COMPARTIR
Generated with Avocode. Path Generated with Avocode. Rectangle Copy Rectangle Icon : Pause Rectangle Rectangle Copy

Cómo recuperar la autoestima después de una ruptura

Armando Quiroz Adame

Cómo recuperar la autoestima después de una ruptura

Armando Quiroz Adame

Psicólogo


Creando oportunidades

Armando Quiroz Adame

Armando Quiroz Adame es psicólogo y psicoterapeuta con una amplia trayectoria en el acompañamiento de personas y familias en procesos de autoconocimiento, relaciones y bienestar emocional. Ha dedicado gran parte de su vida profesional a la psicoterapia, combinando la práctica clínica con la divulgación de conocimientos científicos sobre la mente y las emociones.

En los últimos años, ha publicado varios títulos orientados a acercar los avances de la ciencia psicológica al público general. Su enfoque integra la importancia del amor propio, la construcción de relaciones sanas y la gestión de la autoestima, así como la relevancia de la comunicación y los límites en la vida familiar y de pareja.

Quiroz Adame promueve la reflexión sobre la trascendencia personal, el aprendizaje continuo y la transmisión de valores como legado, subrayando que la felicidad y el amor son responsabilidades individuales y colectivas.


Transcripción

00:00
Armando Quiroz Adame. Pues bienvenidos a todos ustedes. Muchas gracias por estar aquí, acompañarme en esta maravillosa experiencia de poder compartir el conocimiento con ustedes, para que todos, no nada más los que están aquí, sino todos los que nos vean, puedan adquirir una mejor calidad de vida. Porque si es un deber en esta existencia terrenal, es ser felices. La esencia que tenemos todos como seres humanos, es justamente el poder expandir tus capacidades, que te descubras a ti mismo en tu potencial y que lo pongas al servicio de los demás. Esa es la misión de vida que todo mundo tenemos. Nosotros estamos aquí, precisamente para aprender, para aprender a amar y para dejar algo en esta vida, porque no nos vamos a llevar nada. Entonces de eso vamos a hablar el día de hoy. De cómo poder potenciarlo. Mi nombre es Armando Quiroz Adame, soy psicólogo, he dedicado mucha parte de mi vida a dar psicoterapia. Últimamente he estado escribiendo, ya tengo algunos títulos, precisamente para divulgar el conocimiento que la ciencia ha logrado acumular ahora para poner al servicio de las personas. Y yo lo que les pediría es que, lo que quede de esta conferencia, lo que quede de esta reunión, lo comenten en su casa, con sus amigos, con sus hijos, con su pareja, con su familia. Porque cuando esto se toca como sobremesa o como antes de dormir, ¡wow! La calidad de la convivencia va a elevarse muchísimo y es lo que necesitamos precisamente para poder ser felices. Gracias.

02:00
Idalia. Hola Armando, un gusto conocerte. Mi nombre es Idalia Ramírez. La pregunta que te tengo es un poco sencilla, pero no sé si la respuesta lo es. ¿Qué es el amor y qué procesos fisiológicos hay detrás de él?

02:13
Armando Quiroz Adame. Es algo que no sabemos definir con precisión, porque al final no hay una definición universal, sino que cada quien en su cada cual va a definir en qué consiste esto, ¿no? Si lo vemos así como general, pues el amor es una sensación que se tiene y que no siempre la podemos expresar. O sea, simple y sencillamente es como un regocijo, como algo que gusta, como algo que agrada y no sabemos. Y ya, la neurología ha ido descubriendo qué es lo que pasa. Sí, efectivamente es un truco de la naturaleza. Porque la primera parte del amor es el enamoramiento y el enamoramiento empieza por la atracción. O sea, yo me siento atraído físicamente a la persona y es interesantísimo la investigación, porque finalmente el atractivo de la persona, ¿qué creen? se da por el aroma. Son las feromonas las que hacen que ‘clic’, haga ‘clic’ en mi corazón contigo y estoy así, que ya me pongo medio nervioso, ¿no? Porque finalmente la hormona del enamoramiento es feniletilamina. O sea, ando borrachito. No voy a razonar y entonces mi cuerpo va a reaccionar. Y justamente va a reaccionar con esta parte, como dice también lo coloquial. Pues que mariposas en el estómago, ¿no? Que es un poco como de ansiedad. Pues sí, las aminas causan eso, ¿no? También como dicen, ¿no? Este… como dice José Alfredo: “Qué bonito sol, qué bonita luna, qué bonito día”. Todo me parece más bonito. Pues sí, o sea, forma parte de ese cóctel de aminoácidos que se va al cerebro. Entonces, finalmente, ¿qué viene sucediendo? Si el atractivo físico no está complementado por un proceso de admiración, entonces ya el amor no creas que va a llegar tan fácil, porque el amor es una decisión, y es una plantita que se tiene que regar todos los días, y que en la medida que va creciendo tenemos que poner una macetita más grande, y tenemos que cortarle las hojitas que no van, y estarlas regando para que florezca a través de un equilibrio emocional. Porque el amor en su principio no es con alguien más, es contigo mismo. Si tú no eres capaz de cuidarte, si tú no eres capaz de alimentarte sanamente, de cuidar tu cuerpo porque es el receptáculo de la vida, no eres capaz de hacer eso. Estás incapacitado para mantener una relación sana. Es primero contigo. Por eso es difícil, porque obviamente empezar con uno mismo, pues no está tan fácil, ¿verdad? Pues no sabes cómo, entonces, primera parte de esta reflexión. El amor empieza por uno mismo. El amor propio es la base de la autoestima y la base de esa autoestima es lo que va a ser el cimiento de cualquier relación humana. No nada más la relación de pareja, porque si no hay esa parte de respeto por mí mismo y cuidado por mí mismo, pues entonces no tengo un sentido de aceptación de uno mismo.

