificable y si hago A, B y C sé que voy a obtener D, pero no. Yo te aseguro que en 100 universos paralelos muchas de mis ideas no funcionaron, o sea, no funcionaron porque los elementos que en este mundo se hicieron que funcionaran allá no se presentaron. Quizá la persona que tenía que ver la idea que yo hice para que funcionara ese día se enfermó del estómago y no llegó y no la vio y esa idea nunca floreció. Lo primero que te diría es creo que entender que hay cosas que no puedes controlar en el resultado de tu idea y que lo importante es hacerla, antes de hacerla bien, es hacerla. Eso es lo principal. Primero hazla y después ya preocúpate de lo que puedes aprender y si salió bien o si salió mal. Pero lo primero es hacerla y saber que solo puedes tener un mínimo control de qué ocurre con tu idea allá afuera. La segunda trata de crear en entornos donde te sientas segura o seguro de lo que estás haciendo. Y un ejemplo muy claro son los talleres. Cuando tú vas a un taller, todos están como tú, en la misma vulnerabilidad, aprendiendo y sabes que va a haber errores en el desarrollo, pero saber que estás en un entorno seguro, donde la gente no va a estar en una cuestión quizá donde te va a criticar, sino que también está aprendiendo junto a ti. Hace que de alguna forma bajen esos miedos, bajen esas alertas, de decir como de, ay no ¿y si lo hago mal? Y es que me van a juzgar y es que no va a salir bien. Baja esa ansiedad, bajan esos miedos y entonces te atreves un poco más a hacer las cosas porque sabes que estás en un entorno donde te sientes segura. Y el tercero es tratar de poner una cierta distancia entre tú y tu idea, que es lo difícil, porque pues son creaciones nuestras, finalmente y es muy difícil separar la idea del corazón. Entonces por eso cuando hacemos una idea y la critican nos duele, porque pareciera que nos están criticando a nosotros. Es como de ah es como decir tu idea es mala, es como decir tú eres malo, tú estás mal, tú eres ineficiente o tú no eres apto, porque están muy cerca del corazón. Entonces una forma suele ser darle una distancia a las ideas de tu persona, entender que tus ideas no eres tú, tus ideas son creaciones que vienen a partir de ti, pero una vez que salen de ti, tienen su propia vida. Por eso existen los nombres artísticos. El nombre artístico es una forma de crear una especie de pararrayos creativo, es como de, ah ok, por un lado está el personaje que está creando, que está haciendo estas cosas, es un personaje y por otro está la persona que va, que compra, hace su mandado, hace sus cosas, etcétera, etcétera, y son dos entes diferentes y obviamente siempre hay una cercanía que no puedes librar, pero siento que ponerle ese distanciamiento de las ideas permite un poco relajar.

27:37
Eduardo Salles. Y repito, si bien nunca eliminas el miedo, porque el miedo siempre va a estar ahí, puedes llegar a domesticarlo y pues aprender a vivir con él.

27:53
Gus. ¿Qué tal? Yo soy Gus Jordan. Uno de mis grandes propósitos de vida es poder transformar de manera positiva el cómo incursionan los jóvenes universitarios en la vida adulta y estoy convencido de que la herramienta de la creatividad es una de las mejores fórmulas. Quería preguntarte, en el momento en que las personas buscan una idea creativa y no saben cómo encontrarla, cómo llegar a ella, ¿qué sería, cuál sería el consejo para poder empezar a detonar eso?

28:21
Eduardo Salles. Gracias por tu pregunta, Gus. Y creo que todas y todas hemos pasado por ahí. Seguramente se sentirán identificados con esta situación que yo he vivido mucho, que es que abres el archivo, un nuevo documento o el lienzo, y dices hoy voy a escribir esa historia, hoy voy a hacer esa ilustración, hoy voy a pensar en ese negocio que he estado pensando, hoy voy a componer esa canción. Y ves la pantalla en blanco y la ves y la sigues viendo, te empiezas, escribes algo, no te gusta, lo borras, la sigues viendo. Dices voy a ver videos de gatitos, claro, te vas y abres la ventana de gatitos y ese video te lleva a un video de perritos vestidos de samuráis y dices bueno, voy a ver perritos de samuráis. Te llega un mensaje de WhatsApp y lo abres y entonces te mandaron un video que está buenísimo, lo ves. A partir de ahí te enroscas en una conversación con amigas o amigos en el Whats y cuando volteas a ver ya pasaron tres horas y la pantalla sigue en blanco. Los bloqueos creativos es lo más normal del mundo. Todas y todos hemos pasado por bloqueos creativos que es no sé qué hacer, no se me ocurre nada y creo que ese pensamiento viene mucho de un mal entendimiento de la creatividad. Creo que es un mal entendimiento de la creatividad, donde aún sigue habiendo como esta idea de que la creatividad es esta cuestión medio mística, medio esotérica, en la cual las ideas están ahí arriba, o sea, toda esta cuestión de bueno, a ver si me llega la idea, si baja, si la recibo y mientras tanto pues aquí estoy tratando de forzarla a ver si sale. Y creo que algo que refleja mucho esa idea es cómo expresamos y decimos es que no se me ocurre nada, como la idea la vemos como una ocurrencia, que es finalmente como ver como si las ideas fueran generación espontánea, es como que ‘pup’, salen ahí y es la ocurrencia, se me ocurrió, pase de no saber nada a saber algo. Eso es, desde mi punto de vista, una falacia. Y creo que pensar en esa forma un poco romántica de la creatividad hace que esos bloqueos puedan ser más frecuentes porque nos pone en una situación pasiva en la cual no tenemos herramientas justo para poder actuar, tomar acciones para salir de ese bloqueo. Entonces lo primero es que se alejen de esa hoja en blanco, aléjense, pero aléjense, por favor. Cierren esa laptop, aléjense de esa pantalla en blanco. La idea no va a surgir, no va a surgir de ahí. Lo primero que van a hacer es van a dedicar 50 minutos o una hora, ahí si los tiempos que ustedes establezcan, pero yo digo 50 minutos en consumir algo relacionado con lo que quieren hacer. Entonces vamos a poner el ejemplo que quiero escribir una novela de fantasía, eso es lo que yo quiero, quiero escribir una novela de fantasía. Entonces los primeros 50 minutos los voy a dedicar en leer historias de fantasía, cuentos, novela, quizá un audiolibro, ahora si que los formatos que ustedes quieran, pero voy a consumir historias que tienen que ver con lo que quiero realizar, que en este caso es una novela de fantasía. Eso lo voy a hacer por 50 minutos, una hora. Acabado ese tiempo van a tomar un receso de 15 minutos y van a hacer lo que quieran en esos 15 minutos.

