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“Escribo futuros terribles para que mis hijas no vivan en ellos”

Bernardo Fernández (Bef)

“Escribo futuros terribles para que mis hijas no vivan en ellos”

Bernardo Fernández (Bef)

Historietista


Creando oportunidades

Bernardo Fernández (Bef)

Bernardo Fernández, conocido como Bef, es un narrador y dibujante mexicano que ha dedicado su vida a contar historias a través de la palabra y la imagen. Aunque se describe a sí mismo como un "autor emergente" tras 35 años de carrera, su obra ha dejado una huella significativa en el ámbito de la ciencia ficción y la novela gráfica. Bef ha explorado temas complejos como la relación humana con la tecnología y el impacto de la ciencia ficción en la sociedad, destacando su interés por los escenarios distópicos para evitar futuros indeseables.

Su participación en la antología de Superman, donde no solo escribió sino también dibujó, es un testimonio de su versatilidad y pasión por el cómic. Además, su novela gráfica "Habla María" ofrece un testimonio íntimo sobre el autismo, inspirado en su experiencia personal como padre, y ha sido un recurso valioso para muchas familias. Bef también ha sido un defensor de la dignificación de los cómics y los géneros especulativos en México, contribuyendo a su reconocimiento como formas legítimas de arte y narrativa.


Transcripción

00:16
Bernardo Fernández (Bef). Siempre tengo problemas para presentarme, sobretodo a la hora de decir a qué me dedico. Lo más lógico sería decir que soy caricaturista. Pero yo no hago cartón, no hago humor. No publico un comentario irónico en la prensa. Si me quisiera quitar de problemas diría que soy escritor, pero estoy en un área ahí, como en medio y la mejor manera que tengo para, cuando hay tiempo para explicarlo, para decir quién soy, digo que me dedico al oficio más antiguo del mundo. Todo el mundo piensa de inmediato y oí sus risitas. Todo el mundo de inmediato, piensa en una cosa bien concreta, pero antes de que hubiera esquinas y de que hubiera gente que hubiera tenido que tomar esa decisión profesional, había alguien alrededor de las fogatas en las cavernas que les contaba a los demás cómo habían cazado al bisonte que se habían comido, o cómo habían recolectado frutos, o cómo no los habían recolectado, y se iban a pasar la noche en blanco. Y yo sospecho que ese mismo sujeto, con un trocito del carbón con el que habían cocinado, con el que habían preparado su cena, empezó a rayar las paredes y entonces empezó a dibujar este mismo bisonte como lo bien cazado. Por eso creo que es el oficio más antiguo del mundo.

01:41

Yo cuento historias, a veces las escribo y cuando tengo muy buena suerte las dibujo. Y hace poco fui convocado para dibujar un episodio de Superman. Es una antología que se llama El mundo. Llaman a dibujantes, equipos de creativos de cada país donde se publica Superman para que hagan historia. Y en México me llamaron a mí. Originalmente era para hacer el guion y yo pedí dibujarlo todo. Y pensaba en que a los 16 años me hubiera pensado que eso iba a ser la cúspide de mi carrera. Iba a dibujar a Superman, el primer superhéroe de la historia, el que cambió además toda la industria editorial. Reflexionamos poco sobre esto, pero desde 1939, cada mes se ha publicado una historia de Superman y me sucedió algo que fue muy peculiar. Me pasó lo que a los alquimistas de la Edad Media, porque intentaban convertir el plomo en oro. Y justamente cuando llegaban al oro, el oro ya no era importante. Lo importante era todo lo que habían aprendido para llegar a convertir este metal mundano en el más precioso de los elementos metálicos. Y eso me sucedió a mí.

03:04

Descubrí que cuando tenía dibujado el cómic de Superman, por supuesto que era un gran honor, pero para mí lo importante era todo lo que había tenido que aprender para poder llegar a ese momento, para dibujar a Superman en México, para dibujar a Clark Kent comiéndose unos tacos de canasta en el Paseo de la Reforma. Y esa ha sido como… se los comparto porque descubro que en una carrera que ya se expande por más de tres décadas, yo no he sido más que una persona muy afortunada en la que siempre, no solo he logrado cumplir muchos de mis sueños de adolescente, sino que además, y esto es lo más importante, aprendí un montón de cosas valiosas. Por eso, siempre que se me acerca un jovencito, niño o niña, la que me dice que quiere dibujar, pensamos en ello como un oficio extravagante, sin ninguna estabilidad, en fin, todo lo que lo que pensamos alrededor de la labor artística en general y el dibujo profesional en particular, siempre tengo una frase para ellos que es “No dejes que nada se atraviese entre tus sueños y tú”. Y yo he tenido la gran fortuna de no permitirlo y aunque nunca pensé o nunca me planteé dibujar superhéroes, ahora llego como ese oro de los alquimistas.

04:51
Enrique. Hola Bef, mi nombre es Enrique Figueroa Anaya, es un gusto que estés aquí con nosotros, y en los tiempos sobre todo en los que vivimos, la ciencia ficción sirve para formular metáforas de hacia dónde no queremos ir o ¿por qué no?, hacia donde también queremos ir.

05:13
Bef. Para mí, la fantasía y la imaginación son las mejores herramientas para hablar de la realidad. Y esto sé que puede sonar muy raro, sobre todo porque tenemos una tradición literaria cervantina en la que, entre otras muchas cosas, El Quijote es una burla descarnada de las novelas de caballería, que era la ciencia ficción y la fantasía del del Siglo de Oro.

05:37

Mi amigo José Luis Zárate dice que El Quijote fue el primer cosplayer de la historia y eso me parece una idea brillante. Pero para mí la literatura fantástica y de ella, de todas sus ramas, la que más me apasiona es la ciencia ficción, es como el espejo de la feria. Tú llegas al espejo de las ferias, a la casa de los espejos y entonces son espejos deformados que te devuelven una imagen distorsionada, aberrante, larguísimo, gordísimo o chiquitito. Pero sigue siendo tú. Y esa imagen, esa imagen monstruosa de lo que somos y hacemos, ha permitido, desde mi opinión, muchas de las reflexiones más profundas que hemos hecho desde la literatura de 200 años para acá. Yo siempre cito a mi amigo Héctor Chavarría, es un escritor de ciencia ficción mexicano, de la generación anterior a la mía, que dijo y me conmovió mucho el escucharlo que si Inglaterra no se convirtió en una dictadura fascista en los años 50, por lo menos en un pequeño nivel, fue gracias a que George Orwell escribió en 1984.

