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“Sóc un pibe normal, no un superheroi”

Trueno

“Sóc un pibe normal, no un superheroi”

Trueno

Rapero


Creant oportunitats

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Trueno

Fins ara, al bulliciós i popular barri de La Boca de Buenos Aires, el més famós eren les seves cases de colors, el pont transbordador Nicolás Avellaneda, l'estadi de La Bombonera o Juan Román Riquelme. Però des de fa un parell d'anys, no és estrany veure pels seus carrers joves turistes que pregunten per la casa on va créixer Trueno. I és que Mateo Palacios Corazzina, el veritable nom del raper argentí, ha conquerit en molt poc temps el mercat de la música internacional. Les seves cançons acumulen milions de reproduccions a les plataformes digitals i ja és un costum que pengi el cartell de “Sold Out” en tots els seus concerts a banda i banda de l'Atlàntic. Amb només 14 anys, Trueno es va donar a conèixer a les batalles de freestyle, on s'enfrontava (i guanyava) a nois molt grans, fins a convertir-se en una autèntica celebritat per la qualitat de les seves rimes i una seguretat sobre l'escenari impròpia de la seva edat. Una precocitat que va convertir des dels seus inicis en senyal d'identitat. Tant com la seva pertinença al barri i la defensa d'uns valors (la humilitat, l'esforç) arrelats fortament a la seva música, gràcies a la família en què va créixer.

Als seus 22 anys, Trueno és tota una estrella i referent per a milions de joves a tot el món, que no només escolten les seves cançons, sinó també el missatge que transmet a cadascuna de les seves aparicions públiques. Tro no ha deixat mai de ser Mateu. I això, es nota.


Transcripció

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Trueno . Buenas

00:20

Muchas gracias a todos por el recibimiento. Buenas tardes a toda la gente que está acá presente. Veo mucha gente joven, eso me gusta. Veo mucho chiquitito. Los padres también. Yo soy uno más que ustedes, soy lo mismo que ustedes. Bien ahí la chica con la remera de Boca. Esa gente me gusta, me cae bien. Vengo a contar un poco mi historia. Yo soy hijo de músicos, de madre música, padre músico, abuelos músicos también. Nací en el barrio de La Boca. Seguí este camino por mi familia, por aprender de la rama familiar que tengo, de sentir que hay algo para decir por el entorno que te rodea, por el barrio donde uno nace, por la necesidad que uno tiene también, por el entorno que uno ve. Quizás uno tiene, no sé, una vida linda, tiene una familia que lo acompaña, pero sus amigos no, pero en su barrio hay cosas que mejorar, entonces… Nada, yo sentía también que la imagen de mi padre en el barrio era muy importante. Era como un vocero de las cosas que pasaban. Mi madre también en su estilo de música, mi abuelo, Yamandú Palacios, uruguayo, también fue un cantante político y social y alguien muy importante en Uruguay. Yo dije: «Bueno, esto es lo que tengo que hacer en mi vida, tengo que seguir el camino de mi familia». Tengo que decir lo que lo que a mí me importa, siempre pensando en los sentimientos, siempre pensando en lo que a mí me pasa. Nunca me imaginé vivir de esto. Nunca imaginé dar una gira mundial, nunca imaginé hacer discos, nunca imaginé nada. Simplemente dije: «Bueno, vamos a seguir el camino de la pasión, de la música, del arte, de la comunicación, de la expresión». Y así fue un poco también el comienzo de mi enamoramiento por la cultura del hiphop y por la música. Y cuando más o menos uno tiene, no sé, pasados los 13 años, pasados los diez años, a la edad que sea, uno se empieza a replantear a qué vino al mundo, qué quiere ser, qué fue, qué lo rodea, de dónde viene.

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Y, cuando empecé a ver para atrás en mi vida y en mi historia y en todas mis cosas, vi música por todos lados. Vi la necesidad de expresar lo que uno siente por mis mayores referentes, que son mis padres, mis tíos y mis abuelos. Y ahí dije: «Okey, este es el camino de mi vida. Esto es lo que quiero hacer. No sé cómo va a salir, no sé a dónde voy a llegar, no sé cómo, pero sí sé por qué». Y me metí en lo que es la composición, en el arte, en la improvisación, que fue como la primera puerta que abrí. Me interioricé en la cultura del hiphop y en la música por la improvisación primordialmente. Y me acuerdo de que mi inspiración, mi máxima inspiración, era hacerme un nombre en el barrio, hacer que el barrio también tenga una puerta y un canal de comunicación que nunca tuvo, a mediados de la música, de lo que hacíamos nosotros. La banda de mi padre, Comuna 4, siempre fue destinada, como en las letras, a cantar la realidad de que vivimos, que quizá no se ve en los diarios, no se ve en la tele, no se ve en la radio. Y eso a mí me enseñó mucho también de cómo uno puede utilizar la palabra y el arma más fuerte, que es la voz y la expresión y la libertad de expresión. Y ahí encontré como la misión mía en la vida también, decir: «Voy a representar lo que soy. No me importa si me ven cinco personas, si me ven diez personas o si me ve mi familia. Pero esto es lo que yo quiero hacer». Me acuerdo de que mi mayor inspiración en lo artístico y en lo creativo y en el lugar donde yo plasmaba mi sueño, miraba el futuro y trataba de construir un poco para adelante, era subirme a la terraza de la casa de mi barrio, de la casa de mi madre y poder ver todo mi barrio, ver los dos puentes, ver a la gente caminar, ver todo y decir: «Este es el lugar donde quiero escribir, donde quiero soñar, donde quiero plasmar todo lo que tengo en mi cabeza».

04:19

Quizás al principio uno es un loco cuando hace algo diferente, cuando nace en una sociedad con las cosas tan establecidas y cuando rompe un poco como el camino normal de hacer las cosas o lo que te imponen. Uno al principio siempre es un loco y tiene que creer en esa locura y tiene que creer también en ese sueño que uno persigue, en ese proceso que hay que pasar al principio. Y así se fue dando de a poquito. Empecé haciendo improvisación en mi vida. Empecé a conocer gente también, una cultura, unos códigos, una manera de pensar que hoy me hacen ser quien soy al 100 %. Y eso me llevó a hacer música. Después de la improvisación empecé a escribir un poquito más. Había empezado a escribir un poco, pero, después de sentirme realizado improvisando, empecé a escribir un poquito más a fondo, a entender que hay algo que uno cuando escribe también entrega personalmente con su tiempo, su forma, su manera de pensar, sus palabras, sus ganas. Todo está entre vos y la hoja en blanco, que es lo más importante. Y ahí empecé a hacer mi música. La gente se empezó a sumar a la idea, al concepto, a estar conmigo, por así decirlo. Siempre la música la hice para mí y estoy muy agradecido también con la gente que comparte mi mismo pensamiento y que se suma también y que se siente representada y que se involucra también en todo lo que hago. Gracias a Dios hoy en día vivimos de esto, gracias a Dios de empezar a cantar con la banda de mi padre, cuando yo era chiquito, para diez personas, en un movimiento que era demasiado undergrounnd, era algo que todavía no tenía ni siquiera un fin laboral ni tenía un caché para cobrar. No se vivía del rap ni se vivía de los eventos. Yo vi a mi padre ser uno de los pilares también en empujar el movimiento del hiphop en Argentina y hacer fuerza por todos, que es un poco el concepto más importante del movimiento del hiphop, que es la unión. 

 

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Un poco la introducción de mi vida fue crecer en una familia artística, tener un padre activista, tener una madre música, tener un abuelo activista, abuela música también y siempre con el mismo mensaje de representar de donde uno viene, lo que lo representa, lo que lo cría, lo que lo hace ser agradecido también con los códigos de su entorno, de su tierra, de su familia. Y, para los que no me conocen, soy Mateo Palacios Corazzina, nacido y criado en el barrio de La Boca, y soy rapero. Los quiero escuchar, sus preguntas, a los más chiquitos, a los más grandes. Estamos para ustedes.

 

07:10
Nicole. Hola, Trueno, soy Nicole y te quería preguntar… En la canción «Manifiesto Freestyle», decís que los jóvenes tenemos la sartén del mango. Y te quería preguntar si de verdad crees que es así y si crees que los jóvenes podemos cambiar los errores que cometieron los mayores.

 

07:30
Trueno. Yo creo que en esa frase lo que traté de decir es un poco lo que preguntás. Somos el futuro, siempre pienso eso. Y las generaciones van creciendo, las generaciones van cambiando también. Tengo hermanos menores que tienen 11 años, 13 años, y ya vienen con un chip supermaduro. Me acuerdo yo a los 13 años y digo: «No puede ser cómo va evolucionando también la mentalidad de los jóvenes y cómo la moral también va siendo cada vez más fuerte y cómo la noción del otro, la empatía y todo va mejorando». Hay muchas cosas que involucionan también, en la sociedad, todos lo sabemos. En el sentido de decir que tenemos la sartén por el mango, es que tenemos la responsabilidad. Somos nosotros los que estamos ahora, en este momento, viviendo ahora y podemos generar el cambio ahora. En este momento, yo mi cambio trato de hacerlo siempre desde el arte y tratar de comunicar lo que yo pienso sin miedo a las consecuencias, a la censura. Creo que eso es lo más importante. Hay un millón de maneras de perseguir un sueño y de mostrarle al mundo lo que uno piensa. No tiene que ser solo con un micrófono o lo tiene que hacer solo con con un solo camino, sino que un poco el mensaje que trato de transmitir en mis canciones, en mis discos y en general es que cada uno tiene que encontrar el propósito en la vida que tiene y que tiene que ir para adelante. Hay un montón de injusticias que vienen desde hace años, hay un montón de diferencias quizá que se pueden ir borrando, pero que es muy difícil también. Pero yo siento personalmente que por suerte los jóvenes cada día vienen más inteligentes, vienen con menos prejuicios, menos división, y ese es el cambio para mí que podemos ejercer desde lo moral, desde la mente, y estar todos unidos también y entender que ni la política, ni la plata, ni el fútbol, ni nada nos puede dividir si estamos todos juntos en la misma corriente y también buscamos lo bueno, buscamos lo mejor para los próximos jóvenes.