32:18
Eduardo Salles. Posterior a eso van a dedicar los siguientes 50 minutos o una hora a consumir cosas, pero ahora que no tengan nada que ver con lo que quieren hacer. Entonces, volviendo al ejemplo de que quiero escribir una novela de fantasía, esos 50 minutos, esa hora la voy a dedicar a ver un documental de pulpos o lo voy a dedicar a ir a una exposición sobre diseño de México en el siglo XVIII. Después de eso, otra vez descanso. Y aquí viene la receta secreta. Van a hacer una actividad física que no les demande mucha atención, puede ser caminar, puede ser lavar los trastos y ahí acaba, ahí acaba la receta. Importante, en cualquiera de estos momentos, ya sea en los primeros 50 minutos, en los segundos 50 minutos o en la actividad, siempre traigan consigo una libreta y una pluma. Y si hay algo en lo que están haciendo, ya sea leyendo la historia o viendo el documental de pulpos o en la exposición que fueron de diseño, algo llama su atención de inmediato lo anotan, de inmediato. No confíen en la memoria. La memoria es muy cortoplacista y dicen ah sí, me voy a acordar saliendo de esto, no se van a acordar. Todos hemos pasado por ahí. Entonces, tan pronto haya algo que llame su atención, lo anotan. Si ese día no se les ocurre nada, no pasa nada, al día siguiente vuelven a repetir la receta. Les aseguro que más temprano que tarde, les van a empezar a a brotar ideas y van a anotarlo. Ah mira esto y lo van a anotar. Como vimos al principio, la creatividad es combinación novedosa de elementos. ¿Qué pasa? Cuando nosotros estamos absorbiendo esas cosas, lo que estamos haciendo es vean su mente como una alacena mental creativa, una alacena en la cual están guardando esos elementos, esos ingredientes. Obviamente, si tienen pocos ingredientes, pues va a ser muy difícil generar combinaciones. En cambio, en esos primeros 50 minutos, cuando están leyendo las novelas de fantasía, los cuentos de fantasía o las historias de fantasía, qué están haciendo, están llenando su alacena mental creativa con los elementos que les van a ayudar a generar esas combinaciones. No es casualidad que si ustedes ven entrevistas de cineastas, todos ven una cantidad absurda de películas y si lo ves con gente que hace ciencia, bueno, consumen ciencia. ¿O sea, por qué? Porque están llenando su alacena con esos insumos que les va a permitir generar esas combinaciones. Entonces eso es lo que hacen los primeros 50 minutos, tú estás llenando tu alacena creativa con los ingredientes que vas a combinar. Luego, los otros 50 minutos, los de la cosa que no tiene nada que ver, es importante porque finalmente la creatividad no es simplemente añadir lo que ya existe. O sea, si es como de ah una novela de fantasía, pues ya existen esas combinaciones. Esos siguientes 50 minutos de cosas que no tienen nada que ver estás añadiendo ingredientes que justo te van a permitir generar esas combinaciones novedosas porque a nadie se le hubiera ocurrido decir ah, mira, aprendí en la exhibición, en la exposición de Arte y Diseño de México del siglo XVIII, que había algo llamado castas en esa época.

36:06
Eduardo Salles. ¿Cómo sería un sistema de castas en una novela de fantasía? ¿Entonces generaste una combinación que no existía porque eran dos mundos diferentes, pero que ahora ya generan una relación. Y finalmente, el ingrediente secreto, que es la actividad física de bajo coste energético, tiene que ver porque cuando nosotros hacemos esas actividades, lo que ocurre en nuestra mente es que las conexiones que tenemos se ablandan, digamos que el sistema que mantiene esas conexiones rígidas se empiezan a hacer menos rígidas, los pensamientos comienzan a flotar un poco más y justo en esa flotabilidad, en esa como maleabilidad, es que esos dos puntos que en una cuestión más cerrada, sería difícil generar la combinación. Al ablandarse esa conexión se vuelve más sencilla porque como que ablandas las cosas para que la combinación pueda ocurrir. Virginia Woolf caminaba mucho. Stephen King camina mucho. Aristóteles, o sea, toda su sistema de enseñanza era mientras caminaba, filosofaban caminando. Agatha Christie decía que el mejor momento para planear un libro era mientras lavaba los trastos. Darwin tenía un circuito en el cual caminaba todos los días. O sea, cuando empiezan a ver biografías de gente que crea, van a ver que estos elementos de relajación siempre están presentes. Yo digo siempre de broma que la imagen más icónica que creo que tenemos de la creación, de la creación creativa, por así decirlo, que es esta imagen muy popular de Newton, abajo de un árbol cuando de repente cae la manzana, pues piénsenlo. O sea, ese momento en el cual ocurre ese descubrimiento, pues Newton no está en su oficina en Cambridge, no está en una oficina, no está en un escritorio. No, está abajo de un árbol, relajado, disperso, que es justo ese momento donde ocurren las combinaciones. Entonces ese es un poco la receta y ese es un poco la explicación de por qué podría funcionar. Y me gusta mucho porque no nos deja pasivos, no nos deja como de ay, bueno, voy a esperar a que la idea llegue y pues ojalá llegue, sino que ya nos da una herramienta que nos permite activamente invocar la idea más que esperarla.

38:38
Rodrigo. Hola Eduardo, yo soy Rodrigo y a mí me gusta mucho esto, lo que es la ilustración, el diseño de personajes y contar historias y por ende se me ocurren muchas, muchas, muchas ideas, pero nunca sé cuál es buena o cuál puedo elegir. Así que me podrías dar un consejo de cómo puedo elegir una buena idea.