06:56

Bradbury, Ray Bradbury decía que no escribía para predecir el futuro, sino para prevenirlo. Y yo pienso eso. Yo yo creo que era Barry Malzberg que decía que cualquier persona más o menos inteligente a finales del siglo XIX, podría haber predicho la invención de los automóviles, poder poner un motor de vapor sobre unas ruedas y que se mueva solo sin necesidad de caballos, pero que solo un escritor de ciencia ficción podría haber predicho los embotellamientos. Y para eso servimos los, por lo menos la ciencia ficción que a mí me gusta. Yo creo que hay dos vertientes, la que llaman Sci-Fi y entretenimiento, que también está bien y que eso es muy divertido que todos conocemos, las series y sagas que todos disfrutamos enormemente. Pero hay la que a mí me interesa es esta que nos permite reflexionar sobre quiénes somos.

07:53

Yo creo que toda la literatura tiene esa función, pero me interesa especialmente esta que se enfoca en nuestra compleja relación con la tecnología. Tecnología no es nada más la pantalla gigante o los teléfonos o… tecnología es toda aquella cosa que extiende las limitadas capacidades del cuerpo humano. Herbert Marcuse, entre otros muchos, lo han reflexionado, pero entonces tenemos relación con la tecnología desde antes incluso de ser propiamente seres humanos.

08:30

Y entonces a mí me interesa esta literatura que se lo pregunta, y que se hace la pregunta ¿qué sucedería si…? ¿Qué sucedería si pudieras revivir a un cuerpo inerte con un chispazo eléctrico? ¿Qué sucedería si pudiéramos viajar en el tiempo? ¿Qué pasaría? ¿Qué pasaría si pudiéramos clonar dinosaurios? Hoy en día la ciencia ficción, los géneros especulativos, ciencia ficción es lo que funciona como una etiqueta. O sea, cuando digo ciencia ficción, todo mundo más o menos sabe de qué estoy hablando, pero creo que es algo mucho más amplio cuando hablamos de géneros especulativos, que además para mí incluyen incluso el género policíaco, la fantasía, el horror… Yo he publicado novela policiaca, siento que son en su factura, aunque no en sus resultados muy cercanos la ciencia ficción y la novela policíaca. Lo son porque además el autor fundacional de ambas es Edgar Allan Poe. Hoy en día la… Porque cabría preguntarse llevamos un cuarto del siglo XXI y se ha escrito ciencia ficción desde 1818. ¿Qué mundos o qué tipo de futuros o qué reflexiones pertinentes puede tener este tipo de literatura?

09:45

Y yo lo que creo es que nunca como ahora, cabe preguntarse hacia dónde vamos. Porque somos la primera generación humana que verá… que por un lado, está palpando de manera concreta los resultados de nuestra irresponsabilidad industrial a través de todo lo del cambio climático, pero además seremos… probablemente nos tocará atestiguar ser la primera generación que diseñó su sucesor en un laboratorio o en un teclado.

10:24

Me parece justo entonces que la literatura especulativa que a mí me interesa es la que habla sobre los peores escenarios posibles. Y esto no es por un pesimismo orgánico, es porque para hablar de utopías están las agencias de publicidad y las fábricas de comunicación de las corporaciones tecnológicas. Ellas son las que se van a encargar de decirnos que tendremos un mundo mejor si tenemos más teléfonos celulares o autos eléctricos, eso les corresponde a ellos. A nosotros, a los que escribimos este tipo de historias, lo que nos corresponde es decir, pero podríamos enfrentar, hablar de estos… podríamos enfrentar una contaminación de ozono con los motores eléctricos o preguntarnos ¿qué está pasando ahora que pasamos tanto tiempo conectados a una red digital? O ¿qué va a suceder cuando estas… las llamamos inteligencia artificiales –todavía no son inteligentes porque no son conscientes– pero, qué pasará el día que una de estas entelequias digitales, se niegue a obedecer y nos vea con la fragilidad con las que seguramente se nos contemplaría desde su entorno digital? Entonces, la ciencia ficción que me interesa es una ciencia ficción distópica y escribo sobre futuros terribles porque no quiero que mis hijas vivan en ellos.

12:10
Mauricio. Mi nombre es Mauricio Coronel. Un gusto estar aquí y escuchar ideas que tal vez suenan muy ligeras, pero sin duda nos dejan una gran reflexión. O al menos a mí me lo dejan. Con respecto al tema de cómics, tal vez por mucho tiempo se han considerado como un arte menor o ni siquiera un arte, posiblemente, comparado con la literatura. Tú que trabajas ambos géneros, ¿cuál es tu opinión?

12:39
Bef. Efectivamente, los cómics de historieta, mucho tiempo fueron vistos como una artesanía menor. En México, la función que tenían era la de entretener a la gente en el transporte público. O sea, tú se subías al metro, al autobús y veías a la gente leyendo estas historietas populares. Ahora esa función la tiene el teléfono celular, lo cual no habla muy bien del teléfono celular, por otro lado. Yo siempre los vi no como un género, sino como un medio narrativo, una posibilidad más de contar historias. Yo creo –estoy convencido– que la palabra y la imagen son nuestras dos herramientas de comunicación más poderosas. Y entonces, cuando se entrelazan en la historieta, no suman sus fuerzas, sino que la multiplican. A diferencia del libro ilustrado, quiero decir, pienso que en el libro ilustrado, que además me parece un formato precioso, la palabra y la imagen son como una pareja que baila, como cuando vas a una boda y ves una pareja de personas mayores bailando que da gusto, así pienso, como ese deleite. Se conocen muy bien de toda la vida, se adivinan los pasos.