05:14
Armando Quiroz Adame. Esa es la primera parte, de lo que es la generación de una buena autoestima. Me acepto en aquello que sí es correcto y lo que veo que no es correcto, trato de modificarlo. Y entonces ya empiezo con un proceso de autoconocimiento. Entonces, cada quien tiene su propia identidad y tiene su propia individualidad y esa parte es crucial. La identidad es lo que yo me digo para mí, lo que yo hago, para mí. La individualidad es lo que ven los demás y lo que después ellos me dicen de cómo me ven. No siempre pasa eso, eh, a veces me ven los demás y no me dicen, ¿no? No me ayudan a mejorar. Y a veces hay cosas que yo veo, pero que no me gusta ver. Porque no me atraigo en ese sentido. Y todos nosotros tenemos, aparte de eso, un punto ciego, es decir, cosas que sí tenemos y que no vemos hasta que los demás no la dicen y en ese momento que nos lo dicen es donde entonces nuestra identidad empieza a tomar más forma. Y no todos somos dueños de nuestra propia identidad. Muchas veces para eso sirve mucho la consulta terapéutica, para que la persona aprenda de sí mismo, quién es, y pueda descubrir dentro de su ser hacia dónde tiene que dirigirse. Y con quién tiene que relacionarse. Entonces, finalmente, a qué voy. Que precisamente en esta parte de lo que es el amor, podemos amar cualquier cosa. De hecho, todos tenemos múltiples sensaciones de cariño por diferentes personas. Una cosa es tu relación con la pareja, otra relación es con tu hijo, otra relación es con tu papá, otra relación es con tu hermano, con tu vecino, con tu trabajador y en todas ellas hay afecto. De tal manera que el significado, fíjense, ahí está la clave, el significado, ¿sí? Y la profundidad del sentimiento, es lo que van definiendo el amor. Porque lo que siento por ti, no lo siento por nadie más. No se parece lo que siento por ti, a lo que siento por mi hermana, por mi compañero. No, no, no. Lo que siento por ti es único. No hay otra cosa. Y es exclusivamente para ti. Ojo con eso. La exclusividad es lo que está abajo de la fidelidad. De tal manera que si yo no tengo esa exclusividad, incluso conmigo mismo, pues estoy en problemas. Necesito apoyo, necesito ayuda. ¿Para qué? Para poder identificar qué es lo que es realmente mío. O sea, dónde está mi identidad. Una vez que yo sé quién soy, me puedo compartir, porque sé que puedo compartir. Pero si yo no sé quién soy, ¿qué me voy a poner a compartir? ¿Mi vacío? ¿Mi duda? ¡Ay! Mejor me quedo solo, ¿no? Porque voy a generar problemas con el otro. Y si el otro está igual o peor que yo, ¿qué creen que va a pasar?

08:44
Armando Quiroz Adame. Pues no va a funcionar. Y eso pasa en mucho, con mucha frecuencia en la sociedad. Entonces el amor es eso precisamente. Un sentimiento único que percibo, que siento por alguien, que tiene significado, que tiene profundidad, que tiene exclusividad. Y que voy aprendiendo a partir de dar y recibir. Porque la reciprocidad es fundamental para cualquier tipo de relación. ¿OK?

09:47
Lizeth. Hola Armando, soy Lizeth. Mi pregunta para ti es: ¿Qué cosas debemos hacer para construir buenas relaciones?

09:54
Armando Quiroz Adame. Para construir buenas relaciones es necesario establecer límites claros y de manera armoniosa, de manera respetuosa. A nadie nos gusta el reclamo, a nadie nos gusta el regaño, a nadie nos gusta tampoco que nos exijan. Y como dice el dicho: “En el pedir está el dar”. Si yo te reclamo, lo que yo voy a obtener es tu rechazo, no tu cooperación. Y obviamente lo que viene sucediendo tanto en una pareja como en una familia, como en una empresa, lo que se requiere es que haya cooperación, porque debemos entender que trabajamos como un equipo y en una relación de pareja, en una relación de familia, le pongo apellido, equipo de alto desempeño, es decir, que logremos todavía más y que nuestro nivel de comunicación sea tan preciso que tú y yo nos entendemos con una mirada. O sea, esa parte es fundamental, pero necesitamos construir ese lenguaje. Recomendación, vamos a ir a ver a tu familia. Ya sabemos que tu familia y yo no tenemos tan buena química. Tú sí, pues es tu familia y ahí creciste, no te puedo negar que no vayas. Pero entonces establecemos un protocolo porque tú y yo nos ponemos de acuerdo con un sistema de señales. Y cuando yo te haga esta seña, quiere decir que ya como que ya quiero irme. La segunda seña es cuando yo me acerque a ti y te toque el hombro o te toque el codo. Ya eso quiere decir que en 15 minutos me gustaría que nos fuéramos. Y la última pues es una señita en donde te voy a levantar la ceja. Que quiere decir que no te has despedido de la gente y que ya urge que te despidas porque ya estoy llegando a mi límite. Entonces fíjense el proceso, pues, o sea, si yo llego con eso a la reunión, yo voy a estar más tranquilo, aunque sé que no tengo tan buena química con ellos.Porque tú y yo ya estamos de acuerdo en cómo va a ser la despedida y eso me da confianza, me da tranquilidad. Entonces, ¿qué tengo que hacer? Ponerme de acuerdo contigo de cómo establecer los límites para poder retirarnos. Ahora sí que con cortesía. Y poder establecer una relación que no perturbe lo que vamos a hacer allá. Pues si no, ¿qué pasa? Voy, medio a fuerza. Y al rato. Oye, ya nos vamos. ¡Ay! Pero cómo, si ahorita platicando con mi hermana. Espérate. Y al ratito. Oye, ya me quiero ir, No…mira, es que falta el otro. Todavía no hemos cenado. Equis, para al rato es: Mira, aquí están las llaves, si quieres vete. ¿Cómo creen que va a ser el encuentro cuando regresemos a la casa? Guerra Campal. ¿Construyó eso? No. Al contrario, destruyó.¿Y todo por qué? Porque no tuvimos nosotros un acuerdo de cómo sobrellevar una situación que nos puede incomodar. Esa situación es la comunicación de la relación y no nada más con la pareja. Lo tenemos que hacer con todos, sobre todo con los hijos adolescentes, porque el hijo adolescente lo que está teniendo es precisamente el encuentro con su propia identidad. Está construyendo su individualidad, y por eso es adolescente, porque adolece, o sea, le falta la madurez, y en un sentido muy sencillo, pero que tiene mucha profundidad.