38:54
Eduardo Salles. Si pensamos en una buena idea como una idea exitosa, es decir, una idea que logra lo que tú querías lograr con esa idea, o sea tú querías lograr algo con esa idea y esa idea es exitosa, por lo tanto, es una buena idea. La realidad, otro desmitificando mitos de la creatividad es que como tal no existen las buenas ideas. Las ideas existen una vez que están hechas. Una vez que algo se hizo es que ahora sí podemos juzgarlo y podemos analizarlo y podemos verlo y podemos entender cómo funciona. Antes de eso, solo vive en tu cabeza. Antes de eso es una potencialidad que está viviendo en tu cabeza, pero que tú realmente no puedes saber a ciencia cierta si es buena o mala idea, en el sentido de el éxito que pueda llegar a tener en los términos que tú estás planteando para tu propia idea. Imagínate que yo ahorita te dijera oye, se me acaba de ocurrir una idea buenísima. Es un negocio para cosechar hielo. Y te quedaste así y dijiste como ¿qué? Sí, sí, sí, lo que vamos a hacer es que vamos a mandar gente a lagos congelados y a los picos de montaña hacia lugares muy fríos. Vamos a cortar hielo, lo vamos a cortar, lo vamos a transportar, lo vamos a almacenar y lo vamos a llevar a los hogares de millones de personas y a negocios y así y es un negocio genial. Te invito a que seas parte de este negocio. Tú obviamente con mucha, con toda la razón me dirías esa es una pésima idea. O sea, ¿qué te pasa? O sea, ¿has oído hablar del refrigerador? Y lo curioso es que esa idea, esa misma idea en el siglo XIX era una excelente idea. El negocio de la cosecha de hielo, que así se le llamaba cosechar hielo, era un negocio multimillonario y solo en Estados Unidos se empleaba de 75 a 100 mil personas, o sea, las personas tal cual era toda una industriaa , la industria del hielo, en la cual la gente iba, iba al lago, partía el hielo, lo sacaba, lo transportaban. Había bodegas dedicadas solamente a almacenar hielo, transportistas que llevaban el hielo a los hogares, etcétera, etcétera y era un negocio multimillonario. Entonces ves como una misma idea en el siglo XIX es una muy buena idea y hoy en el siglo XXI es una pésima idea. La idea es la misma, la idea es exactamente la misma. ¿Qué cambió? El contexto, el entorno donde la idea está surgiendo. Otro ejemplo muy clásico es la cámara digital, que no sé si sepan, pero la cámara digital la inventó Kodak. En 1975 una persona que trabajaba en Kodak que era parte como de su laboratorio de creación y de innovación, inventa la cámara digital y dice ah, mira, pues podemos hacer imágenes, pero en lugar de que sean una película, que sea en una pantalla. Y los de Kodak recibieron la idea y dijeron esta es una pésima idea porque iba en contra del modelo de negocio de Kodak, que en ese momento era la película, el revelado, las cámaras, los químicos, los centros de revelado. Entonces había todo un emporio y toda una industria alrededor del revelado de fotografías y claro, Kodak decía esta es una pésima idea, no manches, a quién se le ocurre esto.

42:37
Eduardo Salles. Obviamente la patentaron porque dijeron bueno, ya la hicimos, pues sí, pero no la vamos a desarrollar. Sorpresa, sorpresa, hoy día estoy seguro que todos aquí sus teléfonos tienen una cámara y Kodak quebró en el 2012. Lo vemos y decimos es que claro, era una buena idea, cómo no lo vieron. Pues no lo vieron porque en ese momento no era obvio. En ese momento las condiciones no acompañaban para saber que era una buena idea, como hoy lo sabemos. Entonces, más que ideas buenas o malas, a mí me gusta pensar en ideas con potencial. No sé, siento que es una forma distinta de refrasearlo y de poder quitarle como un poco ese juicio de casi casi de oráculos o de adivinos, de decir sé que esto va a ser una buena idea o sé que estoy va a ser una mala idea. Y tratando de responder la pregunta es cómo saber si mi idea tiene potencial. La primera y es una forma muy bonita de saber que una idea tiene potencial. Es una idea que te emociona, que te emociona o atrae, sientes una atracción por esa idea. Es como de sí, todas me gustan, pero esta… hay algo, hay algo que me gusta mucho de esa idea. O sea, hay algo, no sé explicarlo, no sé verbalizarlo, no sé razonarlo, pero algo en esa idea me gusta mucho y es bien curioso, porque lo que está pasando es que tu mente de forma inconsciente ya generó las conexiones que le hacen sentido, incluso si tú todavía no las haces conscientes, tu mente dice para, para, para, para, aquí hay algo interesante. Hay algo que hace sentido, algo que me hace sentido porque logré conectarlo. Y esa es la emoción que sentimos, esa sensación como de que obviamente en los en los casos más exagerados es el Eureka, es este como de no manches, se me acaba de ocurrir algo. y en los casos más un poco más atenuados es esta comezón, este algo me llama de esta idea. Es tu cerebro premiandote, diciéndote sí, sí, si, si. Encontraste la solución del acertijo. Sí, sí sí, ve por aquí. Es esta un poco como nos está dando como nuestros premiesitos de decirnos aquí hay algo. Entonces la primera que yo te diría es, piensa de estas ideas que tengo, cuál me emociona más o cuáles me emocionan más. Y esas probablemente son ideas con mayor potencial. Supongamos que estás enrachado y de tus diez ideas tres te gustan y les vas a hacer cuatro preguntas. La primer pregunta es, ¿cómo podría hacer esta idea? ¿Cómo la podría hacer? Me voy a decidir por esta idea ¿cómo la tendría que hacer? La segunda es ¿cómo se vería esta idea? ¿Cómo se manifestaría? En el caso de si es ilustración es, ¿cómo esta idea se vería ya visualmente? Obviamente, si es música, ¿cómo se escucharía? Si es audiovisual, pues ¿cómo sería el montaje? Si es diseño, ¿cuál sería su forma? Si es una idea ¿cómo la argumentaría o la expresaría? Pero es cómo se manifiesta. El tercero es ¿cómo mi idea resuelve el problema que yo quiero resolver? Tú empezaste a hacer estas ideas porque quieres lograr algo. Ah, quiero que la gente me reconozca. Quiero que mi trabajo sobresalga o quiero crear un personaje que la gente ame, o quiero hacer una historia con la que la gente conecte.