13:53

Es una gran pareja de baile, pero en la historieta es una pareja de amantes apasionados. El gran público piensa en la historieta como historias de superhéroes o historias infantiles. Ya incluso menos, porque ya nadie hace historietas para niños. Antes había mucha historieta infantil, ya ha desaparecido. Dan Clowes, un novelista gráfico norteamericano que admiro mucho, un día me dijo “Es que, que haya puros cómics de superhéroes es como si todos los películas de Hollywood fueran de monstruos”.

14:28

Y ahora todas las películas de Hollywood son de superhéroes y monstruos. Para mí es una herramienta potentísima. Yo cuando era muy chiquito tenía cuatro años o una cosa así, o cinco, mi mamá es educadora y entonces para entretenernos, a mi hermano le daban plastilina y modelaba, y a mí me daban cuadernos de dibujo. Y un día cruzó con dos líneas una página de un cuaderno de dibujo escolar, que eran mis juguetes favoritos, y descubrí que al hacer eso, con ese simple gesto se abría todo un universo en una página que antes era un objeto tan mundano como una página de papel, y se abría un universo completo. Cada una de esas viñetas era una ventana a un mundo que yo podía construir. Y por eso, digamos, llegado el momento, mi familia es una familia de lectores desde hace varias generaciones, a los niños nos daban, les daban historietas y había una especie de graduación al libro, al libro sin monitos. Llegado el momento, yo no abandoné los libros de monitos. Y no solo eso, decidí construir en lo que en aquel momento podría haber parecido una decisión suicida, una carrera alrededor de contar historias con esto, que me parece nos es muy familiar, tiene muy poco prestigio porque es de origen muy humilde la historieta, por lo menos en México en general, en el mundo. Ha habido otros países donde se le ha dignificado antes y a mí me da mucho orgullo ser parte de una generación de creadores que la hemos traído al centro, que le hemos sacado como de este sótano donde la considerábamos porquería, no solo los cómics, sino también los géneros especulativos. Nuestra literatura no tenía esa vocación fantástica. Hasta hace 30 años la literatura mexicana era eminentemente realista. Con todo hay que ilustrar. Nuestro Pedro Páramo es una historia fantástica de fantasmas, pero ya todo mundo dice “No, no, pero no son fantasmas”.

16:32

Es una metáfora. Como que nos da vergüenza. Es la herencia cervantina, nos da vergüenza imaginar en el castellano y bueno, los cómics pues era eso, basura. Y yo, sí me da mucho orgullo ser parte de un grupo grande de creadores, hombres y mujeres que hemos dignificado este medio que además tiene la gráfica en México. Una historia riquísima, empezando con José Guadalupe Posada para acá tenemos una historia de grafistas, de dibujantes, de caricaturistas, riquísima y estupenda.

17:06

Me han preguntado varias veces cómo decido si una historia la voy a dibujar o la voy a escribir, que conlleva la pregunta de las diferencias entre escribir una historia o dibujarla. Y la verdad es que no lo sé. Es una intuición muy peculiar. Yo empecé a escribir porque hacía guiones para otros dibujantes que nunca acababan de dibujar porque era una labor de amor. Nadie nos pagaba por hacer. Hacía fanzines, historietas, autopublicados, nadie te pagaba. Entonces, pues cuando había tiempo mis amigos dibujantes hacían mis historias y no siempre lo veía. Y yo además sentía que mi dibujo era como muy sencillito para dibujar cierto tipo de historias. Ahora ese ese prejuicio lo he dejado atrás. Y lo que empecé a hacer fue dibujar mis historias con palabras.

17:59

Supongo que un neurocientífico nos podría decir que hay áreas del cerebro que se activan con la palabra que no se pueden activar con la imagen. Y al revés sucede lo mismo. La contundencia y la potencia de la imagen no la tiene la palabra. Para mí la gran diferencia es que cuando acabo de dibujar una página es como muy concreto y cuando acabo de escribir una cuartilla, falta mucho como para que eso se articule en un discurso narrativo coherente. Entonces la escritura no es menor para mí, pero y, que no me oigan mi teclado, no escribo diario, pero sí dibujo diario. Es algo que me es incluso necesario. Entonces es como decir que ¿a quién quieres más, a tu mamá o a tu papá? No hay, pues son amores distintos, decía Miguel Gila.

19:00
Monserrat. Hola Bernardo, mi nombre es Monserrat Hernández. Es un gusto poder compartir esta charla contigo hoy y bueno, en alguna… en varias de tus obras, algunos personajes o más bien los protagonistas son seres diferentes que incluso podríamos llamar monstruos. Me gustaría saber ¿qué es para ti un monstruo?

19:23
Bef. Bueno, de entrada, monstruo es mi palabra favorita por muchas razones. Porque no solo lo pienso como lo deforme, lo grotesco, lo contrahecho, sino también lo prodigioso, lo fantástico, ¿no? Cuando decimos “Es un monstruo en su campo” es un halago. Tengo una fascinación de toda la vida con todo tipo de monstruos.

19:55

Mi novela favorita es Frankenstein, por lo que tengo una gran debilidad por otros creadores que han explorado lo monstruoso desde y hablo desde Jorge Ibargüengoitia, que desde luego nunca escribió una sola palabra de literatura fantástica pero escribió mucho sobre lo monstruoso y lo grotesco. Nuestro Amparo Dávila, que que ha explorado esta área de la sombra donde se alojan los monstruos. Este espacio oscuro. Hay que explorar lo luminoso y explorar lo oscuro. Pero yo estoy convencido de que aquellos que escriben desde la sombra lo hacen siempre, incluso contra su voluntad, con un gran amor por lo humano. Y además también para mí el monstruo es otro espejo deforme donde nos vemos. El monstruo aloja aquello que querríamos ser y aquello que nunca querríamos ser.