13:08
Armando Quiroz Adame. Lo que siento, lo que pienso, lo que digo y lo que hago. Se tienen que parecer. Si yo siento una cosa, pienso otra, digo otra y hago otra, inmadurez, nadie me va a entender, ni yo me entiendo. Y es lo que le pasa al adolescente. Siente una cosa, piensa otra, dice otra y hace otra. O sea, la madurez precisamente que tengamos se llama congruencia, integridad. Porque entonces cuando yo siento una cosa, pienso sobre de eso, reflexiono, incluso me informo o pregunten a la especialista, ¿cómo poder resolver eso? Y ayuden al adolescente a que aprenda a prever las consecuencias de sus dichos y de sus actos. Porque finalmente el adolescente y en general el ser humano, pero más el adolescente, por la edad en la que está, lo que quiere es ser escuchado. Es lo que necesitamos y por eso funciona la terapia, y hasta la cobramos. Porque necesitan ser escuchados. O sea necesitan ser escuchados. Todo mundo necesitamos ser escuchados. Nadie se escapa. Es importantísimo porque eso es sembrar la fortaleza del vínculo y de la conexión afectiva que hay. Si ustedes no comentan con ellos lo que ellos sienten y ustedes lo que sienten con ellos, ese vínculo cada vez se va haciendo más distante, más flojo, hasta que se desconectan. Entonces, finalmente, qué tenemos que hacer que ese vínculo afectivo crezca con las personas más cercanas que tenemos. Y es sencillo. ¿Que sientes? ¿Qué piensas? Y ¿qué podemos hacer?

15:45
Leonardo. Hola Armando, mi nombre es Leonardo Martínez, tengo una duda para ti. El amor durante una pareja va cambiando, va evolucionando durante el tiempo y más cuando llegan los hijos. ¿Qué consejo nos podrías dar a los que estamos en esa situación?

16:00
Armando Quiroz Adame. Muy buena pregunta. Porque efectivamente todo el mundo, toda la naturaleza, es una evolución y nosotros no nos podemos escapar de eso. Y la relación de pareja va a tener esa evolución. O sea, hay etapas del enamoramiento, fíjense lo pongo así en un proceso, que es muy complejo, pero para ponerlo sencillo. La primera parte de la relación de pareja es la promesa, que culturalmente está… todo el mundo la conoce, porque soy tu prometido. Eres mi prometida. El anillo. La reunión con los papás, la aceptación en la sociedad. La primera parte es esa promesa. Si la promesa se cumple, entonces lo que sigue es el compromiso. Que, ¡ay caray! Ya se pone más difícil. ¿Por qué? Porque finalmente ese compromiso significa la autonomía de la relación. Y dentro de esa autonomía de la relación es que tú y yo somos distintos a lo que es tu familia y distintos a lo que es la mía. Y tenemos que formar nuestro propio núcleo con nuestra propia forma de ser, nuestro estilo de convivencia. En algunas cosas se puede parecer a los orígenes, pero no vamos a vivir igual que los orígenes. Tenemos que crear un nuevo modelo y dentro de ese nuevo modelo justamente es donde aparece la crianza. Creamos hijos disciplinados, responsables de buen carácter, de buen corazón, bien vinculados. Son excelentes hijos, pero después, cuando el muchacho ya cumple los 17, 18 o un poquito más, tú y yo, ¿qué somos? ¿Qué somos? ¿En dónde hemos estado tú y yo? Entonces, el secreto, la clave de este asunto, es que durante el proceso de crianza y las etapas, no lleguemos a descuidar nuestra relación. Esta parte es muy importante, porque lo que se diluye cuando hay conflicto o cuando hay este proceso en donde nos convertimos en padres y dejamos de ser pareja, es que el “nosotros” se diluye. Entonces, finalmente cuando eso sucede, lo que hay que hacer es justamente no perder ese motivo de romance. Cuando menos 4 horas a la semana, sí, dos horas algún día o una tarde, o una hora y media o media hora ahorita, después otra media hora y los demás con esos detallitos, y entonces todo funciona perfecto y somos muy buenos padres. Pero tú y yo nos perdemos y no hay que perderse. ¿Por qué? Porque como personas tenemos una evolución de tal manera que al rato a pesar de que viva contigo y duerma contigo, eres un desconocido. O sea, ¿qué hay que hacer? Que la vinculación no se pierda. Y este ejercicio de qué sientes y qué piensas y cómo podemos resolverlo es básico para todos. Eso es muy importante, porque si no lo que va sucediendo es que nos vamos convirtiendo en extraños a lo largo de la convivencia. Y sí conozco casos, eh. O sea, es horrible porque entonces ya la confianza y la sinceridad ya no la tienes con tu pareja, ya la sacaste de la relación, ya la tienes con otra persona.