46:16
Eduardo Salles. Entonces la pregunta es, ¿por qué crees que esa idea puede resolver eso que quieres lograr? Y la cuarta pregunta es ¿qué crees que hace tu idea diferente a las otras? Y no te tienes que preocupar porque las respuestas sean correctas, porque no se trata de eso. Es qué tan fácil te es responder esas preguntas, aunque las respuestas sean equivocadas, es qué tan fácil te es responderlas. Entonces es como de, ah, me imagino que sería así y así, así, así, así. Te es fácil responderlo es ok, hay potencial en esa idea Si dices mmm no, pues a ver cómo lo haría o cómo sería, cómo se vería esto. Entonces quizá la idea no tiene en este momento tanto potencial. Entonces si logras resolver eso, felicidades, tienes una idea con potencial y entonces ya tienes a tu ganadora. El último paso, y el más importante de todos estos es, tienes que hacer la idea. Es la única forma real de saber si una idea puede funcionar o no. No hay ningún otro método, ninguna otra forma. No hay nada que exista hoy día que te permita saber si esa idea le va a ir bien o mal, si va a funcionar o no más que hacerla. Entonces ese es el último estadío, pero digamos que los anteriores te permiten irlo enfilando y al menos si ya vas a dedicar el tiempo en hacer una idea, pues es una idea que al menos sientes que puede tener potencial de lograr lo que tú quieres lograr.

47:46
Jazmín. Un gusto Eduardo. Soy Jazmín. De profesión soy creativa y en mi día a día realizo publicidad, así como también por proyectos personales pues me dedico a la música y a los visuales. Me encantaría saber o que nos pudieras proporcionar un consejo para tener ideas diferentes, ideas que sobresalgan.

48:10
Eduardo Salles. Lo primero creo que es sano y importante no castigar de alguna forma a la copia. Y es un ejercicio muy lindo cuando tú ves, por ejemplo, pinturas de artistas que hoy consideramos consagrados, consagradas, y es como de, ay es que genio y figura. Y tú ves esas pinturas iniciales y son copias, copias burdas de otros estilos que ya existían, porque copiar es una forma efectiva de aprender a desarrollar una habilidad. ¿Por qué? Porque nos da un marco de referencia que nos permite compararnos una y dos, pues si es algo que nos gusta y admiramos, pues obviamente queremos de alguna forma replicar. Tú hoy día vas a un café de la colonia Roma y es exactamente idéntico que un café que verías en Buenos Aires y es exactamente idéntico a un café que verías en Toronto y que verías en Tokio y que verías en Madrid y que verías en Berlín. O sea, todo cada vez comienza a homogenizarse. Los pósters cada vez se parecen más. El diseño gráfico cada vez se parece más. He visto estas como comparaciones de cómo ponen pósters de películas de terror y todas son un ojo gigantesco así abierto y lo ves repetido. He visto que empiezan a llamar como la edad, la era del promedio. O sea, como que todo es cada vez más homogéneo, todo se parece cada vez más. ¿Y por qué pasa eso? Porque cada vez estamos consumiendo los mismos referentes todos. Ahora todo mundo vemos pues los mismos sitios de Internet, los algoritmos nos presentan las cosas, vemos las mismos referentes, vamos a los mismos moodboards. Y entonces pues claro, es como de ah, mira, pues vi esto y esto y esto, hice esto. Ah, las 100 mil, millón de personas también vieron lo mismo que tú y sorpresa, sorpresa llegaron a combinaciones similares. La solución es diversificar los ingredientes, necesitas diversificar los ingredientes y no ver donde todo mundo está viendo. Y hay tres lugares que son muy interesantes que puedes explorar para justo encontrar ingredientes interesantes en otros lados que no sean esos. El primero que va a sonar muy obvio, pero hoy día es casi una realidad, es salir a la calle, básicamente salir del internet, salir de la pantalla. ¿Por qué? Y es una cosa pues casi medio obvia. Si todo mundo está viendo el internet, lo que está fuera de internet no lo está viendo todo el mundo, ese mercado, ese bazar, las propias calles, los propios establecimientos, las propias gente que conviven en la calle, el puesto callejero. Son cosas, son elementos que puedes empezar a ingresar a tu alacena creativa que no están viendo otros 50 millones, otros 100 millones, otros mil millones que estás viendo tú porque es tu entorno físico. Otro ejemplo es, por ejemplo, las librerías o incluso entrar a una librería de viejo que me encanta, porque cuando entras a las librerías, sobre todo librerías más independientes, pues no hay un algoritmo.

51:40
Eduardo Salles. El algoritmo es la dueña o el dueño de la librería mostrándote lo que para ella o él es interesante y entonces te enfrenta a elementos que quizás tú no hubieras llegado porque pues básicamente no eran lo que tu algoritmo te mostraría, pero te estás encontrando con cosas novedosas, que es la curaduría de otros. El segundo es tu propia cultura y con cultura podemos ir desde lo macro, tu país, tu ciudad, tu barrio, tu cuadra, la cultura de tus padres, la cultura de tus abuelos. Yo siempre hago esta broma de que pues cuando exploras un poco la cultura es como en esta analogía de la alacena, es como bajar al sótano y buscar tu salsa Valentina creativa, que va aderezar un poco las cosas y son elementos que sí, compartes con otras personas, pero no es una cosa que compartas con todo el mundo. Entonces, de repente agarrar esos ingredientes te va a permitir hacer combinaciones que quizá a una persona de Puerto Rico no se le hubieran ocurrido. O una persona de Argentina no se le hubiera ocurrido o una persona de España no se hubiera ocurrido. De la misma forma que esas personas pueden llegar a cosas que a nosotros no nos hubieran ocurrido porque no son ingredientes que tenemos. Y el último, también muy importante es tú misma. Tú misma eres es esta cosa que suena broma, pero no es broma, que es que nadie va a ser mejor que tú siendo tú. Nadie va a ser mejor en lo que tú eres. Entonces, cuando exploramos en nosotros mismos y en nosotras mismas, estamos justo llegando a esos ingredientes que como nuestra biografía de vida, es muy distinta, la gente, otras personas no van a tener, nuestros conflictos familiares o nuestras vivencias familiares, nuestra infancia. Qué nos gustaba, qué caricaturas veíamos, ese platillo que nos preparaban de niñas o de niños que nos fascinaba, esas golosinas, esas cosas que hacíamos en nuestra infancia, eso que vimos que nos sorprendió en su momento, ya no existe. Nadie va a poder acceder a esos ingredientes más que tú y entonces ir a explorar ahí te puede permitir también sacar elementos que te permitirán hacer combinaciones que te permitan sobresalir, porque nadie va a llegar a ellos más que tú.