09:28
Vanesa. Hola, Trueno, ¿qué tal? Me llamo Vanesa. Bueno, sabemos que siempre estás hablando mucho de tu familia, pero sobre todo de tu padre y de tu madre. Y quería preguntarte qué crees que has aprendido de ellos como artista y como persona.

 

09:43
Trueno. Está un poco ligado para mí, el artistaje y la personalidad, de hecho, porque son personas que su vida también es el arte y es la música. Es como que aprendí un poco de las dos cosas. Del arte de ellos aprendí mucho, como persona también, y como persona aprendí mucho del arte de ellos también. Entonces es como que mi madre siempre que estuve en casa… Es un tema que no toco mucho, el de mi madre, Peligro, lo conocen todos, pero a mi madre no. Siempre estuvo dando clases de instrumentos, de piano, de lo que sea, clases de canto también, directora de murgas. Tenía su propia banda. Sea a la casa de mi padre o sea a la casa de mi madre, yo iba después del colegio, después de entrenar fútbol, de lo que sea, y había música en el aire. Estaba o dando clases o, no sé, o armando una partitura o armando una canción o lo que sea. Y eso también me hizo aprender mucho de eso. Es una persona que apostó por el arte, que no tenía otro trabajo, que lo hizo simplemente por el sentimiento y la pasión de hacer lo que a uno le gusta y hacer lo que uno quiere y lo que uno piensa. Con Peligro me pasó lo mismo, desde el lado del hiphop también y desde quizás un lado más crudo del arte, un lado más social, más crítico, ligado también a lo que me pasaba cuando salía de mi casa, a mi barrio, y ver todo lo que mi papá protestaba y ver que era verdad también y que mi papá estaba en lo cierto y hacer esa conexión también, decir: «Qué loco que una persona también plasme tan real los problemas y las necesidades de lo que pasa afuera de mi casa». Eso primordialmente me hizo encontrar un norte también. Primero la música, que fue algo que era un poco inevitable en mi vida. Cuando crecí, dije: «¿Qué hubo en toda mi vida? ¿En qué me formó toda mi vida mi familia? Fue el arte y la música». Y después eso…

11:42

Es como ver a dos personas que quizás en esa época, sin internet y sin tantas herramientas como las que tenemos nosotros hoy en día… Ver a dos personas apostar por algo cuando quizás nadie creía o nadie apostaba, ver a mis dos padres apostar por algo que quizás no era lo que más plata te daba o lo que más comodidad te daba o lo que un futuro seguro te brindaba. Pero estaban ahí, apostando por el sueño que tenían. Y después mi madre siempre fue como… Creo que, como hombre, nos pasa, la mayoría, me entenderá. Siempre nuestra mamá nos toca como el lado más sensible y más racional y un poco los sentimientos y todo. Mi papá me enseñó a ser un hombre, obviamente, y aprendí mucho de mi padre como hombre. Mi vieja para mi significa siempre los sentimientos. Cuando estoy en problemas o estoy enojado, tengo algo que soy mamá y me pongo tranquilo. Hago lo que mi mamá y me pongo tranquilo. Siempre mi enseñanza, por así decirlo… Mi papá me enseñó a ser un hombre y mi mamá me enseñó a ser una buena persona, a sentir, a estar racionalmente correcto todo el tiempo, y lo sigue haciendo igual con la música. Todos mis temas… Así como se lo muestro a Peligro, por un lado, para que me dé su opinión superrapera y supercultural desde el movimiento, también se lo muestro mi mamá para ver si le gusta. Me dice: «Esta palabra que dijiste no me gusta, esta puteada que dijiste no me gusta». Pero es un poco esas dos ramas que son las más importantes en mi vida, porque yo soy músico por ellos también y, como una persona de 22 años, creo que mi máxima meta o el logro que quiero lograr con mis canciones, con mis «shows» y con todo, es que mi viejo y mi vieja estén orgullosos o, aunque sea también muy diferente su pensamiento en algunas cosas, es como que es el fin de todo. Si ellos están orgullosos, yo estoy orgulloso y siento que hice las cosas bien, así que siento que, diferentemente, son igual de importantes.

13:40
Lionel. Hola, Trueno, ¿cómo estás? Soy Lionel. Creo que todos tus fanes pensamos que te conocemos muy bien porque sos un chico normal y muy humilde. Te quería preguntar quién es Trueno y quién es Mateo. ¿Son los dos iguales o son dos personajes distintos?

 

13:58
Trueno. ¿Sos argentino, Lionel?

 

13:59
Lionel .

14:03
Trueno. Muy buena pregunta, amigo, porque tuve una dualidad muy zarpada en mi vida. También me tocó la exposición, por así decirlo, un poco inesperada, porque yo solamente quería rapear, quería ser rapero, no quería ser famoso, desde muy pendejo, desde muy chiquitito. A mí a los 14 años ya me empezó a conocer la gente, por así decirlo, o empezó a ver videos rondando por internet de lo que hacía. Yo hacía videos también míos. Entonces como que empecé a ser conocido medianamente por mi barrio, por mi escuela, por mis cosas desde muy chiquitito. Y eso fue una confusión muy grande también para mí. A los 14 años uno todavía no sabe ni quién es, ni por qué está en este mundo, ni qué hace, ni qué va a hacer, y ya tener todas esas miradas encima, esas idealizaciones que tiene la gente sobre las personas que ve por un video, que ve en YouTube o que ve en la tele o… Todo es bastante chocante para una persona adulta, para una persona chica más. Pasaba eso, siempre fui una persona muy introvertida. Nunca me gustó ser el alma de la fiesta, nunca me gustó llevar la atención en ningún lugar. Nunca me gustaba llamar la atención y al mismo tiempo llamaba demasiado la atención sin darme cuenta por lo que hacía con la música y todo. Entonces, tuve una dualidad en mi cabeza muy grande también, con vivir una vida normal y por estar también empezando una carrera sin darme cuenta, en ese sentido, con las batallas o con lo que sea. Y fue muy loco, porque era un chico que abajo del escenario, en mi vida diaria, era un pibe callado que iba en bicicleta por el barrio, y después me subía a un escenario y los mataba a todos cuando batallaba y sacaba mi demonio interno. Entonces… Era como muy diferente. Y la gente lo que ve es lo que pasa arriba del escenario y se imagina que sos igual abajo. Y uno también ve cómo cambian las visiones, las intenciones de la gente. 

 

16:01

Cuando uno se hace medianamente conocido te dejan de tratar igual. Tenía mucho enojo con la sociedad, por así decirlo, porque me pasaba que antes de estar expuesto me trataban de una manera por vestirme como me visto, por venir de donde vengo, y después de ser conocido las mismas personas me trataban superdiferente, superserviciales, superbuena onda, y tenía una confusión interna que decía: «¿Quién soy? ¿Soy este o soy el otro? ¿Cómo me gusta que me traten?». Me gusta que me traten bien, pero que no sea genuino. Me gusta que me traten mal, pero que sea genuino. Al principio fue bastante chocante. Un poco hablo de eso en mi primera canción de «Rain», en «Rain I». Hablo de eso, lo hice a los 16 años, y era como toda esa confusión que tenía y todo ese pseudoenojo y querer y no querer la exposición y agradecer también por empezar a vivir de eso, pero al mismo tiempo extrañar también una vida normal. Y al principio fue un quilombo. Yo creo que hoy en día es lo mismo. Yo creo que también hice un trabajo en base a esa confusión y ese conflicto interno mediante los años que… El trabajo fue unificarlo y mostrarme también a mi público vulnerable, escribir desde la sensibilidad y sin censura siempre y no tener miedo a nada. Tratar de no crear una imagen, crear un superhéroe, como uno también ve a los conocidos o a su ídolo, o a su cantante favorito o lo que sea, y mostrarme a mi público como Mateo. Por eso las canciones «Rain». Por eso trato de, siempre, sincerarme de la mayor manera posible en mis canciones, en mis «shows» en vivo y en todo, para que la gente también se dé cuenta de que yo soy una persona más y que quizás hasta a mí me pasaba de idealizar a mis ídolos. Y te das cuenta de que tus ídolos lloran, sangran, tienen malos días, tienen buenos días, a veces tienen ganas, a veces no tienen ganas, les pasan las mismas cosas que a todo el mundo, no dejan de ser personas, y yo trato de demostrar eso también y abrir un poco la posibilidad a los más chiquitos, que yo fui uno de esos más chiquitos en un momento.