19:03
Armando Quiroz Adame. Y no necesariamente para tener otra relación, puede ser tu hermano, puede ser tu amigo. Pero entonces, dónde quedó la confianza, para que esto que me estás diciendo a mí, lo compartas con tu pareja, no, pues ya no hay. Y entonces al final, pues tú y yo qué somos. Pues quién sabe. No sabemos. Entonces esa sería la fórmula. Un proceso terapéutico en general, es un proceso de reconocimiento de tu propia actitud ante la vida y de tu propia esencia. Por eso a veces la persona no se atreve mucho a conversar con un terapeuta. ¿Por qué? Porque va a tener que abrir su corazón, va a tener que abrir sus sentimientos y también va a tener que dar a conocer sus experiencias anteriores y de cómo las ha procesado. En un sentido estricto, yo digo que el proceso terapéutico es un proceso epistemológico. ¿Qué quiere decir eso? La epistemología es la ciencia de cómo se descubre el conocimiento. ¿Por qué digo que la experiencia terapéutica es epistemológica? Porque yo, como terapeuta, voy a aprender de tu caso, pero tú como persona vas a aprender, e incluso a veces más que yo, de lo que tienes que mejorar en tu vida. No solamente en tus acciones, en tus creencias, en tus pensamientos, en tus metas, tus proyectos y tus propósitos. Porque, ¿qué sucede? Vas al territorio sin mapa y sin brújula, y aparte de que no traes mapa ni brújula, no traes equipo, y aparte de que no traes equipo, no traes entrenamiento, y para acabarla pues no traes guía. ¿Cómo te va a ir en el territorio? Pues te vas a morir en el territorio, o sea, ¡no! ¿Qué hacemos los terapeutas? A ver dónde está tu mapa. Te ayudo a dibujar tu mapa para que yo te pueda marcar en tu mapa y advertirte que de este lado está la barranca, que de este lado está el pantano. Que de esta fruta no vayas a comer, que aquí sí podrías dormir. O sea, te hago un mapa del territorio para que tú vayas con cierta seguridad, y te equipo, te doy la chamarra, las botas, la cuerda, el sable, o sea el cuchillo, o sea tu kit de alimento. O sea, te doy el equipo. Pues si tu te vas al territorio sin equipo, no la vas a hacer y te doy entrenamiento porque antes de meterte a los ocho mil metros pues mejor te vamos a los dos mil, y ahí nos vamos poquito a poquito. O sea, un entrenamiento precisamente para que logres más adelante llegar a alcanzar la meta, pues, la cima pues, entonces, finalmente un proceso terapéutico es eso, enseñarle a una persona a reconocer sus capacidades para que entres al territorio, ahora sí, con equipo, con entrenamiento, con mapa, con brújula y con guía.

22:03
Armando Quiroz Adame. Esa sería la la situación.

22:47
Sara. Hola Armando, mucho gusto. Mi nombre es Sara y yo quisiera preguntarte algo que creo que no muchos nos atrevemos a cuestionarnos al cien por ciento. O sea, si tengo una mala relación con los suegros, ¿cómo puedo hacer para mejorarla?

23:02
Armando Quiroz Adame. Que buena pregunta. Que buena pregunta. Muchas gracias por preguntar eso, porque finalmente. O sea, el kit viene con accesorios. ¿Qué quiere decir con esto? Cuando tú llegas a la tienda, dices, me llevo este. Sí, señor. Aquí están los accesorios. No, no, no los quiero. No, no, se los tiene que llevar. Punto. Familia de origen. Y evidentemente, el conflicto con las familias de origen es frecuente porque otra vez lo que decía al principio, la aceptación. Si tu mamá o tu papá no acepta a tu pareja, conflicto definitivo, ¿no? ¿Y por qué? Porque los criterios de elección que tú tuviste para ello, son completamente diferentes a los criterios de elección que ellos tienen para ti. Y no pueden entenderlo, y se quieren imponer. Y cuidado. Yo a esto le llamo la construcción de una diplomacia familiar a través de protocolos. Como les decía hace rato, tú y yo nos ponemos de acuerdo antes de llegar para precisamente con las señales que solamente tú y yo entendemos podamos retirarnos de manera cordial. Y hay otros procesos. Si yo no soy el que me aceptan bien, o sea, si soy el que estoy del rarito, pues. Y cada vez que voy lo siento, lo percibo, porque me hacen preguntas o no me sirven al principio o me sirven más poquito. O sea, ese tipo de cuestiones son típicas. Entonces, ¿qué tengo que hacer? Observar el proceso, pues ¿por qué? Porque si ya me doy cuenta que de este lado al suegro o a la suegra le gusta el dulce, pues ahora me consigo un ate de calidad y va de regalito y llego con el. Esa es la diplomacia familiar. O sea, ¿con qué objeto? Con el objeto de ir mejorando las relaciones. ¿Para qué? Para que haya aceptación. Otro día puede ser, ya sé que le guste el rock. Pues lo invito al concierto, y no soy yo quien lo invita, si no, es mi pareja, que le va a decir a su papá, oye, te vamos a llevar. Y él cree que va a ir solo con la hija. Pero a la hora de la hora me aparezco en el concierto. ¡Sorpresa! Hola suegro ¿Cómo le va? Y hasta le traigo el disco de regalo, que ya están ahí. O sea, ese tipo de cuestiones son las cosas que van haciendo que se facilite el asunto. Cuando hay eso, lo que viene sucediendo, porque eso lo he observado en varias familias, es que esa aceptación, aunque sea tardía, va a ser total, va a ser completa. ¿Por qué? Porque en el fondo el padre, la madre, lo que quiere de sus hijos es que sean felices. Cuando ese hijo, esa hija, empieza a demostrar que de veras encuentra la felicidad con la pareja que él o ella eligió, lo empiezan a aceptar. ¿Por qué? Porque en el fondo el principio es totalmente lícito. Yo lo que quiero es que tú seas feliz, que aquel no me gusta. Pues sí, pero lo elegiste tú. ¿Qué es en el fondo? Respeto. Pero como en México tenemos la autoridad paterna y materna muy elevada, ay, entonces cuesta trabajo no hacerles caso. Desobedecerlos, porque lo pueden tomar como una afrenta.