20:49

Sucede también, en general, con los personajes no humanos, con los robots, con los dragones, pero digamos, englobando todos ellos como el monstruo, colocamos metafóricamente nuestros vicios y nuestras virtudes. Y me parece una metáfora preciosa con la cual trabajar y con la que me he sentido muy, muy, muy cómodo, muy identificado. Yo no voy a psicoanalizarme aquí, pero yo me consideraba un niño monstruito en un sentido como muy… era un niño muy precoz para hablar de como… se la pasaba dibujando. Entonces era más que monstruito, un niño freak. Entonces esto, los freaks, lo monstruoso, lo extraño, siempre me llamó más la atención que… por esto, por su capacidad de resonancia en un nivel muy profundo con la naturaleza más íntima que tenemos de lo que nos hace humanos.

21:56

Hola Bef, soy Fabiola. Me gusta mucho tu obra. La he disfrutado y sobre todo, cómo nos has llevado con tus palabras a vivir las distopías chilangas, la Ciudad de México del futuro distópica y contrastarla con la Ciudad de México del presente, distópica me parece también, y quisiera preguntarte sobre el humor. El humor es parte importante en tu obra, ¿Qué me puedes decir de cómo lo vives, lo plasmas en tu obra y cómo lo vives diariamente?

22:31

Yo creo que el sentido del humor es fundamental para poder sobrellevar una existencia, la existencia humana. Pues en general, iba a decir la existencia en este capitalismo tardío. Pero no, yo creo que desde la época que tú me digas en el Renacimiento, en la conquista, en la Edad Media, durante la Guerra de Reforma, necesitabas el sentido del humor. Es un mecanismo de defensa ante situaciones extremas. Conocí un grupo de médicos forenses del hospital de Xoco. Y yo recuerdo el sentido del humor macabro de los médicos patólogos. Pienso que si no tuvieran esa capacidad de poder reírse, se volverían locos enfrentándose todo el día a esta violencia, a esta… incluso este sinsentido. Hay varias cosas que nos definen como especies. Desde luego, el lenguaje es una de ellas, la memoria, pero una muy importante es el sentido del humor. Los cocodrilos no se ríen, no tienen por qué hacerlo.

23:46

Las mantis religiosas, cuando devoran al macho después del apareamiento, no se ríen. Pero si fueran humanos, estoy seguro que los machos harían chistes llegado ese momento. Y eso les haría mucho más ligera. Ellos no lo necesitan y nosotros sí. Y creo que el mecanismo de la risa, y lo sabían muy bien los griegos, nos conecta con lo divino, con los dioses griegos, con los principios creadores. Es como un chispazo, como un relámpago en la noche, que por lo menos durante un momento, te ilumina en la mitad de la oscuridad. Creo que no hay riqueza material más grande que poderte reír. Por eso es importante para mí el sentido del humor.

24:36
Nori. Hola Bef, yo soy Nori. Es un gusto conocerte y escuchar todo lo que nos estás compartiendo. La ciencia ficción y la fantasía a menudo nos plantean reflexiones interesantes acerca del papel que juega la humanidad en el universo. ¿Qué crees que nos han enseñado, de los hombres, las mujeres y el papel que juegan dentro de la sociedad?

25:04
Bef. Pues es pregunta como para tesis de maestría. Pero quiero partirla en dos. La respuesta uno, yo creo que en general la literatura de la imaginación, que es como la llama mi amigo Alberto Chimal y en particular la ciencia ficción, nos ha enseñado que no somos sino una partícula de polvo cósmico. A veces pienso que los problemas cotidianos y que el dinero y que ya me peleé con mi pareja, o lo que sea, ¿no? que tuve que llevar el coche a verificar, todas estas cosas que nos agobian, tengo que pagar impuestos… Son insignificantes. Ya ni siquiera digas a nivel cósmico, ¿no? Cuando llegas a la orilla del mar y lo ves y piensas que ha estado ahí hace millones de años y ahí va a seguir cuando nosotros no estemos. Entonces nos damos cuenta que no somos importantes, que nos creemos importantes. Y eso, yo lo he descubierto mucho en este tipo de historias y algo que me gusta ahorita que este de hombres y mujeres que me gustaría, para mí es como importante resaltar, es que además, la ciencia ficción ha dado voces a mucha gente que no las tenía. Empezando porque la primera novela de ciencia ficción de la historia –de ciencia ficción moderna, y cuando digo moderna es como la conocemos hasta el día de hoy– es Frankenstein, que es una novela escrita por una mujer, por Mary Shelley en 1818, en un momento que eso era tan transgresor que la primera edición aparece anónima porque no se permitía que las mujeres pudieran publicar libros y durante muchos años hubo gente con la gigantesca mezquindad de decir que en realidad lo había escrito el marido, Percy Shelley, que era poeta. Y ha sido un espacio que ha permitido discusión desde mucho antes de que estuvieran al centro, discusiones complejas sobre género y sobre sexualidad. Y estoy pensando ahí en desde los años 60, en una autora que murió hace poco, Joanna Russ, que tiene una novela que se llama El hombre hembra, donde empieza, discute ¿no?, o plantea esta posibilidad de, pues eso, de un hombre hembra y cómo esto trastocaría nuestras relaciones con el género.

27:46

Es una novela, creo que es del 68, adelantada en 50 años, en un montón de discusiones que estamos empezando a tener ya, digamos, como masivamente hoy. Pienso en la reina de la ciencia ficción anglosajona Ursula K. Le Guin, con su novela La mano izquierda de la oscuridad, en también una sociedad donde los géneros no son fijos. En Angélica Gorodischer, una prodigiosa autora argentina de quien se habla muy poco. Aquí en México, tenemos pendiente reconocerle a Manú Dornbierer, que se le conoce más como periodista, haber sido uno de las pioneras de una ciencia ficción feminista en los años 60 y son nombres que tendríamos que conocer mucho más que los Bradbury, Los Asimov, y… o por lo menos ponerlos tan famosos como ellos, ¿no? Creo que la visión femenina en la literatura en general, pero en la literatura de la imaginación en concreto, por lo menos para mí siempre me ha ampliado la visión de lo que parecía muy obvio.