18:05

Fui un fan en un momento, fui un seguidor, fui un soñador de lo que pasa hoy en día a que… Yo soy uno más. Yo no tengo una diferencia con cualquier persona que está acá presente o cualquier persona que me siga, sino que tuve la suerte de tener un papá que me acompaña, tuve la suerte de tener un sueño muy claro desde que soy chiquito, y también disciplina y aprender lo que es el camino. El camino tiene subidas, bajadas, tiene de todo, pero si uno se mantiene también y aguanta esos malos momentos, esas confusiones, de las cuales hablé hace poco, las críticas de la gente, las miradas de la gente, ser raro al principio, son todas cosas que son pruebas de la vida para mí, a ver si vos realmente querés seguir tu sueño o no querés o lo dejás en el camino. Y nada, siento que hoy en día pude lograr conmigo mismo, más allá de con la gente, o con las cámaras o con lo que sea, conmigo mismo, no tener miedo a nada, no tener miedo a que la gente me vea sensible, no tener miedo a que la gente sienta que soy una persona y unificar un poco lo que es el personaje y la persona. Y yo trato de que el personaje sea la persona directamente. Por favor.

19:23
Laura. Hola, Mateo. ¿Qué tal? Soy Laura. Yo te quería preguntar… Todos de pequeños soñamos con llegar al éxito en las cosas que nos apasionan, y tú lo has conseguido. ¿En qué momento te diste cuenta de que lo tuyo era la música?

 

19:37
Trueno. Hay también algo que tuve en la cabeza, como un pensamiento clave desde chiquito, que es: «¿Qué es el éxito para mí?». Para mí el éxito siempre fue hacer lo que me gusta. No sabía si me iba a dar plata, no sabía si iba a llegar a la esquina de mi casa o más lejos, pero para mí el éxito era poder compartir lo que vivo con mi familia, que a la gente que le estoy cantando o a la gente que le estoy dando el mensaje le llegue. Cuando empecé a dar «shows» en vivo, entender también qué es lo que te gusta. Para mí el éxito es lograr hacer lo que te gusta. Después de esto, lo otro viene de añadidura, por así decirlo. Hoy en día me preguntás qué es el éxito y para mí el éxito es que la gente sienta mi música, dar un «show» en vivo y ver que la gente conecta conmigo, que los temas que hice para que la gente salte… Ver que la gente salta. O los temas que hice desde un sentimiento más íntimo ver que a la gente se lo transmito. Para mí no hay mucho más que eso en el éxito. Y en cuanto a la música, creo que la clave de ser exitoso en esta manera o en este método que yo veo es ser genuino y ser sensible también. No tener miedo, no tener vergüenza y no tener ese berretín, como se dice en Argentina, de decir: «Okey, no, yo no me voy a mostrar así porque esta gente va a pensar esto» o «Yo no voy a hacer esto, porque… No voy a ir a la izquierda porque en la derecha piensan esto. No voy a ir abajo porque los de arriba van a pensar esto». Es ser uno mismo siempre, saber que también a la gente le llega lo genuino, en ese sentido. Si uno trata de forzar una imagen de vender algo que no es, o de, no sé, de contar una historia que no vivió, a la gente tampoco le va a llegar. Entonces yo dije: «Okey, mi camino es la música…». Lo entendí más o menos a la adolescencia, después de haber entrado en las batallas, de haber probado varias cosas…

21:30

Yo probé el deporte. Obviamente, era un pibe de La Boca, quería jugar en la Bombonera, quise ser boxeador, después karateca, después… de todo. En la cultura hiphop también, quise bailar, quise hacer grafiti, quise ser DJ,  «beatbox», hasta que me di cuenta de que lo mío era el micrófono, la letra, la improvisación y era lo que más me gustaba. Yo dije: «Okey». Cuando me di cuenta de cuál era mi norte y cuál era mi sueño, por así decirlo, que era la música, gracias a mi familia y gracias a lo que viví, empecé a plantearme también a dónde quiero llegar, cuál es el éxito, cuál es la meta. Obviamente, hay metas un poco más materiales, por así decirlo. Mi máxima meta en la vida es llenar el estadio de Boca, porque no pude llegar como jugador de fútbol, y entonces vamos a llegar con la música en algún momento. Pero yo, desde que empecé… En Argentina no estaba garantizado ningún futuro exitoso con el hiphop hasta ese momento. Eran pibes que rapeábamos en una plaza y eventos de diez personas hechos por esas mismas diez personas. Y no pedí mucho más que eso. Después, por suerte, si uno persigue su sueño, si uno es constante, si uno está muy claro también con lo que quiere, todo lo demás viene de añadidura, viene de costado. Se agradece un montón también poder empezar a vivir de esto, que el sueño que uno tiene y la pasión que uno empezó a formar en su cuarto pensando solo empiece a hacerte viajar, a darle regalos a tu mamá, a hacer que a tus hermanitos, si les falta ropa, se la puedas dar, a hacer que tus amigos, si les falta trabajo, puedan trabajar con vos… Es algo que me tocó que también no me lo esperaba. Dije: «Esto es otra parte que es superlinda». La vida son vueltas y frutos de la perseverancia y el trabajo, que se agradecen un montón, pero nunca fue el norte principal. Para mí, el éxito y la música van ligados a ser genuino en los sentimientos, y también el otro 50 % de lo que es la composición, hacer música, la producción, es la gente, a quién se lo das, el emisor y el receptor, que el receptor lo reciba bien y que lo sienta. 

 

23:36

Una cosa es la música que se hace para… No sé, hay gente que hace música pensando en dinero, hace música pensando en mujeres o en lo que sea. Yo hago música pensando en lo que a mí me pasa y en que necesito hacer música y que si no hago música mi vida se vuelve totalmente gris, es como que no tiene un norte y no tiene color, no tiene sentimiento. Tengo muchas cosas que me pasan y es mi lugar como para decirlo. Quizá hablando ahora con ustedes lamentablemente no puedo decir un montón de cosas que, si me dan un papel y me dan un estudio, salen muy tranquilas. Es ser genuino y agradecerle mucho a la gente que piensa igual que yo y que le fluye lo que yo hago y mi manera de pensar.

 

24:26
Laura. ¿Y qué harías si ahora, de repente, todo esto se acabara?

 

24:30
Trueno. Qué buena pregunta. No lo tuve nunca en mis planes. Nunca lo tuve en mis planes porque fue como el único camino. Yo dije: «Okey, voy a dejar todo en esto». No tengo otra cosa obviamente que… ¿Qué sé yo? Supongo que buscaría otra alternativa o trataría de perseguir otro sueño, pero soy consciente de que no sería lo mismo. La música hoy en día es mi vida, es el sentido de mi vida también. Y, como digo siempre y recalco, porque es lo que me pasó y lo que me tocó, y más allá de lo que yo hago, de los «shows» que hago en vivo, de lo feliz que me pone viajar y ver a mi gente también es una conexión, la cual es una conexión familiar con mi mamá, con mi papá, con mis abuelos, con mis tíos, con toda mi familia. La música es como un familiar más, es como un ente que también me crio en ese sentido. De verdad, cuando digo que sin la música o sin la composición o sin la letra, mi vida no tendría tanto rumbo o tanto sentido, lo digo de una manera genuina porque no… Yo es como que aposté todo a un solo camino. No es que dije: «Bueno, voy a hacer música y, si no me va bien con la música…». Era como: «Yo voy a hacer música. No me importa qué pase, qué no pase, voy a seguir haciendo música de la manera que sea», por lo que me hace sentir la música y por lo bien que me siento cuando nace un tema, por lo bien que me siento cuando después ese tema se replica en vivo o lo bien que me siento cuando me cruzo una persona por la calle me dice «este tema me llegó», «estuve mal y tu tema me ayudó»… Todas esas cosas para mí es como el verdadero éxito, el verdadero premio, por así decirlo. Si me preguntás si el día de mañana se me rompen las cuerdas vocales… No sé qué haría, te juro que no sé qué haría.

 

26:15
Alejandro .  Hola, Trueno. Me llamo Alejandro, un gusto. Te quiero hacer una pregunta complicada. Si tuvieses la opción de viajar en el tiempo y tenés que elegir entre compartir escenario con Tupac o jugar una final de Libertadores con Boca al lado de Riquelme, ¿qué elegís?

 

26:35
Trueno. Qué difícil, amigo. Es difícil de verdad esa pregunta. Yo creo que… Yo creo que elegiría subirme al escenario con Tupac, que es uno de mis máximos ídolos. Primordialmente, es uno de los raperos más conocidos de la historia, en una época y en un momento muy emblemático de Estados Unidos, de la sociedad en general. A mí lo que más me llegó del chabón y lo que más aprendí de chiquito… Primero que nada, yo escuchaba las canciones sin saber qué estaban diciendo, porque el inglés hasta hoy en día lo estoy aprendiendo bien de a poquito, pero desde chiquito también buscaba las canciones subtituladas y la versión en español y todo eso, y sentía que, a diferencia de los otros raperos, él tenía un mensaje social también, que luchaba por algo, que luchaba por su familia, que tenía una madre también que luchaba y que desde ahí también viene como toda su búsqueda sobre su cultura, sobre todo lo que le tocó vivir. También siento que hizo parte de la música que hizo cuando la hizo y a mí lo que me llegó es esa diferencia de letras y a donde está dirigido lo que uno hace. Obviamente, todos los raperos o todos los músicos pasamos por diferentes etapas, hacemos diferentes estilos de letra, de música. También a veces uno hace un disco y en lo próximo quiere hacer algo diferente a lo que hizo en ese disco y todo. Pero a mí lo que me llegó también gracias a mi padre, que él era primordial fan de Tupac y después yo me contagié, fue lo que hizo él por su raza, por su barrio, por su familia, la lucha que él hizo también. Siento que en Estados Unidos y para para su raza él fue muy importante, fue un vocero de esa generación y de esa época, y ahí vimos un referente también, de decir: «Esto no es solamente rap, no es solamente fronteo, no es solamente lujo, no es solamente cadena y autos, sino que también hay un trasfondo cultural súper fuerte».