26:25
Armando Quiroz Adame. Por eso tiene que haber una diplomacia, tiene que haber eso. Una forma y la otra es una prudente distancia también. No te puedes ir a vivir a la recámara de arriba de la casa de los suegros, ¿para qué haces eso? O sea, el rechazo va a estar más patente, pues. O sea, no. O sea, mejor nos vamos a otro lugar. Nos vemos de vez en cuando con un regalito. Y esa diplomacia va a ser mucho más fácil de manejar, Ahora, de que si consiste, y se puede generar un problema bastante serio, claro que consiste. He conocido casos en donde el papá de uno de los dos es el que compra la casa y la pone a nombre del hijo o de la hija y la pareja está ahí como medio de arrimada. Y algunas veces él, ya el hijo, dice: es mi casa. Híjole, ¿dónde está la comunión? O sea, ¿dónde está el compartir? Pues no existe. Y también ha conocido casos en donde la familia de origen paga el divorcio, de plano, porque de veras no lo quieren y no era una relación que estuviera mal. Nomás no les gustó. Generaron el conflicto entre ellos precisamente para que el papá pudiera ir a ver al abogado, y aquí está la firma y el dinero, adiós ¿Qué creen que sucede? Pues me quedo con un vacío tremendo, porque esa decisión no fue mía en el fondo. Y al rato resentimiento. ¿En contra de quién? Pues de mi papá que pagó eso, como que ya no. Entonces sí hay que tener mucho cuidado, porque. ¿Qué podría decir? Es muy difícil por la cultura que tenemos, que precisamente tu pareja, sea hombre o mujer, sea aceptado de inmediato por tu familia de origen, también le van a pasar la prueba. Para ser aceptado.¿Qué viene sucediendo? Depende mucho de la cultura y de la educación de esa familia. En el caso extremo, lo que tengo que hacer es alejarme por completo de los familiares. Ahí hay una cosa muy dura. Yo lo digo de esa forma, el árbol genealógico también se poda. Terapéuticamente a esa persona le llamamos el miembro asintomático de la familia. ¿Por qué? Porque se fue del espacio de influencia de la familia. ¿Y en dónde está? En Australia. A ver, venme a visitar. Pues si vas, vas a estar tres días, unos cuantos días. Porque no te voy a pagar el viaje. O sea. ¿Quieres venir? Bien. El hospedaje no te va a costar, la comida puede que tampoco, pero lo demás no te lo va a dar. No te voy a llevar a pasear, no, nada. O sea, paciente, asintomático. O sea, se salió de la cultura familiar, podo el árbol.

29:55
Armando Quiroz Adame. Ahora, no me puedo ir a Australia, porque no tengo la capacidad ni el dinero. Entonces lo que hago es yo construir mi traje de coraza afectiva para que lo que me digas pues ya no me toque. O sea, ya no te compro el insulto, ya no te compro el rechazo. Ya sé que eres así, acepto que eres así. He tenido un proceso terapéutico para ayudarme a comprender cómo tolerarte, porque eres mi papá, eres mi mamá. Tengo que estar contigo, porque a lo mejor hasta enfermos están y no los quiero descuidar, pero lo que me digan ya no me hace daño. O sea, ya cubrí mi cuerpo, mi sentimiento con una coraza afectiva que no es de rechazo, es de comprensión, porque comprendo porque eres así y gracias a la comprensión que te doy te puedo perdonar. Pues si no te comprendo no te voy a poder perdonar y voy a reaccionar igual, con rechazo y hasta con insulto, con maltrato. O sea, no, por ahí no va, sino la idea es comprender el por qué ellos en su circunstancia, en su forma de vivir, en su costumbre, en su época, en su edad, tuvieron que responder así, así les funcionó. Pero ya estamos en otro lugar, en otro momento, y yo no quiero funcionar así. Elijo una manera distinta. ¿Que no la respetas? Pues que bueno que no respetas, pero no me importa que no la respetes porque ya me cubrí, ya hice mi coraza efectiva precisamente para que eso no me pegue, porque si me pega pues voy a andar sufriendo. Y al rato la quiero recompensar y hasta me puedo vengar, ¿no? Por ahí no va, ¿no? Es comprender la situación para poder darle su lugar adecuado y yo protegerme cuando veo que no puedo hacer otra cosa. Y si nosotros somos los suegros, ¿qué sucede? Si estamos en una posición en donde no va a haber negociación, estamos a punto de tener una ruptura con esa relación, aunque sea mi hijo, mi hija, lo que va a pasar es que vamos a romper. Porque yo no soy flexible. O sea, la familia de origen no tiene la flexibilidad, que es una de las características de lo humano. Gracias a que somos flexibles como los juncos, podemos aguantar los vendavales. Si somos rígidos, ese vendaval no va a tumbar la pared y es lo que va a pasar en una relación. O sea, ya no haber manera de que vengan, porque mi rigidez impide que yo acepte la forma en la que vive y lo que va a haber es una ruptura. ¿Qué tenemos que hacer como suegros? Flexibilizarnos y entender que es una generación distinta, que están viviendo en otra época, que ya cambiaron las formas, los modos, las costumbres y que ya no es lo mismo, que como nosotros cuando nos tocó, ya es diferente. Ahí es donde está la flexibilidad y es importantísimo, porque sino la soledad va a ser el camino. Y yo creo que ya estando de mucha edad y en soledad, no es la mejor opción, no es la mejor opción. Entonces, hay que flexibilizarse y aceptar. Esa sería la condición.