29:08

Yo cuando se habla de fantasía, pues este gran referente que es Tolkien, ¿no? todo mundo sabe de Tolkien, a mí no me hace especialmente feliz, pero las historias de Terramar, de Úrsula Le Guin me deslumbran, me parecen deslumbrantes porque lo que hace es darle la vuelta a un montón de tropos construidos además, desde esta como masculinidad. Ahora le llaman masculinidad tóxica. Especialmente el género de fantasía corre el riesgo de convertirse en fantasías masculinas, de poder. Y la visión femenina lo que hace es darle la vuelta y descubrir que hay poder –esto concretamente en Úrsula Le Guin, que les recomiendo mucho leer, pero lo he visto en muchas otras autoras– hay poder en la palabra y hay poder en la ternura y hay poder en la sutileza. Cuando hablamos de personajes de la ciencia ficción en el cine, personajes femeninos, lo evidente sería pensar en la princesa Leia de Star Wars, pero yo soy del equipo de la teniente Ripley de Aliens, y es curioso porque yo era muy chiquito cuando bueno, era adolescente, cuando cuando vi la serie de Alien por primera vez.

30:20

Y para mí fue maravilloso descubrir que la heroína y la mujer ruda y la que le plantaba la cara al monstruo era una mujer y una mujer muy fuerte. Un arquetipo que se iba a repetir después con ya que estamos hablando de cine con la Sarah Connor de Terminator. Y entonces eso, a mí me abrió esta visión de que durante mucho tiempo se había obviado la presencia femenina solo como esta dama a ser rescatada y que eso había sido siempre un error. Aunque no son ciencia ficción, mis novelas policíacas, la serie de Alacranes, están protagonizados por mujeres. Yo fui a escuelas hasta la prepa, fui a escuelas de puros hombres y además solo tenía un hermano y él tocaba rock, era un mundo muy masculino.

31:19

Y se los cuento porque lo femenino fue un misterio para mí. Durante durante mucho tiempo. Y ahora tengo dos hijas, vivo en pareja, tengo una asistente mujer. Yo vivo ahora en un mundo femenino y lo que descubro y tengo muchas de mis historias protagonizadas por mujeres, porque me parece un universo fascinante el universo femenino. Y no lo he querido hacer como desde una retórica panfletaria. Ha sido como una cosa natural, pues después de haber estado en un mundo de puros hombres, yo no es que… no crees que una novela en un submarino con puros sujetos… sería horrible para mí. Sería como volver a la secundaria.

32:19
Cristian. Hola Bef. ¿Qué tal? Yo me llamo Cristian Palma. A mí me gustaría preguntarte, si tú pudieras conocer a algún grande de la ciencia ficción, poder ir a tomarte un cafecito, ¿quién sería? ¿Y qué te gustaría platicar con esa persona?

32:44
Bef. A ver, te voy a cambiar un poco la la pregunta y lo voy a… bueno, es un grande de la ciencia ficción, pero también de los cómics. En uno de los momentos más lindos de mi vida, las circunstancias me pusieron frente a Jack Kirby. Jack Kirby, es que todo mundo ubica a Stan Lee como el creador del universo Marvel, pero bueno, Stan Lee escribía los guiones, pero el que dibujó y creó todos los personajes que ahora conocemos, todos, excepto el Hombre Araña, fue Jack Kirby. Él era el dibujante de cabecera de Stan Lee. El Hombre Araña lo creó Steve Ditko. No debe ser coincidencia que Stan Lee acabó de pleito con ambos. Pero no voy a profundizar aquí en eso. La vida me puso frente a Jack Kirby, el dios de los cómics norteamericanos.

33:44

El rey de la historieta, le llaman, los gringos. Y yo era muy jovencito, casi adolescente, y le dije “Señor Kirby, yo solo le quiero dar las gracias por haber dibujado los cuatro fantásticos que hicieron de mi niñez un mejor lugar”. Y entonces se me quedó viendo y me dijo “No, hijo, gracias a ti por leerlos”. Y entonces, yo creo que no puede haber una… No he conocido una persona más grande. Sé, insisto, que he sido alguien con mucha suerte, he estado al lado de gente muy notable, pero nunca estuve frente a alguien con esa grandeza de espíritu. Entonces no me tomé un café, estuve con Jack Kirby y me regaló esa frase hermosa.

34:49

Y así fue. Así que todo lo demás.…Ya no. Si pasara frente a no sé, ya podré pasar frente a Julio Cortázar, que ya no… Ya la vida me regaló ese momento. Con Julio Cortázar, debe estar increíble. Tomar… no yo… me enamoraría de él. Estaría todo el tiempo viendo y escuchando, pero no diría nada, nomás lo escucharía. Sí, sería con Julio, que tiene muchas exploraciones en la ciencia ficción.

35:33
David. Hola Bef, soy David Reinoso. Primero que nada quiero agradecerte por este espacio y por todas las historias que nos has compartido. Y bueno, mi pregunta que quiero hacer es, ¿tú cómo crees que la ficción puede ayudarnos a enfrentar lo cotidiano?

35:48
Bef. Pues vuelvo a mi metáfora del espejo. Y este espejo, no solo el distorsionado, sino el espejo de la literatura en general. Si para algo sirve la ficción es como para vernos en él. Y tomar un poco de distancia, justo de nuestra cotidianidad y descubrir. Bueno, ahí puedes descubrir un montón de cosas. Puedes descubrir que en lo cotidiano, justo por llano que pudiera ser, puede ser un espacio prodigioso, lleno de asombro, o puedes descubrir justo que no es tan importante, ni tan abrumador como a veces se nos pinta. Yo creo que la ficción nos da una distancia de nuestra propia vida para vernos en esa…

36:43

Todos nos vemos en los personajes ficticios. O sea, todos podemos ser Pedro Páramo o La Maga de Rayuela, o todos podemos ser en algún momento Alonso Quijano. Todos podemos ser la Mujer Maravilla o Superman, o el personaje de ficción que tú quieras, así sea la ficción más realista y cotidiana. Pienso ahora, pienso en –acaba de morir hace poco– Claudio Isaac, que fue fundamentalmente cineasta y tiene un libro que se llama Cenizas de mi padre. Su papá fue caricaturista, cineasta y nadador olímpico. Es una figura paterna muy aplastante. Y entonces él escribe este libro sobre sobre su papá. Es una anécdota de alguna vez que, va el papá, siendo jovencito, a competir a los Estados Unidos y eso le permite hablar de su relación con un papá que de alguna manera lo hermana con la carta al padre de Kafka, desde la rabia absoluta y el Maus de Art Spiegelman, esta novela gráfica sobre el papá que es sobreviviente de un campo de exterminio nazi. Y en los tres casos lo que pienso es que ese desdoblamiento de esto que tenemos en la lectura de estos personajes ficticios, y toda ficción tiene una gran dosis de realidad y al revés, ¿no? toda realidad tiene una gran dosis de imaginación. Y por cierto, la imaginación es otra de las cosas que que nos hace ser quienes somos. Los animales no imaginan. Nos permite vernos y entender quiénes somos y por qué hacemos lo que hacemos. Por eso necesitamos las historias. Por eso hay series nuevas todo el tiempo. Por eso salen libros nuevos.