 

28:34

Y también fue un referente para para mi padre, y creo que para todos los raperos de Latinoamérica y del mundo fue como la imagen también de la voz del rap, pero desde un lado más serio, un lado de que te está diciendo algo el chabón. A mí me gusta cuando las canciones las tenés que escuchar dos o tres veces para terminar de entender lo que te está queriendo decir, o cuando lo escuchás después de seis meses y entendés lo que en esa oración o en esa línea o en esa barra, «okey, a esto se refería». Eso es lo que a mí me llegó de él, pero, en base al fútbol y al escenario, el fútbol es un poco un sueño frustrado para mí y me di cuenta con el tiempo de que soy muy malo jugando a la pelota. Haría desastres en esa final de la Libertadores, me sacarían a los cinco minutos, pero igual para el barrio La Boca y para todos los pibes que nacimos buscando la oportunidad también era el único camino y sigue siendo el único camino. Yo siento que ahora, por suerte, aunque sea en mi barrio, por todo el trabajo que hizo Peligro mientras yo era chiquito, por todo el trabajo que hizo con Comuna 4 cuando yo nací, y que seguimos haciendo hoy en día, los pibes de La Boca y los chiquitos ven que no hay solo una pelota, sino que también hay un micrófono que se puede usar y que puedes invertir horas de eso y no estar en la calle. Y es algo que también es uno de los logros más grandes que hicimos. Pero no hay chance de que siempre el camino más fácil para seguir o la luz que veías era la cancha de fútbol, la Bombonera. Todos los pibes de La Boca intentamos jugar en Boca. Es dificilísimo, no te voy a mentir. Es muy exigente el fútbol, pero tiene bastante que ver también con la disciplina. Es lo mismo. Así como vos te tenés que levantar a las seis de la mañana para entrenar todos los días, lo mismo es el estudio. Cuanto más te metas a escribir, mejor vas a ser. Cuanto más leas, mejor palabra vas a tener. Cuanto más grabes, mejor vas a encontrar tu voz. Cuantas más clases de canto hagas, mejor vas a cantar.

30:31

No hay solamente talento, sino que también la disciplina es superimportante para llegar a donde uno quiere hoy en día. Yo al principio quizás solamente me apoyaba en lo que sabía hacer, en el rap y en esas cosas, que era un poco lo que aprendía de chiquito. Pero cuando me puse a hacer música y cuando me puse serio a hacer música, entendí que no era simplemente rapear, subirme a un escenario y bajar, sino que después empiezan las exigencias. Cuando uno mismo es exigente y cuando uno mismo quiere ser mejor que ayer y antes que ayer y mejor que el mes pasado, tiene que competir con uno mismo en ese sentido. Al final uno se hace artista para no trabajar y trabaja el triple. Pero me lo preguntás a mí y te digo Tupac ahora, y se lo preguntás quizás al Mateo de cinco años e igual te iba a decir subirme con Tupac a un escenario, porque fue como la imagen a seguir también desde el principio. Por favor.

 

31:30
Lidia . Buenas. Soy Lidia. Encantada. Me pareces un gran artista y un gran «freestyler», y tengo una pregunta acerca del tema. Y es que empezaste a ganar competiciones de «freestyle» desde muy pequeño, y has contado en varias ocasiones que, bueno, las críticas del principio no fueron muy buenas y esto te afectó mucho. ¿Podrías explicarnos cómo pudiste salir de ahí y superar tanto el «hate» de antes como el «hate» de ahora? 

 

32:01
Trueno. Sí. Hay algo muy muy importante para mí que es un mal necesario, por así decirlo, para la generación quizá desde los 2000 en adelante, que siempre lo utilizo como… Trato de mirar el lado bueno desde utilizarlo como una herramienta, pero también tiene un lado muy negativo, que es el celular, el móvil. Es una de las cosas más peligrosas que uno puede tener y la tiene en el bolsillo del pantalón, y la vida en realidad está afuera. La vida está en la calle. La vida está en tu gente, en lo que pasa afuera, en la realidad. Y quizás esa segunda vida, esa vida cibernética que nos creamos nosotros con un paralelismo de lo que somos, lo que mostramos por las redes, lo que nos dicen o lo que nos comentan y todas esas cosas, ahí está el peligro para mí, más para una persona tan chiquita. Yo tenía 14 años en ese momento. Y lo que me pasó, que es un poco lo que hablo en la primera canción de la saga de «Rain», es eso. Yo siempre fui un gran admirador, siempre fui un fan de las batallas. Yo volvía de la escuela y me ponía a ver videos y a mí me volvía loco. Y eran mis ídolos los que competían, al igual que los raperos que veía en los videoclips, y todo yo lo veía como un ejemplo a seguir. Yo quería ser como ellos. Y lo que me pasó a mí en mi cabeza de un niño de 14 años es que, cuando yo estaba en los videos y cuando pasé de estar detrás de la pantalla a estar en la pantalla, pensé que iba a ser lo mismo. Y dije: «okey, ahora el ídolo soy yo, ahora estoy yo… Me estoy viendo a mí mismo en la pantalla y soy yo el rapero». Y quizá me esperaba que la gente responda como yo respondía a los ídolos que yo veía. Y eso me chocó mucho, porque la envidia existe, los malos comentarios existen, y a veces no solo por envidia, hay veces que uno hace las cosas mal también y que la gente se lo remarca y que es muy abrumador, para un chico de 14 años, para una persona de 50, una persona de 30 o lo que sea.

34:05

Pero hay mucho también que tiene que ver con lo cibernético, con que hay mucha gente que comenta por comentar y trata de hacer el mal por porque sí. Y hoy en día uno abre el celular y piensa que eso es el mundo, gente haciendo comentarios negativos. Y vos pensás que el mundo te odia o que sos un fracasado, que todo lo que hacés está mal. Más cuando sos tan chiquitito. Entonces, en ese sentido me afectó mucho por haber crecido viendo eso. Y después he estado en las batallas, en los videos, y quizás los comentarios no eran positivos y no era lo que yo me esperaba, por así decirlo. Pero también fue entender eso y dejar un poco la pantalla de lado, tratar de vivir la vida, tratar de reconectar con lo que a mí me pasaba y con mi historia. La gente ve quizás un fragmento de tu vida, pero no ve todo lo que vos hiciste para llegar a ese momento donde la gente puede comentar ni estuvo en el momento que vos estabas solo luchando por algo y nadie creía en vos. Esos momentos también son los que yo nombraba como pruebas. Esas son las pruebas también de la vida, a ver si vos estás firme con tu sueño o no. Hay veces que quizás eso te frena un rato y necesitás reconectarte con vos mismo y volver a empezar y volver a empezar con todo. Hoy en día siento que las críticas las tomo desde un lado de aprendizaje, siempre y cuando sean positivas y constructivas. Nunca está bien la gente que te dice «no tenés que ver las críticas» o «eso no importa», porque si solamente te van a decir cosas buenas es muy difícil mejorar y también ser autocrítico en ese sentido. Hoy en día también soy tan exigente con mi proyecto, con mi música, con mi «show» en vivo, con lo que comunico, con lo que no comunico, que un poco la mayor crítica la tengo yo siempre en mi cabeza. Entonces, no me puede afectar lo que diga alguien destructivamente, porque el primero que trata de desglosar todo lo que hago y encontrarle lo que no me gusta y lo que para mí está mal o lo que puedo mejorar soy yo. 

 

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Entonces, cuando aparece una crítica constructiva, sí es aceptada, pero es mucho más fácil notar una crítica no constructiva y descartarla cuando uno mismo también empieza a sacar el ego, a decir: «No, esto que me están diciendo no me gusta, y me gusta esto, que me dicen “muy bien” y solo me aplauden», porque eso también es parte del aprendizaje. Para mí es parte del aprendizaje y me encanta que me digan cosas lindas, me encanta bajarme de un «show» o sacar un tema y que a la gente le guste. Es una de las cosas que más me llenan. Pero también de lo bueno se aprende muy poco. Es muy difícil aprender cuando solamente te dicen que está todo bien. Y me costó mucho, como contaba al principio, también lidiar entre eso y mi vida normal. Yo leía comentarios en internet, después salía a la calle y estaba un poco alerta. No sabía si la gente me quería, si no me quería. Y quizás es gente que está comentando en su casa o que no tiene nada que hacer o que realmente te tiene bronca, odio, envidia, como le quieras decir. Pero también hay gente que te apoya, también hay gente que te sigue. Yo me preocupo por las críticas si me las hace un familiar, un amigo. Esas son las críticas que a mí me importan, porque son la gente que me conoce y que me quiere y que me lo hace constructivamente, por así decirlo. Pero hoy en día también soy tan autocrítico y tan exigente conmigo mismo que la mayor crítica la tengo yo antes de antes de sacar las cosas o antes de crear las cosas. Y trato de lidiar con eso y aceptar lo que es constructivo. Lo que es negativo está en la sociedad, en el mundo. Hagas lo que hagas, es imposible caerle bien a todo el mundo, es imposible que todos sean tus amigos. Todo el mundo, sea deportista, artista o trabaje de lo que sea, va a tener competencia, va a tener crítica, va a tener gente que no le cae bien. Hay que entender que es parte también y tratar de absorberlo positivamente. Hay mucha energía mala. Uno la tiene que saber revertir y lo que sirve agarrarlo y lo que no sirve botarlo.

