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Ignacio March Mifsut. Bueno. Te lo voy a decir desde el punto de vista del biólogo de campo, lo primero, pues, es maravillarse todos los días de la vida. De todas las formas de vida, como mencioné, ahora sí que no hay más importante que otro. Todo es tan interesante y tan importante, que esa, digamos, esa curiosidad de saber más, entender más el mundo, el mundo vivo, la biosfera que llamamos, pues eso es indispensable. Y por lo general, pues los biólogos son, o somos personas muy curiosas que siempre estamos, aunque digamos, no sé, en una ciudad o aunque estemos dando clases o cualquier otra cosa, siempre tenemos que regresar al campo frecuentemente, a estar en ese envolverte de naturaleza y a ver las pequeñas cosas y las grandes cosas. Por supuesto que para ser un biólogo de campo tienes que ser muy resistente, sobre todo gástricamente, porque tienes que comer de todo. Tienes que ser adaptable, tienes que ser respetuoso de la gente con la que vives, tienes que ser sensible de no hacer cosas que no debes de hacer. Por supuesto, somos fanáticos de no dejar huellas donde estuviste. Nosotros los campamentos, pues tratábamos de si limpiábamos porque pues pasábamos hasta un mes en un campamento pero tratábamos de no dejar ni un papelito, digámoslo así. Somos, tenemos que respetar lo que admiramos, obviamente. Y esa apertura que, como comenté, de no limitarte a la biología. La biología es la ciencia que estudia la vida, o sea, casi nada. Como les dije, la materia y la energía en su manifestación más gloriosa, voy a decir, la vida es increíble. Cuando ves algo, piensas en lo molecular, piensas en lo bioquímico, pero piensas también en la ecología, en el entorno. Entonces empiezas a ver ese todo, que es inmenso, es increíble, es muy complicado. Obviamente no hay cabeza humana que haya tratado de comprender ese todo. Ha habido buenos intentos. Yo soy un admirador de Alexander von Humboldt, que fue un naturalista alemán de principios del siglo XIX. Que estuvo en México, por supuesto, pero estuvo en Sudamérica y que precisamente él tenía el motor de tratar de entender casi nada. El cosmos, su obra más notable precisamente se llama Cosmos. Que es una obra que yo tengo y que a veces me tengo que detener cuando terminé una página para volverla a leer una y otra vez, porque está muy denso su conocimiento, es un conocimiento enciclopédico que él trató de poner ahí. Pero bueno, la biología pues tiene todas estas ramas tan increíbles. Actualmente pues ya se ha modernizado mucho porque se descubren cosas, pues cada hora voy a decir, en cuestiones moleculares, estamos entendiendo cosas increíbles y pues uno tiene que estar constantemente leyendo porque si no pues te empolvas, digamos. Y bueno, un biólogo de campo pues es es eso, es no ser un biólogo de laboratorio, estar encerrado ahí con los matraces y las cosas, que también tiene su encanto, digámoslo así. Los biólogos de campo a veces también tenemos que ir al laboratorio donde te dicen que te tienes que poner una bata blanca, pero no tenemos, porque estamos en el campo casi siempre. Y pues el biólogo de campo es algo mucho más directo. Por lo general estudiamos, ahora sí, que la naturaleza en su entorno natural, en el contexto más natural. Muchos estudiamos especies de mamíferos, hay otros que estudian aves, en fin, hay otros que se fueron por estudiar los ecosistemas completos. Pero lo que es muy importante es el diálogo entre biólogos de campo.