33:34
Miguel Ángel. ¿Qué tal Armando? Mucho gusto. Miguel Ángel Cruz. Quisiera ver si nos podrías regalar algún mensaje respecto a la autoestima. ¿Cómo la podemos fortalecer después de una ruptura?

33:43
Armando Quiroz Adame. Que buena pregunta también, porque efectivamente el golpe que más recibe uno después de un rompimiento, pues es justamente la autoestima. Vamos a analizar los elementos que tiene una autoestima para que ustedes se den cuenta en dónde es que tenemos que fortalecernos. En principio la autoestima es el reconocimiento que te das a ti mismo. Ojo, en varios aspectos y eso es algo que tenemos que trabajar de manera cotidiana porque somos muy cambiantes. Lo primero que tenemos que reconocer en nosotros mismos son nuestros talentos. ¿Qué quiere decir eso? Eso que nos sale bien y no tenemos que practicarlo. Es la naturaleza lo que nos regaló y somos naturales para hacerlo. Y tenemos talento para todo, para hacer de comer, para contar chistes, para las matemáticas, para establecer relaciones, para la biología, para cuidar el ambiente. Y no nomás tenemos uno, tenemos muchos talentos. Ejercicio. Pregúntenle a dos o tres personas cercanas a ustedes que tengan confianza, en dónde ven esos talentos, porque muchas veces ese talento está en el punto ciego que tenemos. No me doy cuenta que lo tengo y cuando me lo dice ni me la creo. Entonces, finalmente tengo que reconocer esa lista de talentos que puedo cultivar y que son los que van a darme esa identidad como persona. Ahí ya estoy fortaleciendo mi figura, esa es una parte muy importante. Segunda lista, mis habilidades. O sea, que si practicando me sale bien, porque en la medida que yo pongo disciplina en esa habilidad, la puedo convertir en talento. Ojo con eso. Eso si lo tengo que aprender, lo tengo que practicar. Pero si lo disciplino, lo convierto en talento. Y entonces es un tiempo y un esfuerzo que estoy dedicando para mí. Esa es una cuestión importantísima. Siguiente lista, tus valores éticos. ¿Porque qué sucede cuando hay un rompimiento? Se rompieron los valores éticos. No hubo honestidad, que es el principal valor de una relación. No hubo respeto, que es otro de los principales valores de una relación, no hubo trato suave, es decir, cariño. Si eso se rompió, la relación no tiene por qué seguir, porque la falta de respeto, la falta de honestidad y la falta de cariño van a continuar. Ahora, si yo me estoy dando cuenta después de tiempo, que bueno que me estoy dando cuenta de eso y que bueno que rompí, porque lo que estoy ganando es la libertad. Ojo con eso. ¿Qué sucedía? Estábamos de codependientes, nos necesitábamos más que nos queríamos. Y cuando te necesito, pues no siempre me cumples. Y cuando tú me necesitas, pues tampoco siempre te cumplo. Y empieza a haber carencia. Entonces, no. O sea, lo que tengo es que reconocer mi valor como persona y mi valor está en estos talentos, en estas habilidades y en estos valores. Y hay otra más que también es muy importante, mis cualidades humanas. Les pongo dos que son fundamentales, generosidad y agradecimiento, son dos cualidades humanas fundamentales para mantener el equilibrio emocional personal y también el equilibrio en cualquier tipo de relación. ¿Por qué? Porque hay una sensación de agrado cuando yo puedo cuidar a alguien o puedo prevenir a alguien de algo que no es tan positivo.

37:02
Armando Quiroz Adame. Me siento bien por ayudar, porque en el fondo, la naturaleza del ser humano es compasiva. Entonces la compasión la podemos cultivar a través de la generosidad y del agradecimiento. Son dos cosas, que si me doy cuenta que soy generoso y agradecido, me voy a sentir bien conmigo mismo y ahí mi autoestima está elevándose, está elevándose. Otra parte de la autoestima tiene que ver también con la fórmula que utilizas tú para relacionarte con las demás personas. Ejemplos típicos, pides las cosas por favor y das las gracias. Eso, si no se lo enseñas al niño, olvídalo, va a ser rechazado, pues, entonces, efectivamente, procura pedir las cosas por favor y siempre dar las gracias, porque son parte de las cualidades humanas que te van a generar un proceso personal de elevación de tu autoestima. Ahora, otro elemento básico de la autoestima es tu autoimagen. ¿Cómo te ves? Sugerencia para cuando hay un rompimiento, cámbiate de look por completo, cómprate otro vestido, ponte otro peinado, utiliza otra loción y vete a otros lugares. O sea, cámbiate de look. Ese cambio de look es importantísimo porque una parte de la autoestima que es fundamental es precisamente la autoimagen. Y entonces yo me quito ya el disfraz, ya me pongo otro personaje. Y salgo a la calle con ese nuevo personaje. Nueva camisa, nuevo perfume, nuevo corte de pelo, nueva rasurada, nuevo pantalón, nuevos zapatos. Soy otro, o sea, ya, cambié. Y eso funciona muy bien, porque finalmente lo que tengo que recuperar es la sonrisa interior, porque si no tengo la sonrisa interior, la de afuera no sale. Eso es increíble. Ejercicio, un espejo de cara, en la puerta, sonríete antes de salir a la calle. Las primeras veces que lo vas a hacer te vas a sentir como tonto, como que dice: ‘agh’, pero va a llegar un momento por la práctica que esa sonrisa va a ser auténtica y la vas a reconocer. Cuando esa sonrisa auténtica tú ya la reconoces en el espejo, entonces la vas a poder expresar a los demás y vas a recibir sonrisas auténticas. Nos ha pasado a todos. Llegamos al lugar, está el comedor. Provecho, buenas tardes. Y el otro te sonríe con una sonrisa que no es la auténtica, luego luego lo percibiste y no eres psicólogo ni eres observador. Tienes neuronas espejo. Y también neuronas dopaminérgicas, que son las que te hacen sentir que está bien. Tú te subes a un autobús colectivo y les ves las caras a la gente, dice, este está preocupado, este está enojado, este viene muy cansado.