54:17
Diana. Eduardo, mucho gusto. Yo soy Diana Vera, soy diseñadora gráfica, egresada de la Facultad de Artes y Diseño. Me gustaría mucho conocer tu postura como ilustrador y creativo respecto a la posición del internet en la creatividad. Es decir, ¿crees que el internet es una aliado o un enemigo para la creatividad?

54:42
Eduardo Salles. Uy, preguntas fuertes. Como todo lo complejo, la respuesta suele ser un grandísimo, depende. Es la respuesta más aburrida del mundo, pero muchas veces es la respuesta correcta. Porque creo que por un lado internet ha sido un aliado muy grande en la creación, yo pienso justo en la experiencia como ilustrador, o sea, tú solo piensa que antes del internet si tú eras ilustradora o eras ilustrador, tus formas de que tu arte o tus creaciones salieran están muy limitadas. O tenías que trabajar para un periódico o para una revista, o en publicidad, y algunas quizás algunas cuantas editorial y ya. Estaba muy cerrado. Y por otro lado, pues era toda una industria donde el ilustrador o la ilustradora, se veía como un visualizador de las ideas de los demás. Y creo que internet vino a revolucionar muchas de esas cosas. De repente ya no necesitaba estar en un periódico o en una revista para que yo hiciera ilustraciones y que esas ilustraciones las pudiera ver mucha más gente y que la gente conociera mi trabajo y que la gente conocía lo que estaba haciendo. Entonces el internet hizo algo muy especial en ese sentido, porque nos permitió, una, darnos a conocer. Dos, que llegar a otras personas fuera relativamente más sencillo y tres, poder ver un poco más en tiempo real la reacción de la gente a nuestras creaciones. O sea, ver, o sea, tener un feedback mucho más inmediato de oye amo esto, me encanta o no me gusta, saber un poco más cómo la gente lo recibía y también crear comunidades. Que creo que hoy lo damos muy por hecho, pero también las comunidades son importantes en la creación porque pues este otro mito en la creatividad de que la creación es individual y que es solitaria y así, o sea, uno nunca está solo porque somos parte de una cultura. Entonces, quieras o no, lo que vemos, lo que escuchamos, lo que analizamos, lo que nos inspira, termina formando parte de nuestras creaciones. Entonces las comunidades digamos que se potenciaron también y nos permitieron generarlas. Entonces de repente tú estabas hablando con una ilustradora de otro estado y conocías a un ilustrador de otro país y de repente empiezan a haber conexiones interesantes porque tú no conoces algo de ese país y alguien de ese país no conoce algo que tú tienes. Y esas combinaciones se empezaron a fructíferar. Entonces creo que de ese lado el internet ha sido como muy positivo en la creatividad y pues claro, o sea, como el internet es malo, bueno, o sea, todo siempre, por eso digo, es un gran depende. Si que es cierto que el internet también ha tenido, tiene sus vicios, que creo además que cada vez se potencian un poco más, por un lado la comparación, porque por un lado, evidentemente si vemos gente que triunfa, que está haciendo cosas, que además sobre todo resuenan con nuestras propias historias, es como ah, mira, es una persona que viene en un contexto similar al mío, tiene una historia similar a la mía y mira lo que está logrando.

58:24
Eduardo Salles. Eso nos puede inspirar mucho y nos inspira y es como de oye, pues yo también lo puedo lograr, yo también lo puedo hacer y yo también quiero hacerlo. Y eso es muy positivo. Lo malo es cuando esa motivación o esa inspiración que genera la comparación se vuelve en una frustración. ¿Por qué? Porque de repente abres tus plataformas y eso es “happylandia” y “éxitolandia” y todo mundo es genial y brillante y hace cosas y vive su vida al máximo y tú dices oye, pues qué estoy haciendo mal. Pareciera que todo mundo lo tiene descifrado menos yo, como ¿qué está pasando? Y creo que eso no es positivo en la creación, porque la creación, cuando te comparas en exceso, más que ayudarte a crearte, te desmotiva. Entonces es importante ahí atenuar y a veces sí apagar la comparación. Sí apagarla y decir esa persona es esa persona, tiene su vida, tiene su contexto, su entorno y es muy diferente al mío, entonces ella va a su paso, yo voy a mi paso porque vivimos en entornos completamente distintos. Y el segundo, que también puede ser un vicio, es pues lo que hemos visto cada vez más con el mundo de los algoritmos. O sea, el algoritmo nos está entrenando de alguna forma para crear lo que quiere que creemos. Si yo hago un contenido que el algoritmo está premiando, pues evidentemente, pues voy a hacer más de ese contenido porque sé que es lo que el entorno está, a lo que está respondiendo. ¿Y qué pasa? Perdemos esta, pues autonomía creativa de alguna forma de decir oye, pues bueno, el algoritmo estará diciendo eso, pero qué quiero crear yo? ¿Qué quiero hacer? Y creo que ese es un peligro, que si dejamos que el internet nos diseñe pues perdemos autonomía en lo que creamos. Entonces el internet hay que usarlo conscientemente. Hay que usarlo siempre tratando de usarlo para el beneficio de las ideas, para el beneficio de tus creaciones, para lo que quieres hacer y siempre tener una pequeña pantalla crítica que te permita pues justo no caer en los vicios que pueden perjudicarte más que ayudarte en tus creaciones.