38:53

Todas las historias parecería que estuvieran contadas ya. O sea, si el día de hoy no se publicaran ni estrenaran más historias en el cine, en la tele, en los libros, podríamos nunca acabar de consumir todas las que tenemos. Pero necesitamos siempre nuevas historias. Necesitamos explicarnos quiénes somos. Y creo que las mejores herramientas que tenemos es la ficción y la narración, por extensión, ¿no?

39:22

Pues no es coincidencia que el psicoanálisis sea un narrativo. Esto nos permite para entendernos y para vernos, para saber quiénes somos, quién soy, cómo llegué a ser y hacerlo, decía Frank Miller en una novela gráfica sobre Batman. Porque además, y esto es lo maravilloso, nos podemos ver en Mickey Mouse y nos podemos ver en el Carlos de José Emilio Pacheco de las Batallas en el desierto, Ahí, en este gigantesco cuerpo literario, que además la literatura no solo está en los libros, no, está en los cómics, están en el cine, ahí estamos todos, ahí estamos, estamos en Amelie Poulain y en Clark Kent y para eso sirve, para ver quiénes somos. Porque además yo conozco, porque quiero saber. Es que esta idea. Todos tenemos un libro donde estás tú. O sea yo digo que hay un libro que te está esperando en algún lado, donde vas a estar tú mismo y donde te vas a ver. La cosa es como explorar muchos para encontrar ese donde estás, pero hay un libro donde está contenido aquello que eres o una parte de aquello que eres.

40:53

Sabes que así como hay que besar muchos sapos para encontrar el príncipe, pues hay que leer muchos primeros párrafos para dar con el libro correcto. Y si no te gusta lo tiras pero agarra otro, ¿no? Creo que soy en México el autor con con más novelas gráficas publicadas, lo cual no es relevante. Eso es anecdótico. Pero de todos los que he hecho, creo que lo más importante que he hecho en términos objetivos es Habla María. Mi hija María, que ahora tiene 16 años, cuando tenía dos, fue diagnosticada con autismo, lo cual ha sido como el momento más complicado de mi vida. Cuando recibes un diagnóstico de discapacidad o cualquier capacidad diferente, la que sea, todo se trastoca. La vida familiar, la vida con tu pareja, el futuro que tienes pensado para tus hijos. Todo, todo queda trastocado. Y entonces, algunos años después, yo hice un como novela gráfica. Pero es un testimonio gráfico sobre el momento en que recibimos la mamá y yo el diagnóstico. Fue muy importante para mí, porque cada página, o acabar cada página era como tener una sesión de psicoanálisis. Era justo, como lo hablaba hace un momento, era como poderme ver, tomar distancia y verme desde la ficción, aunque aquí era una cosa de autoficción que se vuelve todavía más complejo.

42:36

Cuando yo terminé el libro yo no estaba seguro de quererlo publicar, por ser algo extremadamente personal. Y lo que me animó a hacerlo fue la posibilidad de compartir un testimonio sobre lo que se habla muy poco, se habla muy poco de qué sucede cuando recibes, insisto, cualquier tema con los hijos. O sea, aquí estamos hablando de discapacidad, pero pienso en no solo la discapacidad intelectual, sino discapacidad motriz, perceptiva e incluso apareció alguna vez la mamá de un niño con dislexia.

43:18

Yo jamás hubiera pensado en la dislexia como un reto tan grave y ahora sé que lo es, que me dijo, “Tu libro me fue muy útil”, porque es algo de lo que no se habla. Se habla poco desde la paternidad de hombres en esto que que comentábamos de la masculinidad tradicional donde los chicos no lloran y ha sido, o ha funcionado como un mensaje de esperanza para todos los papás que se enfrentan a una situación similar. Porque lo que yo aprendí a partir de que tuvimos ese diagnóstico, es que el mundo no se acaba y que además hay que vivir un día a la vez. Y María vive una vida tan plena como lo puede vivir cualquier persona de su edad, con sus condiciones, un día a la vez. Vive a 60 minutos por hora. Y por eso creo que esta es una pregunta terrible que suelen hacerse a los creadores, y si viniera la destrucción absoluta y solo rescatarías algo de lo que hiciste, yo no tengo ninguna duda, sería Habla María, mi cómic sobre el autismo.

44:57
Gabriela. Hola Bef, soy Gabriela. Es un placer para mí estar escuchándote ahorita. La pregunta que te quiero realizar es ¿por qué crees que los robots han influido tanto ahora?

45:15
Bef. Ese es… el robot es como una extensión de la metáfora del monstruo. Pero va más allá porque tenemos una obsesión como con construirnos artificialmente, que viene desde el golem en la Edad Media, desde luego Frankenstein, pasa por Pinocchio –Hablo del libro original de Carlo Collodi– y también por los replicantes de Blade Runner, de Philip K. Dick. Lo que sucede es que el encanto del robot es ese mismo del monstruo, el depósito de virtudes y vicios. Pero además es que la posibilidad de construir a un sucesor con nuestras manos es el rozar la divinidad, a través de… y descubrir la imposibilidad de hacerlo, la inevitable, la inexorable, imperfección que habrá en el más perfecto de los robots.