40:17
Armando Quiroz Adame. Porque lo percibes, porque tienes la capacidad para eso, se llama empatía. La capacidad empática es eso. Nosotros incluso nos conmovemos. Ha sucedido, algunos de ustedes han tenido la experiencia. Ves a la persona que está acongojada y te nace acercarte y decirle ¿en qué te puedo ayudar? Así somos. ¿Por qué? Porque el ser humano es gregario. Entonces es muy importante precisamente que la autoestima, después de un rompimiento afectivo, la puedas elevar a través de una sonrisa auténtica que te la des para ti mismo a través de un cambio de look, a través de la lista de tus cualidades, de tus valores, de tus talentos, de tus habilidades para que puedas reconocer una nueva persona en ti. Porque si esa relación duró tiempo y no fue realmente satisfactoria, fue una relación codependiente. Y lo que duele es lo que pudo haber sido y no fue. Eso es lo que duele. Porque me imagino que sí podría haber puesto las pilas como debe de ser, y no funcionó, en parte porque yo no lo puse la conexión correcta y en parte porque el otro hizo lo mismo. No hubo correspondencia completa. Que bueno que esa relación terminó porque ¿qué sucede? Me quedo en esa relación por costumbre, por el qué dirán. Lo que mucho pasa en los pueblos pequeños o en ciudades pequeñas, porque no hay de otra. Si no me caso a los veinte, me voy a quedar vistiendo santos, o desvistiendo borrachos. Entonces ¿para qué? O sea, no, ¡no! O sea, es preferible terminar con relaciones así porque en el fondo no fueron relaciones nutritivas. Y entonces estoy ahí, pues con una anemia, afectiva. ¿Y qué viene sucediendo? Okay, me quedo en esa relación, hasta formamos familia, tenemos hijos, tenemos casa, más o menos nos va bien económicamente, podemos hasta ir a pasear y hasta Europa, porque conozco el caso. Pues si, tenían con qué y se fueron a dar la vuelta a Europa y se gastaron una buena cantidad de dinero en dar la vuelta, ¿ustedes creen que hubo conexión allá? Cada quien en su celular mandando fotos, inclusive en el comedor, cada quien viendo su celular. ¿Dónde estuvo la conexión? De hecho, ese viaje que podría haber sido maravilloso de un reencuentro, resultó lo que decidió mejor separarse, porque ni yendo a Europa se la pasaron bien. ¿Pues dices para qué? Y estoy hablando de una relación ya de familia de catorce, quince años de duración, con hijos en la preadolescencia y él pagó todo el viaje y ella, con la esperanza de que hubiera conexión, aceptó. Pues cual, regresó peor. Porque pasa eso, pues, ahora, ¿que viene sucediendo? Pues efectivamente, un proceso donde uno de los dos es narcisista, es decir, yo, solo yo, primero yo, después yo y después yo, otra vez yo.

43:43
Armando Quiroz Adame. Ese es el narciso. Y el otro que dice, bueno, peor es nada. Y te voy aguantando hasta que llegue el momento en que ya no te puedo aguantar. Porque cada vez que eres tú, como tú para ti, y no hay más que ti, y tú, pues entonces yo mejor me alejo, antes de que me rechaces, porque ya llega el momento en que el narciso te va a rechazar. Entonces ahí está el cuento. A cambiar de look y a mirarse en el espejo para que la sonrisa interior vuelva a ser espontánea.

44:55
David. Hola Armando, soy David. Mi pregunta va enfocada a la duración del amor. ¿El amor es eterno o hay un momento en el que se acaba?

45:03
Armando Quiroz Adame. Que buena pregunta también. Que interesante. Yo comparaba hace rato en una metáfora que el amor es como una planta y efectivamente, si la riegas, si le das su alimento para que tenga nutrientes, le quitas los bichos, le cortas las hojitas, va a florear. Y va a durar para siempre. Porque el amor como compromiso significa el tener una responsabilidad afectiva con la persona que tú elegiste, porque es una elección, ¿porque qué sucede? Por carencia o por desconocimiento o a veces hasta por intención, puedo lastimar al otro. Eso ya no es responsabilidad afectiva. Tengo que cuidar lo que estoy haciendo, porque el amor finalmente es un compromiso. Y dentro de ese compromiso es cuidar de tu bienestar y no solamente darte lo que yo siento, sino también darte lo que tú necesitas. Porque si doy nada más lo que yo siento y eso no es lo que necesitas, estoy generando un vacío contigo. Entonces, fíjate cuál es la clave. El amor, ese sentimiento que nos puede inspirar a todos para hacer arte o para tener una relación, componer música, hacer poesía, escultura, hasta cocinar. Eso lo dice hasta Sor Juana. O sea, finalmente el amor es fuente de inspiración. La diferencia de una letra, el amar. El amar es verbo activo. O sea, yo amo, tú amas, nosotros amamos, ellos aman. Es la acción. Ahora, si esa acción es consistente, si es perdurable y es de calidad. ¿Qué crees que pase? Esa flor, ese árbol, va a crecer inmenso. Porque es como los encinos, si tú agarras lo que es la semillita del encino, es una cosa diminuta. Pero si tú ves el encino de cien años, dices ¡wow! Y ya no me digas del encino, hablemos del ahuehuete, que es muy mexicano. Setecientos años. Tenemos uno en Valle de Bravo. O sea, finalmente. ¿Qué viene sucediendo? Es el cultivo de lo que tú haces lo que le da la durabilidad a la relación. Porque si yo dejo de nutrir y de nutrirme contigo, entonces esa plantita va a terminar seca y evidentemente va a terminar la relación. Y es a través del amar, es decir, de la acción concreta. Decimos de manera coloquial, de los detalles. De esas cosas mínimas pero significativas, que tienen mucho que ver. Y les pongo un ejemplo, y es una tarea para ustedes. La próxima vez que vayan a un lugar nuevo, a tomarse un café o a un lugar desconocido, que puede ser un bosque, una playa, lo que sea, tráiganse la servilletita de ahí, pongan un te amo con la fecha y pónganla donde se vea. Ese es el detalle. Fuimos a la playa, pues me traje un caracolito y me traje un granito de arena. No me costó nada porque no lo compré, pero tiene el significado de ese atardecer tan hermoso, que estuvimos, juntos, viendo ese atardecer. Entonces, ¿qué estoy haciendo? Significando mi relación con cosas que son mínimas pero que tienen un valor afectivo tremendo.