01:00:52
Ángel. Hola, me llamo Ángel y estudio Comunicación Audiovisual y la pregunta que quería hacerte es ¿por qué crees que es importante la creatividad en profesiones que no se consideran como tal creativas?

01:01:05
Eduardo Salles. Es una cosa bien curiosa que usemos creatividad como un adjetivo, como de ah, industrias creativas o esa persona es creativa o es una profesión creativa, es una falacia. La creatividad, como ya hemos visto, es una habilidad humana y es una habilidad que se desarrolla y es al final de cuentas, un mecanismo evolutivo de ideas. Y las ideas no son exclusivas de ciertas profesiones o no son exclusivas de ciertas disciplinas. Absolutamente todo lo que hacemos se maneja con ideas, la ciencia, el diseño, la tecnología, los negocios, la política, la urbanística, la arquitectura, lo que tú quieras, la filosofía, lo que tú quieras, trabaja con ideas. Entonces estas separaciones que solemos hacer de, es creativo, no es creativo, que lo hacemos mucho en personas, también se lo hacemos a profesiones y también se lo hacemos a disciplinas que no tienen nada que ver. El primer alunizaje ocurrió en el 68, 1968. La maleta con ruedas se inventó en el 70. Llegamos primero a la Luna que a alguien se le ocurriera ponerle llantas a una maleta. Claro que ya existían ciertos mecanismos que se podían añadir a la maleta, ahí como medio rudimentarios, pero como tal, la maleta con ruedas se inventó hasta ese entonces y la invención fue muy sencilla, la persona que se le acredita la invención un día estaba en el aeropuerto con su familia y estaban pues lo normal, cargando maletas y estaba, no tenían ruedas, entonces las tenían que cargar así, flex, en los músculos y de repente la persona ve, no sé si han visto esos como carritos que hay en los aeropuertos, que son como palets con ruedas que ocupan para jalar como maquinaria y cosas así en los aeropuertos. Pues bueno, el tipo vio eso y dijo pero ¿por qué no tiene eso esto? Pero vean como el principio que hablábamos de creatividad sigue siendo el mismo. Elemento uno, maleta. Elemento dos, palet con ruedas. ¿Qué pasa si lo combinamos? La maleta sobre ruedas. Y eso no es lo más impresionante de la historia, que ya de por sí es muy impresionante. Lo impresionante es que cuando obviamente esta persona dice oye, pues voy a desarrollarlo, vamos a hacer la maleta con ruedas, lo presenta y le dicen, es una pésima idea. 100% real, no fake. Las tiendas, los anunciantes, la gente creía que era una pésima idea. ¿Por qué creían que era una mala idea? Porque en ese entonces, y aquí es otra lección importante de ser cautos con los prejuicios que podemos llegar a tener, en ese entonces decían es que si un hombre arrastra una maleta no es masculino. Porque un hombre tiene que cargar las maletas, si las arrastras eso, oye, es muy femenino. No les va a gustar a los hombres hacerlo. Vean lo absurdo que hoy día nos parece, yo se los cuento y deben de decir ¿qué tenían en la cabeza? Suena súper tonto. Ahora pregúntense cuántas cosas hoy día nosotros invisibilizamos por nuestros prejuicios y en 50, 100 años la gente nos volteara a ver y decir qué eran tontos o qué, no se daban cuenta, no se daban cuenta de que eso no estaba correcto. Entonces es una historia de precaución de siempre tener como decir como de esta idea creo que es mala porque porque simplemente no va a funcionar o son prejuicios y cosas que me han condicionado culturalmente que quizás me están impidiendo ver algo mucho más interesante o importante.

01:05:22
Eduardo Salles. A mí me sorprende mucho y un poco como me entristece que cuando la gente, por ejemplo, piense en ciencia, no piense en creatividad, cuando la ciencia es de las cosas más creativas que hay, o sea, casi, casi que están en la creatividad, es la herramienta fundamental en la ciencia. Hoy lo asociamos con números, ecuaciones, datos, investigaciones, el citado perfecto, te van a regañar. Pero realmente la ciencia en su base es curiosidad, es ideación, es cuestionamiento. Es ¿qué pasaría si esto ocurre con esto? ¿Qué pasaría si me monto en un rayo y veo el mundo a través de un haz de luz? Ese es un pensamiento muy creativo. ¿Qué pasaría si una bacteria que corta ADN lo usara para yo editar ADN? Son pensamientos muy, muy creativos. Entonces sí creo que es importante empezar como a quitar esta distancia que existe entre la creatividad y otras disciplinas, no solo porque es falsa, pues creo que a la larga le perjudica y quita como las posibilidades de que la creatividad ayude a más personas a acercarse a ella.

01:06:34
Joaquín. Qué tal, Eduardo. Soy Joaquín García. ¿Tú cómo haces o cómo convives con estas ideas que no alcanzan el éxito que estás buscando?