46:22

Lo cual, además me parece maravilloso. Yo no soy religioso, pero creo que es mala idea jugar a ser dioses y todas las historias de robots suelen acabar mal. Algo que de todos estos ejemplos que te que te daba que que me parece notable, es que en todos ellos lo que legitima al ser artificial es el amor, o sea lo amoroso, el poder tener sentimientos.

46:52

Se me olvida ahí el hombre de hojalata del Mago de Oz es otro ejemplo. Son son seres que descubren que lo que los permite ser más allá de una construcción artificial, es la capacidad de amar, que es lo único que no puede programarse el encontrarse con lo trascendente. Los replicantes de Philip K. Dick y de la película de Blade Runner, lo que sí pueden sentir, pero tienen un tiempo límite de existencia y entonces lo que ellos buscan es como poder enfrentarse a lo trascendente sin la espada de Damocles que pende sobre ellos. Lo veo, al robot, como parte de la fauna del monstruoso, pero tiene ese encanto de que es lo que construimos en este afán como de jugar a ser dioses y que a su vez intenta legitimarse siendo como nosotros y la única manera que tienen de ser como nosotros es a través de lo amoroso, del eros.

47:56

La palabra ‘erótico’ es una palabra que tiene como complicaciones. Es un uso complicado por las connotaciones, pero pienso en lo erótico como lo amoroso en el sentido más amplio de la palabra, ¿no? El amor a tu pareja, tus hijos, la creación, el Eros contra el Tánatos. La luz y la creación, contra la oscuridad y la destrucción. Entonces por eso me parecen fascinantes los robots. Y siguiendo con todos estos seres mecánicos o digitales, a mí no me… yo no tendría un robot. Yo no tengo ni siquiera uno de estos asistentes, ya saben, de estos que les pides música porque me parece… veo con muy mucha desconfianza. No es que sea un ludita, pero veo con mucha desconfianza a las entidades digitales. Me producen mucha inquietud. El otro día alguien me preguntó que si utilizaba yo Chat GPT y le contesté que no y me vieron como muy raro.

49:03

No, no confío en los en los seres digitales. Quizás sería lógico que tuviera un robot de estos que te trapean el piso y no lo tengo ni lo quisiera tener. Yo creo que son como… por un lado me causa mucha desconfianza, siempre me acuerdo que en el universo de Duna, de las novelas de Frank Herbert, las inteligencias artificiales están prohibidas. Hay unos seres especialistas que hacen cálculos matemáticos rapidísimo, porque ellos prohíben el uso de computadoras e inteligencias artificiales, y por una muy buena razón. Entonces tengo una dualidad ahí, entre la fascinación por los prodigios que habré de ver durante mi vida, pero también me causa mucha, eso, mucha desconfianza, mucho resquemor abrir la puerta con esta conciencia acrítica, a estos seres.

50:10

Pienso, en ahora que está como esta fascinación que hay por la inteligencia artificial generativa, que a mí me me parece horroroso. Yo tengo cierta confianza en que el sello del humano permanecerá, pero también pienso cuando se inventaron los compases, seguramente la gente que podía dibujar círculos muy precisos debe haber dicho es que una máquina, ¿no? un círculo hecho por una máquina, no tiene alma. Y ahora ese oficio no existe. Entonces me pregunto qué sucederá. Me horroriza y me fascina pensar con qué seres artificiales, con qué formas de vida no biológicas y con qué conciencias digitales habremos de convivir en un futuro inmediato. Y lo veo con bastante desconfianza, pero pues lo veo con mente de escritor de ciencia ficción. Tengo una colección de robots de juguete en la casa, ya no caben, pero colecciono robots de juguete.

51:40
Judith. Hola. Bef, encantada con tu charla. Soy Judith Cruz. Y en este mundo donde la información y el entretenimiento se mezclan continuamente, ¿cómo te visualizas como creador?

51:55
Bef. Sabes que yo siempre tengo la sensación, después de 35 años de que soy un autor emergente. Porque lo que ha sucedido con los creadores es que pareciera que solo hay dos perfiles, los muy exitosos y todos los demás, y los muy exitosos, hablo de niveles de éxito global como Stephen King o como Carlos Ruiz Zafón, para dar un ejemplo. Y pareciera que ese es como la aspiración. Y asumo también que hoy en día justo este oficio, el de escritor y el de narrador, está muy vinculado o es tangencial a la esfera del entretenimiento. Yo digo que lo que viene en el periódico, en la sección de cultura, es lo que venía en la sección de espectáculos hace 100 años.

52:56

Entonces eso es lo que hago, los espectáculos de hace 100 años y lo tomo como con mucha… después de mucho tiempo de conflicto, trato de tomarlo con mucha filosofía, con un grano de sal. Pienso, no hago nada que sea de… no hago una actividad fundamental. Los escritores jamás seremos celebridades al nivel de los deportistas o de los cantantes o en México solo hay dos escritores famosos, son Elenita y Juan y todo el mundo sabe de quién hablo.

53:27

Entonces me veo como una celebridad menor que ha sido muy afortunada. Bueno, celebridad menor que hoy está aquí en Aprendemos juntos, lo cual me… pero no me lo acabo de creer. O sea, no voy a salir así “Los que hemos estado en aprendemos juntos ya somos otros”. No, porque me hace mucho daño. Entonces siempre lo veo así como el sherpa que llega hasta arriba de las cosas. Esa era una metáfora de escaladores que me gustaba mucho, que llegaban dos sherpas a la cúspide, y entonces el jovencito se ponía a brincar y a dar volteretas y festejar, y entonces veía que el maestro estaba de rodillas meditando y le decía “Oiga maestro, porque no está festejando?”, y él dijo “Es que en la cumbre tienes que estar de rodillas, porque si no viene el viento y te tira”.

54:19

Y yo cuando yo estoy como… estoy muy lejos de estar en la cumbre. Pero justo por eso espero llegar. O es más, probablemente ni siquiera me enteré si llego o no, pero igual que el oro y el plomo, ya no va a ser lo importante. Para mí lo importante ha sido que he llegado a muchos lugares que yo jamás hubiera imaginado, haciendo esta especie como de ‘entertainer’, –por ser la palabra gringa– menor, y yo creo que he logrado obtener un par de pepitas de oro con todo el plomo que he trabajado, y si he logrado que más de una persona se la pase bien con los libros que he publicado, pero además le aporte un gramo más de lo que sea, ¿no? más allá de divertirse o de pasárselo bien, yo creo que habré hecho bien mi trabajo.