 

38:21
Chalakan . Buenas, Trueno. Soy Chalakan. Soy muy admirador tuyo y he escuchado una colaboración que tienes con iLe, donde dices: «Pero veo al enemigo y veo mi propia cara». Y quiero saber qué significa esa frase para ti, porque yo al escucharla sí que me sentía muy identificado, porque es cierto que a veces yo mismo soy el que peor me trato.

 

38:48
Trueno. Bueno, eso es un poco lo que hablaba también de la propia crítica, de la autocrítica. Nosotros, como seres humanos, siempre somos muy ambiciosos con nuestros sueños, con nuestra manera de ser. Siempre queremos ser la mejor persona posible, no tener ningún error. Los errores para mí son claves. Siempre tuve como esa esa manera de pensar, de nunca pisar en falso y de que todo salga perfecto y que cada cosa esté bien. Y, como decía antes, si todo está bien, uno nunca aprende de nada. Uno se tiene que tropezar, uno tiene que pasar malos momentos, pasar momentos tristes, pasar momentos de duda también. Hay muchos momentos que uno no sabe que quiere hacer o que no se siente en su mejor momento, que se critica mucho. Creo que esos son los momentos de donde más se aprende y personalmente, no quiero hablar por todos los artistas, pero, por ejemplo, para mí es de los momentos donde las mejores letras salen de los peores momentos. Siempre digo que cuando estoy bien me es súper difícil escribir, porque estoy bien y entonces no tengo nada que decir, porque estoy bien. Ahí es como que trato de disfrutarlo y entender también que la felicidad es momentánea. Yo siempre pensé: «Quiero una vida feliz». Una vida feliz no existe. Existe una vida donde tenés felicidad por momentos, donde tenés tristeza, donde sentís soledad, donde estás acompañado, donde estás enérgico. Hay días que no tenés ganas de ver a nadie. Es tratar de mantener ese balance, por así decirlo, y amigarse con el diablito que está ahí todo el tiempo, porque ese diablito es el que te critica, el que a veces te hace sentir mal y todo, pero también al mismo tiempo es el que te impulsa para adelante, es el que te ayuda a recibir las críticas desde afuera. Si uno está muy conectado con uno desde adentro también y sabe qué quiere, qué no quiere, qué le gusta a uno mismo, qué no le gusta, «esto lo quiero cambiar», «esto lo hice mal», «esto lo puedo hacer mejor», lo de afuera se vuelve un poco de palo cuando uno convierte esa conversación en algo interno también y en un proceso. Es imposible sacar ese bichito de la cabeza que está todo el tiempo tratando de corregir todo. 

 

40:51

Hay que aprender a convivir también. El tema habla de las dos partes de uno, de la parte buena y de la parte mala. «Bien o mal», habla un poco también de eso, como de… Mi anteúltimo disco habla también como de lo positivo y lo negativo, de la protesta y la celebración. Es imposible que haya una sola cosa, que sea todo malo todo el tiempo, que sea todo bueno todo el tiempo. Todos tenemos peleas internas, todos llegamos un día a casa y decimos: «¿Por qué hice esto este día y actúe para el orto, hice todo mal?». Pero también es esa vocecita la que te hace mejorar en cierto punto. Y si uno lo ve de buena manera dice: «Okey, esto lo hice mal, pero lo hice desde los sentimientos. Y esto lo hice porque yo soy así, porque siento». Después te das cuenta de que no estaba mal, que era lo que sentías y que era lo que querías hacer. Y lo mismo con la voz positiva. Tenés que tener mucho cuidado con la voz positiva, porque el ego es más peligroso para mí que el sentimiento negativo. Si uno todo el tiempo está pensando que hizo todo bien y que es perfecto y que «hoy hice todo increíble y mañana hice todo increíble», vuelvo a decir, es imposible mejorar, es imposible ser empático en ese sentido, poder entender a las otras personas. Se trata un poco de las dos cosas, mantener un medio y adoctrinar un poco ese bichito que está ahí todo el tiempo, criticando en la cabeza.

 

42:18
Fabricio . Hola, Mateo, ¿cómo estás? Mi nombre es Fabricio. Bueno, te quería contar que cada vez que escucho la letra de «Tierra zanta» me emociono mucho y por eso mismo te quería preguntar qué sentiste la primera vez que escribiste la letra y qué te pasa cuando la cantás junto a miles de personas.

 

42:37
Trueno. Esa fue una canción especial, amigo, muy muy especial. Un artista nunca… Aunque sea yo, nunca hago un disco sabiendo qué va a pasar con ese disco. Es como que te encontrás con el disco a medida que lo vas haciendo. Es un poco también como la vida, y uno mismo no sabe qué va a hacer mañana, ni qué va a lograr ni nada. Tiene que arrancar e ir viendo cómo se convierten las cosas, por así decirlo. «Tierra zanta» justamente llegó como en el medio del disco. La misión fue hacer una… Musicalmente fue hacer una combinación entre el hiphop, que es lo que me llegó por un lado, y la música nativa sudamericana, que es lo que me llegó por el otro, un poco también la rama de mi madre y de mi padre, en ese sentido. Y cuando creamos «Tierra zanta», que lo hicimos… Bueno, todo el disco, «Bien o mal», lo hicimos en Argentina, en una época pospandémica, pero también con mucho encierro. Podía salir a las ocho de la noche, creo, algo así. Pero estabas todo el día también encerrado en ese sentido. A mí me tocó como… nada. Antes de la pandemia me tocó conocer otros países, otros continentes, encontrarme otros latinos en el mundo y darme cuenta de dónde pertenezco también. Uno siempre ve la vida de una manera… La ve un poco así, tapando los costados, y ve solamente su película. Y está bueno también ver quién lo acompaña en su película y a dónde pertenece. Yo… Mi vida siempre fue mi familia, mis amigos de mi barrio, y me tocó también salir del barrio. Me tocó empezar a tomar el avión y conocer otros países, y esas cosas me abrieron mucho la cabeza. Con decir… Lo que me pasaba cuando conocía otros países es que me quedaba más asombrado por Argentina que por esos países. Iba a esos países y miraba Argentina y decía… Lo veía como desde afuera y decía: «Guau, mirá lo que tenemos, lo que somos, lo unidos que estamos», y un poco de la misión en ese sentido fue como hacer esa unión y hacer fuerza en la comunidad a la que pertenecemos los latinoamericanos.

44:38

Es simplemente eso y el orgullo que hay que tener por la cultura de cada continente y cada país. «Tierra zanta» fue eso y salió… Es una locura, porque quizás es uno de los temas más complejos en cuanto a producción y letra y de los más íntimos, de «Bien o mal», o de los más fuertes, y salió en cuatro horas, cinco horas, porque, cuando la vibra está ahí presente y la idea está tan plasmada y uno está tan claro… A mí me pasa que, cuando tengo algo, un norte tan claro, es como que empiezo a escribir y es como una locomotora, que me tienen que decir «pará, pará», o me borran algunas barras porque sigo, sigo, sigo, pero… Nada, lo escribí a los 19 años. También era bastante chico en ese momento y como que me encontré con mi comunidad en ese disco. Dije: «Okey, yo soy latinoamericano». A mí lo que me pasa es que me siento parte de una comunidad mucho más grande de la cual me sentía antes. Para mí mi vida era mi barrio nomás, y ser argentino, por así decirlo, eran mis dos conexiones, quizás, como culturales, en cuanto a mi territorio, por así decirlo. Empecé a entender que, nada, que los bolivianos son hermanos, los uruguayos son hermanos, los chilenos son hermanos. Tenemos un ADN bastante conectado en ese sentido, una historia muy linda por contar. Tenemos cultura hermosa, tenemos música superlinda, costumbres, comida, colores. Hay un montón de cosas que directa o indirectamente nos forman a todos los que nacimos en ese lugar, al igual que todos los otros continentes, y traté como de personalizarlo. La temática, la letra siempre es «yo soy». «Yo soy la tierra, la sangre». Siempre «yo soy», hablando de «yo soy», pero como si yo fuese Latinoamérica. Yo escribí como diciendo que voy a contar todo lo que lo que somos en el continente y lo que representamos. Es una canción que antes de que salga el disco la escuchaba y se me ponían los pelos de punta. Es una canción que toqué en el Luna Park y me puse a llorar mientras la cantaba.

46:36

Para mí también la música, mi música, y el mensaje que quiero llevar en mi música es movilizar a otra gente también y ser la voz de otra gente también y entregarle algo al mundo que tenga que ver con algo más allá del ego del artista, de «tengo» o «yo soy yo solo», sino que a mí me acompañan un montón de cosas que todavía sigo descubriendo. En ese sentido, «Bien o mal», la búsqueda primordial fue esa, representar la música nativa sudamericana, creo que «Tierra zanta» es como la masa madre del disco, como de donde sale todo lo demás.