01:06:44
Eduardo Salles. En el mundo de la creatividad siempre hay como estos discursos entendibles y creo hasta cierto punto correctos de tratar de minimizar el fallo. O sea, mucho del discurso es, abraza el fracaso, no te sientas incómodo con el error, pero es difícil y yo diría que imposible no seguir sintiendo cuando las cosas no salen como quieres, por más que tú de alguna forma lo digas y te mentalices y así, cuando algo no sale como creemos, cuando nos equivocamos duele y es un dolor normal y es un dolor valido. Y es un dolor que es parte del proceso, tristemente. Entonces es como estas cosas, como, no sé, cuando estás muy triste porque nada, o sea, terminas una relación y se lo cuentas a un amigo y te dice no estés triste, ah no bueno, o sea, gracias por el consejo, no me lo hubiera imaginado. Qué me ha ayudado a mí en esos momentos en los cuales se estableció, se hizo, se creyó y no salió. Unos, creo que ya los he mencionado a lo largo de la plática, como estas cuestiones de entender que las ideas no dependen 100% de ti, creo que otro que puede ser mucho más personal es no ver estas creaciones como el fin, sino más como parte del trayecto. ¿Qué quiero decir con esto? Si tú ves en este caso esa campaña creativa como la última creación que vas a hacer, claro, o sea, si no sale como esperabas, te va a golpear. Porque es como de uy, no salió como esperaba y uy, le fue re mal y mira lo que están diciendo y todo esto y qué va a pasar ahora. En cambio cuando resignificas y ves esa campaña como solamente un paso más de un objetivo más grande, puedes de alguna forma verlo con otros lentes. Y es, esa campaña es una creación más en el verdadero proyecto que estoy trabajando, que es yo como creativo. Yo como creativo ,ese proyecto requiero crear 100 campañas, o sea, el objetivo no se va a lograr con una campaña, tengo que crear 100 campañas. Quiero ser una escritora, ese objetivo se va a lograr escribiendo 100 historias. Quiero ser creador de YouTube, ese objetivo se va a lograr creando 100 videos. El proyecto nunca es el proyecto que estás haciendo, el proyecto siempre eres tú. Entonces, creo que hacer como ese replanteamiento del desarrollo de ideas te permite un poco como ser un poco más comprensivo con ellas y con tus fracasos. El segundo tiene que ver con el post mortem. Podemos ponernos una venda y no aprender de nuestros errores y no, que nos duela, que haya errores y que nos duelan también es un mecanismo de nuestro cuerpo diciendo oye, aquí hay algo que hay que cambiar, que hay que mejorar, que hay que hacer. Y muy importante, no buscar culpables. Siento que de repente en sobre todo, pues la cultura puede llegar a estos puntos de la culpabilidad. De ¿quién tuvo la culpa? ¿Quien es el culpable? Y no, yo soy el culpable y la autoflagelación y este tipo de cosas es como no, no. Cuando haces el post mortem y haces el análisis de la idea, no es buscando culpables, no es buscando, si yo hubiera, tal vez si yo hubiera hecho esto, tal vez si lo hubiera hecho. Porque esos pensamientos te llevan a lugares que no te van a ayudar en nada. Es, qué de esta idea, yo el día de mañana, cuando haga la próxima idea porque haré una próxima idea, porque sabemos que la única forma de desarrollar es haciendo, ¿qué puedo aprender el día de hoy de esto que mañana lo voy a ocupar en mi desarrollo?

01:10:56
Eduardo Salles. Ah, mira las manos no me quedaron muy bien. Bueno, en el siguiente las manos van a quedar mejor. Ah, mira, la forma como conté la historia, quizá fue un poco convulsa, la próxima vez voy a contar la historia de una forma más ordenada. Ah, mira la campaña realmente le hicimos mucho caso al cliente y no pensamos en las personas. Bueno, tenemos que poner a las personas más en el centro. Entonces sacar siempre como un aprendizaje, pero siempre un aprendizaje repito, desde la empatía de saber que lo que estás mejorando, lo estás mejorando para tu desarrollo como creativo, como persona que crea y entendiendo que hay limitaciones, que si las entiendes te van a ayudar a desarrollar más y no a frustrarte más.

01:11:42
Tania. Hola Eduardo, yo soy Tania Jiménez y colaboro en la Universidad de Amerike, una universidad enfocada a la formación y transformación de jóvenes y efectivamente de producción musical, videojuegos, salud y arte. En ese sentido, a mí me gustaría preguntarte ¿cómo podemos saber cuándo persistir de una idea y cuándo soltarla o dejarla ir?

01:12:04
Eduardo Salles. Creo que es una pregunta muy pertinente porque hay dos polos operando en esa pregunta que creo que es muy fácil caer en ellos y que nos terminen saboteando de alguna forma nuestras ideas o terminan saboteando las creaciones. Por un lado es la poca capacidad de frustración. Es decir y esto es algo que cada vez es mayor, porque en esta fantasía o en estas narrativas, estas ficciones que se han construido en los medios digitales o en los mundos digitales, pareciera que todo ocurre inmediatamente, que todo es de la noche a la mañana, que hoy hiciste algo y en dos días ya eres la súper superestrella que todo el mundo reconoce. Pareciera que el éxito ocurre de forma inmediata y acelerada. De tal forma que si no logras algo en diez días o antes de tus 25 años, pareciera que no lo vas a lograr nunca. Es como de uy, no, tengo 26, ya se me ha pasado el tiempo, uy no, llevo cinco días haciéndolo y no estoy viendo resultados, claramente este es un fracaso, etcétera etcétera. Y es un problema porque volvemos a lo mismo, son narrativas ficticias y entiendo por qué ocurren. Tampoco es una cosa tampoco de decir cómo de en mis tiempos. No, nada de eso. Ocurren porque los procesos o el proceso como tal es trabajo y puede ser monótono. Si ustedes recuerdan como no sé, películas como Kung Fu Panda, o Kill Bill, ahí sí ya de repente cuáles sean sus gustos cinéfilos, siempre hay una parte donde la heroína o el héroe entrenan. Porque claro, tienen que entrenar para lograr sus habilidades. Y dense cuenta como el entrenamiento siempre dura como dos minutos, es como un intercorte con una canción para hacerlo lo menos tedioso posible, es como de bueno, bueno, bueno, entrenamiento, unos chistes, entrenamiento, entrenamiento. ¡Pum! Imagínate que ya pasaron diez años y que esta persona ya es así un guerrero superpoderoso o una asesina súper letal. Claro, porque nos gustan las historias, no queremos ver una película de dos horas de la novia entrenando, no queremos ver la película que se llama Los entrenamientos de Kung Fu Panda, queremos ver la historia, queremos ver qué ocurre con eso. Queremos ver el resultado del entrenamiento y lo que sucede, lo que acontece. Por eso las narrativas tienden a irse a los resultados tienden a irse a lo que ya se consiguió, porque es mucho más visible, porque es mucho más atractivo, porque es mucho más poderoso narrativamente, históricamente, pero invisibiliza el trabajo, invisibiliza esa parte como aburrida de ay por cierto, esa persona que estás viendo que parece que triunfó de la noche a la mañana, lleva 15 años trabajando en esto. Apenas lo estás conociendo porque después de muchos intentos, porque eso es la creatividad, es una apuesta tras apuesta, tras apuesta, tras apuesta, tras apuesta.