55:31
Andrés. Hola Bef, yo soy Andrés Colmenero. Enhorabuena por ese Supermán. Estaremos infinitamente pendientes. Siempre es un placer leerte, apreciar tu novela gráfica, apreciar tus dibujos y hoy es un privilegio especial poder compartir en este foro esta charla que nos regalas. ¿Si tuvieras que plantearte una novela ambientada en el México, pero dentro de 50 años, qué tipo de historia sería hoy, Bef?

56:07
Bef. Bueno, Andrés, la miopía me había impedido identificarte y gracias por estar aquí, mi amigo de toda la vida. Muchas gracias Andrés. No, yo la escribí, se llama Gel Azul y es una distopía sobre qué pasaría si las redes sociales, concretamente el internet, solo se pudiera accesar a través de una experiencia inmersiva de realidad virtual y entonces fuera muy caro y hubiera una separación entre gente rica que puede vivir en una fantasía electrónica permanente y gente pobre que no tiene acceso al mundo digital. Y fue la primera novela que escribí, no se publicó en México durante mucho tiempo. Nadie la quería. Se publicó primero en España. En España ganó el premio de Mejor Novela corta de ese año de la Asociación Española de Terror, Fantasía y Ciencia Ficción. Y ahora está circulando aquí en el Fondo de Cultura Económica. En una edición además muy barata.

57:05

Yo lo escribí por ahí del 98 y ahora que se reeditó 25 años después, me daba terror que seguía siendo como muy vigente. Yo suelo ser pesimista como en lo social. O sea, yo pienso que el mundo inevitablemente está empeorando, pero trato de ser optimista en lo personal. O sea, pienso que el mundo enfrenta retos muy complicados y no sé si sean insalvables, pero quiero pensar que habrá las condiciones para que podamos salir adelante con la pandemia… la pandemia, era una situación apocalíptica.

57:46

Quiero aprovechar para felicitarlos a todos ustedes, porque juntos sobrevivimos un apocalipsis. Juntos atravesamos un fin del mundo y lo hicimos bastante bien, o digamos medianamente bien. El mundo no se acabó. Escribí la novela… fue la primera novela que escribí. Estaba yo muy enojado. Descubro que es mi novela con menos humor, que es mi novela más violenta y más oscura. Pero pienso que si ahora escribiera, que si ahora hiciera otra vez una novela así, creo que sería un poquito más esperanzada. Estoy convencido que todos los creadores tenemos una responsabilidad respecto a lo que creamos y que después comunicamos. Y lo que creo es que incluso desde mis propias redes sociales, que para mí son un mal necesario y que padezco mucho, tengo esta responsabilidad de no promover que el mundo siga empeorando y bueno, sería una gran ganancia lograr que el mundo sea un poquito mejor, gracias a algo que hiciste, yo creo que es una aspiración, es un sueño imposible, como decía la canción del hombre de la Mancha, pero que que vale la pena tener.

59:02

Entonces sí, fundamentalmente mi gran responsabilidad es no decir una palabra o publicar algo que denigre, que promueva el odio, que perpetúe prejuicios racistas, clasistas, o de cualquier tipo. En la ficción aparecen personajes despreciables. O sea, yo tengo personajes despreciables y le doy voz dentro de esa historia a personajes despreciables, pero para mí es muy importante dejar muy claro que esas son las ideas del personaje y no las mías. O sea, tiene que existir esta tensión, que nada de lo que yo haga atente contra lo humano, jamás. Yo viví muchos años en un departamento y mi peor enemigo era el vecino con el que compartía el garage, que era un tipo intransigente, dejaba su coche, su mujer era sumamente grosera, era mi peor enemigo en la vida, pero al final yo veía cuando salía con su hijo, y a la fecha detesto el tipo, pero lo veía salir con su hijo y veía en la mirada de amor que él tenía hacia su hijo, que no era diferente a la mirada de amor que yo tenía con mi hija.

01:00:19

Entonces me daba cuenta que había más cosas que me unían que estas que me separaban. Digo, no lo saludaría si me lo encuentro. Pero no le escupiría y eso creo que ya es suficiente. Yo quiero pensar que el mundo en 50 años, cuando mis hijas estén alcanzando la tercera edad, sea mejor que esto en el que estamos ahora, que es mejor que el mundo donde mi papá era adolescente. Eso sí, con todas sus cosas y con cosas tan terribles. Yo de verdad pienso que el mundo no tiene remedio. Pero pensando en mis dos hijas quiero trabajar en encontrarlo. Entonces escribiré sobre un gran apocalipsis esperando que no suceda.

01:01:13

Quiero agradecerles enormemente que me hayan acompañado hoy. Es sin duda esto es una… es la clase de cosas que pondría en mi currículum si lo usara. Los moneros no tenemos que mandar currículum ni los escritos. Pero si yo tuviera que aplicar a un trabajo, pondría, ‘Y un día fui a aprendemos juntos’ y todos ustedes me acompañaron.

01:01:38

Así que les quiero agradecer mucho que estén aquí. Quiero agradecerles que me hayan escuchado. Los invitó a dos cosas a, lo que hablaba de las soluciones colectivas, que intentemos ser un poquito más, decía Kurt Vonnegut, un poquito más educados con el vecino de al lado. Solo un poquito, veremos una gran diferencia y la otra, vamos a intentar pensar, cuando los nazis toman París y se organiza la resistencia, los jóvenes, sobre todo, Sartre dice “Con que resista uno resistimos todos, con que piense uno pensamos todos”, pero tenemos que pensar todos. Si además pensamos, y le ponemos una gotita de sentido del humor, todo va a ser mucho más cuesta abajo. Muchas gracias. Hoy me hicieron sentir una estrella de rock. Muchísimas gracias.