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Armando Quiroz Adame. Y no necesariamente para tener otra relación, puede ser tu hermano, puede ser tu amigo. Pero entonces, dónde quedó la confianza, para que esto que me estás diciendo a mí, lo compartas con tu pareja, no, pues ya no hay. Y entonces al final, pues tú y yo qué somos. Pues quién sabe. No sabemos. Entonces esa sería la fórmula. Un proceso terapéutico en general, es un proceso de reconocimiento de tu propia actitud ante la vida y de tu propia esencia. Por eso a veces la persona no se atreve mucho a conversar con un terapeuta. ¿Por qué? Porque va a tener que abrir su corazón, va a tener que abrir sus sentimientos y también va a tener que dar a conocer sus experiencias anteriores y de cómo las ha procesado. En un sentido estricto, yo digo que el proceso terapéutico es un proceso epistemológico. ¿Qué quiere decir eso? La epistemología es la ciencia de cómo se descubre el conocimiento. ¿Por qué digo que la experiencia terapéutica es epistemológica? Porque yo, como terapeuta, voy a aprender de tu caso, pero tú como persona vas a aprender, e incluso a veces más que yo, de lo que tienes que mejorar en tu vida. No solamente en tus acciones, en tus creencias, en tus pensamientos, en tus metas, tus proyectos y tus propósitos. Porque, ¿qué sucede? Vas al territorio sin mapa y sin brújula, y aparte de que no traes mapa ni brújula, no traes equipo, y aparte de que no traes equipo, no traes entrenamiento, y para acabarla pues no traes guía. ¿Cómo te va a ir en el territorio? Pues te vas a morir en el territorio, o sea, ¡no! ¿Qué hacemos los terapeutas? A ver dónde está tu mapa. Te ayudo a dibujar tu mapa para que yo te pueda marcar en tu mapa y advertirte que de este lado está la barranca, que de este lado está el pantano. Que de esta fruta no vayas a comer, que aquí sí podrías dormir. O sea, te hago un mapa del territorio para que tú vayas con cierta seguridad, y te equipo, te doy la chamarra, las botas, la cuerda, el sable, o sea el cuchillo, o sea tu kit de alimento. O sea, te doy el equipo. Pues si tu te vas al territorio sin equipo, no la vas a hacer y te doy entrenamiento porque antes de meterte a los ocho mil metros pues mejor te vamos a los dos mil, y ahí nos vamos poquito a poquito. O sea, un entrenamiento precisamente para que logres más adelante llegar a alcanzar la meta, pues, la cima pues, entonces, finalmente un proceso terapéutico es eso, enseñarle a una persona a reconocer sus capacidades para que entres al territorio, ahora sí, con equipo, con entrenamiento, con mapa, con brújula y con guía.