 

47:21
Kairos . Hola, soy Kairos. Es un gusto estar aquí contigo, tío, la verdad. Soy artista también. Mira, yo te he traído una pregunta para hoy, y simplemente quería saber qué opinas sobre el tema de que últimamente la música como el rap, el «dembow», el reguetón, el flamenco… Esta música viene de un ámbito urbano. Y entonces al final está el dicho de que, cuando esta música llega al éxito, deja de ser auténtica o real. No sé cómo lo ves, porque…

 

47:48
Trueno. Hay una dualidad y más que nada, en el hiphop, como el recelo de que todo esté bajo tierra y como que todo sea muy «underground».El hiphop nace del «underground», totalmente, y yo hablando obviamente de mi cultura primordial, el hiphop ni siquiera nace de las canciones, nace del vivo. Las canciones de hiphop no existían, era todo en vivo, eran fiestas donde se pinchaba y había un artista que agarraba el micrófono, improvisaba o tiraba una letra o lo que sea, pero todo era en ese momento y si lo veías, lo veías, y si no lo veías te perdiste esa parte de la historia. Un poco lo que pasa con el hiphop siempre es que al principio como que hay una controversia con lo nuevo del hiphop. Pasó con la primera canción, con «Rapper’s Delight». Al principio decían que no es hiphop. Hoy es lo más hiphop del mundo, es una parte clave de la cultura. Fue la primera canción de rap. Pero es un poco lidiar con eso. Las cosas… Obviamente que al principio es lo mismo… Yo hago un paralelismo muy grande con el fútbol, por ejemplo, con el deporte del fútbol. Una cosa es jugar en el potrero, en la cancha de la plaza, y otra cosa es llegar a la Champions League. Y si el chico de la plaza puede llegar a la Champions League y representar a la plaza en la Champions League para mí es un logro para la plaza increíble. Yo tengo esa mentalidad, no todo el mundo la tiene, pero obviamente que hay controversia porque, generalmente, aunque sea en el hiphop, siempre lo que fue «mainstream» o lo que fue comercial por ese lado no tuvo el mejor mensaje que se podía tener. Siempre hubo mucha controversia. El hiphop nace de la unidad, de hacer algo por tu barrio, de hablar por todos, y quizás hubo muchos intérpretes o raperos de la cultura que utilizaron eso simplemente para ganar dinero, para tener mujeres, para mostrar joyas, para, no sé, para fomentar la violencia, por así decirlo, que yo la verdad que difiero mucho con ese mensaje, porque el hiphop justamente se creó para evitar los problemas de pandilla, la violencia, las peleas adentro del barrio…

 

49:47

Siempre fue como «unámonos todos y peleemos contra lo que tenemos que pelear en vez de pelear entre nosotros». Yo siempre soy consciente de que, si un pibe que empezó en la plaza conmigo veo que hoy en día puede mantener a su familia con lo que hace, bien por ese pibe. Para mí es lo mejor y es una evolución personal supergrande que no todos pueden hacer. Y quizá por ahí también vienen las críticas y el recelo y todo, pero soy muy partidario también del buen mensaje, siempre que sea como un grano de arena para la cultura, con algo genuino que uno quiere decir, representando algo de su vida, su parte, su cultura, su raza, su barrio, su familia, lo que sea. Creo que ahí está como el factor X del artista. KRS-One, que es uno de los gurús más grandes del hiphop, habla de la diferencia entre ser un rapero y ser un MC. Los raperos son raperos, rapean, tienen número, pueden hablar de lo que quieran. El MC aporta la cultura del hiphop y el movimiento. A mí me gusta siempre estar de parte de los MC, por, en ese sentido, como decir: «Yo, si puedo conseguir que toda esta gente me vea, no quiero hablarles solamente de mí o no quiero presumirles lo que conseguí, sino que quiero hablar por más gente y ser la voz de la gente que no tiene voz, por así decirlo, que no tiene el mismo canal que tengo yo». Pero también entiendo la controversia de ser un chico de barrio, de cualquier barrio del mundo, que es lo que me pasaba a mí también, de sentir esa diferencia, de cómo la sociedad a veces te rechaza por ser de cierto lugar, por vestirte de alguna manera, por tener cierto estilo o por lo que sea, y de la nada poder lograrlo. Hay chicos que revierten todo y dicen: «Okey, ahora un chico de barrio lo logró. Le voy a mostrar a la sociedad un chico de barrio en un Ferrari con una cadena y mucha más plata que ustedes que me criticaban». Es normal y es entendible, pero creo que al día de hoy también se entiende mucho más la importancia del mensaje y se ve plasmada también en la gente. 

 

51:49

Hay mucha diferencia entre la gente que hace arte con un fin lucrativo o la gente que hace arte porque tiene algo que decir realmente y algo que representar y tiene algo detrás. Eso se ve, esa energía se ve, esa historia se ve y se palpa también. Entonces yo entiendo mucho la controversia del «underground», de «te vendiste», de «ya no sos como antes», de lo que sea. Pero, si uno puede lograr vivir de lo que hace, compartirlo con su familia desde una buena manera y aportando también a los que todavía no lo lograron y abriéndole puertas a los que no lo lograron, creo que es la manera correcta. Después está la otra manera, que es la típica y la que todos conocemos y la más criticada, por así decirlo, que es la que a mí tampoco me gusta, pero yo siento que puede… Hay como una nueva puerta también para abrir, que es eso, si uno puede ser la punta de lanza para que más gente vea todo lo que hay dentro de un movimiento, o porque más gente entienda la cultura de tu país, o porque más gente entienda tu historia de vida, creo que eso es positivo.

 

52:57
Chica 1 . Hola, Mateo. Primero que nada, es un gusto estar acá hablando con vos. Y, antes que la pregunta, te quería felicitar por el WiZink.

 

53:04
Trueno. Gracias

53:54
Chica 1. Así que nada, ya yendo a la pregunta, como todos sabemos, en «Bien o mal» trataste temas más sociales. En cambio, «El último baile» fue un disco más movido, más para bailar, para gozárselo más. Mi pregunta es cómo lograste ese equilibrio entre, por así decir, tu punto de vista en «Bien o mal» y tu punto de vista, quizás un poco más de fiesta, en «El último baile».

 

53:35
Trueno. Buena pregunta. Yo tengo algo que es un poco insoportable conmigo mismo, que es no repetirme y sorprenderme a mí mismo. Yo soy partidario de aprender algo, lograr como uno más o menos lo tiene en su cabeza o lo que sueña, diciendo «yo quiero hacer esto». Y, cuando sale más o menos como uno lo piensa, trato de ir a algo nuevo siempre, y en mi vida y en mi música, como siempre, son entregas, más que nada en mis discos. Para mí son entregas personales muy grandes a cosas que me pasaron en la vida o a cosas que me criaron. Siento que hay espacio para todo, que sigue habiendo espacio, que no sé qué va a pasar de mi próximo disco, ni el próximo próximo ni nada. Pero también tiene mucho que ver, y fue bastante difícil, como mentalmente estar preparado también para… A veces uno deja mucho atrás, hacés algo de una manera y después hacés algo superdiferente, y la gente que le gustaba lo anterior quizás no entiende mucho lo que haces ahora. Pero es un poco también la búsqueda artística que decido tener en ese sentido. Para mí, «Bien o mal», «Atrevido» y «El último baile» son iguales de importantes para sectores diferentes de mi vida. «Atrevido» representa a mi barrio. Es un álbum un poco más biográfico, por así decirlo, mi primer álbum, mostrándole al mundo qué soy, de dónde vengo, quién me dio los códigos que tengo, agradeciendo lo que tengo que agradecer desde una vida de un chico de 17 años que vivía en 17 calles, no mucho más que eso, en una comuna que era muy chica, y mi vida era solamente eso. A mí me tocó empezar a viajar, a conocer, a sentir un orgullo que no sentía antes, a decir «quiero representar esto, quiero hacer esta mezcla». En «El último baile», cumple 50 años la cultura del hiphop que, como recién conté aquí, nace de la celebración, trata de revertir lo negativo en positivo y nace desde la fiesta hecha por el barrio mismo para el barrio mismo, dándole oportunidades a la gente a agarrar un micrófono y a liberarse y a contar su historia, y, a los que bailan, a bailar y a liberarse bailando.

55:33

Viendo eso también en Argentina, en los eventos de Argentina con Peligro, con mi padre, es una entrega muy importante que le tenía que hacer, porque, así como me crio mi barrio y así como me crio mi comunidad, también me crio mi cultura, que es algo que me crio demasiado fuerte y demasiado cerca. Y traté de dar esa energía más que nada en un momento tan crítico también de la sociedad en general. En Argentina y en todo el mundo las cosas están realmente complicadas y siento que quizás en «Bien o mal» protesté lo que tenía que protestar y «El último baile» traté de utilizarlo como una herramienta de salida también. Siento que la música está para combatir, pero también está para acompañar esos momentos y mostrar también como otra realidad. Es lo que yo me planteé para hacer este último disco. Es decir, el hiphop nace de eso, justamente de un momento crítico, de la necesidad, de la falta de oportunidades, de buscarse uno mismo y de encontrar la alegría con lo que hay, con lo que tenemos. En «PLO PLO!» digo eso, «tengo al barrio haciendo “party”, no me importa si no hay “money». Es como que la plata es un mal necesario, pero no es todo lo que nos hace a nosotros. Hay mucho más detrás de eso. «El último baile» es un disco de celebración, sin duda, como vos lo dijiste. «Bien o mal» es la protesta. «El último baile», la celebración. Pero no deja de ser para mí una entrega demasiado importante por fuera de la música, y que la música sea movida, rítmica, que te den ganas de bailar es una entrega mía muy importante, en la cual en cada tema yo me acuerdo de la lucha con mi viejo, me acuerdo de todos los eventos en Argentina, de poder conocer Estados Unidos con mi papá también y decir: «Mirá, estamos en el Sedgwick Avenue, que era el edificio donde se hizo la primera “block party” de hiphop». Era como una locura que me estaba pasando, que decía: «Todo esto lo tengo que plasmar en la música, porque en mi vida es algo que no me imaginé que me iba a pasar nunca».