01:15:34
Eduardo Salles. A veces te sale en el intento uno, a veces en el intento cinco, es en el intento 500. Pero justo como ocurrió en el intento 500, pero nadie ve los 499 anteriores dicen ah, no manches, mira, de la noche a la mañana esta persona que nadie conocía, éxito rotundo y ese es un problema porque distorsiona la forma como entendemos la creatividad y ¿qué hace? que nos vuelve menos pacientes. Entonces hace que queramos que si en cinco días no estamos logrando las cosas, simplemente digamos de aquí no soy. Un ejemplo que me gusta mucho es este juego, hablando que ahí desarrollan videojuegos, pues es Fortnite, es un juego muy popular, seguramente habrán oído hablar de él. Fortnite sale en el 2017 y éxito rotundo y ahora es un juego que factura millones y millones y bueno, cultura pop ya básicamente. Y claro, si no sabes la historia puede parecer que pasó de la noche a la mañana. Ay, un día un estudio de programación, un estudio de videojuegos, se juntaron, tuvieron una idea y esa idea fue Fortnite. Así funciona la creatividad. Yo también me tengo que juntar y un día hago algo, ¡pum! Éxito rotundo. Y luego te das cuenta que pues Epic Games, que es el estudio del desarrollo, pues existe desde 1991, desde 1991 existe ese estudio de desarrollo de videojuegos y no solo eso, sino que antes de Fortnite desarrollaron casi o más de 40 videojuegos. Entonces esa parte se invisibiliza. El otro espectro, el otro polo, es esta falacia que seguramente la conocen, han oído hablar de esa que es la falacia del coste hundido, que para la gente que no sabe qué es la falacia de coste hundido es cuando ya invertimos en algo y como ya invertimos en algo, decimos bueno, pues tengo que desquitarlo. ¿Por qué? Pues porque ya invertí en eso. Y entonces, el ejemplo que se suele dar es el del cine, que tú vas a una película y la película a los diez minutos te parece horrible, pero como ya pagaste los boletos pues dices me quedo 2 horas, porque ya pagué el boleto. Esa es la falacia del coste hundido, porque en realidad si te quedas o no en la en la película no hace ninguna diferencia. Ya perdiste tu dinero, o sea, ya el dinero ya se fue. Te quedes diez minutos, una hora o dos horas, el dinero ya se fue. Y esta falacia es común porque muchas veces nos mantenemos en cosas que quizá ya todo nos está indicando que no es por ahí. Que por más que lo intentamos, por más que lo intentamos, por más que lo intentamos, no va a fructiferar, pero justo decimos, no es que ya le invertí mucho tiempo, es que pues oye, ya llevo dos años de carrera, entonces pues ya descubrí que no es lo mío, pero pues me aguanto los otros dos. Y pues justo lo que hace es que te mantengas mucho más tiempo del necesario en algo, cuando quizá tuviste que haber renunciado mucho antes y es difícil obviamente de verlo porque es una falacia. Como toda falacia, no nos damos cuenta de que estamos en una falacia hasta que alguien no los hace notar. Entonces, por un lado tienes la poca capacidad de frustración y por otro, la falacia del coste hundido. ¿Qué puedes hacer o qué hago yo, al menos para evitar en lo posible ese tipo de cosas? Me pongo, me fijo temporalidades, deadlines que me permiten tener como un marco de referencia y no depender ni de la frustración ni de esta falacia. Entonces, por ejemplo, vamos a pichar una serie animada y yo digo vamos a ponernos un plazo para pichar esa serie y ese plazo van a ser seis meses. Entonces yo ya establecí un plazo de seis meses y en esos seis meses voy a ir a pichar la serie animada allá afuera, se la voy a presentar a estudio, se la voy a presentar a productoras en esos seis meses. Si a los seis meses no he vendido la serie o la serie no ha sido, nadie la interesado, entonces hago un alto a la reflexión y digo oye, ya llegamos a los seis meses y esta serie no está volando o nadie le está interesando la serie. Y eso está buenísimo, porque entonces te puedes preguntar por qué. Oye, por qué no está funcionando. Entonces, en lugar de caer en estos optimismos tóxicos de, no, cree en tus ideas hasta el final, ya llevas tres años haciéndolo igual y no está funcionando. Esos seis meses haces un paro y dices ok, ¿por qué creemos que no está funcionando? Ah, mira la historia no se entiende, ya vimos y lo que nos han dicho los estudios o las productoras es que la idea no se entiende o nos están diciendo, sabes qué, ahorita las productoras están buscando otro tipo de series, no quieren hacer cosas de terror, quieren hacer cosas románticas. Esos seis meses son un límite que te pones que te permite revisitar la idea y cuestionarla, ya sea que dices ok, voy a ajustar y ya que hice los ajustes, vuelvo al rodeo por así decirlo y digo ok, me voy a volver a plantear tres meses o seis meses.

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Eduardo Salles. Y entonces yo siempre digo no se eliminan las ideas realmente nunca, se ponen en pausa. Entonces, pues sí, pues va al cajón, vas a trabajar en otra idea porque no sabes, quizá hoy día como vimos en la plática, las circunstancias hacen que esa idea no logre germinar porque no existen las circunstancias adecuadas en ese momento para que germine, pero quizá en seis años las condiciones se transforman radicalmente y un día alguien dice oye, esa idea, a ver preséntame esa idea, que es la que presentaste hace seis años y de repente la quieren y es, pero hace seis años no la querías y ahora sí está funcionando, qué está pasando. Bueno, pues es que antes no estaba las circunstancias y ahora sí. Entonces creo yo que cuando te pones esas fechas límite y dejas como el tiempo suficiente para desarrollar tus ideas, pero te pones un límite para siempre poder llegar a evaluarlas, es una forma que te puede ayudar a desarrollar tus ideas. Les agradezco mucho que hayan venido, la verdad y de verdad gracias por venir aquí y ojalá que lo que se platicó hoy en esta charla les ayude para sus propias ideas. Entonces ahora un aplauso para ustedes. Gracias por venir.