48:23
Armando Quiroz Adame. Porque cada vez que yo vea esa cervecita, la piedrita y al caracolito, me voy a acordar de ese momento. Y entonces estoy recordando y esa es la manera de nutrir la relación. Y les recomiendo que lo hagan para cualquier cosa. Miren, realmente la pareja feliz es un invento del comercio para el catorce de febrero, vender comida, vender ositos de peluche y chocolates y que los moteles estén llenos. Punto. Lo que existen son personas en proceso de realización personal. En donde, yo, como persona comparto mis logros y mis adversidades contigo y tú compartes también tus logros y tus adversidades. Y lo compartimos en dos lugares específicos, la mesa, que es el lugar sagrado de los alimentos, no solamente para nutrir el cuerpo, sino también para nutrir el espíritu y la cama, que es donde compartimos el descanso. Entonces, ¿qué tenemos que hacer? Finalmente, que ese lugar sagrado de la mesa no nos lleve a las peleas en la sobremesa. Ayer le decía yo a una pareja, si quieres servir un banquete tienes que limpiar la mesa primero. Tú no puedes servir un banquete con la mesa sucia. Aquí pasa lo mismo, nosotros no podemos renovar nuestra relación si esa mesa afectiva no la limpiamos primero. Y me quito de las culpas, de los resentimientos, de las vergüenzas, de los miedos. Porque si traigo eso, mi mesa no está limpia. Entonces yo no puedo poner en una mesa donde hay miedo, donde hay temor, donde hay vergüenza, mi afecto, lo voy a contaminar. Y además lleno de moscas. ¡Pues no! O sea, lo que tengo que hacer es precisamente limpiar. Y eso lo podemos hacer. Yo sugiero que sea cuando menos una vez al año, donde tengamos una cena privada, de preferencia, no en la casa, en otro lugar en donde te saco la lista negra, y te digo lo que no me ha gustado. ¿Y qué sientes? ¿Qué piensas? ¿Y cómo lo podemos resolver? O sea, ¿qué podemos hacer? precisamente para limpiar nuestra mesa. Y ahí hacer un brindis para un nuevo reinicio. Porque en realidad, el contrato matrimonial debe ser revisado cada año, cuando menos, o cuando ves que el inquilino no está cumpliendo con lo que debe ser el contrato, pues entonces venga para acá. Para renovar ese contrato. Cuando la pareja tiene mucho conflicto, yo sugiero que ese contrato de renovación sea cada mes, porque no es fácil cambiar una trayectoria de siete, ocho, diez años. O sea, no está fácil. Cuesta mucho trabajo. Y bajo supervisión. ¿Por qué? Porque si tenía que estar el abogado, el conciliador al lado. Porque si son solos, pueden terminar otra vez en conflicto.

51:34
Armando Quiroz Adame. No va. No saben expresar su conflicto de manera adecuada. Entonces tiene que haber alguien que es el terapeuta para decir: ‘ch’, ’ch’, ’ch’, ’ch’, ‘ch’, así no puedes decir eso, a ver, cámbiale, ponlo en otro tono y a ver, repite conmigo y ya te voy enseñando a cómo manejar el asunto. Entonces esa parte de tener un aprendizaje, porque fíjense, como para hacer una una especie de conclusión, tres cosas básicas en la vida. Estamos aquí para aprender, el sistema nervioso central, todo lo que es el nervio, está hecho para el aprendizaje. Yo creo que todos los días aprendemos algo y también incluso creo que el último día que estemos en este mundo es un aprendizaje total, un aprendizaje. Segunda cosa, no nos vamos a llevar nada, nos vamos a quedar aquí y lo que va a subsistir es lo que dejamos en esta vida. Planeemos nuestra trascendencia. ¿Qué vamos a dejar? Una buena parte de nuestra trascendencia está en los hijos y en la herencia cultural que les dejamos a esos hijos, no la material. Si lo material no lo sabemos manejar, eso material va a generar una cantidad de problemas entre los hijos que pueden llegar al asesinato y tenemos casos, ojo con eso, lo material tiene que estar bien regulado. ¿Por qué? Porque genera envidia. No. Lo que tenemos que dejar son valores, son costumbres, son normas, formas de vida. ¿Para qué? Para que esa nueva generación, a partir de lo que nosotros hemos logrado, puedan evolucionar a algo mejor. Y la otra función de la vida es amar. Y me gustaría cerrar con una frase que es muy importante porque eso da un significado completo a todo lo que hemos hablado el día de hoy. “Quien pasó por este mundo y no amó ¿A qué vino?” Muchas gracias.