57:26

Y yo siento que los discos están para eso también. Yo siento que si me repito en dos discos a mí no me va a hacer sentir bien, aunque sea artísticamente. Yo siento que tengo que ir innovando y buscando también nuevos horizontes en la música y nuevas entregas que hacerle, porque mi vida pasó demasiadas cosas y van a seguir pasando. «El último baile» para mí es muy importante, pero cada disco va dedicado a una parte de mi vida que… No te puedo dar un favorito, por así decirlo, porque los tres representan tres cosas de mi vida que me criaron y me hicieron ser quien soy hoy en día.

 

58:14
Elo. Hola, Trueno. Mi nombre es Elo. Antes de nada, decirte que «REAL GANGSTA LOVE» es un temazo.

 

58:22
Trueno. Gracias.

 

58:23
Elo. Nada. Y luego, aparte de eso, sí que es verdad que te he escuchado mencionar antes lo del tema del mundo de lujo, los cochazos y tal. Y sí que me llama mucho la atención que te veo aquí sentado, con tu mate, sencillito y tal. Y sí que me da como mucha curiosidad que, en mitad de todo lo que es el postureo de Instagram con los coches y tal y cual, pues tú hayas decidido mantenerte así de sencillo. Como que me gustaría saber por qué.

 

58:51
Trueno. Creo que eso también tiene mucho que ver con la crianza que tuve. Eso es muy importante también. Yo tuve la oportunidad… Y es algo muy positivo que también reconozco que es algo que no a todo el mundo le toca, que es tener un un padre y una madre muy presentes también y muy correctores en lo que es la cabeza de un niño, por así decirlo. También, al venir de una familia activista, tener un abuelo que cantaba en contra de la dictadura en un momento de dictadura, exiliado político de Uruguay… Mi familia es uruguaya, vivía en Argentina no por decisión, sino por necesidad. Escuchar a mi papá ser un activista social, ver a mi mamá luchando por su sueño, quizás ganando un cuarto de lo que gana cualquier persona de Argentina, pero luchando por la música y todo… Entendí cuál es el fin de la música, aunque sea para mí. Es lo que hablábamos también con él hace poco, que el hiphop en general tiene como esa controversia o eso de «ahora lo logré y le voy a mostrar a toda la sociedad como un pibe de barrio lo logró y ahora tiene más plata que ustedes». Es normal, yo no culpo a ese tipo de raperos o de cantantes o de famosos o lo que sea, pero yo me crie con otros valores y con otros códigos, y con otro norte también. Yo, como siempre digo, trato de… Todo lo que gano lo invierto en la música. Para mí el dinero es una herramienta para para hacer el mejor arte. El arte sale carísimo cuando uno tiene ideas grandes. Ante comprarme una cadena de oro, prefiero hacer el mejor videoclip que se me pueda ocurrir o trabajar con los productores que sueño trabajar o lo que sea, o armarme un «show» donde pueda salir volando del escenario. O sea, mi cabeza es un poco eso. 

 

1:00:40

Y también, al venir de un barrio el cual tiene tantas necesidades, seguir teniendo amigos de ese barrio que quizás siguen teniendo la misma realidad, pero me acompañan a mí porque somos amigos y porque seguimos con la misma conexión, siento que es una falta de respeto también llegar al barrio con un Ferrari y mostrarles a todos los pibes un Ferrari que no van a tener. Quizá, lo que decía al principio, quiero mostrar que soy una persona más, que no soy ni un superhéroe ni tengo superpoderes y tampoco soy millonario. No me alcanza para un Ferrari. Un poco mi manera de pensar es esa. Yo, si puedo el día de mañana y si tengo la plata para comprarme un Ferrari, en vez de comprarme un Ferrari, voy a tratar de armar un colegio en mi barrio, hacer un centro comunitario, abrir un estudio en el barrio para que los pibes puedan rapear. Todavía no sé manejar, también por eso capaz no tengo un auto, pero creo que mi ideología también tiene mucho que ver con la crianza que tuve del porqué de la música. Uno puede hacer música tocándola, cantándola. Puede hacer un rap, puede hacer cumbia, puede hacer lo que sea. Pero lo más importante, cuando uno hace arte, lo mismo pintura, lo mismo lo que sea, es qué estás diciendo, qué estás expresando, el porqué, a dónde, a quién. Para mí lo más lindo también es sentirme acompañado, sentir que le estoy haciendo el bien a mi comunidad, le estoy haciendo bien a mi cultura, a mi gente, a mi barrio, a mi cercanía. Y ese es un poco el norte. A mí no me no me llena, me sentiría muy vacío teniendo todo yo y que mis amigos del barrio todavía estén en bicicleta, o tener un Ferrari o un Mustang y que mi mamá no tenga una casa. Yo tengo como otras metas quizás en mi vida que vienen por los valores que tuve desde chiquito y que fui aprendiendo también, porque yo siento que ahí no está la felicidad. Hay mucha gente que es millonaria y está superdeprimida, hay gente que está llorando en una mansión de Los Ángeles, y quizás feliz a mí me hace estar con mis amigos comiendo un asado en mi casa o estar con mi mamá tomando un mate y hablando de la vida y hacer arte.

1:02:44

Entonces digo: «Bueno, todo lo que gano, todo lo que consigo lo voy a poner en eso, en el arte para hacerlo mejor y para seguir mejorando yo en mis cosas y también darle trabajo a más gente de mi equipo». Si le puedo dar trabajo a la gente de mi barrio, a mis amigos, a lo que sea, se los doy. Y seguir tratando de vivir una vida normal como antes y de disfrutar de lo sencillo. Creo que la felicidad está en lo más simple. A veces nos olvidamos de eso y perseguimos mucho el éxito lucrativo o el conseguir plata o tener un edificio o lo que sea. Y en realidad la felicidad está en tu familia, tus amigos, en ir al parque, jugar a la pelota, comer algo y volver a tu casa.

 

01:03:37
Violeta. Hola, Mateo. Encantada. Soy Violeta. Bueno, primero un gusto tenerte aquí y poder hacerte esta pregunta. Todas tus canciones son muy escuchadas y reconocidas mundialmente y, como tú bien has dicho en varias ocasiones, cada canción está escrita por un Mateo distinto, en un momento muy distinto de su vida, y me gustaría saber si hay alguna canción de la que te arrepientes de que haya salido o simplemente prefieres evitar.

 

01:04:03
Trueno. No, yo creo que no. Siempre que me preguntan también si volvería al pasado y revertiría alguna cosa o algo… Es un poco lo que hablaba antes también de los errores y de los malos momentos y de todo. Hice muchas cosas en mi vida que no me gustan, canciones y por fuera de las canciones también, o que siento que las hice mal y siento que son parte también, que son un aprendizaje y que son un paso en falso, que es necesario también para volver a arrancar, a caminar, por así decirlo. Al principio uno siempre tiene vergüenza, hace las cosas mal por vergüenza o hace cosas cuando es chiquito que no le gustan y uno piensa «lo podría haber hecho mejor», «podría no haberlo hecho». Me pasa con las canciones, me pasa con los «shows» en vivo, me pasa con todo, como lo hablábamos con él, también por ese bichito que uno tiene en la cabeza que le dice «eso estuvo mal», «esto lo podría haber hecho mejor», así que creo que arrepentirme no me arrepiento de nada. Por algo son las cosas. No voy a decir que todo está escrito, pero sí que todo es necesario en la vida y el camino de uno para para el final, obviamente, para después recordar esos momentos y no volver a hacerlo para ser mejor y para corregirlo, por así decirlo. Así que no, no siento que me arrepienta de nada o que corregiría nada del pasado. Sí soy consciente para no repetirlo en el futuro.

 

01:05:35
Rafa. Buenas, Mateo. Soy Rafa. Te quería hacer una pregunta un poco quizás más personal, porque no sé si Mateo… Has dicho evidentemente que tiene esa dualidad padre-madre, pero parece ser que Trueno sí que tiene un peso muy importante de Peligro a la hora de construcción, a la hora de composición, a la hora incluso del espectáculo en vivo. Tuvimos la suerte de poder verte en Rototom el año pasado y nos pareció un espectáculo brutal, un directo maravilloso. Pero sí que es verdad que también te quería preguntar por esa dificultad que he tenido yo, como hijo, de tener una comunicación fácil padre-hijo, y ahora como padre. No siempre es fácil estar en el día a día. ¿Qué tal va esa relación personal? ¿Cómo es el construir ese algo tan importante, tan personal con tu padre?

 

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Trueno. Para mí es una… En mi vida, ni siquiera te digo en la música, es una pieza clave. Mi padre siempre fue mi esquina. Si yo fuese el boxeador, mi padre fue la esquina siempre. Y fue la persona que por fuera de la música y por fuera de todo me ayudó a no cometer muchos errores, a corregirme cuando me tuvo que corregir, a retarme cuando me tuvo que retar, más que nada en los momentos de adolescencia donde uno se rebela un poco, donde uno se pierde y no sabe qué hacer, para dónde ir, con quién, cómo… Siempre tuve a mi padre, como un amigo también. Yo ni siquiera le digo papá ya a Peligro, le digo «Peligro, ¿hablamos?». Yo vuelvo a mi casa y hablo con él genuinamente y transparentemente por la relación que él creó. Yo soy consciente de que no todos los padres son así tampoco y tengo amigos que tienen padres que son mucho más estructurados, «yo soy el papá, vos hacés esto, vos hacés lo otro», y no hay esa conexión. Le agradezco mucho al Peligro, a mi mamá también. Ahora hablando del padre, también le agradezco mucho a Peligro por generar esa amistad conmigo también. Todas las dudas que tenía en la adolescencia, todos los miedos… Nunca tuve como miedo a hablarle o sentir que me iba a retar o que… Porque él generó esa transparencia de decir: «Yo estoy acá para todo lo que vos vas a vivir. Yo ya lo viví, preguntame lo que quieras y vos tenés acá una persona que te va a aconsejar desde el amor y queriendo siempre lo mejor para mí». Obviamente, tenemos también la relación musical, que es hermosa y que es lo que contaba antes. No sentí nunca la presión. Hay padres también que quieren tanto a sus hijos y tienen algo tan marcado que plasman como sus sueños en sus hijos. «Vos tenés que hacer esto». Yo cuando quería ser jugador de fútbol, mi papá me iba a ver a todos los entrenamientos. Cuando hacía boxeo, me iba a ver a todas las peleas. 

 

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Siempre fue como un acompañamiento que estuvo ahí por fuera del «hobby» o del sueño que esté persiguiendo, y por las vueltas de la vida o por las cosas que son como tienen que ser, me decidí 100 % a hacer música también por cómo él compartió su pasión conmigo de una manera descontracturada, cero presionada. Yo quería subirme a rapear con él cuando tenía cuatro años porque él era mi ídolo y lo veía y decía «guau». O veía a un rapero en un video y después miraba para el costado y tenía otro rapero también y decía «guau, qué loco que mi papá haga esto». Y fue una elección mía siempre seguir el camino del rap y seguir el camino de él y también hablar de mi barrio y hacer algo por mi barrio y tener ese tipo de mensajes. Y es hermoso hoy poder seguir compartiendo la historia. Yo soy un fruto también de su trabajo y todo lo que me pasa hoy a mí es gracias a Peligro en ese sentido, porque él desde que soy chiquitito que está peleando porque el hiphop sea algo en Argentina y porque lleguemos a hacer un movimiento realmente significante. Hay como una doble conexión en ese sentido, que es la personal y la familiar, y también la musical y la artística que nos mantiene como como somos. Obviamente, desde afuera, lo mismo, volviendo a las críticas, hay gente a la que le gusta, hay gente a la que no le gusta, hay gente que siente «no, el padre que está con el hijo y que lo obliga…». Obviamente hay una realidad que es así, pero a mí no me toca esa realidad y siempre estoy agradecido de poder ver familias en el público de mis «shows», como decís que fueron ustedes al Rototom. Siempre digo lo mismo. Me gusta ver al chiquitito y al papá, y a la mamá y al hermano mayor, porque en el escenario es el chiquitito, con el papá, el mejor amigo también. Somos una familia arriba del escenario y es un poco lo que tratamos de transmitir.

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La confianza también en la familia para un chico es muy importante. Para mí es importantísimo, y desde chiquitito fue muy importante la voz paterna en todo, en mis miedos, en convertirme en un hombre, todo, en cómo afrontar la vida, cómo afrontar los problemas, cómo entender la relación con las mujeres… En todo fue clave Peligro para para aprender a ser un buen hombre y aprender a ser una buena persona desde el género y el cuerpo que me tocó. Siempre fue un mejor amigo, Peligro. Siempre recomiendo a los padres y a todos, y es lo que yo voy a hacer como padre cuando lo sea, ser amigo de tu hijo siempre y que tu hijo no tenga miedo. Hay muchos hijos que tienen miedo a hablar con el papá, o con la mamá, o con quién sea, porque tienen como esa sensación de autoridad ante el padre. Yo creo que la relación que tuve con Peligro me formó positivamente también a lo que soy hoy en día y le agradezco mucho a él, a mi mamá y a toda mi familia por ser así de cálidos, al mismo tiempo, obviamente, corrigiéndome y retándome cuando me tenían que retar. Pero, al ser tan compañeros como fueron, creo que me formaron también de la manera que soy hoy en día y me hacen pensar como soy hoy en día.

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Boss SG. Hola, muy buenas, Trueno. Yo soy Boss SG. Te he oído decir que de pequeñito eras bastante admirador de Daddy Yankee y que querías ser un poco como él y el rollo. Y ahora es bastante conocido que hay muchos chavales que ahora mismo aspiran a ser Trueno. Quería saber un poco qué les dirías a esos chavales.

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Trueno. Muy buena pregunta, amigo. Me pasa un poco… También hago el paralelismo con… Hablando de mi barrio, de La Boca, y de lo que a mí me tocó vivir, lo que a mí me pasaba con Román Riquelme, que era como uf, la cara del barrio, la manera de salir del barrio y de perseguir un sueño. Y poder volver a mi barrio y ver a los chiquititos con pilusos, con cositas del puente, rapeando… Eso es hermoso, y es una locura, porque yo nunca quise ser famoso ni conocido, ni sabía cómo iban a ser las cosas. Pero, en otro lado, yo desde chiquitito decía: «Yo cuando sea grande y sea una referencia…». No sabía para cuánta gente, pero «voy a ser una buena referencia, voy a dar los códigos que me está enseñando mi papá», por lo que hablábamos antes también con él de que capaz hay muchas imágenes o muchos ídolos que uno tiene que después te empezás a encontrar con diferencias con tu ídolo y con el mensaje que da y con todo. Hablando de Daddy Yankee, yo era muy fan de él y él siempre fue como una voz para el latinoamericano, por así decirlo, muy fuerte, como también la manera del éxito más grande era Daddy Yankee. Y lo ves a él y decías: «Guau, ¿cómo lo logró este chabón?». Me acuerdo de que había venido a grabar a la Bombonera, al barrio de La Boca y estamos todos locos cuando había venido al barrio y todo eso, y siempre fue como un ejemplo a seguir para los latinos, por así decirlo. Y así como soñaba con ser Daddy Yankee y soñaba con ser 50 Cent, soñaba con ser Román Riquelme, con Vico C, con Kase.O, también, al mismo tiempo. Aprendí mucho de los de los ejemplos que tuve a seguir, y hoy en día que quizás estoy en ese punto de influencia con los que son más chiquititos, también mis hermanos menores, mis primitos también, me refuerzan como las ganas de ser una buena imagen, lo que hablábamos al principio, no crear un personaje ficticio ni dar un mensaje simplemente del dinero o del éxito desde la plata, sino desde que me vean a mí como una persona más. 

 

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Yo soy una persona más que mandó para adelante, que tuvo un sueño y lo persiguió, que se mató todos los días. En cuanto a la música, decir: «Okey, a mí me gusta hacer música para bailar, me gusta hacer música para las tres de la mañana», y a todo el mundo le gusta y todos, hasta el más lector, le ponen un reguetón a las tres de la mañana y baila, eso es normal. Pero, fuera de eso, también el trasfondo de la música y de mi carrera y todo siempre quiero que esté destinado a un mensaje positivo y que tenga una letra personal. Yo siempre voy a tratar de demostrar eso de que soy uno más y lo mismo, que somos una familia, que empezamos desde cero, que la gente que nos ve abajo, la familia que viene a los «shows» no deja de ser una familia al igual que la que está arriba del escenario. Es como que se puede. Mi mensaje principal, más allá de la letra del rap, de la cultura y de todo, es que, si le meten a lo que sea, no solamente de la música o de lo que yo hago, el hiphop, se puede, es un poco el mensaje de «Atrevido» que quería dar, atreverse, ser un atrevido en el buen sentido, romper el hielo, perseguir tus sueños. Vas a tener que aguantarte un montón de turbulencias en el camino, pero, si uno rompe el hielo en esta sociedad y hace lo que uno quiere y comunica lo que uno siente que tiene que comunicar, está en el camino correcto y algo va a lograr en su camino personal. Así que, para los que me ven, que sepan que yo soy un pibito más. Muchas gracias a todos los que vinieron. No estoy muy acostumbrado a dar así charlas con mucha gente. Siendo sincero, creo que las entrevistas son la parte que menos me gusta de mi carrera porque soy muy introvertido todavía, pero cuando es con gente así que tiene preguntas reales para hacerme y tiene dudas…. Y también eso, tanto hablo de que me quiero mostrar como persona. Me tengo que mostrar como persona, ¿no? Así que muchas gracias a toda la gente, muchas gracias.